Mini-maratón.

-¿Y cómo está él? -le pregunté a Linda.

-Bien, creo que aún no se acostumbra a estar sin usted.

-Pero ni siquiera me ha buscado -me excusé.

-Es muy diferente acostumbrarse a resignarse. Supongo que también es muy doloroso para él. No quiero que parezca víctima, pero pasó varias noches sin dormir -explico.

-A veces quisiera buscarlo... pero no quiero volver a caer en el hospital.

-Lo entiendo. A mí también me da mucha tristeza verlos así -dijo.

-Cuídalo mucho Linda, por favor.

-No se preocupe, sabe que siempre lo haré.

•••

Drake.

Me encontraba en la oficina, estos últimos días me la pasaba aquí, refugiandome para no pensar en ellos (Kat y el bebé). Minutos después me anunciaron que tenía visitas y por un momento creí que se podría tratar de ella... pero no, era mi viejo amigo Mike.

-¡Amigo! ¿Qué te trae por acá? Cuánto tiempo -salude.

-Lo sé, he estado cargado de trabajo y también con los preparativos de la boda.

-¿La boda? ¿Te casas? -dije sorprendido.

-Así es amigo, de hecho por eso vengo -me entrego una invitación.

-¡Esto es increíble! -tome la invitación y comencé a leerla-. Estoy tan feliz por ustedes, al fin darán ese gran paso.

-Sí, mientras más se acerca la fecha más nervioso me pongo.

-Todo saldrá bien, ya verás -le di un abrazo fugaz.

-¿Y Kat, cómo está? Hace tanto tiempo que tampoco sé nada de ella -preguntó.

Todo iba tan bien, hasta ese momento, me deprimí de nuevo.

-¿Está todo bien? -inquirió de nuevo.

-Amm, no realmente -se formó un nudo en mi garganta.

-¿Qué pasó? ¿Quieres hablar?

-Paydin... le inventó un chisme a Kat, ella lo creyó y nos separamos por un tiempo... ese tiempo ya lleva dos meses.

-¿Intentaste hablar con ella para explicarle?

-Sí, pero se rehusó. Por un tiempo después de la separación insistí, pero luego me di cuenta de que podría llegar a hartarla y dejé de hacerlo. Tiene un mes que no hablamos.

-¡Qué mal! Siempre tuviste mala espina y no estabas equivocado.

-¡Lo sé! Lo peor es que Kat está embarazada y me duele saber que probablemente mi hijo nacerá y crecerá lejos de mi.

-¿¡Está embarazada!? Dios, ¿cuánto tiempo pasó? -ahora el sorprendido era él.

-Sí. Por eso nos separamos, dice ella que no quiere hacerle daño al bebé -dije.

-¿Y no te sentirás incómodo por qué este ella en la boda? Sabes que no puede faltar...

-¡Claro que no! Creo que hasta podría ser una buena escusa.

-Cierto. Sabía que no ibas a rendirte tan fácil.

-Me costó mucho trabajo llegar hasta aquí... no puedo dejarla ir así -mencioné emocionado.

Mike se quedó un rato más conmigo, después salió de la oficina y yo también salí a comer. Lo invite pero no podía ir, así que me tocó ir solo. Más tarde regrese a casa y se me hizo extraño ya que Linda no estaba, llegó minutos después.

-Niño Drake, llego antes -mencionó.

-Así es, ¿dónde estabas?

-Amm... -interrumpí.

-Sin mentiras Linda.

-Fui con la niña Kat, es que la vinieron a buscar.

-¿Quién? -me temía que fuera alguien como Paydin.

-La señorita Anna. Entonces la lleve a casa de la niña Kat para que hablaran y me quedé con ella platicando, se me pasó el tiempo súper rápido -explicó.

-¿Cómo están? ¿La viste bien? -ataque con preguntas.

-Muy bien, su pancita creció, se ve adorable.

-Me imagino -respondí cabizbajo.

-Lo siento mi niño, no quise hacerlo sentir mal -se disculpo.

-No te preocupes Linda.

-Yo solo no entiendo... ¿por qué si aún se quieren no hablan y tratan de arreglar las cosas? -inquirió.

-¿A qué te refieres? -por un momento no entendí su pregunta.

-Digo que es absurdo que estén así, parecen adolescentes. Ella también me pregunto por usted.

-¿De verdad? -abrí los ojos como platos.

-Sí, le dije que estaba bien, pero que si lo estaba pasando mal también.

-Yo he tratado de hablar con ella... pero la conoces Linda, es muy terca -dije angustiado.

-Son iguales.

-Ya lo sé. Aunque tengo una oportunidad, ¿sabes? -sonreí.

-¿Cuál? -quiso saber.

-En la boda de nuestros amigos nos reencontraremos y haré todo lo que esté en mis manos para hablar con ella, necesitamos resolver esto -dije decidido.

-¡Así se habla! -me abrazo.

Terminamos la charla, cenamos y posteriormente cada quien se fue a su habitación. Me di un baño y me puse mi pijama, me dispuse a dormir, pero algo me inquietaba. Tenía el plan perfecto pero no quería que saliera mal.

Algunos días después.

Y llegó el tan esperando día, creo que yo estaba más nervioso y eso que no soy yo quien se casará.
Me levanté temprano, me di un baño y tomé el mejor traje que encontré en mi clóset. Desayuné y me preparé para la fiesta.
Llegó la hora de la misa, yo llegué a la iglesia y sin mucho movimiento comencé a buscarla, de verdad estaba nervioso... de hecho estaba sudando y no quería estropearlo. La misa comenzó y yo seguía sin encontrarla... de repente en un momento te silencio se escucharon unos pasos, cuando volteé para ver de dónde provenían; la vi.
Su pancita estaba más grande y tenía un vestido color melón el cual le lucia muy bien, era tan adorable, justo como la había descrito mi nana. Tenía tantas ganas de correr y abrazarla, decirle lo mucho que la extrañaba y que por favor regresara conmigo.
Me lanzo una mirada y fue mágico, no sé si estaba alucinando pero sonrió y sus ojos brillaron, tal vez está vez me daría la oportunidad de estar con ella.
La misa termino, yo ni siquiera había puesto atención ya, ella la tenía toda. Cuando gire sobre mis pies para salir detrás de ella, Mike me llamo, quería que nos tomáramos una foto y no pude negarme, entonces mi angustia tenía que esperar un poco más.
Salimos de la iglesia y ya no estaba, ¿cómo se fue tan rápido? ¿A dónde fue? ¿Se sintió mal? ¿Estará ya en la recepción? Solo había una forma de saberlo, yendo para allá. Llegué a la recepción, era un jardín hermoso los detalles estaban muy bien cuidados y justo después de entrar la encontré, estaba de espaldas, podía oler su perfume unos pasos atrás de ella, escucha a su risa y quería correr de nuevo a abrazarla y no soltarla ya nunca.
Me acerqué lentamente, toque su hombro, ella volteo y muy dulcemente me dijo hola Drake.

Continuará...

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Segundo de cinco.