tenemos que quitarte lo
En la cabaña, el ambiente estaba lleno de una mezcla de frustración, curiosidad y un poco de resignación. Lincoln estaba sentado en una silla vieja de madera, mientras su abuelo, Leonardo, se inclinaba sobre él, rodeado de una variedad de herramientas: destornilladores, alicates, martillos, incluso un soplete. Todos estaban desperdigados por la mesa, como si fuera el taller improvisado de un inventor loco.
Leonardo (suspirando mientras observa el reloj):
"Esto es ridículo... ¿Cómo puede estar tan pegado? Parece que lo hubieran soldado directamente a tu brazo."
Lincoln (mirando con preocupación):
"Te lo dije, abuelo. ¡No se despega! Es como si fuera parte de mí ahora."
Hizo un gesto con su brazo, intentando mover el reloj, pero este ni siquiera se tambaleó.
Leonardo (determinante):
"Bueno, si es cuestión de pegamento... no hay nada que un buen martillo no pueda solucionar."
Lincoln (alarmado):
"¡¿Un martillo?! ¡Abuelo, eso está en mi brazo!"
Leonardo (encogiéndose de hombros):
"Tranquilo, no voy a golpear tan fuerte. Solo... déjame intentarlo."
Tomó el martillo con firmeza y dio un pequeño golpe al reloj, pero este ni se inmutó. En cambio, el golpe resonó en toda la habitación, y Leonardo frunció el ceño mientras examinaba el reloj.
Leonardo:
"Ni un rasguño. Esto debe ser algún tipo de metal extraterrestre o algo por el estilo."
Lincoln (con sarcasmo):
"¡¿En serio, abuelo?! ¿Crees que esto es de otro planeta?"
Leonardo:
"Bueno, ¿qué otra explicación hay? Lo encontraste en el lago, dentro de una cápsula oxidada. No creo que sea tecnología del ejército, y mucho menos de aquí."
Leonardo se rascó la cabeza, luego tomó un destornillador e intentó deslizarlo debajo del reloj. Por un momento pareció que podría hacer algo, pero el reloj emitió un leve zumbido y una pequeña chispa, haciendo que Leonardo soltara el destornillador rápidamente.
Leonardo (sacudiendo la mano):
"¡Auch! Bueno, eso fue nuevo. Parece que no le gusta que intenten forzarlo."
Lincoln:
"¿Forzarlo? ¡Abuelo, eso casi me electrocuta!"
Leonardo (con una pequeña sonrisa):
"Vamos, no fue tan grave. A ver... ¿y si usamos aceite?"
Lincoln (frunciendo el ceño):
"¿Aceite? ¿Crees que esto es un tornillo oxidado?"
Leonardo:
"Bueno, cuando tienes un problema, intentas todo lo que puedes. ¿Quién sabe? Quizá funcione."
Leonardo tomó una botella de aceite de cocina y empezó a verter un poco alrededor del reloj. Lincoln observaba con incredulidad mientras su abuelo intentaba girar el reloj, como si fuera una tapa atascada. Pero después de varios intentos, el reloj seguía firmemente pegado a su brazo.
Lincoln (exasperado):
"¡Nada está funcionando! ¿Qué vamos a hacer? ¿Viviré con este reloj pegado para siempre?"
Leonardo (cruzando los brazos, pensativo):
"Bueno, si nada de esto funciona, quizás deberíamos buscar a un experto. Pero hasta entonces... no parece que te esté lastimando, ¿verdad?"
Lincoln:
"No, pero... ¡es raro! Además, ¿y si vuelve a hacerme transformar en algo extraño otra vez? No quiero terminar peleando con más osos grizzly, abuelo."
Leonardo soltó una carcajada, pero rápidamente se corrigió al ver la expresión seria de Lincoln.
Leonardo (más serio):
"Tienes razón, Lincoln. Esto no es algo normal. Pero mientras no entendamos cómo funciona ese reloj, lo mejor será que no lo uses. ¿Entendido?"
Lincoln asintió lentamente, mirando el reloj con una mezcla de curiosidad y aprensión. Era extraño tener algo tan poderoso en su brazo, pero también lo aterrorizaba no saber cómo controlarlo.
Lincoln (en voz baja):
"Está bien, abuelo. Lo evitaré... pero sigo pensando que esto no es algo que podamos ignorar."
Leonardo:
"Y no lo haremos. Pero por ahora, descansemos un poco. Ya llevamos horas intentándolo, y yo tengo hambre."
Mientras Leonardo comenzaba a recoger las herramientas, Lincoln miró nuevamente el reloj. Aunque estaba agotado, su mente no dejaba de preguntarse qué significaba todo esto y qué clase de aventura estaba a punto de comenzar.
(Así es el reloj de Lincoln)
En lo profundo del espacio, una nave negra como la obsidiana avanzaba con una precisión letal. Estaba equipada con tecnología de camuflaje avanzado, invisible a cualquier radar o dispositivo terrestre. La nave atravesó la atmósfera de la Tierra sin ser detectada, dejando apenas un susurro en el aire mientras descendía hacia un bosque denso y apartado. Se detuvo justo sobre el dosel de los árboles, flotando en completo silencio, antes de desplegar una pequeña rampa desde su parte inferior.
De la nave emergió Six Six, un cazador de recompensas alienígena temido en toda la galaxia. Su armadura estaba hecha de un metal oscuro, cubierta de runas y cicatrices de innumerables batallas. Sus múltiples ojos brillaban con un tono rojizo, y las armas que llevaba a su espalda eran suficientes para intimidar a cualquier ejército.
Six Six revisó un dispositivo en su muñeca, que mostraba un mapa tridimensional del área y una señal pulsante. La señal provenía de un punto específico: el Omnitrix. Su objetivo estaba claro, y no necesitaba preguntas para cumplir su misión. Su contratante, un ser desconocido pero extremadamente influyente, le había dado instrucciones precisas: "Recupera el reloj a cualquier costo."
Bajó al suelo con un salto ágil, aterrizando sin esfuerzo entre los árboles. Activó un escáner en su casco, que le permitió analizar el entorno en busca de posibles amenazas. Todo parecía tranquilo, pero eso no relajó a Six Six; sabía que incluso un planeta aparentemente primitivo podía esconder sorpresas.
Mientras caminaba entre el bosque, su silueta apenas era visible, gracias a un sistema de camuflaje personal que lo envolvía en un aura translúcida. A medida que se acercaba al punto de la señal, encontró rastros recientes:
Huellas humanas.
Ramas quebradas.
Marcas de quemaduras en un claro cercano, donde aún se podía percibir el olor a madera carbonizada.
Six Six se detuvo, analizando los signos. Activó un traductor universal en su muñeca y murmuró en voz baja, su tono frío y mecánico:
"Terrícolas... Siempre metiéndose donde no les llaman. Pero esta vez no habrá interferencias."
Finalmente, llegó al borde de una colina que le ofrecía una vista clara de la cabaña donde Lincoln y su abuelo se encontraban. A través de sus visores avanzados, observó a Lincoln sentado frente a la cabaña, el Omnitrix brillando débilmente en su brazo. Six Six dejó escapar un gruñido satisfecho y cargó una de sus armas con un clic resonante.
Six Six (para sí mismo):
"Ahí está. El Omnitrix. Si ese chico se resiste... no durará mucho."
Pero algo lo detuvo. Sabía que el Omnitrix era una tecnología extraordinaria, y cualquier error podía activarlo o dañarlo, complicando su misión. Tendría que ser preciso, letal, y actuar con rapidez. Con su nave oculta entre los árboles y su camuflaje activado, comenzó a acercarse lentamente hacia la cabaña, como un depredador acechando a su presa.
Mientras tanto
Dentro de la cabaña, Lincoln estaba sentado en una silla vieja y rechinante, luchando con el Omnitrix en su brazo. Había probado todo lo que se le ocurría: girar la esfera, presionar los bordes, incluso intentar deslizar un cuchillo de mantequilla entre el reloj y su piel, pero nada funcionaba.
Lincoln (frustrado):
"¡Vamos, suéltame ya! No pedí un accesorio alienígena permanente... ¡ni siquiera combina con mi estilo!"
Se recostó en la silla, exasperado, observando cómo el Omnitrix brillaba débilmente con un color verde hipnótico. "¿Por qué tenía que tocarlo? ¿Por qué siempre soy tan curioso?", pensó mientras pasaba las manos por su cabello en un gesto de frustración.
Fuera de la cabaña, Leonardo caminaba de un lado a otro en el pequeño porche, con los brazos cruzados y una expresión de profunda preocupación. Miraba al bosque como si buscara respuestas en los árboles. Su mente era un torbellino de pensamientos mientras intentaba encontrar la manera de explicar todo esto a Lynn Sr., su hijo.
Leonardo (para sí mismo):
"¿Cómo demonios voy a decirle esto? 'Oye, Lynn, tu hijo encontró un reloj alienígena en el lago, se transformó en un bicho de fuego y luego en un gato gigante que peleó con osos.' Sí, seguro que suena normal..."
Se detuvo y se rascó la barba, suspirando profundamente.
Leonardo:
"Tal vez debería decirle que... no sé, fue una especie de accidente de campamento. '¡Las cosas raras pasan en la naturaleza, hijo!' Sí, claro. Como si eso fuera a calmarlo."
Dentro, Lincoln seguía intentando quitarse el Omnitrix. Ahora tenía una pinza en la mano y trataba de girar la esfera con cuidado, pero el reloj ni siquiera se inmutaba.
Lincoln (resoplando):
"Esto es ridículo. Literalmente no puedo ir a casa con esta cosa pegada al brazo. ¿Qué voy a decirles a mis hermanas? '¡Hey, chicas, miren mi nuevo accesorio, completamente no peligroso!'"
De repente, se detuvo y miró fijamente el reloj.
Lincoln:
"Espera... ¿y si esta cosa tiene un botón de 'apagado'? Todas las cosas electrónicas lo tienen, ¿verdad?"
Comenzó a presionar diferentes partes del reloj, pero nada sucedió, excepto que el dispositivo emitía un suave zumbido, como si se estuviera burlando de él.
Mientras tanto, Leonardo se sentó en el porche y se llevó las manos a la cabeza, suspirando profundamente.
Leonardo (para sí mismo):
"Esto es demasiado para un abuelo. ¿Por qué no pudo encontrar un palo normal en el bosque como cualquier niño? Pero no... ¡él tenía que encontrar un reloj alienígena!"
Se levantó de golpe, mirando hacia la cabaña.
Leonardo:
"Bueno, supongo que lo único que puedo hacer es prepararme para la conversación más rara de mi vida... si es que logramos salir vivos de esta."
En ese momento, escuchó un ruido extraño proveniente del bosque, pero decidió ignorarlo por ahora. Su prioridad era Lincoln y esa maldita cosa en su brazo.
Six Six permanecía agazapado fuera de la cabaña, sus ojos brillantes observando a Lincoln a través de una ventana. El cazador alienígena analizaba cada movimiento del chico con su visor avanzado. A su juicio, Lincoln no era más que un humano débil, sin idea de lo que tenía en su brazo.
Six Six (murmurando en su idioma alienígena, su voz fría y mecánica):
"Patético... ni siquiera entiende el poder que lleva consigo. Será demasiado fácil."
Lincoln, ajeno al peligro que lo acechaba, seguía forcejeando con el Omnitrix, girando el dial y tirando inútilmente de él.
Lincoln (frustrado):
"¡Vamos! ¿Por qué tienes que estar tan pegado? Literalmente no pedí esto. Ni siquiera sé qué hiciste cuando me convertí en ese monstruo ardiente."
Leonardo, desde el otro extremo de la cabaña, lo miraba de reojo mientras intentaba mantener la calma.
Leonardo:
"Chico, ¿por qué no simplemente lo dejas en paz? Tal vez si no lo provocas, algo mágico ocurrirá y se soltará."
Lincoln:
"¿Mágico? ¿Como en los cuentos de hadas? Porque sí, abuelo, claramente estoy viviendo un cuento ahora mismo..."
Mientras tanto, Six Six ajustó su arma, un dispositivo diseñado específicamente para desactivar tecnología avanzada. Sus dedos apretaron el gatillo ligeramente, pero luego lo soltó.
Six Six (murmurando):
"Un niño humano... no vale la pena perder más tiempo. Sólo entro, lo tomo, y acabo con esto."
Con un movimiento fluido, activó un pequeño láser que cortó silenciosamente la cerradura de la puerta trasera. Sus pisadas eran silenciosas, pero firmes.
Lincoln seguía en su lucha con el Omnitrix, mientras Leonardo revisaba sus herramientas para ver si alguna podía ayudar. Ninguno de los dos notó el leve chirrido de la puerta trasera.
Leonardo (suspirando):
"Escucha, chico, tal vez podamos llevar eso a un experto. Seguro alguien sabe cómo quitar relojes alienígenas."
Lincoln (irónico):
"Oh, claro, porque hay un montón de 'expertos en relojes alienígenas' aquí en el bosque."
Fue entonces cuando ambos sintieron una extraña presencia. Un leve ruido metálico hizo que Leonardo levantara la mirada. Lincoln también se detuvo, sintiendo un escalofrío.
Lincoln:
"¿Abuelo, escuchaste eso?"
Leonardo asintió lentamente, tomando un martillo como única herramienta defensiva.
Leonardo:
"Sí, y no me gusta. Quédate detrás de mí."
Desde la penumbra, los ojos brillantes de Six Six destellaron mientras emergía del umbral de la puerta.
Six Six (con una voz distorsionada y aterradora):
"Humano... dame el Omnitrix, y no tendrás que sufrir."
Lincoln (parpadeando, confundido):
"¿El qué?"
Leonardo, ahora visiblemente nervioso, apretó el martillo.
Leonardo:
"No sé quién eres, amigo, pero si buscas problemas, escogiste la cabaña equivocada."
Six Six sólo rió entre dientes, apuntando su arma directamente al brazo de Lincoln.
Six Six:
"No entiendes... no estoy pidiendo permiso."
Six Six disparó su arma con precisión letal, pero Leonardo y Lincoln lograron lanzarse al suelo justo a tiempo para evitar el rayo que atravesó la pared de la cabaña como si fuera papel.
Leonardo (gritando):
"¡¿Qué demonios fue eso?!"
Lincoln (levantándose torpemente):
"¡No tengo idea! ¡Pero seguro que no es un vendedor de relojes alienígenas amistoso!"
Six Six avanzó lentamente, su figura intimidante bloqueando la única salida.
Six Six (con voz fría y mecánica):
"Entreguen el Omnitrix, y les perdonaré la vida."
Lincoln miró su brazo, donde el Omnitrix seguía pegado como si formara parte de él. El reloj brillaba débilmente, como si supiera que estaba en peligro.
Lincoln (susurrando, desesperado):
"¿Por qué tú? ¿Por qué ahora? ¡Esto no puede estar pasando!"
Leonardo, con una mezcla de pánico y valentía, se interpuso entre Six Six y su nieto, empuñando el martillo con ambas manos.
Leonardo:
"Escucha, lo que sea que quieras, ¡déjalo! ¡No tienes idea de con quién estás tratando!"
Six Six (riendo entre dientes):
"Con un viejo humano y un niño débil. No hay competencia."
Lincoln sabía que no tenían oportunidad. Por más que odiara admitirlo, sólo había una forma de enfrentarse a este monstruo. Miró el Omnitrix, cuya esfera brillaba intensamente como si lo llamara.
Lincoln (susurrando, resignado):
"Esto va a doler... mucho."
Se levantó, ignorando el grito de advertencia de su abuelo, y presionó el dial del Omnitrix con todas sus fuerzas. Una ráfaga de luz verde envolvió la cabaña, cegando momentáneamente a Six Six y a Leonardo.
Cuando la luz se desvaneció, Lincoln ya no era Lincoln. Ahora era una figura alta y esbelta, con piel blanca y azul pálida, como el hielo. Su cuerpo parecía hecho de cristal gélido, y de sus manos emanaba una neblina helada.
Lincoln (con voz más profunda y distante):
"¿Qué demonios...?"
Levantó una mano y vio cómo el frío formaba estalagmitas al tocar cualquier superficie. Cada movimiento suyo enviaba un escalofrío literal por el aire.
Six Six (intrigado):
"Interesante... el Omnitrix funciona. Pero eso no cambiará tu destino."
Six Six apuntó nuevamente su arma, pero antes de que pudiera disparar, Lincoln levantó ambas manos instintivamente y lanzó un rayo helado que congeló el arma del alienígena en segundos.
Lincoln (sorprendido):
"¡Whoa! ¿Hice eso? ¿Soy... hielo? ¡Soy como un gigante de nieve, pero genial!"
Leonardo, aún sorprendido, gritó desde el suelo:
Leonardo:
"¡Lincoln, cuidado! ¡Ese tipo no está jugando!"
Six Six, frustrado pero decidido, rompió el hielo de su arma con facilidad.
Six Six:
"No importa tu forma, niño. No estás entrenado para usarlo. Esto será rápido."
Lincoln apretó los puños y dio un paso adelante, sus pies dejando huellas congeladas en el suelo de madera.
Lincoln (murmurando):
"Puede que no sepa lo que estoy haciendo... pero tampoco voy a dejar que me capturen sin luchar."
El bosque a su alrededor comenzó a cubrirse de un brillo helado mientras Lincoln se preparaba para enfrentarse a Six Six, su nueva forma gélida irradiando confianza... y un poco de miedo.
Six Six lanzó un rayo láser directamente hacia Lincoln, seguro de que esta vez lo alcanzaría. Sin embargo, para sorpresa de todos, el láser atravesó el cuerpo de Lincoln sin causarle daño alguno. El rayo impactó contra un árbol detrás de él, partiéndolo por la mitad.
Lincoln (mirando sus manos, atónito):
"¿Eh? ¿Cómo...? ¿Soy... intangible?"
Six Six frunció el ceño detrás de su máscara, frustrado por la inutilidad de sus ataques. Sin perder tiempo, se lanzó hacia Lincoln, intentando golpearlo con sus puños blindados. Cada golpe atravesaba el cuerpo de Lincoln como si fuera humo.
Six Six (gruñendo):
"¡Deja de moverte, mocoso!"
Lincoln dio un paso atrás, esquivando los intentos desesperados del cazador. Mientras tanto, su abuelo Leonardo observaba la escena desde un rincón, con el martillo en mano y los nervios al borde.
Leonardo:
"¡Lincoln! ¿Qué está pasando? ¿Cómo haces eso? ¿Y cómo vamos a salir de aquí?"
Lincoln levantó las manos en un gesto tranquilizador.
Lincoln:
"¡Tranquilo, abuelo! Creo que... bueno, no estoy seguro de qué está pasando, pero parece que este reloj me dio poderes raros otra vez."
Leonardo se acercó un paso, pero Lincoln lo detuvo con una mirada seria.
Lincoln:
"Abuelo, tienes que alejarte. Esto es peligroso, y no quiero que te pase nada."
Leonardo (indignado):
"¡Ni pensarlo! ¡No voy a dejarte solo con este maníaco armado!"
Lincoln (con un tono más firme):
"Abuelo, por favor. No sé cómo estoy haciendo esto, pero parece que no pueden tocarme. Tú no tienes esa suerte. Ve a un lugar seguro, ahora."
Leonardo vaciló por un momento, claramente dividido entre proteger a su nieto y obedecer. Finalmente, con un suspiro de resignación, retrocedió hacia los árboles.
Leonardo:
"Está bien, pero si las cosas se ponen feas, ¡no esperes que me quede al margen!"
Lincoln asintió antes de volver su atención a Six Six, quien ahora intentaba cambiar de táctica.
Six Six (hablando en voz baja para sí mismo):
"Si no puedo tocarlo, tendré que encontrar otra forma de atraparlo..."
Lincoln aprovechó el momento de distracción del cazador para probar sus habilidades. Dio un paso adelante y atravesó un tronco caído sin esfuerzo, su cuerpo desmaterializándose por completo mientras pasaba a través de la madera.
Lincoln (riendo nerviosamente):
"¡Esto es increíble! Es como si fuera un fantasma o algo así. ¿Qué más puedo hacer?"
Six Six, frustrado, lanzó una ráfaga de láseres en todas direcciones, pero Lincoln simplemente se movió hacia un lado, dejando que los disparos pasaran inofensivamente a través de él.
Lincoln (sonriendo con confianza):
"Bueno, parece que no puedes tocarme. ¿Qué vas a hacer ahora, señor Cazador Intergaláctico?"
Six Six apretó los puños, claramente perdiendo la paciencia.
Six Six:
"Disfruta tu pequeña ventaja, niño. No durará mucho."
Mientras tanto, Leonardo, escondido detrás de un árbol cercano, observaba con una mezcla de asombro y preocupación.
Leonardo (susurrando):
"Este chico... nunca deja de sorprenderme."
Lincoln, aún maravillado por sus nuevas habilidades, notó que algo más estaba sucediendo. No solo podía hacerse intangible, sino que, al intentar levantar un tronco cercano, lo levantó con una facilidad impresionante.
Lincoln (sorprendido):
"¡Whoa! ¿De dónde salió toda esta fuerza? ¿Esto también es parte del paquete?"
Six Six, viendo que Lincoln estaba probando sus habilidades, decidió atacar rápidamente. Con una velocidad sorprendente, el cazador se lanzó hacia él, blandiendo una cuchilla afilada que había extendido de su brazo.
Six Six:
"¡No te emociones demasiado, mocoso! Esto termina aquí."
Lincoln apenas tuvo tiempo de reaccionar. Instintivamente levantó el tronco que tenía en las manos para bloquear el ataque. La cuchilla rebotó contra el tronco, pero la fuerza del impacto envió a Lincoln varios pasos hacia atrás.
Lincoln (gritando):
"¡Hey, cuidado con eso! ¡Podrías lastimarme!"
Six Six (riendo):
"Esa es la idea."
Sin perder tiempo, Six Six atacó de nuevo, esta vez con una combinación de golpes rápidos y precisos. Aunque Lincoln logró esquivar algunos, no pudo evitar todos. Uno de los golpes lo alcanzó en el costado, enviándolo al suelo.
Lincoln (quejándose):
"¡Auch! ¿De qué está hecho este tipo? ¿Acero blindado?"
A pesar del dolor, Lincoln se levantó rápidamente, decidido a no rendirse. Tomó un puñado de piedras y las lanzó hacia Six Six con fuerza sobrehumana. Las piedras se movían como balas, obligando al cazador a esquivarlas.
Six Six (frustrado):
"¡Maldito niño! ¿De dónde sacaste esta fuerza?"
Lincoln aprovechó el momento de distracción para cerrar la distancia entre ellos. Con un solo golpe, lanzó a Six Six volando varios metros hasta chocar contra un árbol.
Lincoln (sonriendo):
"¿Qué pasa? ¿No esperabas que fuera tan fuerte, eh?"
Pero Six Six no se quedaría atrás. Activando un par de propulsores en su armadura, se lanzó de nuevo hacia Lincoln, esta vez apuntando con ambas cuchillas. El cazador mostró su experiencia, moviéndose con agilidad y utilizando su entrenamiento para mantener a Lincoln a la defensiva.
El combate cuerpo a cuerpo se volvió intenso. Aunque Lincoln tenía fuerza bruta y habilidades sorprendentes, Six Six compensaba con su experiencia y técnicas. Cada vez que Lincoln intentaba un golpe poderoso, Six Six esquivaba o bloqueaba de manera experta, contrarrestando con movimientos precisos que lograban desestabilizar a Lincoln.
Six Six (con arrogancia):
"No importa cuánta fuerza tengas. La fuerza sin técnica no es nada."
Lincoln comenzó a frustrarse. Cada vez que parecía tomar la delantera, Six Six encontraba una manera de recuperar el control.
Lincoln (pensando en voz alta):
"Este tipo es más duro de lo que pensé... Necesito algo más que fuerza para ganar esto."
Sin embargo, Lincoln se dio cuenta de algo mientras esquivaba otro ataque. Aunque Six Six tenía ventaja en técnica, parecía depender de su armadura y sus armas para mantener esa superioridad.
Lincoln (sonriendo):
"Si puedo quitarle sus juguetes, tal vez tenga una oportunidad."
Decidido a cambiar el rumbo del combate, Lincoln comenzó a concentrarse en desarmar a Six Six, buscando cualquier oportunidad para quitarle sus cuchillas o dañar sus propulsores. Aunque el cazador seguía siendo formidable, Lincoln empezaba a adaptarse, usando su fuerza y velocidad para superar la técnica de su oponente.
El combate continuó, con ambos contrincantes dando lo mejor de sí, mientras Leonardo observaba a lo lejos, dividido entre el asombro y la preocupación por su nieto.
Mientras el combate continuaba, Lincoln, aún en su forma alienígena, empezó a notar algo extraño. Cada vez que se concentraba, un frío gélido parecía emanar de sus manos.
Lincoln (sorprendido):
"¿Qué demonios es esto? ¿Puedo hacer más cosas aparte de volverme intangible?"
Six Six, confiado en su ventaja, lanzó un ataque directo con ambas cuchillas extendidas. Lincoln, ahora más consciente de sus habilidades, aprovechó su rapidez para esquivar el golpe y, de manera instintiva, agarró las manos del cazador.
Six Six (gritando):
"¡Suéltame, mocoso!"
Pero algo inesperado sucedió. Al contacto, un frío intenso comenzó a extenderse desde las manos de Lincoln hacia las armas de Six Six. En cuestión de segundos, las cuchillas quedaron completamente cubiertas de hielo.
Six Six (sorprendido y molesto):
"¿Qué...? ¿Cómo hiciste eso?"
Lincoln miró sus manos, fascinado y algo asustado.
Lincoln (con una sonrisa nerviosa):
"¡Wow! ¿Ahora también puedo congelar cosas? Esto se está poniendo interesante."
Sin darle tiempo a reaccionar, Lincoln aplicó más presión, y el hielo se extendió rápidamente por los brazos mecánicos de Six Six. El metal comenzó a crujir y, con un fuerte chasquido, las cuchillas se rompieron en pedazos, cayendo al suelo como fragmentos inservibles.
Six Six (gritando furioso):
"¡No! ¡Mis armas!"
Aprovechando la confusión, Lincoln empujó a Six Six hacia atrás, haciéndolo caer al suelo.
Lincoln (burlón):
"¿Qué pasó, genio? Parece que tus juguetes no funcionan tan bien contra el chico nuevo."
Six Six se levantó, furioso, y activó un pequeño cañón oculto en su hombro. Disparó un par de ráfagas láser hacia Lincoln, quien esta vez reaccionó con más confianza. Se volvió intangible justo a tiempo, dejando que los disparos atravesaran su cuerpo y golpearan un árbol cercano.
Lincoln (riéndose):
"¿De verdad creíste que eso funcionaría? ¡Vas a tener que esforzarte más que eso!"
Six Six, ahora sin armas y con su orgullo herido, retrocedió unos pasos, evaluando la situación. Por primera vez, parecía dudar de su capacidad para ganar.
Six Six (pensando en voz alta):
"Esto no tiene sentido. Es solo un humano con un juguete, ¿cómo puede estar ganándome?"
Lincoln (con una mirada confiada):
"Quizá no soy solo un humano, y este 'juguete' parece gustarme más de lo que pensé."
La pelea continuaba, pero Lincoln ya tenía la ventaja. Six Six, sin sus armas principales y con su moral debilitada, comenzaba a buscar una manera de retirarse. Sin embargo, Lincoln no iba a dejar que escapara tan fácilmente.
Six Six, agotado y sin opciones, intentó lanzar un último ataque desesperado, cargando hacia Lincoln con toda la fuerza que le quedaba. Sin embargo, Lincoln, ahora mucho más confiado en sus habilidades, mantuvo la calma.
Lincoln (susurrando para sí mismo):
"Está bien... solo concéntrate. Si ya congelé sus armas, puedo hacer esto."
Cuando Six Six estaba a pocos metros, Lincoln extendió ambas manos, dejando que una ráfaga de frío extremo se liberara de sus dedos. En un instante, el cazador fue detenido en seco, atrapado en una gruesa capa de hielo que se formó rápidamente alrededor de su cuerpo.
Six Six (gritando mientras el hielo lo envolvía):
"¡Esto no se quedará así, mocoso! ¡Volveré por ti!"
Lincoln, jadeando por el esfuerzo, dio un paso atrás para admirar su trabajo. Frente a él, Six Six estaba completamente inmovilizado, atrapado en un bloque de hielo que brillaba a la luz del día.
Lincoln (burlón):
"¿Volverás? Claro, pero antes tendrás que descongelarte. Buena suerte con eso, amigo."
Desde una distancia segura, Leonardo, quien había estado observando con el corazón en la garganta, finalmente salió de su escondite.
Leonardo (acercándose con cautela):
"¡Lincoln! ¿Estás bien? ¿Qué demonios fue eso?"
Lincoln, ahora volviendo a su forma humana mientras el Omnitrix emitía un leve pitido, miró a su abuelo con una sonrisa nerviosa.
Lincoln:
"Pues... creo que estoy bien. Aunque no puedo decir lo mismo de este tipo."
Leonardo observó el bloque de hielo con incredulidad, sacudiendo la cabeza mientras trataba de procesar lo que acababa de ocurrir.
Leonardo:
"¿Congelaste a un alienígena cazarrecompensas con tus propias manos? Lincoln, esto supera cualquier historia loca que hayas contado antes."
Lincoln (riendo un poco):
"Sí, abuelo. Lo sé. Pero, sinceramente, creo que prefiero esto a cortar leña."
Ambos rieron, aunque Leonardo seguía preocupado.
Leonardo:
"Vamos a necesitar más que risas para explicar esto. Por ahora, lo mejor será que regresemos a la cabaña. Y, Lincoln..."
Lincoln (levantando las manos inocentemente):
"Sí, sí, lo sé: 'no vuelvas a meterte en problemas'. Pero... abuelo, creo que los problemas me están buscando a mí."
Mientras se alejaban, dejando a Six Six congelado, Leonardo no podía evitar mirar hacia atrás con cierto temor. Sabía que esto era solo el principio de algo mucho más grande. Lincoln, por su parte, comenzaba a darse cuenta de que aquel reloj en su brazo era mucho más que un simple "juguete".
Fin del capítulo
Pongan aquí sus sugerencias
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