Gradient vivía con varios complejos que le impedían desenvolverse plenamente con su propia familia y amigos cercanos. Al igual que Error en el pasado, él sufre de ligera hafefobia, tiene glitches, constantemente suele sentir envidia hacia su padre Ink y su hermano Paper por su habilidad para crear, es tremendamente tímido y siente que si toca algo podría destruirlo, aún si no desea hacerlo.

Esa forma de pensar irritaba a Error.

-¿Imaginas lo estresante que sería la vida si no existieran los borradores?- le preguntó a Gradient, aprovechando un ocasión en la que ambos estaban solos.

-¿P-Perdón?-

-Sólo piénsalo, todo tendría que ser jodidamente perfecto al primer intento porque no hay nada que lo corrija. Y eso sería frustrante-

Gradient no contestó y bajó la mirada, pensativo.

-Tal vez sea porque pensaba así cuando aún destruía universos, pero no deberías ver tu habilidad como una maldición- continuó Error, acercándose un poco al menor pero siempre respetando su espacio personal -Míralo como una manera de corregir las cosas y darles una oportunidad de hacerlas mejor-

Aún cuando Error dejó la habitación, Gradient no había borrado la expresión de admiración y asombro de su rostro.

Una tímida sonrisa creció en su boca.

-Gracias, papá-

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Alguien comienza a ser un buen padre(?)