-¿Sigues enojado?-

-Sí, Ink. Sigo enojado- gruñó Error con los brazos firmemente cruzados frente a él.

-¿Muy enojado?- volvió a preguntar el pintor, pegándose a Error y mirándolo con inocencia.

-Sí, Ink- El glitcheado cerró los ojos y frunció más el ceño. No caería esta vez.

-¿Mucho?- esta vez el pintor aprovecho para empezar a besar su rostro.

-Ink, detente...- le advirtió Error, pero fue ignorado. En cambio el pintor siguió besándolo mientras preguntaba "¿sigues enojado?" antes de cada beso -No sé que intentas, pero no funci--

Ink lo interrumpió con un beso que hizo a su esposo abrir los ojos y mirarlo. Este era un momento decisivo para Error; ¿debía mantener su postura de macho alfa y continuar enojado o ceder ante los malditos encantos de un esposo que prefería darle caricias mal intencionadas a pedir perdón? (Cosa que Ink ya había hecho pero Error lo estaba ignorado cuando lo hizo, así que no contaba).

-Error- lo llamó Ink, esa expresión inocente y suave voz de nuevo -¿Sigues enojado?-

-No, ya no...- jadeo, abalanzándose contra el pintor para besarlo con desesperación.

Estúpido Ink.