Cansado de tanta incomodidad en el ambiente, Gradient de encaminó al cuarto de sus padres a hablar con Ink (pues era un poco más cercano a él) e intentar averiguar el origen de la disputa que había enojado a sus padres.

Le costó trabajo, pero al final Ink cedió y habló del problema con su hijo.

-Y no puedo creer que aún siga con esas ideas de destruir universos- comentó Ink, visiblemente dolido -Pensé que ya lo había olvidado-

-Pero papá, la idea de mi padre no es mala- argumentó el menor. Ink le miró indignado.

-¡¿Estás de su lado?!- exclamó el guardián y Gradient supo que tenía que pensar rápido antes de empeorar las cosas.

-¿Alguna vez has usado un borrador?- preguntó de repente, confundiendo a su padre por el repentino cambio de tema. Aún así Ink asintió -Es una herramienta muy útil a pesar de que su modo de empleo pueda no parecerlo-

-¿A que te refieres?-

-Un borrador elimina lo que se creó, corrige errores- explicó Gradient con paciencia, recordando un poco el día que le dieron esa misma lección a él -Y si no lo hiciera, entonces no les daría oportunidad a esas creaciones de ser mejor, ¿no crees?-

Ink no contestó y en cambio bajó la mirada, pensativo. Luego de un rato Gradient pensó que debía darle espacio a su padre.

-Solo quiero que lo pienses de ese modo- le dijo el menor antes de salir -A veces necesitamos corregir errores para volver a intentarlo-

Luego se fue dejando a un muy orgulloso Ink, que pensaba en qué momento su hijo había madurado tanto.