Prólogo

Ese año había empezado muy bien y con un tiempo favorable. Enid estaba de camino a Jerichó junto a su roomie Miércoles Addams. Ella miraba la ventana y suspiraba cada cierto tiempo esperando para llegar al lugar. Los suspiros colmaron la paciencia de la joven gótica.

—Enid vale ya, no paras de suspirar, ¿es por Ajax?—ella volteó y negó.

Ellos dos rompieron la semana pasada. Notaron desde hace un tiempo que la relación se había estancado un poco. Trataron por todos los medios de arreglar la situación mediante citas, besos y acciones más profundas en una pareja, pero nada. Al final, lloraron un buen rato tras acordar una ruptura amistosa. Acabaron esbozándose una sonrisa tierna el uno al otro pues había sido precioso. Pero tocaba vivir caminos separados.

Cuando Enid cerró la puerta tras de sí fue a la cama y lloró abrazada a su almohada recordando los buenos momentos que habían vivido los dos juntos. Ahora se encontraba mejor, pero debía lidiar con otro problema.

—¿Entonces qué es?—preguntó ella mientras cerraba el libro, le habían quitado las ganas.

—Es...que tengo que ir a comprar a una tienda y estará Tn

—¿Quién es Tn?.

Enid suspiró.

—Es un chico odioso, detestable, engreído, presuntuoso e idiota—explicó ella aumentando el tono y el enfado—¿te puedes creer que me llamo loba peluda de colores?.

—No lo conozco pero me cae bien

—¡Miércoles!.

Odiaba cuando se ponía en el lado de esas personas y se cruzó de brazos.

—Le amenace con usar mis garras, ¿sabes lo que me dijo?—Miércoles esperó—que no le atacaría nunca porque me rompería una de mis uñas y lloraría.

—Es un chico que me gustaría tener de amigo—Enid no podía creerlo—es sincero y directo.

La charla se alargó hasta que llegaron a Jerichó.

—¿Entonces no vienes?, te dejaré que lo mates si quieres—dijo muy convencida.

—Normalmente me gustaría matar a una persona pero visto que se mete contigo no lo haré. Además, no quiero escuchar tus lloros, pero otro día lo conoceré—Miércoles le dejó con la palabra en la boca a Enid y se marchó a la biblioteca.

Enid caminó lentamente hasta la tienda de Tn. Sus padres eran tan amables, sonrientes y sociables que era increíble que tuvieran un hijo tan idiota.

Entró y sonó la campana.

—Hola—saludó ella con una gran sonrisa.

—Enid, cuanto tiempo, ¿qué necesitas?—preguntó la mujer llamada Serry. El marido era John y ambos trabajaban en la tienda.

—Pues...—sacó una lista.

Era un comercio de objetos para fiestas, eventos y otras actividades. El negocio les iba muy bien y económicamente se notaba. Además de que la calidad era excepcional y el trato genial.

—Lo tengo todo en la parte de atrás, ahora vuelvo—dijo la mujer tras mirar la lista.

—Vale.

Como de costumbre, la mujer loba se puso a mirar. Tenían tantas cosas que quería comprarlas todas ya que eran de todos los colores posibles. Le encantaría trabajar en aquella tienda.

—¿Te has quedado sin esmalte de uñas?—preguntó una voz.

Ella cerró los ojos, apretó los dientes y tras respirar, volteó a verle. Allí estaba Tn apoyado, comiendo una naranja y con esos ojos mirándola.

—No, necesito unas cosas para un evento—respondió ella manteniendo la calma.

—Tenemos una cosa en descuento que igual te viene bien—Enid dudó pero se acercó—aquí.

Ella apretó los dientes al ver una maquinilla.

—Te dejará afeitada de una sentada—fue decir eso y ambos cayeron al suelo pues Enid no aguantó más y empezaron de nuevo un forcejeo en el suelo.

Serry salió y al verlos así suspiró.

—Ahí van de nuevo, ¿acaso no pueden llevarse bien?—preguntó agotada de sus peleas.

Los separó y respiraron.

—¡Idiota!

—¡Loba peluda!

—¡Imbécil!

—¡Unicornio humano!

—¡Ya basta los dos!.

Enid asintió y recogió todo lo que había venido a recoger.

—Tn, falta una cosa, ve a tu cuarto que lo dejé allí—dijo la madre—Enid sube con él.

Iba a ser la primera vez que vería su dormitorio. Subieron unas escaleras y llegaron pronto al cuarto pues conectaban la tienda y la casa donde vivían.

El cuarto impresionó un poco a Enid quien vio los posters de famosos cantantes que le gustaban también a ella. Tenía una buena estantería con libros, un pc de última generación, consolas, y CD de música que le encantaban. Pero lo que más le llamó la atención fue unos discos firmados por sus cantantes favoritos. Eran el mismo álbum, tenía dos de ellos.

—¿Cómo los has conseguido?—preguntó impresionada.

—¿En la firma de discos?—ella rodó los ojos—no se te ocurra robarme uno.

—No soy una ladrona

—Ah cierto, eres una loba peluda.

Iba a decir algo cuando le dio lo que buscaba, una cinta de color rojo para atar los regalos.

—Gracias—dijo ella fingiendo una sonrisa.

—Aunque podría usarlo para atar una manzana en tu boca para ver si te callas de una buena vez.

Enid saltó sobre él, no entendía lo que pasaba, pero odiaba a ese normie. De nuevo estuvieron peleando hasta que subió su madre.

—Cielos...estos niños de hoy—dijo antes de separarlos—ya, calma o os daré un golpe en la cabeza. Enid recuerda que tu madre me dio permiso para darte un golpe.

—Yo se lo doy por ti madre—se arremangó.

—¡Adelante, inténtalo!—sacó sus garras.

Un golpe secó los dejó en el suelo a ambos. Los dos se tocaron la cabeza, casi les sale un chichón. Enid se sobaba la zona cuando vio su teléfono en el suelo con un golpe.

—¡Mi teléfono!—al recogerlo aún iba pero la pantalla estaba algo rajada—¡mira lo que has provocado  idiota!.

—¿Yo?, ¡pero si has sido tú quien...!—pero la vio empezar a llorar y dentro suyo empezó a notar un pequeño dolor.

—Lo siento Enid, te pagaremos la reparación, llévalo a la tienda de aquí al lado—dijo la madre—este zoquete se encargará de pagarlo.

Tn se cruzó de brazos.

—Bueno, me voy, ya tengo todo—dijo la loba recogiendo las cosas y marchándose.

Al salir por la puerta, Serry le echó la bronca a Tn quien seguía mirando la puerta mientras sentía una sensación en su interior.

—¿Me estás escuchando Tn?—preguntó su madre.

—Si—contestó antes de irse a su habitación.

La mujer se llevó la mano a la cabeza, no sabía como lidiar con esa situación.

Enid caminaba cabizbaja y limpiándose las lágrimas. Se espabiló antes de entrar en la tienda y tras unos cuantos minutos de revisión, le dijeron el precio y ella asintió. Lo pagaría de su bolsillo, o mejor dicho de la tarjeta. Era un poco alto pero estando así de ánimo, le daba igual.

—Mañana lo tendrás listo—dijo el hombre.

—Entendido—contestó sin ganas.

Salió decidida ir a buscar a Miércoles cuando se topó con Tn.

—¿Qué quieres ahora?—preguntó molesta.

—Toma—le entregó un sobre con dinero—por el teléfono.

—No quiero tu dinero.

Este insistió y finalmente aceptó.

—Y esto—la loba recogió la bolsa pequeña, seguramente sería una de sus bromas pesadas.

Al abrirlo, vio uno de los CD firmados por su cantante favorito.

—No te hagas una idea equivocada, antes que vengas a robarme prefiero dártelo...y por el teléfono...—parecía algo nervioso pues no le miraba a la cara—bueno...¡adiós!—se marchó casi corriendo.

Enid esbozó una pequeña sonrisa. No podía creer que ese chico odioso pudiera hacer una acción buena y desinteresada.

Recogió a Miércoles y en el camino de vuelta se quedó mirando por la ventana. En su mano, no soltaba la bolsa con el disco firmado.

—Tn...—en su mente se formaba todo lo sucedido hasta ese día.

Pero lo más extraño es que al recordar la escena, un calor se formó durante unos segundos en su interior. De manera inconsciente, ella se llevó la mano al pecho.

Continuará...

Sé que dije que esperaría a terminar una de las historias pero me llegó la inspiración.

Serán capítulos cortos pero llenos de comedia y amor.

Espero que les haya gustado este inicio de historia :D

No duden en dejar sus opiniones :)


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