se un buen mago y desaparece

"Haber quien encuentra la referencia del título"

En la cueva, Gwen luchaba por liberarse de las cuerdas mágicas que la mantenían atada. Tiraba con fuerza, giraba sus muñecas, y trataba de encontrar cualquier punto débil, pero era inútil. Las cuerdas estaban imbuidas con un hechizo que las hacía indestructibles para cualquier fuerza física o mágica común. Frente a ella, Hex estaba concentrado, sentado en un improvisado altar hecho de roca. Un antiguo libro de magia descansaba en sus manos, y sus labios murmuraban palabras en un idioma arcano mientras estudiaba el conjuro necesario para liberar el máximo potencial de los brazaletes.

Gwen (murmurando para sí misma mientras tiraba de las cuerdas):
"Vamos, Gwen, tiene que haber una forma... No puedo quedarme aquí mientras ese loco hace quién sabe qué. Tengo que salir y advertirles."

Hex levantó la vista del libro momentáneamente, percibiendo los esfuerzos de Gwen. Una sonrisa sarcástica se dibujó en su rostro.

Hex (con tono burlón):
"Puedes seguir luchando todo lo que quieras, mocosa, pero esas cuerdas están diseñadas para contener hasta al más poderoso de los hechiceros. No vas a soltarte tan fácilmente."

Gwen (mirándolo con frustración):
"¿Por qué no dejas de perder el tiempo con ese libro y me dices qué planeas hacer exactamente? ¿Qué tienen esos brazaletes que son tan importantes para ti?"

Hex (volviendo su atención al libro):
"Ah, pero si te lo explicara, perdería la diversión de verte adivinar. Aunque supongo que puedo decirte esto: estos brazaletes contienen un poder ancestral que ningún ser debería poseer. Pero yo... yo estoy destinado a controlarlo. Y tú... tú simplemente estás aquí para asegurarme de que nadie interfiera mientras alcanzo mi verdadero potencial."

Gwen (con tono desafiante):
"No importa lo que hagas. Lincoln te detendrá. Es mucho más fuerte de lo que crees."

Hex (alzando una ceja, mirando a Gwen con una mezcla de interés y desprecio):
"Lincoln, ¿eh? Así que ese es el nombre de ese niño que se transforma en criaturas extrañas. Admito que tiene cierto potencial, pero incluso él no podrá detenerme cuando los brazaletes liberen su verdadero poder."

En otro lugar, sobrevolando la región, Lincoln, aún transformado en Frío, había pasado varios minutos buscando sin éxito. Volaba por los cielos, escaneando cada rincón del paisaje, pero no había señales de Gwen ni de Hex. Finalmente, agotado y frustrado, descendió a tierra firme, destransformándose mientras su forma humana reaparecía.

Lincoln (respirando hondo, hablando para sí mismo):
"No puede estar muy lejos. Tiene que haber alguna pista... algo que nos diga dónde está."

Caminó hacia la casa rodante, donde Max, Ben y Leonardo también estaban ocupados revisando mapas, dispositivos y cualquier otra herramienta que pudiera ayudarles a encontrar a Gwen. La tensión en el aire era palpable.

Max (mirando a Lincoln cuando entró):
"¿Alguna señal de Gwen?"

Lincoln (sacudiendo la cabeza con frustración):
"Nada. He buscado por todas partes, pero no hay rastro de ella ni de Hex."

Max (dando un golpe a la mesa, visiblemente molesto):
"Esto no puede estar pasando. Mi nieta está en peligro, y nosotros estamos aquí sentados sin poder hacer nada."

Ben (tratando de mantener la calma):
"Lo encontraremos, abuelo max. Pero Hex no es un tipo cualquiera. Si está usando magia, es posible que esté escondiendo su ubicación de alguna forma."

Max (calamandose y con un tono pensativo, mirando un mapa antiguo):
"Hex parece ser un tipo muy meticuloso. Si está buscando liberar el poder de esos brazaletes, necesitará un lugar que esté alineado con energías mágicas. Tal vez... un lugar con una conexión mística."

Lincoln (cruzándose de brazos, tratando de pensar):
"¿Un lugar con energías mágicas? ¿Como un cementerio o algo así?"

Max (alzando la vista rápidamente):
"Eso podría ser. Los cementerios suelen estar cargados de energía espiritual. Y si Hex planea algo grande, tendría sentido que eligiera un lugar como ese."

Leonardo (levantándose de golpe):
"Entonces, ¿qué estamos esperando? ¡Vamos al cementerio más cercano antes de que sea demasiado tarde!"

Ben (mirando a Lincoln):
"¿Crees que puedas transformarte de nuevo y ayudarnos a buscar más rápido?"

Lincoln (mirándolos con determinación):
"No importa cuántas veces tenga que transformarme. No voy a dejar que Hex se salga con la suya. Vamos por Gwen, y vamos a detenerlo."

En la casa rodante, mientras Max, Ben y Leonardo revisaban los mapas y discutían su siguiente paso, Lincoln se adelantó, decidido a intentar de nuevo con el Omnitrix.

Lincoln (mirando el reloj mientras pulsaba el botón):
"Si no podemos encontrar a Gwen con lo que tenemos, entonces usaré cualquier forma que este aparato pueda ofrecer."

El Omnitrix brilló intensamente mientras Lincoln presionaba la esfera central. Sin embargo, en lugar de transformarse en uno de los aliens que ya conocía, su cuerpo se alargó y adoptó una postura cuadrúpeda. Su piel se cubrió de un pelaje blanco inmaculado, y su rostro carecía de ojos, reemplazados por una superficie lisa y sin rasgos. Sus garras eran largas, y un gruñido bajo emanaba de su garganta mientras sus fosas nasales se movían, captando olores en el aire.

Ben (mirándolo boquiabierto):
"¡Espera, espera! ¿Qué alien es ese? ¿Y... cómo demonios puedes ver si no tienes ojos?"

Lincoln, en su forma de Bestia, no respondió. En lugar de hablar, dejó escapar un gruñido gutural, volteando la cabeza como si estuviera enfocado en algo que los demás no podían percibir.

Leonardo (dando un paso atrás, un poco sorprendido):
"¿Lincoln? ¿Puedes entendernos? ¿Qué estás haciendo?"

Max (observando detenidamente, con un tono analítico):
"Es como si estuviera usando el olfato y el oído en lugar de la vista. Esa forma parece ser una especie de rastreador."

De repente, Bestia comenzó a olfatear el aire, sus garras rasgando ligeramente el suelo mientras giraba su cabeza hacia una dirección específica. Su postura transmitía determinación, y sus movimientos eran rápidos y ágiles.

Ben (emocionado):
"¡Espera! ¿Está siguiendo un rastro? ¡Eso es increíble!"

Leonardo (con voz urgente):
"Entonces no lo perdamos. Si puede encontrar a Gwen más rápido, debemos confiar en él."

Max (asintiendo mientras tomaba el volante de la casa rodante):
"De acuerdo. Sigámoslo desde aquí. Si Hex está en un lugar como el cementerio, no podemos perder tiempo."

Mientras tanto, en la cueva, Hex continuaba leyendo el libro, absorto en el conjuro que le permitiría desbloquear el verdadero poder de los brazaletes. Gwen, aún atada con las cuerdas mágicas, no dejaba de intentar liberarse, pero cada esfuerzo parecía más inútil que el anterior.

Gwen (hablando con frustración):
"¿Qué planeas hacer exactamente con esos brazaletes? Ya tienes el poder suficiente para derrotarnos. ¿Por qué necesitas más?"

Hex (sin mirarla, con tono arrogante):
"¿Poder suficiente? Pequeña, aún no comprendes. El poder que poseo ahora no es nada comparado con lo que estos brazaletes pueden otorgarme. Seré imparable, un verdadero maestro de las artes oscuras."

Gwen (con un destello de esperanza en sus ojos):
"Pero si eres tan poderoso como dices, ¿por qué me necesitas como rehén? ¿No será que tienes miedo de alguien? ¿De Lincoln, tal vez?"

Hex cerró de golpe el libro y giró hacia Gwen con una mirada severa.

Hex (con un tono frío):
"Niña entrometida, no subestimes a ese chico. Lo he visto en acción. Su fuerza es impresionante, sí, pero no es su fuerza lo que me preocupa. Es su persistencia. Mientras lo tenga distraído contigo, no tendrá tiempo para interferir en mis planes."

Gwen (tratando de mantener la calma):
"Eso no va a detenerlo. Lincoln no se rendirá, y Ben tampoco. Ambos vendrán por ti."

Hex (esbozando una sonrisa siniestra mientras miraba los brazaletes):
"Que vengan. Para cuando lleguen, ya será demasiado tarde."

En el camino hacia el cementerio, Bestia avanzaba rápidamente, guiando a la casa rodante con precisión. Su olfato lo dirigía directamente hacia el rastro de Gwen, ignorando cualquier obstáculo en su camino. Dentro de la casa rodante, Max conducía mientras Ben y Leonardo observaban a Lincoln moverse con asombro.

Ben (mirando por la ventana):
"No puedo creer que sea tan rápido. Ese alien es un rastreador increíble. Si Hex no está en el cementerio, al menos Lincoln nos llevará directo a Gwen."

Leonardo (con el ceño fruncido, preocupado):
"Espero que no lleguemos demasiado tarde. Hex es peligroso, y no sabemos cuánto tiempo puede resistir Gwen."

Max (manteniendo la vista en el camino):
"Confíen en Lincoln. Si puede encontrar el rastro, podemos llegar a tiempo. Pero debemos estar preparados para lo peor."

Mientras seguían a Bestia, el grupo sabía que el tiempo era esencial y que cada segundo contaba en la carrera por salvar a Gwen y detener a Hex antes de que desatara un poder inimaginable.

El grupo llegó finalmente al lugar al que Bestia había estado siguiendo el rastro. Sin embargo, cuando la casa rodante se detuvo y todos salieron, su sorpresa fue mayúscula al ver que no se trataba de una cueva o escondite, sino de un antiguo cementerio que parecía haber sido olvidado por el tiempo.

Las lápidas, cubiertas de musgo y con inscripciones desgastadas, parecían tener siglos de antigüedad. Estatuas de gárgolas se erguían amenazantes en varios puntos, algunas con alas rotas y otras mirando hacia el cielo con expresiones sombrías. Las ramas de los árboles desnudos se alzaban como dedos huesudos hacia el cielo, y una niebla ligera cubría el suelo, intensificando la sensación de abandono y misterio.

Ben (mirando alrededor con inquietud):
"¿Por qué un cementerio? ¿Qué tiene que ver este lugar con Gwen?"

Leonardo (cruzándose de brazos, observando con detenimiento):
"Esto no es un lugar cualquiera. Mira las lápidas y las estatuas... parece sacado de una época medieval. Es demasiado antiguo incluso para este pueblo."

Max (pensativo, mientras revisaba una de las estatuas de gárgola):
"Lincoln no nos trajo aquí por error. Si este es el lugar, tiene que haber una conexión con Hex."

Ben (señalando a Bestia, que seguía olfateando el aire y gruñendo suavemente):
"Entonces, ¿por qué no nos llevó directamente a Gwen? ¿Esto es solo parte del rastro?"

Max (levantando la vista hacia el cielo, reflexionando):
"Tal vez este lugar sea importante para Hex. Si está practicando magia oscura, un cementerio tan antiguo podría ser el lugar perfecto para llevar a cabo sus rituales. Es probable que Gwen esté cerca, pero escondida dentro de este lugar o en algún tipo de estructura subterránea."

Leonardo (mirando a Max con una ceja levantada):
"¿Subterránea? ¿Qué te hace pensar eso?"

Max (señalando las estatuas y el diseño del cementerio):
"Fíjate en las estatuas y el diseño del lugar. Este no es un cementerio común; parece que fue construido para algo más que simples entierros. Además, la magia oscura tiende a vincularse con espacios ocultos y aislados, como criptas o túneles."

Ben (preocupado):
"¿Y si Hex ya está en medio de algún ritual con Gwen? ¿Y si no llegamos a tiempo?"

Leonardo (poniendo una mano en el hombro de Ben):
"Tranquilo. Lincoln nos trajo hasta aquí por una razón. Confiemos en que podemos detener a ese mago antes de que haga algo irreversible."

Bestia soltó un gruñido más fuerte, apuntando con su hocico hacia una dirección específica del cementerio. Sus garras rasparon el suelo, indicando que estaba listo para avanzar.

Max (sacando una linterna de su mochila):
"Parece que Lincoln ya tiene claro el camino. Vamos, pero con cuidado. Este lugar no me da buena espina."

Con Lincoln liderando el camino como Bestia, el grupo comenzó a adentrarse más en el cementerio, atentos a cualquier señal de Gwen o del siniestro Hex.

El pitido del Omnitrix rompió el silencio del cementerio mientras Lincoln volvía a su forma humana, cayendo de rodillas ligeramente exhausto.

Lincoln (jadeando):
"Si Max tiene razón, este lugar es importante para los planes de Hex. Debemos usarlo a nuestro favor. Necesitamos un plan... algo que lo obligue a caer en una trampa y nos dé la oportunidad de salvar a Gwen."

Leonardo (mirando alrededor del cementerio):
"El terreno está de nuestro lado. Estas tumbas y estatuas pueden ser útiles para escondernos. Pero necesitamos una forma de atraer a Hex al lugar exacto."

Ben (dando un paso al frente):
"Yo seré el señuelo."

Todos se giraron hacia Ben, sorprendidos por su propuesta.

Lincoln (frunciendo el ceño, claramente preocupado):
"¿Qué? Ben, ¡no tienes nada para defenderte! Hex es un mago peligroso. Esto no es un simple juego, es un riesgo real."

Ben (con determinación):
"Lo sé, Lincoln. Pero es precisamente por eso que tiene sentido. Sin el Omnitrix, Hex no me verá como una amenaza. Pensará que soy un blanco fácil y se concentrará en mí. Eso les dará tiempo a ustedes para actuar y rescatar a Gwen."

Max (poniendo una mano en el hombro de Ben, su expresión llena de preocupación):
"Ben, estás hablando de arriesgarte demasiado. Hex no juega limpio, y no podemos predecir cómo reaccionará."

Ben (mirándolo con confianza):
"Lo entiendo, abuelo. Pero Gwen está en peligro, y no puedo quedarme sin hacer nada. Ella haría lo mismo por mí, y ustedes saben que tengo razón. Solo necesito que confíen en mí."

Leonardo (mirando a Max y Lincoln):
"El chico tiene agallas, eso está claro. Si realmente va a ser el señuelo, debemos asegurarnos de que la trampa sea perfecta. No podemos fallar."

Lincoln (suspirando, con una mezcla de preocupación y aceptación):
"Está bien, Ben. Pero prométeme que no te enfrentarás a Hex directamente. Solo mantén su atención el tiempo suficiente para que podamos hacer nuestra parte."

Ben (sonriendo levemente):
"Lo prometo. No soy tan temerario como parezco."

El silencio del cementerio fue roto por los pasos de Hex, quien caminaba con una expresión calculadora. En sus brazos, Gwen estaba amarrada, luchando ligeramente contra las cuerdas mágicas que la mantenían inmovilizada. Con un gesto despectivo, Hex la dejó caer en el suelo frío y húmedo, observando cómo la joven se desplomaba.

Hex (con una sonrisa arrogante):
"Este es el lugar. Aquí es donde todo comenzará, y aquí es donde desbloquearé el poder total de los brazaletes."

Gwen, con el rostro aún marcado por la preocupación y el cansancio, miró a su alrededor, claramente confundida y temerosa.

Gwen (tratando de liberarse de las cuerdas):
"¿Por qué este simple cementerio es tan importante para ti? ¿Qué relación tiene con los brazaletes?"

Hex se agachó frente a ella, su risa fría y siniestra resonando en el aire.

Hex (mirándola fijamente a los ojos):
"Este cementerio, niña, es un lugar antiguo, lleno de secretos olvidados. Y como todo en este mundo, los secretos siempre tienen un precio. El poder de los brazaletes no solo se obtiene con una simple invocación. Necesito el terreno adecuado, un sitio donde las energías oscuras se entrelacen con la magia ancestral que reside aquí. Una vez lo logre, mi poder será absoluto."

Gwen, aún luchando por entender, alzó la vista hacia Hex, su rostro reflejando una mezcla de miedo y duda.

Gwen (con voz temblorosa):
"Pero... ¿por qué necesitas... esto? ¿No tienes ya todo lo que necesitas con los brazaletes?"

Hex la miró con desdén, su paciencia visiblemente agotada por las preguntas constantes de la joven.

Hex (despreciativamente):
"Los brazaletes son solo la llave, Gwen. Lo que realmente necesito es la energía de este lugar para sellar el conjuro final. Y tú, aunque no lo entiendas, eres solo un simple peón en mi juego. No eres más que una pieza sacrificable para asegurarme de que la magia de estos brazaletes se active correctamente."

Gwen sintió un nudo en el estómago al escuchar esas palabras. La verdad, aunque dolorosa, se abría paso en su mente: ya no estaba bajo su propio control.

Gwen (con un susurro, luchando contra las lágrimas):
"No voy a ser solo una pieza para ti... ¡No lo permitiré!"

Hex la ignoró completamente, centrando su atención en los brazaletes en sus muñecas. Con un movimiento suave, comenzó a murmurar palabras en una lengua extraña, mientras las runas en los brazaletes brillaban con un fulgor oscuro.

Hex (con tono triunfante):
"Este cementerio, con su energía ancestral, hará que todo lo que he estado buscando se haga realidad. Nada ni nadie podrá detenerme ahora."

Mientras él continuaba con su conjuro, las sombras del cementerio parecían cobrar vida, como si la tierra misma respondiera a su invocación. Gwen, a pesar de estar atrapada, no podía evitar pensar que había algo más en juego aquí. Algo que no solo afectaría a ella, sino a todos los que conocía. Pero mientras Hex continuaba su ritual, no sabía que sus enemigos estaban más cerca de lo que pensaba, listos para detenerlo antes de que pudiera completar su plan.

Mientras Hex seguía concentrado en su ritual, un sonido abrupto interrumpió el murmullo de su conjuro. Una roca pesada y afilada voló por el aire, impactando directamente en la nuca de Hex. La energía del cementerio pareció tambalear por un segundo, y Hex, desconcertado, se giró rápidamente, buscando a su atacante.

Hex (gritando furioso):
"¿Quién se atreve a interrumpir el conjuro?"

A lo lejos, en la penumbra del cementerio, apareció una figura conocida: Ben, su primo. A pesar de la tensión de la situación, Ben se mantenía firme, con una sonrisa desafiante en el rostro. Con su postura relajada, parecía disfrutar del desconcierto de Hex.

Ben (riendo mientras daba un paso adelante):
"¿Qué pasa, viejo? ¿Te molesta que te interrumpa un poco el show? Es que, con tanto misticismo y tanta magia rara, pensé que sería divertido dar un poco de emoción."

Gwen, quien había estado observando en silencio, no pudo evitar quedarse sorprendida. Aunque siempre había tenido una relación algo tensa con Ben, nunca lo había visto enfrentarse a alguien como Hex, especialmente de esa forma tan descarada.

Gwen (con incredulidad):
"¡Ben! ¿Qué estás haciendo aquí? ¡Es peligroso!"

Pero Ben, sin prestarle mucha atención a la advertencia de Gwen, se cruzó de brazos y comenzó a provocar a Hex, disfrutando de la situación.

Ben (desafiante):
"Vamos, viejo, ¿no pensaste que podías hacer lo que quieras sin que alguien te parara? Créeme, no soy el único que va a dar la sorpresa."

Hex (con una sonrisa maliciosa, mientras se giraba completamente hacia Ben):
"¡Tú! ¿Crees que puedes detenerme? Solo eres un niño que no tiene idea de lo que está enfrentando. No puedes entender el poder que estoy a punto de desatar."

Ben hizo una mueca, despreciando las palabras de Hex, como si no le impresionara en lo más mínimo.

Ben (con una sonrisa burlona):
"Eso lo veremos, viejo. No soy tan ingenuo como para no tener mis trucos bajo la manga. Pero dime, ¿te asusta un niño como yo?"

Gwen, aunque preocupada, se dio cuenta de que Ben tenía una estrategia. Mientras Hex estaba distraído con la provocación, parecía que Ben intentaba desestabilizarlo mentalmente, al menos el tiempo suficiente para que Lincoln y los demás pudieran hacer su movimiento.

Ben (cambiando su tono a uno más desafiante):
"Vamos, ¿te atreves a dejar a una niña amarrada en el suelo? ¿Pensaste que esto era parte de tu plan maestro? Te voy a demostrar que no eres tan invencible como te crees."

Hex, furioso por la insolencia de Ben, levantó una mano, liberando una explosión de energía oscura hacia él. Pero Ben, ágil como siempre, saltó hacia un lado, esquivando la ráfaga sin problema.

Ben (gritando desde la distancia):
"¡Eso es todo lo que tienes, Hex! Si eso es todo, entonces prepárate, porque yo soy el que va a detenerte."

Gwen, aunque preocupada por la confrontación, no pudo evitar sentir una ligera esperanza al ver a Ben tomando la iniciativa. Sabía que si algo podía detener a Hex, era la valentía y la astucia de sus amigos. Y ahora, parecía que finalmente, las piezas se estaban moviendo en la dirección correcta.

Gwen (con voz baja, para sí misma):
"Ben... no puedo creer que lo esté diciendo... pero tal vez, solo tal vez, tenemos una oportunidad."

Mientras tanto, Hex frunció el ceño, observando furioso a Ben, pero también sabiendo que no podía subestimarlo. Había algo en el aire, algo que le decía que la batalla aún no había terminado, y que su poder aún tenía que ser liberado por completo.

Hex (gruñendo):
"¡No te saldrás con la tuya, niño!"

Ben seguía esquivando las explosiones de energía y los ataques de Hex con agilidad, corriendo en círculos y burlándose de él, pero al final, Hex lo alcanzó. Con una velocidad sorprendente, le lanzó un ataque de energía que lo tomó por sorpresa y, antes de que pudiera reaccionar, Hex lo agarró del cuello con su mano, levantándolo del suelo.

Hex (con voz gélida):
"Pensaste que podrías jugar conmigo, ¿verdad? ¿Creías que podías detenerme con tu broma infantil?"

Ben luchó por liberarse, golpeando la mano de Hex, pero la fuerza de este era demasiado. Estaba atrapado y no podía escapar. Justo cuando Hex estaba a punto de soltar una amenaza más, algo sucedió que lo dejó completamente desconcertado.

De repente, el aire a su alrededor se distorsionó, y una criatura gigantesca apareció de la nada, lanzándose sobre Hex. Era una bestia de cuatro brazos y una piel roja brillante, con ojos que brillaban con una intensidad aterradora. La criatura tacleó a Hex con tal fuerza que lo dejó sin aliento, haciéndolo caer de espaldas al suelo.

Ben (con la boca abierta, mirando atónito):
"¿Qué... qué es eso?"

Lincoln apareció rápidamente, ahora transformado en esa criatura imponente. Se acercó a Hex con una expresión seria en su rostro.

Lincoln (lamentando, pero con firmeza):
"Lo siento por interrumpir la fiesta, Hex... pero parece que ya es hora de que te vayas."

Con un solo movimiento, Lincoln levantó a Hex con sus enormes brazos y lo arrojó contra una de las estatuas cercanas, haciendo que esta se quebrara al impactar con la fuerza del golpe. Hex quedó atónito, en el suelo, debilitado por el impacto y la sorpresa de ver a Lincoln transformado en una criatura tan poderosa.

Ben, aún procesando la imagen de la criatura de cuatro brazos y ojos, observó a Lincoln con asombro.

Ben (sorprendido, mientras se reincorpora):
"¡¿Eso... eso es lo que eres ahora?! ¡Qué impresionante!"

Lincoln, con su nueva forma, se acercó a Ben y le ofreció una mano para ayudarlo a levantarse.

Lincoln (con una ligera sonrisa, aunque su tono era serio):
"Sí, parece que mi habilidad tiene sorpresas. Pero ahora no es el momento para hablar de eso. Tenemos que asegurarnos de que Hex no cause más problemas."

Ben, aún asimilando lo que acababa de ver, asintió y, con su carácter valiente, estuvo listo para actuar de nuevo.

Ben (con una sonrisa confiada):
"Lo que sea que hayas hecho, ¡gracias! Ahora, vamos a detener a Hex de una vez por todas."

Con Lincoln en su nueva forma, la batalla ya no era solo una pelea de poderes, sino un enfrentamiento lleno de estrategia. Y Hex, herido y confundido, comenzó a entender que tal vez no estaba tan preparado para enfrentarse a una fuerza como la de Lincoln.

Hex, al darse cuenta de que Gwen ya no estaba a su alcance, dejó escapar un rugido de furia. Había fallado en su intento de usarla como su peón para activar el poder de los brazaletes, y su frustración se convirtió en ira. Sus ojos brillaron con una luz roja intensa mientras levantaba las manos, recitando un hechizo de magia negra.

Hex (gritando furiosamente):
"¡No voy a permitir que me derroten así, malditos! ¡Gárgolas, ¡levántense!"

El aire a su alrededor se volvió pesado, y las estatuas de gárgolas, que hasta ese momento habían estado inmóviles, comenzaron a vibrar. Las grietas en sus cuerpos de piedra se iluminaban con energía oscura, y con un estremecedor crujido, comenzaron a tomar vida. Las gárgolas extendieron sus alas de piedra, dejando escapar un rugido salvaje mientras se alzaban en el aire, listas para atacar.

Max, Leonardo y Gwen, al ver que las gárgolas cobraban vida, rápidamente tomaron la decisión de retirarse. Max, con su experiencia, sabía que enfrentarse a tantas criaturas no era una opción. No tenían más tiempo para perder y necesitaban refugio para poder pensar un nuevo plan.

Max (gritando mientras tomaba a Gwen de la mano):
"¡Rápido, tenemos que irnos! ¡La casa rodante es nuestra mejor opción!"

Leonardo, aunque ya era un anciano y no contaba con armas, no se quedó atrás. Usando toda la fuerza que le quedaba, corrió tras Max y Gwen, sabiendo que el combate en ese lugar ya no era una opción.

Leonardo (mientras corría, mirando atrás a las gárgolas):
"¡No podemos quedarnos aquí, tenemos que alejarnos de estas criaturas!"

Al llegar a la casa rodante, Max, Leonardo y Gwen se resguardaron dentro rápidamente. Max comenzó a formular ideas en su mente, pensando en cómo podían vencer a Hex. Mientras tanto, Gwen, asustada pero aliviada por estar a salvo, miraba por la ventana, observando las gárgolas volar en círculos alrededor del cementerio.

Gwen (mirando por la ventana, preocupada):
"¿Cómo vamos a detener a Hex?"

Max (pensando rápidamente):
"Por ahora, lo único que podemos hacer es mantenernos a salvo. Lincoln está allá afuera, y tiene una fuerza increíble."

Mientras tanto, Lincoln, transformado en su forma de "Cuatro Brazos", observaba con furia cómo las gárgolas atacaban el lugar. Usando su inmensa fuerza, Lincoln comenzó a derribar a las gárgolas una por una. Cada golpe de sus enormes puños hacía que las criaturas de piedra se desintegraran, pero por cada gárgola que caía, más parecían surgir, invocadas por la magia de Hex.

Lincoln (gruñendo mientras luchaba):
"¡Esto es una locura, pero no voy a dejar que sigan atacando!"

Con cada golpe, Lincoln derribaba más y más gárgolas, pero la magia oscura de Hex parecía ser interminable. Lincoln estaba luchando con todo lo que tenía, pero necesitaba algo más para hacer frente a la creciente horda de criaturas.

Lincoln (pensando mientras luchaba):
"¡No puedo hacer esto solo! Necesito una solución para acabar con Hex."

En ese momento, Lincoln percibió un cambio en el aire. Algo estaba diferente. Miró hacia el cementerio, donde la oscuridad que Hex había invocado se extendía aún más. Sin embargo, Lincoln sabía que no podía rendirse. A pesar de la creciente cantidad de gárgolas, su determinación seguía firme. Sabía que la única forma de derrotar a Hex era seguir luchando hasta el final.

Lincoln (gritando mientras se enfrentaba a las criaturas):
"¡Hex! ¡Si crees que me vas a detener, te equivocas!"

La batalla no había terminado, y Lincoln estaba decidido a seguir luchando hasta conseguir la victoria.

Lincoln, aún transformado en Cuatro Brazos, exhalaba profundamente después de haber destrozado a todas las gárgolas que Hex había traído a la vida. El suelo estaba cubierto de restos de piedra y polvo, y el aire seguía impregnado de la energía oscura de los hechizos de Hex. Con un último gruñido, Lincoln centró su atención en Hex, quien estaba claramente frustrado por la pérdida de sus criaturas.

Hex (furioso, mirando los escombros):
"¡Maldición, niño! ¡Te crees muy fuerte, pero no tienes idea del verdadero poder que poseo!"

Hex levantó su bastón, invocando rayos de magia oscura que chisporroteaban a su alrededor. Con un movimiento rápido, comenzó a lanzar ataques hacia Lincoln, cada uno más poderoso que el anterior.

Lincoln (esquivando y bloqueando los ataques, mientras hablaba con confianza):
"¿Eso es todo lo que tienes, Hex? Pensé que eras un mago poderoso. ¡Esto es casi como un entrenamiento para mí!"

Hex frunció el ceño, claramente irritado por la actitud burlona de Lincoln. Decidió que ya era momento de usar el conjuro completo. Sacó el libro mágico de su túnica y lo abrió, comenzando a recitar las palabras que liberarían el máximo poder de los brazaletes. Sin embargo, al intentar alzar los brazaletes, Hex notó que algo faltaba.

Hex (sorprendido, buscando desesperadamente en su túnica):
"¿Dónde está el libro? ¡No puede ser, estaba aquí!"

De repente, desde las sombras, Ben apareció sosteniendo el libro mágico en sus manos, una sonrisa descarada en su rostro.

Ben (agitando el libro):
"¿Buscabas esto, mago de pacotilla? ¿Qué tal si lo mantengo lejos de ti un rato?"

Hex, lleno de ira, giró hacia Ben, lanzando un hechizo en su dirección. Sin embargo, Ben ya había desaparecido nuevamente, esquivando con astucia.

Hex (gritando, enfurecido):
"¡Maldito mocoso! ¡Devuélveme eso!"

Lincoln aprovechó la distracción de Hex y avanzó hacia él rápidamente. Con un movimiento poderoso, usó un pilar caído como un bate y lo levantó sobre su hombro. Antes de atacar, decidió aprovechar el momento para darle una lección al mago.

Lincoln (con una mirada desafiante):
"Sabes, Hex, tienes talento... pero lo estás desperdiciando. Si te dedicaras a ser un buen mago en lugar de causar problemas, tal vez lograrías algo grande. Pero bueno, si lo único que quieres es desaparecer de aquí, ¡puedo ayudarte con eso!"

Con un golpe masivo, Lincoln balanceó el pilar como si fuera un bate de béisbol, impactando a Hex directamente y enviándolo volando hacia una de las estatuas del cementerio.

Lincoln (con una sonrisa mientras el eco del impacto resonaba):
"Y ese fue un jonrón directo"

Hex, tras recibir el impacto monumental del pilar, salió volando y chocó contra una serie de pilares antiguos, los cuales se derrumbaron parcialmente por la fuerza del golpe. Apenas logró levantarse, tambaleándose, con su bastón roto en un costado. Antes de que pudiera conjurar un hechizo para defenderse, Lincoln, aún transformado en Cuatro Brazos, se lanzó hacia él con toda su fuerza.

Hex (jadeando, tratando de conjurar):
"¡Esto... esto no termina aquí! ¡No me subestimen, mocosos!"

Lincoln (con una mirada decidida):
"Termina ahora, Hex."

Lincoln usó sus cuatro brazos para lanzar un ataque devastador, golpeando a Hex simultáneamente con todos sus puños. El impacto fue tan fuerte que el mago quedó inconsciente al instante, cayendo al suelo mientras sus brazaletes brillaban tenuemente antes de apagarse.

Ben (acercándose con cautela):
"Wow... eso fue brutal. ¿Estás seguro de que sigue vivo?"

Lincoln (quitándole los brazaletes con cuidado):
"Sí, sigue vivo. Pero ya no será una amenaza... al menos no con estos."

Lincoln observó los brazaletes por un momento, sintiendo la energía que aún contenían. Luego los guardó cuidadosamente, asegurándose de que Hex no pudiera recuperarlos.

Gwen (mirando a Hex en el suelo):
"No puedo creer que hiciera todo esto... por ambición. ¿De verdad vale la pena arriesgar tanto solo por poder?"

Max (serio, evaluando la situación):
"Algunos como Hex nunca entienden que el poder descontrolado siempre termina destruyéndote. Pero ahora no hay tiempo para filosofar, chicos. Tenemos que irnos antes de que lleguen refuerzos."

Leonardo (con una sonrisa cansada):
"Ya cumplimos nuestra parte. Dejemos que los profesionales se encarguen de esto."

Ben (mirando alrededor):
"¿A quién te refieres? No hay nadie más aquí."

Max (calmado):
"Confía en mí. Hex será un problema del gobierno ahora. Ya deben estar en camino."

Lincoln, regresando lentamente a su forma humana mientras el Omnitrix pitaba, miró al mago derrotado una última vez antes de alejarse con los demás.

Lincoln (antes de dar la vuelta):
"Al final, los monstruos siempre caen. Tal vez algún día lo entiendas, Hex."

Tiempo después

Agentes del gobierno llegaron al cementerio, liderados por una unidad especial que llevaba equipos diseñados para contener amenazas mágicas y extraterrestres. Revisaron el lugar, encontraron a Hex aún inconsciente y lo colocaron en una celda reforzada dentro de un transporte blindado.

Uno de los agentes miró a su compañero y comentó:
"Este tipo va directo a la misma prisión que esa alien llamado Six Six. Demasiado peligroso para andar libre."

El compañero asintió, observando los escombros del cementerio:
"Sí, pero parece que alguien ya hizo el trabajo duro. Quienquiera que haya sido, les debemos una por ahora."

Mientras tanto, Lincoln y los demás viajaban en la casa rodante, dejando atrás el caos. Aunque exhaustos, se sentían satisfechos de haber salvado el día.

Gwen (sonriendo a Ben):
"Tal vez no tengas el Omnitrix, pero tienes talento para ser un señuelo."

Ben (riendo):
"Lo tomaré como un cumplido... creo."

Lincoln (mirando los brazaletes con seriedad):
"Ahora solo queda asegurarnos de que esto no vuelva a caer en las manos equivocadas."

Con el peligro de Hex neutralizado, el grupo continuó su viaje, listos para lo que el destino les pudiera traer a continuación.

Fin del capítulo

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