CAPÍTULO XXXVI

~PDV NIARA~

Me desperté algo agotada, todo mi cuerpo dolía por lo que intenté mirar en dónde me encontraba. La habitación era completamente desconocida, abrir los ojos causaba un dolor punzante en mi cien haciendo que me costara mantenerlos por mucho tiempo abiertos.

—¿Estás bien? —La voz de Niall llegó a mi como un susurro.

—¿Dónde estoy? —pregunté mientras él me ayudaba a incorporarme para tener un mejor panorama.

—Te desmayaste después de hacer secantes casi tres horas seguidas, así que obviamente te traje a la enfermería. —Eso explica el color demasiado blanco en las paredes.

—Gracias. —dije agachando mi mirada—. Parece que siempre apareces para rescatarme como si estuviera en un cuento de niñas. —dije totalmente avergonzada.

—¿Por qué lo hiciste? —Sabía que preguntaría eso—. Gael me dijo que a ti no te correspondía seguir con el castigo.

—Las chicas que descansaban durante el castigo original son todas del equipo suplente, ninguna está acostumbrada a realizar tanto tiempo secantes salvo Zaida, Naima y yo. —Lo miré fijo esta vez, no tenía nada que esconder de mi comportamiento —. No fue justo que siguieran, y yo a mi pesar soy parte del equipo suplente y si mis jugadoras tenían que seguir yo no las iba a abandonar, no me movería de ahí hasta que la última de ellas terminara. —Mis ojos mostraban la seriedad de mis palabras, sabía que él no lo entendería del todo, pero Niall me apoyaba igual, ese era uno de sus encantos.

—¿Qué hubiera pasado si te lastimabas como aquella vez? —Su preocupación por mi estado de salud realmente me conmovía, no lograba entender en qué momento cambié tanto—. Entiendo tu sentido del deber y la justicia para tu equipo, pero soy consciente de que tú más que nadie quiere jugar en el equipo titular ¿y si esta vez no pudieras recuperarte? —Tenía un punto, debía admitir eso—. A partir de ahora tienes que ser más cuidadosa con tu cuerpo. —Sonrió dejándome ver esa cálida sonrisa que casi nunca mostraba.

—Esta bien... Prometo... —Fui interrumpida por la puerta abriéndose abrúptamente y dejando ver a un Akanni demasiado alterado.

—¡Niara! —gritó tras acercarse hasta la cama en donde me encontraba—. ¿Te encuentras bien? —Tomó mis manos siendo lo más cuidadoso que podía en su estado.

—Estoy bien no tienes que preocuparte. —Quise ofrecerle una sonrisa, pero por alguna razón fue más una mueca sin sentido lo que se dibujó en mis labios.

—Estas loca, ¿cómo se te ocurre seguir entrenando cuándo ya habías cumplido tu parte? —Su pregunta hizo que me hirviera la sangre.

—Tranquilo, ella tuvo sus razones. —Niall trató de calmarlo y solo en el instante en el que habló Akanni se dio cuenta de su presencia, pero solo empeoró la situación.

—¿Qué haces aquí con mi novia? —Escupió apretando los puños con fuerza.

—¿No es obvio? —La respuesta de Niall me dejó con la boca abierta, generalmente nunca contestaba.

—¡Oh, veo que estamos todos! —En ese preciso instante Jihan entró siendo todo dramático ganándose una mirada asesina por parte de ambos.

—¡Quiero que se vayan! —dije cansada de sus peleas de niños pequeños, ¿no podrían contenerse al menos en mi presencia y en mi estado?

—Volveré más tarde. —Akanni anunció dándome una mirada que no sabría descifrar.

—Tranquila, solo relájate y descansa para que puedas jugar en los próximos días, te estaré animando. —Niall se acercó hasta mi y de una forma muy dulce besó mi mejilla.

—¡Adiós! —Jihan agitó sus manos en forma de saludo mientras tomaba asiento en donde anteriormente estuvo Niall.

—Tú te vienes con nosotros. —Akanni lo tomó por el cuello de su camiseta para arrastrarlo a la salida.

—Él se queda. —dije bajo la atenta mirada de sorpresa de ellos, a Akanni no le quedó más remedio que soltarlo.

Ambos salieron de la habitación murmurando por lo bajo.

—Veo que a esos dos no les caigo muy bien que digamos, bueno de Akanni ya lo sabía. —Se sentó relajado como si no tuviera miedo de morir en manos de esos dos gigantes.

—¿Pasó algo con él? —Sabía que algo había sucedido ya que no noté la sorpresa de Akanni ante su presencia y se movió con total naturalidad.

—Solo tuvimos un pequeño intercambio de palabras hace un rato. —dijo de lo más fresco, este chico era todo un caso aparte.

—¡¿Qué tuvieron qué?! —Yo literalmente iba a matarlo.

—No te preocupes, ¿no oíste al novio dos? —dijo refiriéndose a Niall—, tienes que relajarte. —Sonrió de manera animada, quizás debía de aprender de él cómo ser más positiva con la vida.

—Me rindo. —Levanté mis brazos en señal de paz—. Por cierto ¿qué haces aquí?

—Amor, montaste todo un espectáculo allá afuera, ¿acaso piensas que nadie lo sabría? —Creo que tenía razón, no recordaba en qué momento se había llenado de gente el gimnasio.

—Ahhh... —Fue lo único que pude decir.

—Bueno, es hora de que me vaya antes de que alguien se de cuenta de que me escabullí hasta aquí. —Su sonrisa era reconfortante.

—Gracias por venir. —Le agradecí, después de todo era bueno conocer a alguien igual o más loco que yo.

Cuando Jihan se estaba marchando, al abrir la puerta se encontró de frente con Meda que lo miraba completamente desorientada y sorprendida, él se limitó a sonreír como hacía siempre y se fue. Entre esos dos había algo, la próxima vez que lo viera no le quedaría otra opción que confesar.

—¡Hola! —saludé a Meda que se había quedado estática con la puerta en la mano.

—Hola. —saludó tratando de volver a la normalidad—. ¿Ese era Jihan? —Me preguntó mientras se acercaba hasta la silla que se encontraba a mi lado como si no supiera que era él.

—No se quién es, sólo se equivocó de habitación. —mentí ya que todavía no era el momento de revelar la verdad, no al menos hasta que supiera qué pasaba entre esos dos líberos.

—¿Cómo te encuentras? —Su preocupación sincera me daban más ganas de vencerla, era mi rival pero también podría ser una gran amiga.

—He estado peor, créeme. —dije sonriendo, aunque fuera verdad.

—He escuchado que estaban muy preocupados los de tu equipo porque al parecer no es la primera vez que te lastimas. —Me miraba con delicadeza como si mirarme fuera a romperme, Meda era una chica agradable.

—Es cierto, a principio de año me esforcé por romper el récord de vueltas del equipo masculino en la pista de atletismo. Hubieron marcas que no quisieron abandonar mis piernas. —Tras decir eso corrí las sábanas dejando al descubierto mis piernas en las que se mostraban oscuras manchas arriba del tobillo.

—¡Dios santo! —Ella se tapó la boca al ver mis piernas, esa era mi señal de volver a taparlas— ¿Cuántas vueltas corriste para llegar a ese estado?

—El récord de las chicas eran diez vueltas y el de los chicos era de 15. —dije recordando las vueltas que tuve que dar y como Niall me alentó a pesar de que no lo conocía en ese momento.

—Dime por favor que hiciste 16 vueltas. —La expresión de súplica en su rostro era muy divertida.

—En realidad hice 20 vueltas, actualmente tengo el récord —Me felicitaba a mi misma por mi logro mentalmente—, aunque estuve casi dos semanas en cama sin poder moverme.

—¡Eres una bruta! —Al oír eso ambas estallamos en una carcajada pero tuve que detenerme porque me dolía literalmente todo mi cuerpo—. Pero a pesar de eso te respeto como líbero. —Esas palabras fueron muy significativas para mi, ahora Kailani no era la única que me veía como rival sino que Meda también y eso me hacía muy feliz.

—Gracias, eso me hace muy feliz. —dije completamente sincera.

—Bueno es mejor que me marche para que puedas descansar, mañana nos volveremos a ver y espero que sea dentro de la cancha. —Sus palabras me motivaron.

—Nos vemos. —Tras despedirnos me había quedado completamente sola.

Por ahora dormiría un rato, mañana mi cuerpo seguiría doliendo por lo que tenía que descansar muy bien para poder jugar aunque sea el último partido del campamento.

Mi meta: vencer a Meda y tomar el puesto de mejor líbero.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top