-En serio Error, ¿qué hiciste?- volvió a preguntar Jammy, quien se encontraba con el glitcheado en la cocina viendo al pintor sentado en el sillón de la sala, desde la puerta.

Desde aquella tarde en donde Ink salió de la casa sin decir a donde, había estado un poco desanimado en comparación a su actitud normal. Y Error había estado intentando alegrar a su prometido por días sin éxito alguno.

-¡No sé, mierda!- exclamó frustrado -¡Sé útil por primera vez en tu vida y ve a preguntarle!-

Paper Jam se limitó a fruncir el ceño y enseñarle el dedo corazón a Error.

-¡Ve, maldito engendro!- le volvió a decir -¡Estoy desesperado!-

El menor se cruzó de brazos y lo miró con la ceja alzada. Estuvo así por unos momentos y después bufó, caminado hacia donde estaba su papá. No lo hacía por Error, lo hacía por Ink.

Cuando PJ volvió y le contó lo que había descubierto, Error puso manos a la obra.