Capítulo 8: Puntos a favor.
Kat: ¿Puedes dejar de verme? -le dije después de unos minutos a Drake-. ¡Por favor! -suplique-.
Drake: Es que... -reaccionó-. De verdad no me explico, ¿¡porqué te caigo tan mal!? -pregunto-.
Kat: ¡Es simple! Porque eres como todos los artistas; creído y sin imaginación, seguro solo te preocupas por ti, egoísta -sonrí finjidamente-.
Drake: Tal vez si me conocieras mejor -dijo desepcionado-.
Kat: ¡Uh! -bufé-. Eso va a estar muy difícil -me cruce de brazos-.
Drake: ¿Por qué? -cuestionó preocupado-.
Kat: Porque cuando alguien me cae mal, pues me cae mal. Es difícil explicarlo -finalicé-.
Drake: Deberías intentar.
Kat: No sé, no lo creo -negué-.
Drake: No pierdes nada -se encogió de hombros mientras Mike regresaba-.
Mike: Regrese.
Kat: ¡Qué bien! -me alegre, realmente lo estaba-. ¿Podrías llevarme de nuevo al colegio? -cuestione-. Tengo un par de cosas que hacer -sonreí amable-.
Mike: ¡Claro! -acepto-. Iré a pagar la cuenta -asentí con la cabeza-.
Él se levanto y se acerco a la caja para pagar. Regreso con nosotros para avisarnos que estaba todo listo y salimos al estacionamiento. Subimos e íbamos de camino al colegio, llegamos me despedí y baje.
Richard: Hola, ¿¡dónde andas!? Te estaba buscando -dijo en forma de "regaño"-.
Kat: Salí con un amigo, ¿qué pasa? -inquirí-.
Richard: Nada, pues sólo que Anna me pregunto por ti.
Kat: ¿Dónde estaba? -pregunte-.
Richard: Ahora no sé, supongo que en su habitación.
Kat: Bueno ahorita la busco. Y tú, ¿cómo estás? -cuestione de nuevo-.
Richard: Bien, pero te tengo una mala noticia -mencionó-.
Kat: ¿Qué pasa? -me alarme-.
Richard: El maestro de música se fue.
Kat: ¿El profe de música? ¿¡Qué!? ¿Por qué? -lo ataque con preguntas-.
Richard: Nadie sabe -se encogió de hombros-. Según dicen, las malas lenguas, ya sabes... que porque andaba en malos pasos, pero no se ha demostrado nada aún.
Kat: ¡Ash! -bufé-. ¿Y ahora, qué pasara con las clases? -dramatize-.
Richard: Pues los orientadores y el director están buscando maestro.
Kat: Ojala que encuentren uno rápido, es la única materia ¡que me gusta! De todas -me queje, él rio-.
Richard: ¡Lo sé! Te entiendo completamente -acarició mi mejilla, sonreí-.
Kat: Bueno, me voy -dije divertida-.. Iré a buscar a Anna.
Richard:Está bien pequeña, cuídate.
Kat: Igual tú. Te veo luego.
Richard: Sí. Te quiero -grito-.
Kat: Igual yo -lo imité y sacudí mi mano en señal de "adiós"-.
A veces aprendes a convivir con la gente y a sobrellevarla, tal vez siempre debimos ser amigos y no más que eso. Aunque agradecía que nuestra relación amistosa siguiera igual como siempre y como si nada hubiese pasado. Sacudí mi cabeza y continué en mi busqueda de Anna.
Anna.
Me encontraba en el patió trasero, o más bien dicho, en unos de los tantos patiós. Esperando a que Kat llamara, tenía bastante tiempo buscándola y nada. Parece que se la había tragado la tierra.
De repente comenzó a sonar mi celular, creí haberla invocado, pero cuando miré la pantalla me di cuenta que estaba equivocada.
Anna: Hola Drake -conteste-.
Drake: Hola Anna -saludo-.
Anna: ¿Cómo estás? -pregunté-.
Drake: Bien, y ¿tú?
Anna: También gracias.
Después de un rato de platica, llegaron a una conclusión. La cual beneficiaba mucho a Drake.
Anna: Tengo una idea -mencioné emocionada-.
Drake: Dime.
Anna: Seré breve. Hoy despidieron a nuestro profesor de música y tú pues... sabes de música, porque no vienes llenas solicitud y tal vez te quedes, así podrás estar más tiempo cerca de Kat y puede que hasta lleguen a ser amigos -explique-.
Drake: ¡Me encanta tu idea! No suena nada mal -comentó alegre-.
Anna: ¡Bien! ¿Y cuándo vienes? -cuestioné-.
Drake; Hoy mismo. Pero, ¿y si me ve Kat?
Anna: No te preocupes, yo me encargo de entrenerla.
Drake: De acuerdo. Salgo para allá -aseguró-.
Anna: Suerte. Nos hablamos luego.
Drake: Gracias -colgaron-.
Por fin haré que estos tortolitos se unan más. Me levante del pasto y camine hasta mi habitación, desde ahí le marqué a Kat. No tenía que enterarse que Drake estaba por venir.
Kat.
Seguía buscando a Anna, mis pies se habían cansado ya. El ruido del celular me hizo saltar, era una llamada.
Anna: ¿Kat dónde andas? -dijo después de que descolgué un poco efusiva-.
Kat: Buscándote, ¿dónde estás tú? -pregunté-.
Anna: En mi habitación, ¿puedes venir?
Kat: Claro, voy para allá.
Anna: De acuerdo, te espero.
Colgué y como estaba un poco lejos de su habitación, tuve que regresar y atravesar medio colegio para llegar. De camino me encontré con Clara, una compañera de clase.
Clara: Hola Kat -saludo amable-.
Kat: Clara -respondí el saludo-, ¿cómo estás?
Clara: Bien y, ¿tú?
Kat: También, bien -sonreí-.
Clara: ¿Ya sabes lo del profe de música?
Kat: Sí... ¡Qué mal! -me lamenté-.
Clara: Lo sé, ojala que encuentren pronto un maestro.
Kat: Esperemos que sí. Te veo luego, tengo "asuntos" que resolver -reímos-.
Clara: Claro, no te preocupes nos vemos luego.
Kat: Sí, cuídate.
Clara: Tú igual.
Seguí caminando hasta la habitación de Anna, frente a su edificio justo antes de entrar a lo lejos vi un auto. Y podría jurar que de él bajo un chico parecido a alguien a quien odio en este presiso momento... si no fuera porque no pude ver su cara, lo afirmaría.
Continuará...
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