Capítulo 98: El reencuentro - Parte uno.
Mini-maratón.
-Kat, estás realmente hermosa. No sabes cuánto te he extrañado.
-También yo Drake -me abrazó-. No puedo creer que estemos aquí -nos separamos.
-Antes de que continúe, necesitamos hablar.
-No hay nada de que hablar. Te extraño sí, también eres el padre del bebé que espero pero no por eso volveré contigo -explico.
-¿De qué estás hablando? -inquirí confundido.
-Como lo escuchaste Drake, lo mejor es que sigamos siendo amigos, por nuestro bien.
-¡Debes estar bromeando! -exclame enojado.
-No, en absoluto -reafirmo.
-¿Por qué me haces esto?
-Yo no hice nada, fuiste tú... al meterte con ella. Y todavía tienes el cinismo de traerla contigo -me reclamo.
-No, yo...
De un momento a otro Paydin ya estaba cerca de nosotros, sonriendo triunfante de todo lo que había hecho, ahora sí lo arruiné. Y entonces comencé a escuchar mi nombre por todos lados.
-Drake, Drake, Drake...
¿Qué estaba pasando? Todos estaban hablándome al mismo tiempo y yo solo quería hablar con ella.
-Drake, Drake...
-¡Ya basta! -grite desesperado.
Y entonces... desperté. Justo en ese momento recordé la estrofa de una de mis canciones, me identifique con ella.
It's just another day. | Es sólo otro día.
Tell me is it just a dream? | Dime, ¿es sólo un sueño?
Is it really you? | ¿En verdad eres tú?
Or is it something with my mind? | ¿O pasa algo con mi mente?
'Cause I can see your face. | Porque puedo ver tu rostro.
Every single day. | Cada día.
Tell me this is not a dream. | Dime que esto no es un sueño.
Lying next to me. | Acostada junto a mí.
Then I open up my eyes. | Abro mis ojos.
And I wake up. | Y despierto.
Mi corazón latía a mil por hora, nunca me había pasado algo así y ahora no solo tenía miedo de que saliera mal, sino también de qué pasará exactamente como en el sueño.
Trate de calmarme y regrese a dormir. Al día siguiente desperté gracias a mi alarma, tenía que trabajar y aún faltaban algunos días para la boda, aún estaba perfeccionando lo que iba a decirle.
•••
Kat.
Y llegó el día de la boda. Estaba emocionada y también un poco consternada, el embarazo me hacía cambiar de estado de ánimo cada cinco minutos, literal.
Me levanté temprano y me metí a bañar. Encontré en el clóset un vestido color rosa pastel liso, era de los pocos que aún me quedaban ya que con este panza no entraba en nada.
Comencé a cambiarme y a maquillarme, comí algo y posteriormente me fui a la iglesia para llegar a la misa. Estábamos esperando a que llegarán los novios y quería estar presente pero también necesitaba ir al baño, así que tuve que perdermelo.
Drake.
Llegó el tan esperando día, creo que yo estaba más nervioso. Me levanté temprano, me di un baño y tomé de mi clóset el traje que había preparado para este día era color azul cielo, muy claro. Desayuné y me preparé para la fiesta.
Me fui a la iglesia y la misa comenzó y yo seguía sin encontrarla, en un momento de silencio se me ocurrió voltear hacia la entrada y la vi ahí, entrando. Me emocioné al ver que su pancita estaba más grande y tenía un vestido color rosa pastel el cual le lucia muy bien, era tan hermosa.
Supongo que sintió mi mirada y volteó a verme, fue mágico, sonrió y sus ojos brillaron, tal vez el tiempo la hizo recapacitar y darse cuenta de que nuestro destino es estar juntos. Quizás me deje explicarle todo, qué tanta falta me hace hacerlo.
Toda mi atención estaba en ella, que ni siquiera me di cuenta de en qué momento terminó la ceremonia.
Kat.
Entre a la iglesia y sentí una fuerte mirada, debí suponerlo, se trataba de Drake. No pude evitarlo y sonríe al verlo, se veía tan guapo. Aún no puedo creer que después de todo este tiempo siga estando tan enamorada de él justo como el primer día.
Tomé asiento y puse toda mi atención en la ceremonia, cuánto terminó, salí de la iglesia me había sofocado un poco estar ahí y necesitaba aire.
Después de eso se acercó una de las invitadas y me indico subir a uno de los autos, ya que comenzaría a llevarnos a la recepción, entonces me fui.
Drake.
Salí de la iglesia y ya no estaba, pero se me ocurrió preguntarle a una de las invitadas si acaso la había visto.
-Disculpa, ¿viste a dónde se fue una chica embarazada que tenía un vestido rosa?
-Sí, la acabo de enviar a la recepción, si gustas puedes subir al siguiente auto para que te lleven.
-Gracias. Traje mi auto -dije sonriendo.
-De acuerdo.
Corrí hasta mi auto, subí a él y conduje a la recepción, necesitaba encontrarla ya.
Kat.
Llegamos a la recepción, era un jardín algo grande. Estaba hermoso, parecía un cuento de hadas. Entre después de dejar mi boleto y busque mi mesa, tomé un poco de agua, ya que el sol estaba algo fuerte, era un día bastante hermoso... todo lo era, en sí.
Y aquí venían otra vez mis ganas de ir al baño, me levanté y fui, cuando regrese me encontré con una vieja amiga y que quede platicando con ella; hasta que alguien tocó mi hombro.
Drake.
Llegué y justo después de entrar la encontré, estaba de espaldas, podía oler su perfume unos pasos atrás de ella, escucha a su risa y quería correr a abrazarla y no soltarla ya nunca.
Me acerqué lentamente, toque su hombro, ella volteo y muy dulcemente me dijo hola Drake.
Kat.
Gire sobre mis talones y ahí estaba él, tan guapo, sentí la sangre acumularse en mis mejillas.
-Hola Drake -sonreí.
-¡Kat! -me abrazo-. No sabes cuánto te he extrañado.
-Yo también, ¿cómo has estado? -nos separamos.
-Bien, pero antes de que sigamos necesito hablar contigo -mencionó.
-Drake... no es el momento, ni el lugar.
-Es que no quiero seguir postergando esto -dijo con angustia.
-Te daré la oportunidad, pero no aquí.
-De acuerdo, puedo esperar -me regalo una sonrisa-. ¿En qué mesa te toco? -inquirió.
-Estoy por allá -señale.
-Te acompaño.
Puso su brazo para que lo tomara y eso hice, caminamos hasta mi mesa, él aún no había investigado en que mesa estaba, pero lo descubrió cuando llegamos.
-¡Qué causalidad! -exclamó.
-¿Qué pasa?
-Me tocó en la misma mesa que a ti.
-No creo que sea casualidad, estoy segura que la idea fue de Anna -mencioné, él río.
-Sí, también lo creo.
Drake me ayudó a sentar y después se sentó junto a mi, estuvimos platicando por un buen rato. Me preguntaba cosas del bebé, sí estaba comiendo bien y demás... me alegraba que se preocupara por nosotros, pero aún había algo que no me dejaba estar bien con él.
Continuará...
------------------------
Tercero de cinco.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top