aprendiendo a usar el onmitrix
Dos días después del enfrentamiento, Lincoln y Leonardo se encontraban observando el bloque de hielo donde Six Six estaba atrapado, completamente congelado. El cazador estaba tan inmóvil como el primer día, sin mostrar signos de derretirse, a pesar de las variaciones de temperatura que deberían haber comenzado a afectarlo.
Lincoln (frunciendo el ceño mientras lo observa):
"¿Cuánto tiempo va a durar así? Este tipo no se derrite ni un poco... ¿acaso lo hice demasiado bien?"
Leonardo (mientras revisa el bloque de hielo con una mirada pensativa):
"No lo sé, Lincoln... es raro. Pensé que el hielo se derretiría con el tiempo, especialmente con el calor del día. Pero parece que algo está evitando que se derrita. Es como si el hielo estuviera... congelado por completo, más allá de lo normal."
Lincoln (en tono curioso):
"¿Es posible que mi poder con el Omnitrix esté haciendo esto? No parece normal. Y no quiero imaginarme lo que pasará si eso se rompe o algo."
Leonardo (rascándose la cabeza, preocupado):
"Lo peor sería que se descongelara de golpe, y luego tendríamos que enfrentarnos a un alienígena completamente libre otra vez. Y no quiero pensar en lo que podría pasar si Six Six se entera de todo lo que ha pasado."
Lincoln suspiró, observando la figura congelada en el bloque de hielo, casi como si estuviera en una cápsula de hibernación. No podía dejar de preguntarse cuán duradero era este "bloqueo", si en realidad estaba controlado por sus poderes o si había alguna otra razón.
Lincoln (pensativo):
"Bueno, si no se está derritiendo... tal vez pueda permanecer así por un tiempo. Pero el Omnitrix... ese reloj, me preocupa. ¿Qué más puede hacer?"
Leonardo (mirando a su nieto, con una sonrisa nerviosa):
"Lo importante es que, por ahora, está fuera de combate. Y espero que no tengamos que encontrarlo de nuevo, porque no me gustaría que te metieras en más líos, Lincoln."
Lincoln (asintiendo mientras mira al Omnitrix en su brazo):
"Sí... pero no puedo evitarlo, abuelo. Esto es solo el comienzo. No sé qué más va a traer el futuro, pero... tengo que estar preparado."
El silencio se apoderó de ellos por un momento, mientras ambos observaban el bloque de hielo. Lincoln sentía una extraña mezcla de temor y emoción al saber que su vida, a partir de ahora, estaría ligada a algo mucho más grande que él. Pero, por más que quisiera ignorarlo, el reloj en su brazo era un recordatorio constante de lo que estaba por venir.
Finalmente, Leonardo suspiró y dio un paso atrás.
Leonardo:
"Vamos a dejarlo por ahora. Ya tendremos tiempo de pensar en eso. Por ahora, deberíamos regresar a la cabaña y ver si podemos encontrar algo para comer. A este ritmo, me estoy quedando sin ideas."
Lincoln (sonriendo un poco):
"¡Claro! Pero la próxima vez, prometo que no voy a terminar congelando a nadie más, aunque... no sé, tal vez tenga que practicar mi control sobre el poder del Omnitrix."
Ambos se alejaron del bloque de hielo, pero no sin una última mirada preocupada al cazador congelado. El futuro seguía siendo incierto, pero por ahora, Lincoln sabía que tenía que estar preparado para lo que vendría, y que, de alguna forma, tendría que controlar la nueva fuerza que había adquirido.
En la cabaña, Lincoln y Leonardo estaban sentados junto a una pequeña mesa improvisada. El Omnitrix brillaba débilmente en el brazo de Lincoln mientras él lo miraba con una mezcla de curiosidad y determinación.
Lincoln (rompiendo el silencio):
"Abuelo, creo que necesito aprender a usar esto."
Leonardo (mirándolo con seriedad):
"¿Estás seguro, Lincoln? Ese reloj ya nos metió en problemas. ¿Y si aprender a usarlo significa más riesgos?"
Lincoln (suspirando y cruzándose de brazos):
"Lo sé, pero piensa en lo que ya pasó. Primero, estaba atrapado en mi brazo. Después, me transformé en esas cosas... Rath, el alien de fuego, y el otro que se hizo intangible. Y luego vino ese cazador alienígena, Six Six. Abuelo, esto no va a parar solo porque lo ignore."
Leonardo (inclinándose hacia adelante, con expresión pensativa):
"Tienes razón en algo: no parece que estos problemas vayan a desaparecer por sí solos. Pero, Lincoln, aprender a usarlo... ¿cómo? No tenemos ni idea de lo que realmente hace ese aparato."
Lincoln (con un toque de determinación en su voz):
"No lo sé. Pero si voy a estar atrapado con esto, prefiero no ser un peligro para todos los demás. Si puedo controlarlo, tal vez pueda evitar que algo como el incendio del bosque vuelva a pasar."
Leonardo suspiró y se quedó en silencio unos momentos. Miró a Lincoln, notando cómo su nieto había cambiado en tan poco tiempo. Había algo diferente en él: una mezcla de responsabilidad y madurez que lo hizo sentir orgulloso, pero también preocupado.
Leonardo:
"Bueno, supongo que no puedo detenerte si ya decidiste hacerlo. Pero escucha, Lincoln, si vamos a hacer esto, no será a lo loco. Necesitamos un plan. No quiero que termines lastimándote... o peor."
Lincoln (sonriendo un poco):
"¿Entonces estás de acuerdo?"
Leonardo (levantando las manos en rendición):
"Estoy de acuerdo... con muchas dudas. Pero si esto significa que puedes mantenerte a salvo y evitar más problemas, entonces vale la pena intentarlo."
Lincoln (con una expresión aliviada):
"Gracias, abuelo. En serio, lo digo en serio. No sé qué haría sin tu apoyo."
Leonardo se levantó y colocó una mano en el hombro de Lincoln, dándole un apretón firme.
Leonardo:
"Vamos a hacerlo juntos, Lincoln. Pero recuerda, este reloj no define quién eres. Tú sigues siendo el chico Loud que siempre he conocido. Y pase lo que pase, no olvides eso."
Lincoln (con una sonrisa confiada):
"Lo prometo, abuelo."
Ambos se quedaron un momento en silencio, pero esta vez no era incómodo. Era un entendimiento mutuo de que lo que venía sería difícil, pero estaban juntos en esto. Leonardo sabía que no podía detener a Lincoln, y Lincoln sabía que ahora tenía una responsabilidad mucho más grande en sus manos... literalmente.
Lincoln estaba sentado en un tronco frente al Omnitrix, girando la esfera con cuidado mientras Leonardo lo observaba desde la puerta de la cabaña, brazos cruzados y con una mezcla de curiosidad y preocupación.
Leonardo:
"¿Estás seguro de que es buena idea seguir presionando ese aparato, Lincoln?"
Lincoln (con una sonrisa nerviosa):
"Bueno, abuelo... mejor entender cómo funciona que seguir transformándome por accidente, ¿no crees?"
Leonardo:
"Solo espero que esta vez no destruyas nada... ni actives otro incendio."
Lincoln rió nerviosamente antes de presionar el Omnitrix. El reloj emitió un leve zumbido y una luz verde iluminó el área. Un segundo después, Lincoln desapareció en un destello brillante.
Cuando la luz se desvaneció, Leonardo miró hacia donde estaba Lincoln y lo encontró... transformado en algo completamente diferente. Era pequeño, con un cuerpo blanco y ojos azul brillante que parecían brillar incluso bajo la luz del día.
Lincoln (mirándose las manos, sorprendido):
"¡Wow! ¿Qué soy ahora? Esto es... ¡tan raro!"
Se paró sobre el tronco y comenzó a caminar de un lado a otro, moviendo sus extremidades pequeñas y notando que se sentía increíblemente ligero.
Leonardo (arqueando una ceja):
"Pareces un... ¿robot de juguete? ¿Un gremlin tecnológico? No sé qué es eso, pero no me da buena espina."
Lincoln (ignorando el comentario):
"¡Es increíble! Mira, soy tan pequeño, pero... ¡parece que tengo mucha energía!"
En su entusiasmo, Lincoln abrió la boca para hablar nuevamente, pero en lugar de palabras, un potente grito sónico salió disparado. El sonido fue tan fuerte que Leonardo salió volando hacia atrás, cayendo sobre un montón de hojas secas.
Leonardo (tapándose los oídos):
"¡Por el amor de... Lincoln, ¿qué rayos fue eso?!"
Lincoln (mirando sus propias manos, horrorizado):
"¡¿Yo hice eso?! ¡Abuelo, lo siento mucho! No sabía que podía gritar así. Fue un accidente, ¡lo juro!"
Leonardo se levantó lentamente, todavía sacudiendo la cabeza para recuperar el equilibrio.
Leonardo:
"Bueno, al menos sé que tus pulmones de alienígena funcionan a la perfección. Pero, Lincoln, ¡cuidado con activar eso otra vez! Mis oídos no están hechos para esas cosas."
Lincoln (frotándose la nuca):
"Sí, claro, abuelo. Lo siento. De verdad, no volverá a pasar... creo."
Intentó hablar más bajo, pero al mover sus manos nuevamente, activó otro pequeño grito sónico, lo suficiente como para hacer vibrar el tronco donde estaba parado.
Leonardo (sujetando su sombrero, ahora completamente molesto):
"¡Lincoln! ¡Controla ese grito antes de que hagas volar la cabaña!"
Lincoln (haciendo un gesto nervioso con las manos):
"¡Estoy intentando! Es que es como... como si mi voz tuviera súperpoderes ahora. ¡Esto es demasiado loco!"
Leonardo suspiró profundamente mientras Lincoln trataba de mantener la calma.
Leonardo:
"Escucha, pequeño gremlin chillón, antes de que hagas más daño, ¿por qué no intentas apagar ese Omnitrix y vuelves a ser normal? Al menos hasta que entiendas qué demonios estás haciendo."
Lincoln asintió rápidamente y comenzó a presionar frenéticamente el Omnitrix. Después de unos segundos, se destransformó y volvió a ser el mismo Lincoln de siempre, aunque con una cara llena de culpa.
Lincoln (mirando a su abuelo):
"Lo siento, abuelo. Quizás no estoy tan listo para esto como pensé."
Leonardo (colocándole una mano en el hombro):
"Lincoln, esto va a ser un largo camino, pero lo superaremos juntos. Solo... por favor, la próxima vez avísame antes de gritar como una sirena, ¿de acuerdo?"
Ambos rieron mientras el bosque volvía a la calma, aunque Leonardo seguía pensando en lo peligroso y emocionante que sería vivir con un Omnitrix en la familia.
Lincoln, decidido a entender mejor el Omnitrix, se encontraba nuevamente frente al dispositivo. Su abuelo Leonardo, de brazos cruzados, lo miraba con una mezcla de resignación y curiosidad.
Leonardo:
"¿De verdad vas a intentar transformarte otra vez? Después de lo que pasó con el alien chillón y el gato loco, ¿no aprendiste nada, chico?"
Lincoln (con una sonrisa nerviosa):
"Abuelo, si no lo intento, nunca sabré cómo controlar esto. Esta vez seré más cuidadoso, lo prometo."
Leonardo suspiró y se dejó caer en un tronco cercano.
Leonardo:
"Está bien, pero si rompes algo más o provocas otro incendio, tú limpias los desastres. No me busques para excusas."
Lincoln asintió con determinación y presionó el Omnitrix. Un destello verde envolvió su cuerpo, y cuando la luz se desvaneció, su forma había cambiado por completo.
Leonardo (frunciendo el ceño):
"¿Qué demonios es esto ahora...?"
Lincoln miró sus manos, ahora pequeñas y pegajosas, y luego su reflejo en una ventana rota de la cabaña. Su piel era verde y con manchas amarillas, sus ojos eran grandes y redondos, y su cuerpo parecía más pequeño y rechoncho de lo habitual.
Lincoln (con incredulidad):
"¿Qué... soy ahora? ¡Parezco un cruce entre una rana y una bolsa de vómito!"
Leonardo (riendo a carcajadas):
"¡Ja! No puedo tomar esto en serio. Pareces... no sé, un extraterrestre que se comió demasiado y está a punto de explotar."
Lincoln (ofendido):
"¡Oye! No soy tan malo... creo."
Mientras Leonardo seguía riendo, Lincoln comenzó a moverse lentamente, intentando entender las habilidades de este nuevo alienígena. De repente, sintió un retortijón extraño en el estómago.
Lincoln (poniéndose nervioso):
"Espera, ¿qué es este... oh no, no puede ser bueno!"
Sin querer, Lincoln abrió la boca y lanzó un chorro de una sustancia viscosa y ácida que aterrizó justo frente a Leonardo, derritiendo parte de un tronco.
Leonardo (dando un salto hacia atrás):
"¡¿Qué rayos fue eso?! ¡Lincoln, ten más cuidado!"
Lincoln (mirando el desastre):
"¡No sé cómo lo hice! ¡Creo que puedo disparar vómito ácido!"
Leonardo (cruzándose de brazos):
"Fantástico. Ahora no solo te transformas en cosas raras, sino que también tienes un superpoder que nadie quiere presenciar. Qué útil."
Lincoln, decidido a no darse por vencido, intentó nuevamente controlar sus habilidades. Experimentó un poco, lanzando chorros más pequeños de la sustancia y descubrió que podía dirigirlos con precisión.
Lincoln (emocionado):
"¡Mira esto, abuelo! Puedo derretir cosas con solo apuntar."
Leonardo (con sarcasmo):
"Sí, claro, porque eso no es aterrador en absoluto. Solo prométeme que no harás agujeros en la cabaña, ¿quieres?"
Lincoln intentó caminar más rápido, pero su cuerpo rechoncho lo hacía rebotar torpemente .
Leonardo (riendo otra vez):
"¡Ja! Ahora pareces una pelota de goma. Vamos, chico, ¿de verdad crees que este alien será útil?"
Lincoln (mirando a su abuelo):
"Bueno, puede que no parezca impresionante, pero estoy seguro de que tiene su propósito. ¡Todos los aliens deben tener algo especial!"
De repente, un nuevo retortijón en su estómago hizo que Lincoln disparara otro chorro sin querer, esta vez hacia una pila de herramientas de Leonardo.
Leonardo (gritando):
"¡Lincoln! ¡Eso eran mis alicates favoritos!"
Lincoln (avergonzado):
"Ups... eh, ¿te compro otros?"
Leonardo (gruñendo):
"Solo vuelve a ser tú mismo antes de que destruyas todo el bosque... o lo que queda de mi paciencia."
Lincoln presionó el Omnitrix nuevamente, destransformándose en su forma humana.
Lincoln (rascándose la cabeza):
"Bueno, tal vez este alien no sea tan... útil como pensé. Pero al menos no grité ni provoqué incendios esta vez, ¿no?"
Leonardo (mirándolo con seriedad):
"Sí, claro, porque vomitar ácido es mucho mejor. Pero tienes razón en algo, chico: necesitas aprender a controlar esto, porque si no lo haces, estamos en serios problemas."
Ambos miraron el desorden dejado por el vómito ácido, compartiendo una mezcla de risa y resignación antes de empezar a limpiar.
Claro que que se comió la basura y pedazos de madera (cosa impresionante para Lincoln) Pero el dice que puede pasar solo estoy comiendo.
Lincoln, todavía en su forma alienígena rechoncha (Upchuck), se tambaleaba mientras su estómago hacía ruidos extraños. Su abuelo Leonardo, que lo observaba desde una distancia segura, levantó una ceja con preocupación.
Leonardo:
"¿Qué te pasa ahora? ¿Te tragaste algo raro otra vez?"
Lincoln (con voz agitada):
"Creo... creo que voy a vomitar otra vez... pero se siente diferente."
Leonardo (retrocediendo instintivamente):
"¡Oh no! ¡Ni se te ocurra apuntarme a mí, chico!"
Lincoln, con el rostro alienígena claramente incómodo, de repente recordó que había devorado un tronco por pura curiosidad y hambre hacía unos minutos.
Lincoln (sujetándose el estómago):
"Es que... comí algo... algo grande."
Leonardo (parpadeando incrédulo):
"¿Grande? ¿Qué tan grande, Lincoln?"
Antes de que pudiera responder, Lincoln sintió un impulso incontrolable. Apuntó al cielo instintivamente y abrió la boca, liberando una gran bola de energía brillante.
Lincoln:
"¡Ugh, aquí va!"
La esfera de energía salió disparada a una velocidad increíble, elevándose hacia el cielo y explotando como un pequeño pero impresionante estallido de luz.
Leonardo (boquiabierto):
"¡¿Qué demonios fue eso?!"
Lincoln (jadeando mientras se sostenía el estómago):
"Creo... creo que fue el tronco que me comí... ¡Lo convertí en una especie de energía!"
Leonardo (frotándose las sienes):
"Déjame ver si entiendo esto: ¿te tragaste un tronco entero y luego lo escupiste como un misil de luz? ¡Eso no tiene sentido!"
Lincoln (con una sonrisa nerviosa):
"Bueno, abuelo, nada de esto tiene sentido desde que este reloj se pegó a mi brazo."
Leonardo, aún sorprendido, miró al cielo, donde la explosión de luz se disipaba lentamente, dejando un leve rastro en el aire.
Leonardo (gruñendo):
"Espero que ningún avión haya visto eso, porque si alguien empieza a buscar, tendremos que explicarles por qué estás vomitando explosiones."
Lincoln (mirando sus manos alienígenas):
"Esto es increíble, abuelo. ¡Puedo comer cualquier cosa y convertirla en energía!"
Leonardo:
"Sí, increíblemente aterrador. No quiero ni imaginar lo que pasaría si te tragas algo que no deberías, como una parrilla entera o mi camioneta."
Lincoln (riendo):
"Bueno, no voy a intentarlo... aún."
Leonardo (cruzándose de brazos):
"Escucha, chico, puede que tengas poderes increíbles, pero todavía eres un Loud. Eso significa que cualquier cosa que hagas puede terminar en un desastre. Así que ten cuidado."
Lincoln (asintiendo):
"Sí, abuelo. Aunque... tengo que admitir que fue bastante divertido. ¡Puedo ser como un lanzacohetes viviente!"
Leonardo suspiró profundamente, intentando aceptar lo extraño que se había vuelto su día.
Leonardo:
"Lo único que sé es que este reloj está haciendo que mi vida sea mucho más complicada. ¿Qué sigue? ¿Te transformas en algo que haga agujeros negros?"
Lincoln (riendo nerviosamente):
"Espero que no... pero nunca se sabe con este Omnitrix."
Mientras Leonardo volvía a la cabaña para pensar en cómo manejar la situación, Lincoln permaneció afuera, mirando sus manos y preguntándose qué otras sorpresas le depararía este extraño dispositivo.
Una sala oscura en una nave espacial
La habitación estaba iluminada solo por el resplandor de una pantalla holográfica. Una figura misteriosa se paseaba de un lado a otro, claramente frustrada. Su rostro estaba oculto bajo una capucha oscura, y su voz reverberaba con autoridad mientras observaba el holograma de un mapa del planeta Tierra.
Figura misteriosa (murmurando):
"Esto no puede estar pasando... ¿Por qué no hay señales de Six Six? Se suponía que esta misión era simple. Ese cazador nunca ha fallado antes."
La figura se detuvo, inclinándose sobre el panel de control y apretando un botón. Una transmisión intentó conectarse, pero solo se escuchaba estática.
Figura misteriosa (golpeando la consola):
"¡Responde, Six Six! ¿Qué está pasando allá abajo?"
El holograma parpadeó, mostrando las últimas coordenadas transmitidas por Six Six antes de que se perdiera toda comunicación. La figura frunció el ceño.
Figura misteriosa (con un tono más grave):
"No puede ser... ¿Un simple humano acabó con él? No, imposible. Debe haber algo más en ese planeta... algo que él no anticipó."
La figura comenzó a teclear rápidamente en el panel, revisando los datos recopilados sobre la ubicación de la señal del Omnitrix.
Figura misteriosa (hablándose a sí misma):
"Si Six Six no puede manejar esto, tendré que tomar medidas más drásticas. No puedo permitir que ese dispositivo caiga en las manos equivocadas. Ya fue un error dejarlo tan desprotegido..."
La figura se giró hacia una pantalla secundaria, que mostraba un registro de contratistas y mercenarios. Con un movimiento rápido, seleccionó un nuevo contacto.
Figura misteriosa (con un tono decidido):
"Si no puedo contar con Six Six, entonces enviaré a alguien más... alguien mucho más confiable."
Mientras la transmisión se activaba, un brillo en los ojos de la figura revelaba su creciente desesperación. Aún no se revelaba quién era ni sus verdaderos motivos, pero su determinación de recuperar el Omnitrix era evidente.
Figura misteriosa (murmurando mientras se alejaba del panel):
"No importa cuántos obstáculos aparezcan... Ese reloj será mío, y nada ni nadie podrá detenerme."
La cámara se centró en el holograma, donde el icono del Omnitrix seguía parpadeando en las coordenadas de la Tierra, antes de desvanecerse en estática.
Y dejando en duda quien fue quien contratos a six six?
En el espacio
En el imponente puente de mando, Vilgax, el tirano intergaláctico, se encontraba de pie, mirando un holograma del sistema solar en el que residía la Tierra. La sala estaba llena de sus soldados alienígenas, todos atentos a su líder.
Vilgax (con voz grave y autoritaria):
"Finalmente, una señal del Omnitrix. No importa cuánto tiempo haya pasado... ese dispositivo será mío. ¡Por fin, la galaxia estará bajo mi control absoluto!"
Su voz resonaba en las paredes metálicas de la nave. Los soldados asentían, temerosos de interrumpirlo. Vilgax alzó su brazo hacia el mapa holográfico.
Vilgax (con determinación):
"¿Para qué confiar en mercenarios inútiles? No necesito contratar a nadie. Yo mismo descenderé a ese planeta y reclamaré lo que es mío por derecho."
En una celda reforzada al fondo del puente, Azmuth, el creador del Omnitrix, estaba encerrado en un campo de energía. A pesar de estar cautivo, mantenía su postura calmada y serena.
Azmuth (con voz tranquila):
"Tu confianza sigue siendo tu peor enemigo, Vilgax. Siempre has creído que puedes manejar el Omnitrix, pero ni siquiera comprendes su verdadero propósito."
Vilgax se giró hacia Azmuth con una mirada llena de desprecio.
Vilgax (gruñendo):
"¡Cállate, Azmuth! No necesito tus lecciones moralistas. El Omnitrix es una herramienta de poder, y yo seré el único que lo maneje. Esa pequeña creación tuya será mi arma definitiva."
Azmuth (con una ligera sonrisa):
"¿Y qué planeas hacer, Vilgax? ¿Destruir más planetas? ¿Conquistar más mundos? Siempre el mismo objetivo, siempre la misma ambición ciega."
Vilgax golpeó el campo de energía de la celda, haciéndolo chisporrotear violentamente.
Vilgax (rugiendo):
"¡Esa señal del Omnitrix significa que está activo! No importa dónde se esconda, lo encontraré. Y esta vez, no habrá nadie que se interponga en mi camino."
Azmuth lo observó con una mezcla de compasión y desdén.
Azmuth (con tono sarcástico):
"¿De verdad crees que será tan fácil? Incluso si encuentras el Omnitrix, ¿cómo planeas dominarlo? Ese dispositivo no fue hecho para tus manos destructivas, Vilgax. Está diseñado para alguien digno."
Vilgax (con una sonrisa cruel):
"Ya veremos, Azmuth. Digno o no, el Omnitrix pronto será mío. Prepárate para ser testigo de cómo tu preciosa creación se convierte en el arma más temida del universo."
Vilgax se dio la vuelta, ignorando las palabras de Azmuth.
Vilgax (a su tripulación):
"¡Aumenten la velocidad! ¡Diríjanse al planeta de origen de la señal inmediatamente!"
La nave aceleró, dejando un rastro brillante en el espacio mientras avanzaba hacia la Tierra. Azmuth suspiró y murmuró para sí mismo:
Azmuth (en voz baja):
"Siempre lo mismo contigo, Vilgax. Lo que no sabes es que el Omnitrix ya ha elegido a su portador... y, como siempre, subestimas lo que eso significa."
Mientras la nave se aproximaba al sistema solar, Vilgax no tenía idea de que el Omnitrix ya había sido encontrado por un simple humano en la Tierra, y que pronto se enfrentaría a desafíos que no esperaba.
Fin del capítulo
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top