Ink, por su parte, al ver que Error había desaparecido, empezó a andar hasta donde se hallaba su hijo Gradient. El menor estaba sentado en una silla completamente solo, dibujando algo en una servilleta. Parecía algo frustrado.

Ink se sentó a su lado.

-Es un lindo dibujo- dijo, llamando la atención de su hijo.

-No es muy bueno- declaró, haciendo arrugando la servilleta y guardándola en su bolsillo.

-¿Por qué estás aquí solo?-

-No conozco a nadie-

-Podrías hacer amigos-

-¿Y si no les agrado?-

Ink le sonrió con comprensión e intentó tomar su mano, pero cambió de parecer cuando notó que el menor se tensaba ligeramente.

Fingió que no le había dolido.

-Gradient, eres alguien adorable- comenzó a decirle Ink –Eres amable, talentoso y te preocupas por la gente. Obviamente les agradarás a todos, tendrían que ser unos completos idiotas si no fuera así-

Gradient rió, un poco más animado, y de reojo observó la mesa de comida. Había un par de monstruos ahí con los que quizá podría platicar. Ink pareció leer su pensamiento y le dijo que fuera.

-Gracias, papi- le sonrió, levantándose. Apenas había dado unos cuantos pasos cuando regresó y, contra todo pronóstico, abrazó a Ink. Quizás él no sea amante de ellos, pero sabía que para el pintor aquel gesto era importante –Te quiero-

Ink no pudo reaccionar a tiempo para corresponderle, ya que el menor se había ido corriendo, pero cuando analizó bien lo que había pasado, lo invadió una profunda felicidad.

-Yo también te quiero, Grady-

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Cuando regrese pondré el momento de Ink con PJ. Creo que pueden sospechar sobre lo que van a hablar jajaja

Ya publiqué en mi perfil las razones de mi ausencia, para no explayarme mucho aquí.

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