22.


Estaban jugando verdad o reto. Y eso siempre fue peligroso.

—Te reto a decirte tu mayor secreto a tu hermano.

Perú sonrió divertido, jugaba rudo siempre.

—Bueno... Ame... —miró a su hermano—. Lo siento.

—¿De qué o qué?

—Tengo un fetiche con cogerme a tus enemigos —habló con rapidez—. ¡Perdón! —juntó sus manos para pedir disculpas.

—Tú... ¿Qué?

Perú estalló en carcajadas al igual que los otros latinos.

—Hagamos un remember —USA miró a su hermanito—. ¿China?

—Sí —Canadá sonrió incómodo.

—Rusia.

—Sí.

—Vietnam.

—Eh... Sí.

—¿URSS?

—Sí.

—¿México?

—Eh... Sí.

—¡Wey! —el tricolor estaba indignado—. Gordis, yo creí que ya dejamos eso del odio atrás. No mames...

Varios rieron bajito y México miró a Canadá

—Pero sí estuvo rico, chico maple. Lo podemos repetir cuando quieras —le guiñó.

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