Cuando Ink entró a la cocina aquella mañana y vio que los dibujos ya no estaban, se dijo que iba a matar a Error. ¿Cómo se atrevía a quitar las obras de arte de sus hijos y tirarlas a la basura?

El glitcheado estaba en el sillón de la sala leyendo algo, y en cuanto detectó la presencia de su esposo y levantó la vista para para notar que estaba enfadado, sonrió.

-Antes de que me grites, toma- Error le extendió el libro e Ink descubrió que, a juzgar por las pastas, en realidad se trataba de un álbum -Ábrelo-

El pintor obedeció y descubrió que dentro estaban todos los dibujos que habían estado en la pared de la cocina.

-No van a maltratarse tanto si los guardas aquí- le dijo Error. Ink abrazó a su esposo con orgullo y alegría, esperando la frase con la que mataría aquel momento -Además de que ya me cansé de ver esas deformidades cada mañana-

Ahí estaba.

Ink se rió y lo besó con amor -Gracias- le dijo -Es perfecto-

El pintor y el ex-destructor siguieron abrazándose por un rato más, hasta que un grito en el segundo piso hizo gruñir a Error. Sus hijos peleaban de nuevo.

-LES DIJE QUE NO HICIERAN RUIDO- gritaba mientras subía las escaleras.

Ink no borró su sonrisa en ningún momento del día. Error finalmente actuaba como un padre.

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Me ganó el fluff. No pude evitarlo❤