Extra

Enid y Tn formaron una pequeña familia de cuatro niños. Todos eran igual de revoltosos y bromistas al igual que en su día fue su padre. Ambos estaban muy felices con un buen trabajo y viendo como poco a poco sus pequeños crecían sanos y fuertes.

La loba seguía quedando con Miércoles y en ocasiones visitaba la mansión. Allí pasaba algunos días y aunque no lo parecía, se habían echado de menos. Miércoles por su parte también era madre de dos pequeños asesinos como los llamaba ella y sus abuelos estaban encantados con ellos dos, habían sacado ese lado siniestro de su madre. El padre fue Eugene, sí, el chico poco a poco se fue ganando el corazón de la gótica hasta tal punto de que ahora eran marido y mujer, aunque en la luna de miel por poco acaba muerto debido a...incidentes propios de ella.

—Ya estoy en casa—dijo Enid mientras cerraba la puerta y acudía a la cocina—. ¿Dónde está mi pequeño lobo?—preguntó en referencia a su hijo mediano pues en estatura era el más bajo.

—Llegará dentro de poco—contestó otro de sus niños mirando el reloj.

Al cabo de unos quince minutos llegó dando un pequeño portazo y subiendo escaleras arriba, signos claros de que estaba molesto con algo. Enid miró a su marido quien le sostuvo la mirada, hasta que suspiró y los dos subieron arriba a ver que le sucedía.

Entraron en el cuarto y su hijo que se parecía mucho en rostro a Tn pero por el color de cabello a su madre estaba molesto.

—Hijo, ¿qué sucede?—le preguntó su madre sentándose.

—Eso, sabes que nos puedes contar lo que ocurre—Tn también se sentó.

El chico se quedó callado durante unos pocos segundos.

—Es esa idiota de Karen...—respondió finalmente—. Es odiosa, chismosa y...

—Te gusta, ¿cierto?—Enid sonreía.

—¿Qué?, ¡no, claro que no!—exclamó claramente sonrojado.

Tn le contó que a su edad, él era igual pues se llevaba muy mal con Enid hasta tal punto que cada vez que se veían se peleaban el uno con el otro. Eso sorprendió mucho a su hijo que no les terminaba de creer.

—Pues sí, la llamaba unicornio humano o loba peluda de colores—dijo Tn haciendo que este se echase a reír.

—¿Es verdad o es una mentira?

—Pregunta a tu abuela...nos daba unos buenos capones. Pero cierto día...—la tomó de la mano—me di cuenta de que estaba enamorado y la besé...después del ataque de un oso en Jerichó y fui salvado por tu madre.

—Y tiempo después nos enteramos que ese oso lo mandó Miércoles—reía la mujer—pero sí, y creo que a ella también le gustas, de lo contrario no te seguiría hablando.

Tras esa charla, el chico se tranquilizó un poco y estuvo toda la noche pensando en ello dándose cuenta de todas las peleas que había tenido con ella. Y se percató de lo preciosa que era, de lo bien que se lo pasaba molestándola y estando con ella.

—Quizás tengan razón...—pensó tumbado.

Una semana y media después apareció con la chica y ante la sonrisa de ellos, lo vieron tomados de la mano de la chica. A diferencia de él, ella era una normie, justo al revés de sus padres. Y como no, la invitaron a tomar café y poco a poco fueron continuaron saliendo hasta que dieron el paso de casarse y tener hijos.

A veces la historia se repite, y en este caso fue para bien. Enid y Tn estaban felices y jugando con sus nietos, viviendo una vida feliz y llena de las personas que querían.

Fin.

Espero que les haya gustado este pequeño extra  :)

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