Toda la semana Error estuvo de mal humor. Especialmente después de que Ink les platicara a sus hijos lo sucedido el otro día, en casa de Geno, y estos empezaran a hacerle bromas por eso.

Error tenía el ceño fruncido y parecía bastante molesto, así que Ink intentó arreglar las cosas.

-Solo estamos jugando- le dijo el pintor, intentando abrazar a su esposo pero quedando a medio camino, siendo detenido por las manos de su esposo -¿Estás muy molesto?-

Error bufó con fuerza y rodó las cuencas, luego se levantó de su lugar y caminó a la salida.

Ink se sintió bastante mal por aquello, especialmente después de aceptar que la idea de tener otro hijo realmente le gustaba.