Mini-maratón.

Gran parte de la noche Kat y yo nos la pasamos juntos. Reímos, bailamos y nos divertimos mucho, cómo en los viejos tiempos.

-Drake, tengo que irme, estoy cansada -anunció.

-Bien. Te llevo a casa.

-No quiero darte molestias -mencionó.

-Sabes que no es así. Además me quedaré más tranquilo de saber que están llegando bien.

-De acuerdo -sonrió.

Comenzamos a despedirnos de las pocas personas que conocemos y salimos del jardín para ir al estacionamiento y buscar el auto. Ayude a Kat a subir, después subí yo y conduje hasta casa de mi suegro.
De camino encendí el radio, había olvidado que tenía puesto el disco de The Beatles, Abbey Road y justo en ese momento comenzó a sonar Oh, Darling! Quizá era coincidencia pero me sentía bastante identificado.

Finalizó la canción y el silencio era un poco incómodo, aunque pude notar los ojos cristalinos de Kat... queramos o no, está banda nos unía más de lo que quisiéramos.

-Llegamos -anuncié.

-Gracias -respondió quitándose el cinturón de seguridad.

-Espera -baje del auto y corrí a abrir su puerta, para acompañarla hasta el umbral-. Listo.

-De nuevo gracias Drake.

-No agradezcas.

-Perdón por mis cambios de humor, pasa buenas noches -y depósito un tierno beso en mi mejilla.

-Descuida, buenas noches.

Sonreí. Ella dio la media vuelta y entro a casa, yo gire sobre mis pies y caminé hasta el auto.

Al día siguiente sonó mi celular, el ruido era insistente y recordé que no tenía ninguna alarma para ese día, así que se trataba de una llamada. Con pereza me senté en la cama y talle mis ojos, tomé el dispositivo y contesté sin siquiera ver de quién se trataba.

-¿Bueno? -pregunté aún con la voz adormilada.

-Drake lamento molestarte tan temprano -del otro lado se encontraba mi manager.

-No hay problema, Tom. ¿Qué pasa?

-Tengo una propuesta de trabajo, necesito que vengas para analizarla -explicó.

-Claro. Dame 15 minutos y estoy contigo.

-De acuerdo, nos vemos -colgué.

Deje el celular en el buró aún lado de mi cama, me levanté de la cama y caminé hasta el baño.

•••

-Bien, ¿y qué piensas? -me preguntó Tom.

-Suena excelente -dije.

-¿Quieres hacerlo? -cuestionó de nuevo.

-¡Por supuesto!

-Entonces es importante decirte que salimos el martes por la mañana. El vuelo es a las 8 -mencionó.

-¿Tan pronto? -me asombré.

-Mientras más rápido, mejor.

-Está bien.

Salí de la oficina y fui a buscar mi auto, subí a él. Estaba dispuesto a irme, pero aún me faltaba algo por hacer.

Kat.

Era domingo, habíamos terminado de desayunar en familia, yo regrese a mi habitación para darme un baño y recostarme, la fiesta de ayer me había dejado algo fatigada y aún me sentía cansada.
Estaba en cama viendo televisión cuando de repente sonó mi celular, vi la pantalla; era Drake.

-¿Hola? -contesté.

-Kat. Soy Drake.

-Lo sé -reí-. Aún tengo registrado tu número -me imitó.

-Claro...

-¿Todo bien? ¿Puedo ayudarte en algo? -pregunté.

-Sí, todo bien. Solo quiero saber si tienes planes...

-No.

-Te invito un café, ¿qué dices?

-Amm, claro.

-¿Te parece bien si pasó por ti en 20 minutos? Estoy cerca de tu casa -mencionó.

-Está bien.

-Bien, nos vemos -colgué.

Deje el celular a un lado, apague la televisión y me levanté de la cama. Busque un bolso y introduje en el algunas cosas que pudiera necesitar, a los 20 minutos llego él.

-Kat -dijo papá tocando la puerta-, te busca Drake -anunció.

-Sí, bajo en un momento.

Drake.

-Hola... ¿Drake? -dijo sorprendido mi suegro.

-Hola sue... perdón Jason.

-No tengo problema en sigas llamándome suegro, pero pasa -entramos a la casa-, ¿qué te trae por aquí? -preguntó.

-Gracias... pues saldré con Kat, tal vez hablemos.

-Eso es maravilloso -sonrió-. Iré a avisarle que estás aquí.

-Muchas gracias.

Y se fue, lo vi perderse en el pasillo que dirigía a su habitación.

•••

-¿Y por qué la invitación? -pregunto Kat después de sentarnos en la mesa del café qué estaba en la esquina de su casa.

-No quiero presionarte, de verdad no lo pretendo. Pero necesito que hablemos, todo esto está matándome, literal -explique.

-Está bien, creo que llegó el momento -acepto.

Comenzamos a charlar de todo lo que nos había sucedido en estos dos meses. Y por muy increíble que parezca ella estaba prestando toda la atención, también le conté que había encarado a Paydin y que me había dicho que todo fue una farsa para separarnos.

-Te creo Drake, pero no sé... aún tengo miedo -dijo.

-Yo también lo tengo, pero deberíamos de intentarlo. En todo este tiempo yo no he dejado de amarte ni un solo segundo.

-Ni yo.

-¿Entonces? No veo que pueda salir mal -mencioné.

-Solo no quiero que todo se arruiné y que terminemos odiándonos. Sería terrible.

-Dudo mucho que algo así llegué a pasar -aseguré.

-Necesito pensarlo, dame un poco de tiempo, ¿sí?

-Está bien.

Nos quedamos ahí un rato más charlando, más tarde la acompañe de nuevo a su casa y entonces una gran parte de mi ya estaba resignada, creo que había sido todo y que este era el fin.
Tal vez este viaje me ayude a olvidar y sanar las heridas.

-Tengo que irme -anuncie.

-De acuerdo, gracias por todo -sonrió.

-No agradezcas. Nos vemos después -la abracé brevemente.

-¿Por qué te despides así? -preguntó.

-No sé, me dieron muchísimas ganas de abrazarte -hizo un gesto extraño-. No te preocupes, yo me entiendo -me apresure a decir y me agache para estar a la altura de su vientre-, no olvides que papá te ama -dije y deposite un beso.

Ella solo me miraba en silencio, pero su aspecto me decía que estaba bastante confundida.

-Adiós -me despedí besando su frente.

Caminé hasta mi auto, subí a él y conduje a casa, es oficial se acabó. Llegué a preparar mis maletas y llamé a Tom, le dije que si podía cambiar ni viaje para el día lunes en la tarde, necesitaba salir de aquí lo antes posible, él dijo que lo revisaría y me avisaría.
También llame a mamá, le mencioné de los planes que tenía y de lo que había pasado con Kat, dijo que era una idea atrabancada pero que me apoyaba de igual modo. Después de colgar con ella, Tom me envió un mensaje; el viaje estaba listo.

Continuará...

---------------------

Cinco de cinco.