Tn tuvo que hacer frente a los comentarios de sus amigos sobre lo de Enid. Ellos al igual que las amigas de Enid eran los únicos que sabían que ambos sentían cosas el uno por el otro porque era demasiado evidente y solamente cuando dejasen de lado las diferencias, lo admitirían.

—Vale ya chicos—dijo este molesto entrando en la puerta de la tienda.

—Hola Tn—saludó la joven dejando boquiabierto a todos los presentes.

—¿Qué haces aquí?, ya parece que vivas en mi casa—preguntó el joven entrando con el resto de sus amigos.

—¿Acaso lo has olvidado?, me debes una semana entera invitando a helado—al decir eso, los amigos de Tn soltaron una risita baja.

—Bueno, entonces lo dejamos para otro día—comentó uno de ellos—nos vemos Tn.

Estos fueron saliendo y le deseaban buena suerte en voz baja a este con tono divertido. El joven quiso decir algo pero ya se habían marchado. Tn suspiró.

—Oye, deberías avisar al menos—ella se acercó y recordó que le dio sin querer a los corazones.

—¿Tan molesto resulta ir conmigo a comer helado?—preguntó con tono y cara tierna.

Cuando ponía esos ojos, al chico le daba un vuelco el corazón y le era imposible decirle una mala palabra. No le podía negar nada a ella, era superior.

—Claro que no—volteó a otro lado—ahora deja que me cambie.

Ella esbozó una gran sonrisa y esperó a que este bajase de su cuarto mientras charlaba con Serry sobre lo bien que le iba en Nevermore. También agradecía que ella no odiase a los excluidos.

—Enid, ¿estás saliendo con Tn?—preguntó ella sorprendido a la chica.

La loba dio un pequeño salto y respondió que no muy nerviosa.

—La gente habla y esa foto en su cama ha dado que hablar. Personalmente no me molesta, eres amable, optimista, colorida, alegre...y una gran chica—aquellas palabras emocionaron un poco a la joven que nunca había recibido tantos halagos.

—Su hijo y yo...no somos más que amigos...—jugaba con sus manos queriendo que Tn bajase ya para sacarla de ese apuro.

—¿Pero te gusta?—la pregunta tan directa sorprendió aún más a ella que se puso roja—se que te gusta, solo hace falta ver como le miras...y como te mira...sed sinceros y seréis felices.

Se escucharon los ruidos de los escalones y Tn apareció ya cambiado.

—Dios...y solamente es el segundo día—comentó—aún me quedan otros cinco.

—Así es—Enid se acercó dando saltos.

—Tenía que haber aceptado dos

—Pero no lo hiciste.

Salieron en dirección a comer los helados cuando vieron un montón de gente gritando sin cesar y no entendían que pasaba. Se acercaron corriendo a ver que sucedía cuando vieron un oso correr por toda la zona. 

—¿Qué hace un puto oso aquí?—preguntó Tn asustado.

El animal los fijo en su mira y corrió hacia ellos. Enid que estaba en medio fue empujada por Tn para salvarse en el último momento.

—Corre a mi tienda Enid—le ordenó este—¡eh oso!—llamó el chico para captar su atención y que no fuera a por Tn. Este gruñó y fue a por él. Tn dio un pequeño rodeo, saltando algunas verjas que eran derribadas por el animal hasta que se metió en un callejón sin salida.

—¡Mierda!—el muro era demasiado alto—joder voy a morir, no, no puedo morir comido por un oso.

El animal empezó a correr para embestir a Tn cuando se escuchó un gran grito. Otra bestia atacó al oso y empezaron a enzarzarse. No sabía que era aquello pero le había salvado la vida. Tras un golpe, el oso se retiró corriendo.

Luego este miró a Tn y se fue acercando poco a poco. Tn tragaba saliva, ahora tenía a otro que no era un oso cuando se fijó en los colores de su pelo.

—¿Enid?—preguntó este sonriendo cuando vio al animal sonreír.

La joven regresó a su forma humana y Tn se quedó embobado. La nariz le empezó a sangrar al ver que la chica no llevaba nada de ropa.

—¡Ah, no mires!—este volteó—llevo en la mochila mi ropa. Siempre llevo mochila por si debo transformarme.

Tras unos minutos, ya estaba cambiada aunque tardó en ajustarse la ropa como ella quería para verse bonita. Tn aún seguía embobado y perdido en su mente, era una imagen que nunca se podría quitar de la cabeza.

—Vamos a comer ese helado, pelear me ha dado hambre—dijo ella tirando de su brazo.

—Voy—susurró.

Los dos estaban sin poder decir nada por ese momento.

Se sentaron y Enid estaba indecisa entre dos tipos de helados pero Tn le dijo que la invitaba a los dos. La joven le dio las gracias.

—Oye...—empezó este—quería darte las gracias, me has salvado la vida.

—Bueno, tú hiciste lo mismo—dijo ella sonriente.

—Podrías haber usado esa transformación contra ellos o bueno...contra mí cuando discutíamos—este miró por la ventana porque no podía mirarla a la cara.

—No quiero que los excluidos y normies peleen, eso aumentaría la visión de la gente.

Enid comenzó a comer su helado enseguida que se lo trajeron. Tn la miraba y sonreía mientras la veía comer tan feliz. No podía creer que aquella joven le había robado el corazón.

Ya siendo de noche y teniendo que regresar, la acompañó a la parada de autobús. Aún quedaban unos minutos hasta que llegase este, así que hablaron un poco.

—Enid...yo...—el chico estaba muy nervioso.

—¿Si?, ¿qué sucede?—preguntó ella con esa sonrisa.

El joven se acercó y ante la sorpresa de ella, le dio un pequeño beso en los labios. Enid fue cerrando los ojos poco a poco y lo rodeó con los brazos. Tn se sentía en una nube, se había atrevido a dar ese paso y no se arrepentía por nada del mundo. Una sensación que era maravillosa.

Lejos de allí, cerca de la academia, el animal peludo se acercó a una persona.

—¿Sabes que eso podría haber matado a esos dos?—preguntó un chico con gafas que no estaba muy de acuerdo con el plan elaborado de su amiga.

—Lo sé...tampoco habría pasado nada—respondió la chica con trenzas mientras acariciaba al animal que recibía un pescado por parte de su ama—pero ha sido muy divertido, espero que esto les haya ayudado a dar ese paso.

Luego, el animal se marchó al bosque de nuevo con más comida mientras esos dos alumnos regresaban al interior de la academia.

Continuará...