Enid y Tn se separaron para recobrar un poco de aire. Ambos se miraron a los ojos y en sus rostros se formó una leve y feliz sonrisa. Ella se tocó el pelo nerviosa por la situación, era la primera vez que sentía algo así. Tn a diferencia de Ajax había sido quien había dado el primer paso. Ahora no sabía muy bien que decir, ni como reaccionar. Su corazón latía con fuerza mientras su cuerpo se sentía en una nube.

—Me...me...me gustas Enid—dijo este finalmente rojo y acercándose un poco a ella. Le acarició la mejilla mientras jadeaba por los nervios—estoy enamorado de ti.

El ruido del autobús irrumpió la escena.

—De-Debo irme—en un momento echó a correr y se subió sin decir nada a Tn quien se la quedó viendo como el vehículo se marchaba.

El joven regresó a casa, subió a su cuarto y se tumbó. Tocaba sus labios recordando el beso, casi había sido un sueño, pero era real. Ahora quedaba esperar si ella correspondía también sus sentimientos. Era cierto que ella no había hecho nada y lo rodeó con los brazos, pero tal vez fue por el momento y no porque realmente sienta algo por él.

Al ver que no le escribió, él dio la iniciativa cuando vio un mensaje. Ella le dijo que al día siguiente iría porque quería hablar del tema. El resto de la noche se hizo larga y las horas fueron eternas hasta que al día siguiente por la tarde apareció por la puerta vestida con una ropa más elegante, de esas que se usaban en las citas.

—Oh Enid, estás preciosa—comentó Serry al verla.

—Vaya, hoy te ves muy colorida...más que habitualmente—dijo el padre de Tn llevándose un pequeño golpe en el pie por parte de su mujer.

Tn bajó y al verla se quedó tan embobado que por poco resbala y se cae por las escaleras.

—Hola—saludó ella.

—Hola—dijo casi en un susurro—¿quieres subir?.

—Claro.

Esto dejó atónitos a los padres que no esperaban esa reacción de su hijo cuando lo normal es que soltase alguna broma o algo sobre ella y su raza.

Entraron en la habitación y Enid se quedó parada, nerviosa y sonriendo. Tn se quedó viendo su ropa y luego su rostro.

—Estás hermosa—ese fue su pensamiento pero se le escapó y eso generó un sonrojo en ambos.

—Gracias...—ella dio unos pocos pasos hasta acercarse a él—lo de ayer...

Tn acortó la distancia y la besó, era lo que más deseaba. Enid correspondió y siguieron besándose con esa ternura propia del inicio de la relación. Pero eso terminó al cabo de poco, los besos se volvieron más apasionados. El chico se sentó en la cama y ella se puso encima.

—Enid...yo...—ella lo calló con un beso.

—¿Es increíble no?, antes no podía ni verte y ahora no puedo estar sin verte.

El chico la tumbó y siguieron con las caricias, las hormonas estaban por las nubes y al besar su cuello ella dejó escapar un pequeño gemido que los encendió todavía más.

—Tn se me olvidaba que...—se quedó callada al verlos así, de esa guisa—vaya, esto si que no lo esperaba.

—¡Mamá!—dijo este—esto...esto...es...

—Me alegro mucho por ambos, pero Enid, si te vas a comer a mi hijo por lo menos aseguraos de que estáis solos—ella se puso roja—y Tn, cuida a Enid. Y por dios usad protección.

Antes de replicar, ella cerró la puerta.

—¡Oh dios que vergüenza!—Enid se cubrió el rostro.

—Bueno...¿un helado?—preguntó este a lo que ella asintió—Enid...¿quieres ser mi novia?.

—¡Si!—exclamó ella abrazando a este y llenando su cara de besos.

—Ya je,je, eres muy pegajosa—dijo este.

—Perdón—parecía triste.

—No me molesta...lobita...—ambos sonrieron.

Tn se cambió mientras ella esperaba afuera. Al bajar las escaleras se toparon con las miradas de sus padres que estaban tan sonrientes que se iban a hacer daño.

—Adiós mamá, papá, vamos a tomar algo—dijo este no pudiendo mirarlos a la cara.

—Adiós parejita, pasadlo bien—comentó ella.

Salieron y empezaron a caminar. Enid le iba contando cosas cuando sintió los dedos de Tn en su mano a lo que entrelazó los suyos con los del joven. 

En la heladeria, Enid empezó a comer su helado. Tn se la quedaba viendo con una gran sonrisa. Al percatarse de que estaba siendo observada, la loba se sonrojo un poco.

—¿Tengo helado en la barbilla?—preguntó ella.

—Un poco, deja que te limpio—ella se acercó cuando en lugar de ser limpiada fue besada.

—Maravillosa jugada—escuchó a un señor mayor al lado mientras jugaba al ajedrez con su amigo de la misma edad.

Ambos se quedaron callados un poco y sonrientes.

Durante toda la tarde charlaron tranquilamente y sonrientes, era increíble el cambio de unos días atrás a ahora. Ella no paraba de hablar sobre sus chismes y lo que escribía en su página.

—¿Escribirás sobre nosotros?—preguntó este.

—Bueno...ya tengo la página y está noche la subiré—contestó roja.

—Ya veo.

Las horas pasando volando y cuando quisieron darse cuenta tenía que regresar a la academia. Tn la tomó de la mano y la besó durante un rato hasta que llegó el autobús.

—Ah, toma, un regalo—dijo este entregando una pequeña bolsa—estaba tan nervioso está mañana que se me hacia eterna la espera y...y...—Enid lo besó con algo de pasión.

—Gracias—le susurró al oído antes de darle otro beso—hablamos.

Enid esperó hasta llegar a su habitación para abrirlo. Encontró una nota y empezó a leerla.

Gracias por acogerme en tu vida a pesar de todas las discusiones. Quiero estar contigo siempre y que esto solamente sea el comienzo.

Te quiere, Tn.

Abrió el regalo y eran unos pendientes en forma de lobo que tanto le gustaban. Eran de color dorado y cierto toque rosa. Eran justo los que le había hablado en una de sus salidas.

Se los probó frente al espejo y luego se sacó unas fotos en las cuales etiquetó a este en su historia.

—Regalo de un chico maravilloso—acompañado de unos corazones.

Tn al verlo compartió la historia en su perfil.

—Dios...que vergüenza—susurró mientras contemplaba el regalo.

—Te quiero—le escribió ella.

—Y yo lobita.

Esa noche Tn estuvo con una sonrisa durante la cena, tanto que casi se le enfría la cena. Sus padres no dijeron nada, ya habría tiempo para hablar de ello.

Todo ello sin saber que una persona que miraba las historias estaba celosa y quería acabar con esa relación.

Continuará...

Espero que les haya gustado.

Un saludo.