que soy o que eres

Al día siguiente, Lincoln se despertó temprano, forzando una sonrisa mientras se preparaba para otro día de actividades con su abuelo Leonardo. Mientras desayunaba en la cabaña rústica del campamento, sus ojos vagaron por la ventana hacia el lago, el cual parecía tan tranquilo como siempre. A pesar de que la cápsula misteriosa seguía ocupando su mente, no podía dejar que su abuelo lo notara. Por eso, cuando Leonardo llegó a la mesa con entusiasmo, Lincoln se obligó a dejar de pensar en el extraño brillo verde y a concentrarse en lo que su abuelo tenía planeado para el día.

Leonardo: (sonriendo)
"¡Listo para un día de aventura, Lincoln! Hoy vamos a hacer una caminata por el bosque, aprenderemos sobre las plantas comestibles y, al final, ¡prepararemos una fogata! ¡Esto es lo que hace grande al campamento!"

Lincoln: (tratando de sonar emocionado)
"¡Oh, sí, suena genial, abuelo! Nunca he aprendido tanto sobre plantas comestibles, ¡seguro que será fascinante!"

Mientras su abuelo hablaba, Lincoln no podía evitar pensar en lo que realmente quería hacer. Él no era un experto en hierbas o en hacer fogatas, y mucho menos en tallar madera. Sin embargo, se sentía obligado a fingir entusiasmo por las actividades. A pesar de todo, pasar tiempo con su abuelo le traía un tipo de consuelo, aunque sus intereses fueran completamente diferentes.

El día avanzó con caminatas largas entre los árboles, el constante intento de Lincoln por mostrar algo de interés en las plantas y hierbas que su abuelo le señalaba, y las explicaciones interminables sobre cómo encender un fuego sin cerillas. Aunque en su interior, Lincoln deseaba poder regresar al lago, investigar más sobre la cápsula y descubrir qué secretos escondía.

Lincoln: (pensando mientras recoge hojas para un "proyecto" de su abuelo)
"Esto está bien... pero no puedo dejar de pensar en lo que vi ayer. ¿Qué era eso? ¿Y por qué tengo la sensación de que me estoy perdiendo algo importante?"

De nuevo, fingió un entusiasmo genuino mientras seguía las instrucciones de su abuelo, pero su mente seguía vagando, atrapada entre el campamento y los misterios que lo rodeaban.

Lincoln caminaba detrás de su abuelo por el sendero del bosque, con una ligera sonrisa en su rostro. Aunque no era fanático de las actividades del campamento, había algo en estar con Leonardo que hacía que todo pareciera diferente. Mientras su abuelo hablaba emocionado sobre las plantas comestibles que podían encontrar entre los arbustos y los árboles, Lincoln no podía evitar sentir que todo ese conocimiento, que para su abuelo era fascinante, para él ya era viejo y aburrido. Después de todo, había leído mucho sobre la naturaleza en sus libros y visto más que suficiente en documentales. Todo lo que su abuelo decía ya lo sabía de memoria.

Leonardo: (apuntando a una planta)
"¡Mira, Lincoln! Esta es la ortiga, ¡es fantástica para hacer té! Aunque, debes tener mucho cuidado con sus hojas, porque te pican si no las tratas bien."

Lincoln: (sonriendo, pero visiblemente aburrido)
"Sí, abuelo. Ya sé... Ortigas. Las he visto en varios libros. Son útiles para hacer infusiones y también para algunas recetas. No es nada nuevo."

Leonardo: (riendo, sin notar el tono de Lincoln)
"¡Eso es lo que me gusta de ti, muchacho! Siempre estás aprendiendo, ¡siempre tan informado!"

Aunque sus palabras eran amables, Lincoln ya sentía que podía hacer este tipo de actividades con los ojos cerrados. En lugar de aburrirse en silencio, decidió poner un poco de esfuerzo en la conversación para que su abuelo no notara que su entusiasmo no era genuino.

Lincoln: (forzando un tono animado)
"¡Claro, abuelo! ¡Nada como aprender cosas nuevas! Siempre hay algo que uno puede aprender de la naturaleza, ¿verdad?"

Leonardo: (entusiasta)
"¡Exactamente, Lincoln! La naturaleza siempre tiene algo nuevo para enseñarnos. Y, mira, eso nos lleva a nuestro siguiente reto: ¡el taller de supervivencia! Hoy vamos a construir un refugio con ramas y hojas. ¡Te va a encantar!"

Aunque Lincoln ya sabía cómo construir refugios improvisados (había aprendido lo básico en sus años de lectura y en algunos campamentos escolares), le gustaba ver a su abuelo tan emocionado por algo que, para él, era casi de rutina. No podía negar que, a pesar de su falta de interés por las actividades del día, la compañía de su abuelo lo hacía sentirse bien. Había algo en la forma en que Leonardo lo guiaba, explicaba y se aseguraba de que lo pasara bien. Para él, esas pequeñas cosas lo hacían sentir especial.

Lincoln: (mientras recoge ramas con una ligera sonrisa)
"Supongo que será divertido. Me imagino que lo que más importa es pasar tiempo juntos, ¿no?"

Leonardo: (mirando a Lincoln con una sonrisa cálida)
"Exactamente, muchacho. No importa tanto lo que hagamos, lo que importa es que estemos juntos. Este campamento ha sido mi vida durante muchos años, y ahora me alegra compartirlo contigo. Es algo que siempre recordarás."

Lincoln: (internamente sonriendo, pero no diciendo nada)
"Es cierto... No importa tanto si ya sé todo esto. Estar con él lo hace todo más interesante."

Ambos se agacharon juntos para construir un refugio improvisado usando ramas caídas, hojas grandes y cualquier cosa que el bosque les ofreciera. Aunque Lincoln ya sabía cómo hacerlo, disfrutaba viendo a su abuelo con una sonrisa de satisfacción mientras demostraba sus habilidades y le explicaba lo que debía hacer. Cada palabra de Leonardo, aunque repetitiva, parecía tener una energía especial cuando la decía con tanto entusiasmo. Lincoln se dio cuenta de que, aunque esas actividades no fueran lo que más le emocionaba, no le importaba tanto. Estar con su abuelo, aprendiendo algo que ya sabía, le traía una sensación de bienestar que no podía explicar del todo.

Leonardo: (con una mirada satisfecha mientras miraba el refugio que construyeron)
"¡Mira eso! ¡Un refugio de verdad, hecho con nuestras propias manos! Estoy orgulloso de ti, Lincoln."

Lincoln: (sonriendo genuinamente, aunque no era su actividad favorita)
"Está genial, abuelo. Si hubiera sido solo por mí, no habría tenido tanto entusiasmo... pero, como dices, la compañía lo hace todo más interesante."

Leonardo: (mirando a Lincoln con cariño)
"¡Eso es, muchacho! La compañía es lo que hace que la vida sea especial. Y para nosotros, todo esto es más que un campamento. Es una tradición."

Lincoln, al escuchar esas palabras, sintió cómo una calidez lo invadía. No importaba si sabía o no lo que su abuelo le estaba enseñando. Lo que realmente importaba era ese momento, esa conexión. Al final del día, lo que verdaderamente le gustaba era pasar tiempo con su abuelo, haciendo cosas que, aunque simples, se sentían especiales porque las compartía con alguien importante.

Lincoln: (en voz baja para sí mismo, sonriendo mientras miraba a su abuelo)
"Sí... esto es lo que importa. No las actividades, sino quién las comparte conmigo."

Y en ese instante, todos sus pensamientos sobre lo aburrido que era todo se desvanecieron. Estar con su abuelo lo hacía todo más valioso, sin importar lo sencillo que fuera.

Mientras Lincoln y su abuelo Leonardo continuaban con las actividades del campamento, Leonardo comenzó a notar algo peculiar. Aunque las tareas de supervivencia, como construir un refugio improvisado y encender una fogata, eran algo que había enseñado a muchos jóvenes a lo largo de los años, nunca había visto a un chico tan joven como Lincoln con tanta destreza y naturalidad al hacerlas.

Leonardo: (observando a Lincoln mientras coloca con destreza ramas y hojas para la fogata)
"Vaya, Lincoln, no me esperaba que lo hicieras tan rápido. ¡Estás haciendo esto como un experto!"

Lincoln: (sonriendo mientras encendía la fogata)
"¿De verdad, abuelo? Solo se trata de practicar un poco. He leído mucho sobre estas cosas, pero... no es tan complicado cuando sabes cómo hacerlo. Aunque... debo admitir que es más divertido hacerlo contigo."

Leonardo se quedó mirando a su nieto con una expresión de sorpresa. Lincoln había aprendido, no solo lo que él le había enseñado hasta ahora, sino también cosas que no le había compartido. Era como si estuviera más allá de su nivel, y eso lo sorprendió, ya que Lincoln siempre había sido el tipo de chico que parecía más interesado en libros que en actividades físicas. Sin embargo, aquí estaba, demostrando una habilidad natural y una calma asombrosa para llevar a cabo todas esas tareas del campamento con una facilidad que solo podría asociarse con alguien mucho más experimentado.

Leonardo: (frunciendo el ceño y observando a Lincoln de cerca)
"Esto no es solo por práctica, Lincoln... Tienes una habilidad natural para esto. ¿Cómo es que sabes tanto? ¡No te me digas que aprendiste todo esto solo con libros!"

Lincoln: (riendo nerviosamente, dándole un toque de humor)
"Eh, no te preocupes, abuelo. Nada raro. Solo... a veces veo videos en internet y leo algunos libros de supervivencia, ¿sabes? Cosas que uno aprende cuando tiene mucho tiempo libre. Pero realmente, para ser honesto, no es tan difícil. Como dije, siempre es más divertido hacerlo contigo."

Leonardo se rió, aunque aún estaba un poco asombrado. Miraba a Lincoln con una mezcla de orgullo y curiosidad. No sabía cómo su nieto había llegado a tener tanto conocimiento, pero algo en su forma de ser, su calma y destreza natural, lo dejaba claro: Lincoln no solo estaba aquí para pasar el tiempo con él, sino que realmente lo disfrutaba, y había aprendido a hacer las cosas por su cuenta, de una manera que sorprendía a su abuelo.

Leonardo: (sonriendo, aunque con una mirada pensativa)
"Creo que subestimé lo que sabías, Lincoln. Eres más que un chico curioso. Pareces saber lo que estás haciendo, y lo haces con una facilidad que no esperaba. Pero, lo que más me impresiona es que sigues siendo el mismo chico, el Lincoln que conozco, sin cambiar."

Lincoln: (sonriendo y levantando las cejas con una expresión traviesa)
"¿Qué puedo decir? Quizá he aprendido algunas cosas nuevas, pero al final del día, soy el mismo chico que se divierte construyendo refugios y encendiendo fogatas... Solo que ahora con más habilidades para hacerlo."

Leonardo no pudo evitar sonreír ampliamente al escuchar eso. Había algo increíblemente reconfortante en ver a Lincoln siendo tan genuino y natural, como si nada hubiera cambiado. Aunque su nieto había demostrado una habilidad sobresaliente, lo que realmente lo hacía especial era su forma de ser, su autenticidad. Aunque parecía un joven sabio por su conocimiento, seguía siendo el Lincoln de siempre: un chico que disfrutaba del tiempo con su abuelo, sin importar lo que estuvieran haciendo.

Leonardo: (con una sonrisa satisfecha)
"Eso es lo que me gusta de ti, Lincoln. No importa cuántas cosas aprendas o cuán increíble te pongas... sigues siendo ese chico que se preocupa por su familia y disfruta de lo sencillo. No has cambiado."

Lincoln: (mirando a su abuelo con cariño)
"Gracias, abuelo. Lo aprecio. Realmente me alegra pasar tiempo contigo. Aunque estas actividades no sean lo más emocionante para mí, lo importante es lo que compartimos."

Leonardo observó a su nieto con una mirada orgullosa y pensativa. Era cierto, Lincoln seguía siendo el mismo chico que había llegado al campamento, pero algo en él había cambiado. No solo por el conocimiento y la destreza que había demostrado, sino por la madurez y la forma en que valoraba los momentos simples con su abuelo. Y a pesar de todo lo que sabía, de todas las cosas que ya había aprendido, Lincoln aún sabía lo más importante: disfrutar del tiempo juntos.

Leonardo: (pateando suavemente la tierra cerca de la fogata y mirando a Lincoln)
"Sabes, Lincoln, no importa cuán grande o pequeño sea el desafío, lo que realmente importa es el viaje. Y este viaje que estamos haciendo juntos, me hace muy feliz."

Lincoln: (mirando a su abuelo con una sonrisa sincera)
"Estoy de acuerdo, abuelo. A veces los mejores momentos son los más simples."

Y mientras la luz del fuego iluminaba sus rostros, el tiempo parecía ralentizarse, y Lincoln se dio cuenta de que, a pesar de todas las cosas que podía hacer y todo lo que sabía, lo que realmente importaba era el estar aquí, en este momento, con la persona que más quería.

Después de un día lleno de actividades y momentos compartidos con su abuelo, Lincoln sentía que el cansancio comenzaba a invadirlo, pero algo más estaba en su mente: la extraña luz verde que había visto la noche anterior. Aunque no quería admitirlo, la curiosidad lo estaba consumiendo, y no podía dejar de pensar en lo que había encontrado en el lago. Sin saber bien por qué, sentía que tenía que regresar, aunque no le dijera nada a Leonardo. A pesar de que la razón seguía siendo un misterio, no podía sacarse la idea de la cabeza.

Lincoln: (acercándose a su abuelo, intentando no mostrar demasiada emoción)
"Eh, abuelo... voy a dar una vuelta por el lago. Solo quiero dar un vistazo, ya sabes, ver el paisaje o algo por el estilo. Prometo que no estaré mucho tiempo."

Leonardo lo miró con una ligera sonrisa, como si lo hubiera escuchado antes. Sabía que Lincoln disfrutaba de la tranquilidad del lago, aunque no estaba completamente seguro de lo que realmente quería hacer. Sin embargo, confiaba en él.

Leonardo: (sonriendo de manera relajada)
"Está bien, Lincoln, pero no te alejes demasiado. La oscuridad puede ser traicionera por aquí. Y recuerda, tienes que volver antes de que oscurezca."

Lincoln: (asintiendo rápidamente, ya sintiendo la emoción dentro de él)
"Lo prometo, abuelo. No te preocupes."

Lincoln caminó hacia el sendero que lo llevaba al lago, sus pasos rápidos, pero tratando de no mostrar su ansiedad. A medida que se acercaba al lugar donde había visto la luz, su mente no dejaba de dar vueltas. ¿Qué era esa luz verde? ¿Por qué se sentía tan atraído por ella? Y por qué no podía olvidarla, aunque intentara racionalizarlo? La curiosidad, esa fuerza invisible, parecía ir ganando terreno en su interior. Aunque intentaba mantener la calma y racionalizar que no era gran cosa, no podía dejar de pensar en las posibilidades.

A medida que se acercaba al lago, la luz parecía más brillante, casi como si estuviera esperándolo. De repente, esa sensación de lo desconocido lo envolvió por completo. No solo estaba observando la luz; parecía estar siendo absorbido por ella, como si algo en su interior le dijera que debía saber más, que debía entender qué era aquello que brillaba en el agua.

Se detuvo por un momento y contempló la luz verde en el horizonte, su intensidad crecía poco a poco, como si estuviera reconociendo su presencia. No, esto no es una alucinación. Es real, y ahora está más cerca de lo que pensaba. Lincoln trató de pensar con claridad, de preguntarse por qué no podía simplemente dar la vuelta y regresar con su abuelo. Pero la tentación era demasiado fuerte, y la curiosidad lo empujaba a seguir adelante.

Lincoln: (pensando para sí mismo, con la mente llena de dudas y preguntas)
"Es solo un vistazo, no hace daño. Solo quiero saber qué es... tal vez es solo mi imaginación, pero... algo me dice que no puedo dejarlo así."

Finalmente, la curiosidad pudo más que su prudencia. Se adentró en el agua con paso firme, acercándose cada vez más a la fuente de la luz. Su corazón latía con fuerza, y la sensación de que algo importante estaba a punto de suceder lo invadió. No podía explicar qué lo estaba atrayendo, pero el pensamiento de alejarse se desvaneció tan pronto como llegó cerca de la luz.

Lincoln: (dándose cuenta de que ya no podía retroceder)
"¿Qué diablos estoy haciendo?"

Pero a pesar de sus dudas, ya no podía detenerse. La luz verde parecía tener un poder misterioso sobre él, algo que lo instaba a descubrir más, a desentrañar el misterio que se encontraba frente a él. No podía escapar de esa sensación, esa necesidad de descubrir qué había debajo del agua, de desvelar la verdad. Y antes de que pudiera pensarlo más, la luz lo absorbió completamente, y todo se oscureció.

La curiosidad de Lincoln, que al principio había sido solo una chispa, ahora era un fuego que no podía apagarse. Estaba a punto de descubrir algo que cambiaría su vida para siempre.

Lincoln se sumergió en el agua fría del lago, que se sentía aún más helada que la última vez que había entrado. Cada brazada lo acercaba más al lugar donde la luz verde parecía emerger del agua. Su respiración se volvía más agitada, y la curiosidad lo empujaba hacia adelante, mientras el musgo y la suciedad flotaban a su alrededor. El agua le llegaba hasta la cintura, y su mirada se fijaba en un objeto en el fondo, parcialmente cubierto por algas y sedimentos.

A medida que se acercaba, pudo ver mejor lo que estaba allí: una cápsula de metal oxidada, con marcas de corrosión y suciedad pegada a su superficie. Parecía antigua, tan vieja que el paso del tiempo había dejado huellas de su abandono. Era difícil saber cuánto tiempo llevaba allí, pero Lincoln podía adivinar que llevaba muchos años sumergida en el agua. El extraño brillo verde provenía de esa cápsula, y su curiosidad lo empujó a acercarse más, a tocarla.

Con un suspiro de esfuerzo, Lincoln hundió sus dedos en las grietas del metal y comenzó a apartar las algas y el lodo que cubrían la tapa. El agua estaba fría y densa, pero con determinación, Lincoln siguió despejando el objeto hasta que la tapa quedó parcialmente expuesta. Era una tapa de metal grueso, con símbolos extraños que nunca había visto antes. Con ambas manos, Lincoln empujó la tapa, que cedió con un ruido metálico, como si estuviera rompiendo el silencio de siglos de inmovilidad.

En el momento en que la tapa se abrió, un resplandor verde brillante emergió de dentro de la cápsula, iluminando todo a su alrededor. Lincoln retrocedió un poco, cegado por la luz, pero su curiosidad era más fuerte que su miedo. Agachándose nuevamente, miró dentro de la cápsula y vio algo más que el resplandor: un reloj, con un diseño que parecía de otro mundo. La estructura del reloj era completamente diferente a todo lo que Lincoln había visto. No tenía números, y sus bordes eran afilados, como si fueran parte de una tecnología desconocida. El objeto parecía brillar con una luz propia, y su superficie tenía una textura metálica que parecía vibrar suavemente en el agua.

Lincoln: (susurrando, con asombro)
"¿Qué... es esto?"

Extendió su mano hacia el reloj, sin pensarlo dos veces. Justo cuando sus dedos estaban a punto de tocar el objeto, algo extraño ocurrió: el reloj, como si tuviera vida propia, saltó hacia él. Antes de que Lincoln pudiera reaccionar, el reloj se pegó a su brazo con un sonido sordo, como si estuviera imantado a su piel. Lincoln se quedó paralizado por un instante, mirando fijamente el objeto que ahora estaba adherido a su brazo.

Lincoln: (intentando quitarse el reloj, con voz nerviosa)
"¡Hey! ¿Qué está pasando? ¡Quítate de aquí!"

Trató de arrancarse el reloj, pero no importaba cuánto tirara de él, el reloj permanecía pegado a su piel. La luz verde brillaba intensamente y parecía envolverse a su alrededor. Lincoln, con una mezcla de miedo y desconcierto, continuó luchando, pero no podía librarse de él.

De repente, el reloj emitió un suave pitido, y un botón en la parte superior del reloj comenzó a brillar con una silueta de un extraño símbolo. El pitido se hizo más fuerte y, sin que Lincoln pudiera hacer nada, su brazo comenzó a sentirse caliente, casi como si se estuviera incendiando. La luz del reloj se intensificó, y, antes de que pudiera comprender lo que estaba pasando, un cambio radical comenzó a ocurrir.

Lincoln: (gritando, con voz angustiada)
"¡No! ¡Esto no es lo que quería! ¿Qué me está pasando?"

Su cuerpo comenzó a temblar. Un calor abrasante recorrió su piel mientras sus músculos se expandían y su piel se tornaba dura como piedra. Sintió una energía poderosa y salvaje invadir su ser, pero no podía detenerla. Las rocas comenzaron a formarse sobre su cuerpo, cubriéndolo de forma irregular. Su piel adquirió una textura rugosa y de un color grisáceo, como si estuviera convirtiéndose en una mezcla de piedra y magma. Las llamas comenzaron a salir de sus brazos y de su espalda, mientras su cuerpo se transformaba en una forma rocoso. Su rostro se deformaba, cubriéndose de una capa dura de roca.

Lincoln: (gritando con desesperación)
"¡Ahhh! ¡Me estoy quedando... no puedo detenerlo!"

El reloj en su brazo brillaba aún más intensamente, como si estuviera alimentando la transformación. La sensación de calor se volvió casi insoportable, pero no podía hacer nada para detenerlo. Las llamas brotaban con fuerza, mientras la roca se adhería a su cuerpo, envolviéndolo por completo. Lincoln intentó mover su brazo, pero ahora parecía mucho más pesado, como si estuviera cargando con todo el peso de las rocas y el fuego a su alrededor.

Lincoln: (tratando de respirar, con voz ronca)
"¡No... puedo... ¡controlarlo!"

El reloj continuaba emitiendo esa luz cegadora, mientras el cuerpo de Lincoln tomaba una forma completamente nueva. Estaba transformado en una especie de ser rocoso y llameante, su piel ahora parecía de lava solidificada, y sus ojos brillaban con intensidad. Aunque la transformación era abrumadora, Lincoln se sintió más fuerte que nunca. Su visión se agudizó y podía sentir cómo la energía fluía a través de su cuerpo. Sin embargo, el miedo seguía apoderándose de él, ya que no sabía cómo controlar lo que acababa de suceder.

Lincoln: (gritando mientras el reloj zumbaba más fuerte)
"¡¿Qué me está pasando?! ¡Esto es demasiado...!"

Con cada palabra, su cuerpo parecía reaccionar aún más al reloj, adaptándose a la transformación de manera incontrolable. Lincoln se dio cuenta de que ya no era el chico que había sido momentos antes. Ahora, con el cuerpo cubierto de roca y fuego, debía enfrentarse a algo completamente nuevo, algo que ni siquiera él entendía. El reloj en su brazo seguía brillando y pulsando, como un faro de energía que conectaba todo en él.

Lincoln: (murmurando, con una mezcla de asombro y miedo)
"Esto... no es lo que pensaba. No sé cómo volver atrás. ¿Y si... nunca puedo ser normal de nuevo?"

Lincoln, en su estado transformado, observó con una mezcla de asombro y temor cómo su cuerpo rocoso y llameante brillaba con intensidad. La sensación de calor aún le recorría todo el cuerpo, pero algo extraño le pasó por la mente: no me estoy quemando. Había estado tan centrado en su transformación que no había reparado en ese pequeño detalle. En algún lugar en su interior, una sensación de alivio se asomó, pero también la preocupación comenzó a crecer en su pecho.

Lincoln: (pensando, con una voz preocupada en su mente)
"Debe ser porque todo esto está controlado por el reloj... pero tengo que tener cuidado. Si no, podría prender fuego a todo el bosque."

Estaba consciente de la energía que emanaba de él y de lo fácil que podría ser provocar un desastre. Los árboles a su alrededor, la maleza del suelo, todo parecía estar al alcance de una llama descontrolada. Aunque sus llamas no le quemaban, Lincoln sabía que el calor era lo suficientemente fuerte como para prender fuego a las hojas secas y las ramas cercanas. Necesito mantener la calma, se dijo a sí mismo.

Sin embargo, mientras miraba sus brazos, notó cómo una de las llamas que salían de su cuerpo comenzó a moverse por sí sola, más alta y brillante que antes. En un parpadeo, la llama comenzó a extenderse más allá de su control. Lincoln intentó alejarse rápidamente, pero el fuego siguió su curso, sin detenerse. En cuestión de segundos, una de las ramas cercanas se prendió, iluminándose con una intensidad alarmante.

Lincoln: (gritando)
"¡No! ¡Esto no! ¡Apágate!"

Corrió hacia la rama en llamas con la esperanza de apagarla de alguna forma, pero a medida que se acercaba, vio cómo la pequeña chispa crecía rápidamente, propagándose al resto de las hojas secas que cubrían el suelo del bosque. El fuego se alimentaba de la vegetación con velocidad, extendiéndose hacia otros árboles. Lincoln intentó con desesperación controlarlo, pero parecía que las llamas seguían un camino propio, como si fueran una extensión de su propio poder descontrolado.

Lincoln: (gritando mientras ve cómo el fuego avanza)
"¡Esto no puede estar pasando! ¡¿Cómo lo detengo?!"

El calor a su alrededor era insoportable. El fuego se elevaba hacia el cielo, iluminando el bosque con una luz roja y cálida, como si estuviera viviendo una pesadilla en cámara lenta. Lincoln se quedó paralizado por un instante, observando cómo la vegetación comenzaba a ceder ante las llamas, pero entonces, con un golpe de adrenalina, recordó algo.

Lincoln: (pensando rápidamente)
"¡El agua! ¡Puedo controlarlo con el agua!"

Aceleró hacia el lago, corriendo lo más rápido que podía, y al llegar a la orilla, se sumergió en el agua sin pensarlo. Al entrar, la sensación fría le dio un respiro momentáneo, pero la preocupación por lo que había dejado atrás lo siguió. Miró hacia atrás, observando el bosque ardiendo mientras el agua rodeaba su cuerpo. Su mirada era una mezcla de frustración y miedo.

Lincoln: (murmurando, con temor)
"Esto no puede seguir así. ¿Qué hago ahora?"

El reloj en su muñeca brilló débilmente, como si estuviera esperando una señal, pero Lincoln no sabía qué hacer con él. La frustración lo llenaba, y sentía la presión de la responsabilidad sobre sus hombros, aún cuando ni él mismo comprendía todo lo que estaba sucediendo.

El fuego seguía extendiéndose lentamente, y Lincoln sabía que debía actuar rápidamente, no solo por él, sino también por todo lo que estaba a su alrededor.

Fin del capítulo

Que les pareció

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top