Capítulo #1
– Bien pueden empezar a salir, solo dejen su trabajo sobre mi escritorio y que tengan buen día -la profesora de idioma habló mientras terminaba de borrar los apuntes de la pizarra –. ¡Claire! – exclamó antes de que la chica saliera.
– ¿Sí?
– Acércate un momento por favor – indicó guardando la almohadilla –. La directora me pidió que te dijera que al terminar mi clase pases por su oficina... al parecer ya sabe algo sobre tu solicitud de intercambio – una dulce y cálida sonrisa se plasmó en su rostro.
– ¿Enserio? Muchas gracias enseguida iré – de inmediato salió muy emocionada del salón para dirigirse a la oficina.
Paso corriendo por el pasillo de la escuela hasta llegar a donde le había sido indicado, tocó la puerta un par de veces hasta que escuchó un "pase" que provenía del interior.
– Buenas tardes, con permiso – habló mientras cerraba la puerta detrás de ella.
– Adelante, siéntate – indicó la directora dejando unos papeles sobre el escritorio que tenía frente a ella –. Lo lamento, pero tu solicitud no ha sido aceptada a pesar de que tus notas son lo suficientemente altas y que tu perfil estudiantil es bastante bueno no lo han aceptado, en verdad lo lamento sé lo importante que esto era para ti – un pequeño silencio lleno la habitación, ya era la segunda vez que su solicitud de Claire para ir de intercambio a un colegio era rechazada por lo que era decepcionante para ella saber que otra vez había fallado.
Dio un gran suspiro y abrió la boca para intentar gesticula alguna palabra – No se preocupe – volvió a tomar aire e intento sonreír – quizás la próxima ... gracias por su tiempo, si me disculpa debo irme – se levanto dispuesta a irse, pero antes de que se fuera la directora volvió a hablar.
– Tal vez podrías aplicar a una beca, por lo que me dijiste la ultima vez tú y tu madre aún no saben si podrán pagar tu entrada a la universidad el próximo año, con tus notas es muy probable que te acepten...
– No lo sé señorita, no quiero sentirme rechazada otra vez.
– Bueno, piénsalo ya sabes lo que dicen la tercera es la vencida.
-Gracias, que tenga buen día – salió del lugar dirigiéndose a la salida de la escuela, para este punto ya no había casi nadie solo unos cuantos alumnos que se quedaban al castigo, continuó con su camino y una vez afuera sacó sus audífonos de una bolsita que había en un costado de su mochila los conectó a su celular y se dispuso a escuchar un poco de música hasta llegar a su casa.
...
– ¿Qué tal tu día? – preguntó el chico con curiosidad mientras arrancaba un pedacito de césped y recostaba su cabeza contra la cerca.
– No sé si quiero hablar de eso ahora – pronunció la chica que estaba recostada de igual forma que su amigo del otro lado de la cerca.
– Vamos Claire, no pudo ser tan malo como el mío – soltó el pedacito de césped y colocó sus manos en el suelo.
– No creo que el que te hayan quitado tu mesada por una semana de nuevo sea tan malo como que te hayan dicho que rechazaron tu solicitud de intercambio por segunda vez – el sarcasmo era evidente en su tono de voz.
– Lo siento, no tenía idea – tomó una bocanada de aire para seguir hablando, pero antes de que pudiese emitir sonido alguno fue interrumpido por su amiga.
– No, no lo sientes, tú no tienes ni la mínima idea de lo que se siente, no sabes lo que es esforzarte tanto hasta quedarte dormido sobre los libros para mantener un buen promedio con la esperanza de conseguir un poco de apoyo para continuar estudiando y ¿sabes por qué?
– Claire... - musitó en un tono suave.
– Porque nunca te ha hecho falta, siempre has tenido todo en bandeja de plata, no sé cómo a veces siquiera puedes pensar en querer estar en mi posición, no sabes lo que daría por estar del otro lado de esta cerca, y sé que tu padre jamás te deja salir ni deja que nadie entre a tu casa, pero compara eso con no saber si tendrás un futuro en el que no tengas ver a tu madre regresar a las dos de la mañana luego de terminar el turno de su segundo empleo con tal de darte algo de comer, al menos tú tienes a tus dos padres y un futuro asegurado – una lagrima rodó por la mejilla de la chica y el silencio reino por un rato hasta que volvió a hablar –. Lo siento es solo que...
– No, tranquila... tienes razón a final de cuentas– poco a poco se levantó hasta quedar de pie. – Además yo me quejo de todo y tú no, debes desahogarte de vez en cuando... supongo.
Un fuerte viento sacudía las copas de los árboles, movía las hojas y hacía que la piel de la joven se erizara, el chico suspiró dejando que el aire frío entrará a sus pulmones dirigió su mirada al cielo percatándose de que las nubes grises empezaban a cubrir los últimos rayos de sol, había sido un día con varias nubes en el cielo y grandes correntadas de aire, aún así el sol dejaba verse sin ningún indicio de lluvia hasta ahora.
– Odio cuando llueve, al parecer es la única forma que el universo encuentra para que me quede encerrado en mi habitación sin nadie con quien charlar – bufó mientras negaba con la cabeza. – Es la forma en que pueden quitarme a mi única amiga. Todo estará bien... solo confía.
– No sé si pueda seguir haciéndolo, he pasado todo el tiempo desde que mi padre murió haciéndome la fuerte, confiando en que algún día las cosas van a cambiar y para serte sincera Aidan – suspiró suavemente y continuó –. No creo que aguante.
Él se dio la vuelta quedando frente a la cerca, se acercó dejando que sus manos y su pecho quedarán pegadas a esta, apoyo su frente y volvió a hablar. – ¿Confías en mí? – cuestionó.
– ¿Tú que crees? – habló dirigiendo su mirada al cielo e intentando sonreír.
– Bien... entonces confía en que estarás bien, confía en que estaremos bien y promete que no te rendirás, prométemelo.
– Te lo prometo...
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