===Capítulo 68: Mother Rosario===

===Capítulo 68: Mother Rosario===

¿?: Forasteros no son bienvenidos aquí... yo soy el puño de Khonshu yo soy Moon Knight...

Kaminari: ¿Quién demonios es el...? — Pregunto sacando chispas eléctricas de su cuerpo.

Moon Knight: Soy el puño de la justicia, soy el puño de Khonshu soy el Moon Knight... — Rápidamente lanzo tres objetos a los héroes.

Shinso: ¡Cuidado! — Grita usando sus vendas como escudo. Las cuales desviaron los objetos.

Moon Knight: Sorprendente eh de decir. Pero Khonshu ha hablado — De su espalda saca un bastón color dorado, rápidamente Moon Knight se abalanzo a los héroes.

Jiro: ¡No perdamos tiempo! ¡Deshagámonos de el! ¡Y vamos por la gema! — Grita sacando dos bastones negros con electricidad que estaban escondidos en su pierna.

Jiro y Moon Knight se embarcan en un combate feroz y ágil esquivando golpes, y devolviéndolos. Pero en un movimiento desprevenido Moon Knight logra asestarle una patada en el estómago a la pelimorada, la cual salió disparada unos centímetros lejos del justiciero.

Kaminari que vio esto, se llenó de ira y sus ojos empezaron a tornarse de relámpagos color azules.

Shinso: Necesito una distracción — Susurro al rubio.

Kaminari: Te la daré... ¡SHAZAM! — Grito, para después caer rayos encima suya.

Moon Knight se cubro con su capa al escuchar y ver como los relámpagos. Cuando estos cesaron Moon Knight bajo su capa y volteo a ver al chico el cual ahora era más alto y con más musculatura vistiendo una ropa rojo con blanco y decorados dorados.

Kaminari: ¡Pagaras por lo que hiciste! — Grito.

Moon Knight: ¿Qué esperas...? — De un momento a otro el Moon Knight quedo congelado.

Shinso: Ya está... — Comenta saliendo detrás de Kaminari — Tal vez sea fuerte. Pero no inmune a mi control mental. Solo hay una persona que resistio mi lavado de cerebro y ese es Midoriya — Explica para después dar media vuelta junto a Kaminari en dirección a Jiro.

Moon Knight: ¿Cómo?

Los tres héroes miran de nuevo al justiciero y ven como este se levantaba ahora vistiendo un traje diferente vestía un traje de gala color blanco y su máscara con el símbolo de la luna creciente en su frente.

Mr. Knight: ¿Cómo me conoces? — Los tres héroes se miraron entre si.

Jiro: No te conocemos ¡Jamás te habíamos visto! — Espeto levantándose.

Mr. Knight: Creo que no me explique muy bien — Comenta acomodándose la corbata y caminando lentamente hacia el trio de héroes.

Kaminari: ¡Alto ahí! ¡Un paso más y te daré un golpe que te mando a Grecia! — Dijo en tono de seriedad mientras electricidad salía de su cuerpo.

Mr. Knight se detiene y asiente alzando sus manos para después dar un ligero paso hacia atrás.

Mr. Knight: De alguna u otra manera ya nos conocemos...

Jiro: No lo creo... — Comenta desconfiada.

Mr. Knight: Sí. Yo tampoco lo creo. Pero por lo que oí nos conocen...

Shinso: ¿Nos?

La máscara de Mr. Knight desaparece mostrando una cabellera verde y un chico joven con pecas y unas cuantas ojeras. El trio de héroes se sorprende al verle.

Shinso: No...

Kaminari: Puede...

Jiro: Ser...

Exclaman abriendo los ojos como platos. Para después decir los tres al unisono.

Shinso/Kaminari/Jiro: ¡Midoriya!

El chico de pecas sonríe para después guiñarles el ojo.

Midoriya: Si y no...

Japón

Dimensión 175

Ojiro esquivaba las rajadas feroces de Taskmaster y los pequeños objetos redondos con púas que lanzaba. Mientras Tsuyu intentaba acercarse pero entre más lo hacia Taskmaster disparaba una pequeña onda sónica que desorientaba a la peliverde.

Lo cual el villano aprovechaba y intentaba clavarle su espada. Pero antes de hacerlo Uraraka aparecía cambiando a su amiga de locación.

Uraraka: Algo anda mal en el... — Exclama telepáticamente a sus compañeros.

Ojiro: Sí. Que nos quiere matar — Dijo sarcástico.

Uraraka: ¡No! Es algo más... su mente está demasiado desorientada y confundida... además esos movimientos... — La vista de la castaña se posa sobre los movimientos del villano. Los cuales se le hicieron conocidos de algún lado. O más bien de alguien.

Uraraka: Deku...

Ojiro esquivaba los golpes y tajadas de Taskmaster. El villano fácilmente tumba a Ojiro para después lanzarle una cuerda la cual se enrollo en todo su cuerpo impidiéndole que escape.

Rápidamente Taskmaster se pone encima de Ojiro con su espada lista para clavársela en su cuello.

Taskmaster: Si, no vienen no me sirven — Pero para su sorpresa una ráfaga de humo rojizo choco con la cara del villano.

Tirándolo al piso. La causante del ataque fue Uraraka. La cual se acercó junto a Asui a socorrer a su compañero.

Tsuyu: ¿Estas bien, Ojiro? — Pregunta quitándole la cuerda que lo aprisionaba.

Ojiro: Sisi. Solo algo adolorido — Comenta levantándose.

Mientras estos dos hablaban, Uraraka se acercó a Taskmaster. El cual intento levantarse pero antes de poder hacerlo un aura rojiza lo rodea impidiendo que se mueva.

Taskmaster: Nono. Mi misión... falle... falle — La voz que antes parecía ser robótica, se estaba aclarando a una más reconocible para el grupo de héroes.

Uraraka da un paso al frente y se acerca a Taskmaster.

Uraraka: ¿Me dejarías salvaste? — Pregunta con una voz serena. Taskmaster observo los ojos de la castaña y recuerdos vinieron a su mente.

Taskmaster: N-N-N... si... — Uraraka pone un dedo en la cabeza de Taskmaster haciendo que un destello rojizo ilumina la cabeza del villano.

Asui y Ojiro se acercaron a donde estaba. Solo para ver como su atacante estaba tumbado en el suelo con su casco quitado. El chico el cual no se podía apreciar su color de cabello, estaba respirando agitadamente.

Ojiro: Uraraka ¿Qué sucedió?

Uraraka: No... no puede ser...

Lentamente el chico alza su mirada dejando ver una cabellera color verde y un rostro reconocido por los estudiantes.

Ojiro: ¿Ese es...?

Tsuyu: Midoriya — Exclamo igual de sorprendida que el resto de sus compañeros.

Japón

Universo Principal 2 años antes.

Sato, Kirishima y Bakugo se reunieron en el punto de extracción. Esperando solo a cierto peliverde.

Bakugo: ¿Dónde está? — Pregunto impaciente.

Kirishima: Desmole paciencia. Tal vez está teniendo complicaciones para que su maestra le dé la Gema — Exclama sentado en un tanque de basura.

Sato: Pero si su maestra tiene la Gema. No sería la más sencilla — Comento.

Bakugo: Je — Los dos presentes miraron al pelicenizo — No, él ya la tiene. Fue a resolver asuntos familiares...

En la cuidad de Musufatu. En unos edificios con postes eléctricos enfrente. Estaba Midoriya, el cual estaba indeciso ¿entras o no?

Después de un enorme dilema decide tocar la puerta suavemente. Recibiendo un 'Voy' El peliverde estaba ya aguantándose las lágrimas al escuchar aquella voz que dejo de escuchar hace tiempo.

Después de esperar escasos minutos se escuchaban como unos pasos se acercaban a la puerta. Los nervios de Midoriya aumentaban conforme las pisadas se acercaban.

¿Qué le diría?

¿Acaso estará decepcionada de el?

¿Estará orgullosa de lo que se ha convertido?

¿Tendrá miedo?

¿Se desmayara, al oír todas las cosas que se ha tenido que enfrentar el peliverde?

Sin que se diera cuenta. La puerta se abrió mostrando a una mujer bajita un poco subida de peso. Que al posar sus ojos en el rostro del peliverde mostraron estrellas.

Inko: ¡Hijo, me tenías muy preocupada! — Comenta para después abrazar a su hijo.

El peliverde no sabía qué hacer. Sentía de nuevo ese calor en él. Un calor que nadie le ha hecho sentir. El calor que solo una madre sabe dar.

Sin saber que hacer únicamente correspondió el abrazo. Disfrutando el escaso momento que tendría con ella. Después de un rato madre e hijo se separan.

Inko: Vamos, entra la comida casi esta lista — Exclama haciendo a un lado para que su 'bebe' entrara.

El pecoso entre con miedo y confuso, hacía meses que no entraba a esa casa que tanto le llenaban de recuerdos felices. Y otros deprimentes.

Inko: ¿Cómo te fue en la escuela, Izuku? — Pregunto desde la cocina. Midoriya no supo en que momento su madre llego a la cocina en un abrir y cerrar de ojos.

Dudando en que responde solo soltó pequeñas palabras incomprensibles. Al no obtener respuesta su madre salió de la cocina un poco consternada.

Inko: ¿Izuku? — Exclamo algo confusa.

La madre se acercó a su hijo. El cual tenía la mirada gacha y con una clara depresión que se podía notar. Inko poniendo su mano en la mejilla de su hijo. Hizo que este la mirara cara a cara.

Inko empezó analizar a su hijo de pies a cabeza. Para después sonreír y decir.

Inko: Tú no eres mi Izuku ¿verdad? — Los ojos del pecoso se empezaron a llenar de lágrimas.

Midoriya: No, no lo soy mamá... — Exclamo con lágrimas para después abrazar a su madre.

Inko no le tuvo miedo a este, Izuku que no era suyo. Pero sabía por los ojos de este, Izuku. Que este era un Izuku. Que había perdido demasiado.

Inko: Ya, ya. Todo está bien ¿Por qué? Porque estoy aquí... — Dijo haciendo que el peliverde recuerde su niñez cuando era fan de All Might.

Esto solo hizo que llorara más fuerte en el hombro de su madre. Pero nada mejor que el hombro de tu madre para llorar y dejar salir lo que tanto retenías.

Ya minutos después con el peliverde ya más tranquilo. Este le conto todo lo que ha estado haciendo desde entrenar con Ancestral hasta entrar a su escuela soñada. Proteger a personas sin pedir nada a cambio y proteger la realidad de amenazar nunca antes vistas (Cabe decir que Inko se desmayó 8 veces. Preocupando a su hijo)

Inko: Te has esforzado demasiado. Izuku — Comenta tomando un poco de té.

Midoriya: Aun así. No puede protegerlos... perdimos.... — El peliverde mira al suelo cabizbajo.

Inko: No es así. Izuku esto debes saberlo los héroes no protegerán a todos aun si son todopoderosos. Porque si ellos fueran todopoderosos no serían héroes. Cometiste errores sí. Pero lo que en verdad importa es que te levantes y seas el más fuerte y remiendes tus errores... — Exclamo entusiasta.

Midoriya: Es fácil decirlo... jejeje. Lo complicado es hacerlo realidad — Dice alzando un poco la cabeza.

Inko: ¡¿Qué dices?! — Grito enojada, obligando a Midoriya a taparse los oídos — ¿Acaso no eres el Hechicero Supremo de la tierra?

Midoriya: Si pero...

Inko: ¿Acaso no fuiste al top 3 de héroes, con tan pocos años superando casi a All Might?

Midoriya: Tal vez, pero...

Inko: ¿Acaso no quieres salvar a todos con una sonrisa?

El peliverde guardo silencio por un par de segundos, para después alzar la mirada y ver a su madre. Teniendo una sonrisa en su rostro.

Midoriya: Tienes razón... ese era mi propósito desde que era niño... y no pienso defraudar a nadie... porque para eso me quise convertir en Hechicero en primer lugar...

Midoriya se levanta para después ver a su alrededor.

Inko: En el futuro. Morí ¿no es así?

El pecoso quiso esquivar esa pregunta a toda costa. Pero ahora estaba de vuelta entre la espada y la pared.

Midoriya: ¿Por qué lo dices? — Exclama nervioso.

Inko: Porque desde que llegaste me ves con unos ojos como si hacía meses que no me veías. Y durante toda tu explicación no me mencionas.

Midoriya: Es que te extraño por eso...

Inko: Podrás mentirle a cualquiera pero a tu madre no Izuku — La mujer se pone de pie y acaricia tiernamente la mejilla de su hijo.

Midoriya: Yo...yo — Cuando estaba a punto de hablar la mujer niega y pone un dedo en sus labios, impidiéndole que siga hablando.

Inko: Tus acciones me lo cuentan todo, Izuku. No tienes por qué contarme. Pero si contéstame esta pregunta... ¿eres feliz?

El peliverde resuena en su cabeza. Hasta obtener una respuesta. Con una sonrisa asiente y responde.

Midoriya: Lo soy... tengo una hermosa hija llamada Eri y una preciosa mujer como novia y soy uno de los héroes más grandes que protege a las personas. Si, si lo soy...

Inko: Novia e hija eh. Bueno creo que estas en buenas manos...

Hubo un pequeño silencio. El cual no fue incomodo si no uno tranquilizador y apaciguador. Después de un rato el reloj de Midoriya suena, dándole a entender que ya era hora de irse.

Midoriya: Me tengo que ir...

Inko: Lose...

Midoriya: Antes quiero llevarme un recuerdo si es que me lo permites madre...

Inko: Es tu casa también. No debes preguntarme eso.

Midoriya: Solo será un recuerdo para nunca olvidarte... — El peliverde cierra sus ojos, haciendo que toda la habitación empezase a tornarse en un brillo color violeta. Después de unos segundos los abre — Mother Rosario....

La habitación volvió a su estado normal. Inko vio fascinada esto y a su vez orgullosa de su hijo. La madre regreso a ver a Izuku, el cual tenía en sus manos un rollo de papel.

Inko: ¿Qué es eso? — Pregunto.

Midoriya: Es un rollo que me recordaría que estás ahí siempre conmigo... te amo mamá — Exclama para después abrazar a su madre la cual le correspondió.

Después de su despedida el peliverde camino hacia la puerta con los ojos rojos y con lágrimas secas en su cara. Antes de irse miro a su madre la cual tenía una sonrisa en su rostro que reflejaba lo orgullosa que estaba de él.

Inko: Sálvalos a todos hijo mío...

El peliverde asiente para después abrir un portal atravesándolo encontrándose con sus compañeros. Los cuales al ver el portal se acercaron a él. Bakugo vio de reojo la casa de Midoriya y lo supo.

Kirishima: ¿Por qué tardaste tanto? — Fue lo primero que pregunto.

Sato: ¿Esas son lagrimas?

Bakugo: Deku — El peliverde miro al pelicenizo, el cual tenía una pequeña sonrisa — ¿Pudiste hablarle?

Midoriya: Soy el más feliz... — Exclama con una sonrisa y con sus ojos cristalizados.

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Siendo Honestos siento que me quedo floja la parte de Midoriya y su madre. Pero no tenia muchas ideas al respecto. Pero siento que aun asi quedo bien. ya es opinion de ustedes.

Ya estamos a escasos capítulos de finalizar este Fic :,,D

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