CAPÍTULO XLIV
~PDV NIARA~
El campamento de entrenamiento fue pasando de a poco hasta por fin llegar al último día, día en el que por fin podría enfrentar a Meda en un partido completo, partido que se había reservado para lo último.
En los días anteriores había conseguido jugar al menos dos set seguidos, pero me había negado rotundamente a jugar contra el equipo de Meda, lo haría en mis mejores condiciones.
Nuestro equipo suplente había conseguido llamar la atención incluso de los entrenadores de los equipos masculinos, y eso se debía a que cada una, a parte de entrenar su posición, entrenaba recepciones y armado al igual que el bloqueo, de esa forma todas nos cubríamos la espalda y nadie podía predecir nuestros movimientos.
A pesar de que Demyan se llevaba todos los elogios por se el entrenador, la persona que en verdad se los merecía era Gael, él había sido quien nos apoyó en un primer momento en nuestros entrenamientos secretos.
Lo bueno de esto es que no recibimos tantas penalizaciones para llevar a cabo los castigos, por lo que en verdad pudimos aprovechar bastante las prácticas libres.
Muchas de las chicas de los otros equipos querían entrenar con nosotras pero nuestro equipo había aprendido a ser muy cerrado y selecto a la hora de integrar a alguien, por lo que siempre poníamos como excusa que solo las chicas del equipo titular tenían permitido entrenar con alguien más.
Mi relación con Niall iba mejor de lo que esperaba, aunque trataba de no ser demasiado obvia por Akanni, él no se merecía seguir sufriendo y al parecer Sunni no dejaba de observarlo a la distancia y él lo había comenzado a notar, ya que a pesar del tono oscuro de su piel podía ver cómo se sonrojaba levemente.
—¿Vas a jugar estos partidos? —La voz de Demyan me volvió a la realidad de que me encontraba en el gimnasio a punto de comenzar a entrenar.
—¿Perdón? —Me disculpé esperando que captara que no lo había escuchado.
—¿Qué si vas a jugar estos partidos? —Volvió a preguntar apuntando su mirada inquisitiva sobre mi.
—Deja que Sunni juegue todos los partidos, solo estoy interesada en el último y lo sabes muy bien. —dije volviendo a mis estiramientos.
Luego de cada entrenamiento, no importaba la hora que fuera, tenía que ir hasta la enfermería para recibir los masajes en mis piernas, es allí donde podía estar por unos minutos con Niall ya que la enfermera nos había pillado una vez pero como está tan emocionada con nuestra relación nos había dicho que nos cubriría. Podía verlo en sus ojos, era toda una romántica empedernida.
—¿Cómo te sientes el día de hoy? —Milena se acercó hasta donde estaba para preguntarme.
—¿Está bien que le quite el título de mejor líbero a Meda? —pregunté queriendo conocer su opinión, y eso se debía a que se suponía que Kailani era la mejor líbero en nuestra universidad por jugar en el equipo titular.
—¿Y por qué estaría mal? —preguntó sentándose a mi lado mientras empezaba a calentar los músculos de sus piernas.
—¿No se supone que ese título le corresponda a Kailani? —En verdad me sentía mal por ella, pero mi competitividad no me permitía bajar la guardia.
—¿Según quién? —Me observó por un segundo para luego volver a lo suyo.
—Según yo. —respondí calentando las articulaciones de mis brazos—. Ella es nuestra líbero titular por lo que el título debería llevárselo ella. —Terminé de explicar y me detuve en su rostro buscando algún rastro que me mostrara que estaba en lo cierto, pero no encontré nada.
—En este campamento ha quedado más que demostrado que el equipo titular se estaba durmiendo en los laureles. —Ahora me miraba de frente con esa mirada tan comprensiva que la caracterizaba—. Mientras nosotras nos conformábamos con los entrenamientos regulares, ustedes, mejor dicho tu no lo hiciste, e incentivaste a los miembros de tu equipo a seguirte logrando que todas sean la revelación de este campamento, y eso es algo que ni Kailani logró desde que está en el equipo titular. Por lo que a mi parecer si quieres reclamar el título a la mejor líbero de entre todas estas universidades, puedes hacerlo libre y sin preocupaciones que nadie te detendrá. —Milena me dedicó una sonrisa y suavemente apoyó su mano derecha sobre mi hombro y luego se marchó.
Las palabras de ella me dieron la seguridad que me faltaba, lo que necesitaba para mejorar como líbero y como miembro del equipo suplente. Sus palabras me incentivaron a seguir como lo habíamos hecho hasta entonces porque íbamos por buen camino.
—¡Hora de juntarse! —Gael comenzó a llamarnos para una reunión antes de que comenzaran los partidos, por lo que todas nos reunimos alrededor suyo y de Demyan.
—Como saben hoy es nuestro último día de entrenamiento y no por eso vamos a aflojar en los partidos. —Demyan comenzó por hablar con su típico tono rudo—. Los partidos solo durarán hasta el medio día, siendo el último con la Universidad Del Este. Como se ha expandido el rumor de que nuestro equipo suplente es una revelación y todos los entrenadores, incluidos los de los equipos masculinos quieren verlas jugar, se ha decido que a ese partido podrán asistir todos los equipos que estén presente en el campamento, por lo que será el único partido con espectadores. —Esto se ponía más emocionante, al menos para mi ya que al voltear a ver a mi equipo más de la mitad ya había perdido el alma—. Luego del partido tendremos un almuerzo de despedida todos juntos, por lo que quiero que tengan cuidado con aquellos que se quieran sobrepasar con ustedes. —Nos miró cuidadosamente a cada una.
—Los que van a tener que tener cuidado son ellos. —Gael habló entre dientes y al escucharlo recibió de mi parte un codazo en su costilla derecha.
—¿Están bien? —pregunté a Zaida y Naima que estaban a mi lado.
—Por mi esta bien, ya me curé de espanto con los nervios teniéndote de amiga. —Zaida me dio unas cálidas palabras, nótese mi sarcasmo.
—Yo también estoy bien con los nervios, pero al parecer Tihana, Sía y Naomi no. —Me indicó con la mirada que les echara un vistazo y al hacerlo noté lo pálidas que se encontraban, al punto de que sus piernas habían comenzado a temblar levemente.
—El primer partido lo jugaremos contra la Universidad del Sur por lo que como ya sabemos tenemos que estar muy atentos a sus ataques rápidos y a sus ataques de zagueros. El equipo titular se enfrentará a ellas. —Demyan volvió a alzar la voz para que todas escucháramos—. El segundo partido lo jugaremos contra la Universidad Central y jugará el equipo suplente. Las centrales tienen que prestar mucha atención a la armadora y sus jugadas mientras que las que estén en la posición uno, seis y cinco deben estar atenta a los ataques de su punta, la rubia, que es quién más golpea el balón. —Luego de decir eso se marchó para tomar asiento en su lugar.
—Ya saben chicas, hay que darlo todo, a pesar de que estamos divididas en equipo titular y equipo suplente somos un solo equipo, un solo corazón que busca conquistar la cancha en este último día. —Nuestra increíble capitana comenzaba a darnos sus palabras de aliento—. ¿Están listas para destrozarse los brazos y las piernas? —preguntó subiendo el tono de su voz.
—¡Si! —gritamos todas juntas haciendo que todos quedaran en silencio.
—¡A conquistar...! —Volvió a gritar sola pero ahora mucho más fuerte que antes.
—¡La cancha! —Terminamos gritando entre todas nuestra frase de guerra, para luego aplaudir con fuerza, esa era nuestra forma de intimidar a nuestros oponentes ya que éramos lo bastante ruidosas y aterradoras en nuestras miradas.
El equipo titular entró a la cancha mientras que nosotras nos dirigimos afuera para seguir calentando, no hacía falta que las viéramos jugando para saber que ganarían, confiábamos plenamente en ellas.
El sonido del silbato haciendo eco en el gimnasio nos dio la señal de que el último día de campamento había iniciado.
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