9-Selenia

Tras varios días sin poder verse, Enid llegó a Nevermore y fue directa a la tienda de Tn donde su madre le dijo que subiera a su habitación. Este se hallaba haciendo un poco de limpieza para tenerlo todo mejor organizado.

—¡Hola!—saludó feliz de verlo.

—Hola—la besó—¿qué tal ha ido hoy?.

—No hablemos de eso, lo sentó en la cama y se colocó encima de este.

Ambos empezaron a besarse lentamente, Tn había echado de menos esos labios tan dulces. Enid tenía un juego que le encantaba al chico. Consistía en ponerse en un labial con sabor a alguna fruta o similar y el chico debía intentar adivinar que era. En ocasiones, el chico no dejaba pasar la oportunidad diciendo que tenía que estar más tiempo para adivinarlo a pesar de saberlo. Enid decía que era un listillo y este sonreía feliz.

—Enid—ella le quitó la chaqueta y besó su cuello.

—Tn, no podemos estar así...puede entrar tu madre—dijo avergonzada pero encantada de recibir todos esos mimos—bueno...—sentía los besos de este—solamente un poquito.

Estuvieron un rato mimosos hasta que pararon por falta de aire. 

—¿Vamos a la cita?—preguntó ella arreglándose un poco el pelo.

—Claro—recobraba el aliento—me he dejado llevar—se colocó la camiseta.

Salieron de la casa y fueron a tomar algo. Enid no paraba de hablar de sus chismes, rumores y cosas de la academia mientras Tn escuchaba atentamente. Ella estaba muy contenta porque estaba sacando muy buenas notas, en parte gracias a los apuntes de Miércoles.

—Yo le doy silencio y ella a mi apuntes—dijo—es muy inteligente.

—Eso no te deja en buen lugar

—Tonto.

Después de pasar un tiempo agradable, salieron y fueron al parque donde se toparon con Selenia.

—Hola—saludo este viendo a la joven.

—Veo que sigues con ella—sus ojos estaban algo hinchados.

—Selenia, ya hemos hablado de esto.

La chica se acercó un poco.

—Son excluidos...ella es una mujer loba...su manada te matará y te comerá...y lo último que pensarás es que debías haberme hecho caso—dijo casi llorando—¿acaso no lo ves?.

—Quiero a Enid...ella no es como piensas.

Selenia soltó una leve risa.

—Todo este tiempo estaba enamorada de ti...Tn...—aquello sorprendió a ambos—creía que podía tener algo contigo pero cuando empezaste a discutir con Enid...supe que en el fondo estabas enamorado de ella...lo quise negar y finalmente...has acabado con ella.

—Selenia...

—Eres un grandisimo estúpido—dijo enojada—vas a echar toda tu vida con esa mujer.

—La quiero, eso es lo que único que importa.

—Mi manada aceptará a Tn, nos casaremos y tendremos hijos—dijo Enid interviniendo.

—Hijos que serán...

—Lobos...si—sentenció Enid.

Selenia tomó algo de aire.

—¿Sabes que la gente te dará de lado?, por no hablar de lo que le ocurren a las mujeres lobo—comentó ella.

—¿Qué les pasa?—preguntó Tn mirando a Enid quien agachaba la cabeza—¿qué?.

—Sino los ha tenido ya...pronto los tendrá...época de celo...ella querrá hacerlo contigo, sentirá la necesidad de aparearse—dijo.

—Oye, eso no está nada mal—el chico recibió un pequeño golpe de la loba.

—No son capaces de controlar sus impulsos sexuales como quieres que lo hagan cuando les da el hambre de comerte.

—Mira Selenia, lamento no corresponder tus sentimientos pero...

Un fuerte sonido resonó, Selenia le dio un guantazo a Tn que lo tiró al suelo. Este se levantó tras el shock para devolverle el golpe cuando Enid le detuvo.

—Tn, tú vales más que eso...además un caballero nunca pega a una mujer—dijo Enid seria.

—Eso, haz caso a la loba—Selenia se cruzó de brazos.

—Pero yo no soy un caballero...—al decir eso, Enid se lanzó contra la chica cayendo al suelo y empezando una pelea.

El alboroto hizo que lo escuchase alguien, un amigo de Tn y Selenia.

—¡Apuesto 50 por tu novia!—dijo—¡deja que lo grabe y luego le pongo música de Linkin Park de fondo!—dijo este emocionado.

—¡Ayúdame a separarlas!—le dijo mientras trataba de separarlas antes de llevarse un golpe de algunas de ellas que la tiró hacía atrás.

—¡Menudo golpe te han dado, ya van dos amigo!—dijo al ver sus mejillas rojas.

Lograron entre los dos separar a estas y Selenia tras un momento, se marchó enfadada.

—¿Estás bien?—le preguntó a Enid mirando su cara roja.

—Si, tenía que haberla...

—Eh, ya está...gracias por defenderme.

Ese día Enid tenía permiso para dormir en Nevermore. Sus padres se habían ido de cena con unos amigos y ellos cenaron hamburguesas. 

Ya en la habitación, Tn pensaba en todo y le dio muchos besos a su loba en compensación por haberlo defendido. En parte se sentía responsable por la actitud de Selenia. 

—Un momento—redujo las luces, puso la música favorita de Enid, una muy romántica. 

Luego colocó a Enid suavemente sobre la cama y fue besándola, acariciando todo su cuerpo mientras la loba dejaba escapar algún gemido. No estaba acostumbrada todavía.

—Tn—susurraba roja mientras este le daba un montón de besos y caricias.

—Shhh, yo me hago cargo—dijo este mientras acariciaba sus mejillas sonriente.

Enid asintió.

Pronto se vieron envueltos en las sábanas y sin nada de ropa, Enid se sentía lista. Tenía protección así que no dudaron en hacerlo. Ambos se volvieron uno. La loba le besaba mientras este movía sus caderas y pronto sintió un placer que no podía describir con palabras.

Fue una noche maravillosa para la pareja.

En la mañana, Enid se despertó y se vio envuelta en aquella fina sábana que apenas cubría su cuerpo sin ropa. Al mirar a su lado, Tn dormía plácidamente. Lo despertó con unos pocos besos y este se estiró.

—Buenos días—dijo feliz.

—Buenos días...anoche...

Pero Tn lo besó y se puso encima suya sorprendiendo a esta.

—Uy, no me digas que quieres repetir—dijo este sonriente y besando a su chica.

—No...bueno...—este se rió y pronto empezaron los mimos de buena mañana.

—Te quiero Enid

—Tn...

La puerta del cuarto se abrió de golpe.

—¡Tn venga arriba que hay que...desa...yu...nar...!—al verlos así estos dieron un grito.

Su madre cerró la puerta tras salir.

—¿Acaso no puedes llamar?

—¿No pueden dejar sus hormonas para otro momento?—replicó la madre desde el otro lado.

Los dos se vistieron y bajaron a desayunar. Su madre y ellos no decían nada. Al mirar a su padre, este levantó el pulgar haciendo que ambos se  sonrojasen.

—Enid cariño, ¿no tienes hambre?—preguntó su madre al ver que no había comido mucho.

—Déjala mujer, ya se ha comido a nuestro hijo, normal que no tenga hambre—comentó su padre entre risas antes de callar por la mirada de su mujer.

—Deben aprender a controlarse

—Si tú eras igual a su edad

—Cariño no ayudas—dijo la mujer.

—Perdón.

Después de eso, Tn llevó a Enid a una cafetería cercana y de paso hablar sobre el baile. Tenían muchas ganas de ir juntos.

Continuará...

Espero que les haya gustado.

Un saludo :D

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