82
Ink estaba recostado en su pecho. Error pasó una de sus manos por la pelvis desnuda del menor, atrayéndolo más y teniéndolo celosamente junto a él.
-Al fin, solos- suspiró el pintor y Error lo miró sorprendido, no creyendo que lo había oído.
El otro pareció notar la sorpresa de su esposo y antes de que dijera algo, lo besó.
-Si cuando regresemos les dices que dije eso, ya verás- le advirtió, divertido. Error sonrió altanero.
Ink pareció querer una segunda ronda, porque luego siguió besándolo mientras se acomodaba sobre él.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top