*Nota del autor.

                 —Primera parte del capitulo narrado desde primera persona (Izuku)

___Capitulo 15: Pasado, luna curto creciente___

¿Hacia cuanto no recordaba su rostro? no lose, paso tanto tiempo que lo olvide o mas bien que quise olvidarlo para que el dolor dejase de existir. No por que no la haya amado sino por que, quise dejar de lado aquel error que deje en el pasado.

¿Amor? ¿Qué es amor? ¿Qué es amar? ¿Qué era sentirse amado?

Me preguntaba eso mientras sangre de un secuestrador corría por mis manos. Su mirada que no mostraba mas que le tuviesen piedad, sus pantalones mojados con su propio liquido producto de sus emociones que estaba teniendo, sus manos que no paraban de mostrar inquietud. Solo significaba una cosa.

Miedo.

Yo proporcionaba ese miedo, yo lograba hacer que ese miedo apareciese de la nada, solo mi presencia hacia que la mayoría de los criminales pensasen dos veces antes de hacer cualquier atrocidad.

Antes pensaba que el amor eran irracionales e innecesario, jamás creí que fue necesario amar a alguien que no fuese tu familia, cualquier tercero o amigo era solo afecto que podría ser o no mutuo.  Pensaba que el amor solo era un estorbo mas...

Yo no amaba...

Yo no sentía algún típico de afecto amoroso a una persona que no fuese familia...

Yo no necesitaba que otra persona me amase...

Pero todo cambio aquella noche...

Egipto. Desierto. Hora: 3:23 a.m

Mi respiración pesada mas el cansancio de la pelea que había llevado acabo hace unos segundos, me estaban cobrando factura lenta y para mi mala suerte dolorosamente,  haciendo que me cueste mantenerme de pie, apenas y manteniéndome firme a duras penas. 

Moon Knight: "Maldita sea..."

Dije en mis pensamientos, de todas las cosas que estos malditos saqueadores de tumbas pudieron hallar, jamás creí que encontrasen un objeto del dios Seth, una maldita vara que pudo perforar mi armadura. Maldita sea. El poder del arma esta inhabilitando mi poder de Khonsu, incluso esta afectando mi conexión con Steven, ¿Eso siquiera es posible? que cosas digo, si es un artefacto de los dioses, claro que podría ser posible . Apenas y pude deshacerme de todos los saqueadores.

Pero...

¡Maldita sea! Hacia tiempo que no sentía este horrible dolor. Debo irme. Irme lo mas pronto posible, después regresare, si eso hare. Regresare para llevarme el objeto de Seth y sellarlo en la bóveda de Maat. 

Nose como lo estoy logrando pero, se que estoy avanzando por un pasillo, creo que es por el pasillo en el que llegue o ¿era el otro? eso no importa ahora.

¿Ah? ¿eso que veo es la luz de la luna? si creo que eso es, tal vez si salgo y dejo que el brillo de la luna me ilumine, me podre comunicar de nuevo con Konshu. Si eso es solo debo aguantar un poco mas, solo un poco mas Izuku.

La arena fría, si esa es esta sensación, estamos afuera, solo debo, debo esperar. 

¿Que dia es hoy? estuve tan atento a la pelea y no morir todavia, que olvide la fecha. 

Konshu ya tardo. ¿Por que? ¿Por que?

La luna.

Como pude voltee mi cuerpo para ver el oscuro cielo viendo que la luna no estaba como yo esperaba, cuarto creciente.

Ya comprendí, Konshu no tiene suficiente poder como para ayudarme. Je parece que sera el fin.

¿Eh? eso que oigo son pisadas...

—Vaya, vaya, vaya. ¿Mira que nos trajo la arena?

Gire mi cabeza viendo como tres saqueadores me veían con sus armas apuntándome.

Parece que este si es mi fin, je ahora si iré a conocer a San Pedro. 

—Este estúpido, vigilante es el que ha estado matando a los nuestros compañeros, ¿no creen que seria bueno que, le mostráramos como de hospitalarios somos?

—Je, tienes razón Yosem, es hora de que nuestros compañeros le den la bienvenida a los Campos de Juncos.

—Su alma será juzgada, aunque creo que todos sabemos como acabara su vida, muerto en las arenas.

Apenas y pude descifrar sus palabras, solo pude ver como uno de estos tres inútiles me apuntaba con su arma, quise levantarme, de verdad quise hacerlo pero mis heridas y el dolor me impedían siquiera poder hacer algún movimiento. Parece que de verdad llego mi fin, debo aceptarlo. 

Si este de verdad es mi final, solo hay algo de lo que me arrepiento...

No poder despedirme de los que amo...

Madre... Steven... perdonen...

Padre iré a verte si es que puedo llegar al descanso eterno...

(...)

Ese olor... ese olor... ¿es Kofta?

Abrí mis ojos con pesadez viendo a mis alrededores, ¿este eran los campos de Juncos? pero, pero esto es una habitación.

Steven: ¡Izuku! 

Gire rápidamente mi cabeza viendo a Steven en mi reflejo mostrando cierto alivio en su rostro.

Izuku: Es bueno verte, estúpido nerd.

Steven:  "Eh mira quien habla el que iba a terminar como Rengoku"

Izuku: Siempre tan otaku, como todos los días... 

Mire a mis alrededores viendo la habitación en la que estaba parecía ser de un hotel, lentamente se puso de pie viendo como su pecho estaba vendado.

Izuku: "Parece que la bendición del pajarraco ya me curo todas las heridas, ahora lo importante, ¿Dónde estoy?" — Empecé a inspeccionar el lugar, no había nada tan relevante mas que un libro de artefactos antiguos de Egipto, remarcando ciertas paginas y algún que otro párrafo que parecía importante — Oye, Steven. ¿Sabes donde estamos? 

Steven: 'Quisiera decirte que si, pero apenas y pude retomar la conexión contigo, nose donde estamos'

Izuku: ¿Konshu?

Konshu: Ya lo sabrás, puedes confiar en ella.

Izuku: ¿Ella?

El sonido de una puerta abriéndose hizo que mirara detrás mía, viendo como una chica de mas o menos mi edad entraba por la puerta con una bandeja de un platillo, que por su olor rápidamente lo reconocí una típica comida de Egipto, el Kofta

La chica me miro unos segundos inclinando su cabeza a la derecha como si me estuviese analizando, la chica de cabellos negros, esponjosos y rizados, su mirada tranquila me transmitió cierta tranquilidad, por un segundo baje mi guardia algo que no había pasado hacia tiempo, deje caer mis brazos y mi respiración se relajo mientras veía como la chica dejaba la bandeja en una mesa de noche cercana para después acercarse a mi con sus manos en la espalda mientras esbozaba una pequeña y podría decir tímida sonrisa.

—Veo que despertaste.

Izuku: S-si...

De repente sentí como mi corazón empezó a latir sin algún tipo de control, estaba seguro que si seguía así se saldría de mi pecho en un momento dado sin que me percatase.

Steven: "¿Eh, acaso nos estamos muriendo? espera si nos estamos muriendo ¡Siento la cara ardiendo!"

Las palabras de Steven no las escuchaba, sentí que mi cara ardía. Si, pero no era por enfermedad. Esto, son... son ¿nervios?

—Je, veo que te puse nervioso. Perdona mi descortesía, mi nombre es Layla El-Faouly. Un gusto — Saludo, Layla mientras me extendía la mano, nerviosamente y con las mejillas ardiendo lentamente alce mi mano para saludarla.

Izuku: Yo... yo soy... Izuku Midoriya...

Al tomar la mano de Layla, en un movimiento rápido el cual apenas y pude notar, Layla me jalo hacia ella acercándome mas a ella, haciendo que mi cara ardiese mas de lo que ya ardía anteriormente.

Layla: ¿Por que tan tímido, pequeño caballero luna?

Esas palabras me dejaron en shock no sabiendo como reaccionar....

Ante otras circunstancias, la hubiera matado en menos de un segundo. Pero por primera vez este instinto asesino fue apaciguado por su sonrisa amable y por que no note nada malo en ella, sentí paz que ella me transmitía.

Tal vez pensé, pensé que ella podría ser la persona que estaba esperando, la persona que jamas creí que llegaría. Una persona ajena a mi que pudiera amar....

Un amor que en el fututo me rompió emocionalmente.

*Nota del autor.

                —Segunda parte del capitulo, narrado en tercera persona.

Y ahí estaba el vigilante de la Luna paralizado viendo enfrente suya aquella mujer que una vez amo, una mujer a la cual aprecio, una mujer que le enseño amar, una mujer que le mostro lo que significa que alguien mas te ame, la misma mujer que le mostro que pude tener sentimientos hacia otra persona. 

Aquella mujer que vio morir en sus brazos una vez.

Todos sus recuerdos llegaron de golpe, causando una catarsis emocional provocando que su respiración empezase a fallar, que el sudor empezase a salir sin control, sus ojos llenarse de lagrimas sin control alguno. Sus latidos estaban fuera de su control, las piernas le fallaban, estaba a punto de caer de rodillas, sus fuerzas estaban estaban desapareciendo lentamente como si su espíritu de lucha estuviese yéndose con lentitud.

Konshu: "¡Steven toma el control, rápido!"

Ordeno el dios, Steven no lo dudo ni dos segundos, tomando el cuerpo de Izuku, haciendo que el traje cambiase por completo, pero debido al cambio tan repentino entre ambos, las emociones de Izuku aun afectaban al cuerpo del vigilante causando que cayese de rodillas.

Mr. Knight: "Maldición, las emociones de Izuku. Afectaron al cuerpo. tardare unos segundos en reponerme... pero... no creo que ella espere" — Expreso alzando la mirada viendo como Layla corría hacia el con dos espadas doradas cortas hacia el. Steven analizo las espadas unos segundos, percatándose de algo — "Maldición"

Grito en sus pensamientos, Layla se acerco a este alzando ambas espadas al aire lista para dar una tajada desde arriba. Para fortuna de Steven su cuerpo ya respondió, soltando una granada de humo alejándose de su atacante.

Steven: "Sus espadas..."

Dijo en sus pensamientos viendo como el humo lentamente se disipaba.

Konshu: "Si, sus espadas son un artefacto antiguo, por tal..."

Steven: "Me puede herir, sus armas pueden atravesar la armadura ceremonial... esto es malo... muy malo..."

El humo se disipo en su totalidad mostrando a Layla con sus dos espadas lista para atacar.

Steven: Tsk, que remedio...

Expreso sacando dos palos blancos de la parte trasera de su cinturón, empezándolas a mover con agilidad entre sus dedos para posterior ponerse en posición de combate. Ambos contenientes se vieron fijamente para después impulsarse hacia el otro empezando un combate feroz con sus armas. atacándose sin descanso alguno. 

Mr. Knight: "Es igual de buena, que la ultima vez que la vi. ¿De verdad estoy ante su fantasma?" — Se pregunto en sus pensamientos mientras las imágenes se sobreponían de un pasado distante y su presente actual — "No, Steven concéntrate. Izuku esta muy dañado emocional como para pelear. Aunque estuviese cuerdo, no podría pelear contra ella. Debo hacerlo yo... esta vez quedara todo en mis manos..."

Mr. Knight ataco con ambos batones de forma cruzada haciendo que Layla se agache y de una barrida, haciendo que se tambalease, obligándolo a recomponerse, perdiendo tiempo, los cuales Layla aprovecho para atacar con sus espadas en forma de estocadas.

Steven reacción rápidamente poniendo sus dos bastones como escudo, bloqueando de lleno el ataque de Layla. Pero de una u otra forma, Layla tenia una fuerza sobrenatural, haciendo que Mr. Knight retrocediera chocando con la puerta que estaba en su espalda.

Layla nuevamente se impulso lista para dar otra potente estocada. Lo que no se espero es que Mr. Knight alzara la mirada apuntando con dos escopetas apuntándole de lleno, Layla al percatarse de ello, rápidamente salto hacia atrás. Mr. Knight apretó los gatillos dejando salir balas extrañas.

Layla se percato de ello, pero antes de que pudiese percatarse de que se trataba, las balas chocaron con la pared creando pequeñas explosiones de fuegos artificiales, causando confusión a la pelinegra y alzando a su vez una pequeña cortina de humo que cegó su vista.

Cuando las explosiones cesaron, Layla busco con la mirada a Mr. Knight el cual desaparecido de un momento a otro, la pelinegra con lentitud y atenta se acerco un poco quedándose en medio de aquella sala.

Solo para ser sorprendida por una serie de lunas crecientes que iban hacia ella, Layla se percato de ello a tiempo empezando a mover sus espadas partiendo a la mitad las lunas. Ahora que Layla se había percatado de que el vigilante ataco desde algún lugar de aquella gigantesca sala.

En uno de los pilares escondido estaba Mr. Knight preparándose para su siguiente movimiento.

Mr Knight: "Este combata no es como otros, en otras circunstancias, me encargaría de matarla con facilidad, pero esta vez. No puedo simplemente matarla, no puedo. No por Izuku, el no puede sufrir dos veces... solo debo noquearla y llevarla a un lugar lejos para poder saber que le sucede..."

Dijo en sus pensamientos mientras detrás de el como si de un reflejo se tratase, Izuku le daba la espalda aun en estado de catarsis, llorando sin control alguno con sus ojos abiertos y perdidos en un vacío oscuro.

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