¿Qué sucederá con ella?
Ahora, me pueden explicar por qué están en esa posición -preguntó Raynare-
Luego de haber colocado a Asia en la cama del castaño, miró hacia abajo, donde se encontraba Momo sentada sobre Ise.
Ise-chan trató de ir hacia la iglesia -respondió mientras se ponía de pie- Y como no quería quedarse quieto, lo detuve con todas mis fuerzas
Bien hecho, chica demonio -dijo Raynare mientras se paraba delante de Ise- Y tú, maldito idiota... ¿Acaso piensas que no soy lo suficientemente fuerte como para hacerme cargo de esas mierdas?
Mientras esperaba la respuesta, la pelinegra comenzó a pisarle la cabeza con su pie descalzo.
M-me preocupé por ti y por Asia -habló Ise-
Unos segundos después, el "castigo" terminó.
Bien, estás perdonado -respondió mientras sacaba su pie de encima- Me acompañarás para mi próxima misión
¿Y cuál será? -preguntó Ise mientras se ponía de pie-
Ni idea, pero cuando me avisen, te lo diré -respondió Raynare-
Sentándose al lado de la peliblanca, Ise se puso a pensar un rato antes de preguntar.
¿Qué sucederá con Asia? -preguntó-
Dime, durante su cita, ¿te contó algo sobre cómo llego hasta acá? -preguntó esta vez Raynare-
¿C-cita? -preguntó Momo mientras miraba al castaño fijamente-
No fue una cita... Fueron las típicas salidas de amigos -respondió el castaño desviando la mirada- Ya sabes, las típicas salidas que siempre tenemos...
Amigos -susurró la peliblanca deprimida-
Raynare hizo todo lo posible para evitar reír ante esa extraña interacción. Ella sabía que Momo estaba enamorada de Ise, pues eso era algo que cualquiera se daría cuenta... Pero en cuanto a Ise, aunque también le gustaba ella... Parecía tener un sentimiento de duda.
Ja... Estos dos idiotas si saben cómo divertirme... Supongo que podríamos divertirnos un poco más... -pensó Raynare-
Asia si me contó lo que le sucedió antes de llegar a Kuoh, pero... ¿R-Raynare-san? -trató de hablar el castaño-
Ise no pudo continuar hablando debido a que Raynare se quitó la blusa, dejando ver su sujetador.
¿Q-q-qué crees que haces, estúpida caído? -preguntó Momo quien inmediatamente le tapó los ojos al castaño-
Solo tengo calor... Además, estoy en mi casa -respondió sin darle mucha importancia- ¿Qué? ¿Acaso tienes miedo de que te lo robe?
¡Para eso puedes ir a tu habitación, maldita pervertida! -exclamó Momo-
Lentamente, se acercó hasta donde estaba el castaño y apegó la cabeza hacia su pecho.
E-esto está mal... Pero es cómodo -pensó el castaño nervioso mientras se dejaba llevar- No haré nada esta vez por la promesa que te hice, abuelo...
"Ise, el día que una mujer apegue sus pechos contra tu cabeza, debes mantener la calma y dejarte llevar... ¡Promételo por tu vida, mi amado nieto! ¡Jura por tu vida que lo disfrutarás!"
A m-mí también me dio calor -dijo Momo mientras hacía lo mismo que la pelinegra-
Quitándole la cabeza del castaño, la peliblanca lo apegó a su pecho mientras se sentaba en su pierna.
Cuando Ise estaba a punto de decir algo para hacer que las dos lo dejaran tranquilo, la puerta de su habitación fue nuevamente abierta.
Momo-chan, ¿quieres cen...? -trató de hablar la madre de Ise-
La mujer fue incapaz de seguir hablando debido a la sorpresa de ver a su hijo con una chica en cada pierna, siendo su cabeza tragado por dos pares de pechos... Sin mencionar que había una rubia desconocida en la cama de su hijo.
N-no es lo que parece... -dijeron los tres al mismo tiempo-
N-no se preocupen... Finjan que nunca estuve aquí... Sigan con lo suyo -habló la mujer mientras cerraba la puerta- ¡¡Cariño!! ¡¡¡Nuestro hijo es un playboy!!
¡¿Qué?! ¡¿Qué sucedió esta vez?! -exclamó el padre del castaño-
¡¡Raynare-chan y Momo-chan estaban sentadas en sus piernas mientras su cabeza era rodeada de pechos!! -respondió la mujer- ¡¡Incluso una chica extranjera estaba en su cama!!
¡¡Su abuelo debe estar muy orgulloso!! -exclamó el hombre- ... Al igual que yo
Después de esa incómoda escena, ambas chicas se pusieron sus blusas mientras se alejaban del casi muerto castaño.
Bueno... ¿Qué fue lo te dijo? -preguntó Raynare, fingiendo que nada había ocurrido-
Lo que pasó fue...
Ise comenzó a contar la misma historia que le había contado Asia... Sus inicios, sus habilidades, su expulsión y los motivos, etc...
Ya veo... Una habilidad que incluso puede curar demonios -dijo Raynare mientras pensaba-
¿Qué es lo que le pasará a partir de ahora? -preguntó Momo-
Tendré que hablar con el viejo... Pero lo más probable es que se hable con algún representante del cielo para ver que harán con ella -respondió-
¿No se quedará con los ángeles caídos? -preguntó Momo nuevamente-
A pesar de toda su miserable vida, nunca perdió la fe en dios... Además, esos caídos traidores fueron los que le hicieron daño... Le costará un poco volver a confiar en nuestra raza -contestó- Lo mejor es dejarla al cuidado de los del cielo
¿Crees que los del cielo escucharán a Azazel-san? -preguntó el castaño-
El viejo sigue en contacto con uno de los arcángeles, por lo que seguro hablará sobre Asia -contestó Raynare- Por el momento, tendremos que explicarle a ella la situación y decirle que está a salvo
Con eso dicho, los tres miraron a Asia, quien parecía que no iba a despertar en un buen rato.
Es posible que, debido al shock, duerma hasta mañana -dijo Raynare mientras se ponía de pie- Será mejor ir a cenar... Esa lucha me ha dado hambre
¿Cómo le explicaré a mis padres sobre Asia? -preguntó Ise-
Yo me encargo... -dijo Raynare-
Solo no uses magia en ellos -habló Ise-
Saliendo los tres para ir a cenar al primer piso, la puerta de la habitación fue cerrada dejando descansar a la monja.
[...]
Luego de la cena incómoda que tuvieron debido a la presencia de los padres del castaño, Raynare habló con ellos para pedir que Asia se quede en casa por un tiempo hasta que puedan saber que es lo que hará.
Para tratar de hacer que sus padres no se negaran, cosa que no era necesaria, Ise habló sobre el pasado de Asia, evitando el tema sobrenatural, una huérfana expulsada de la iglesia que no tenía a nadie... Una chica sola en el mundo.
Hablaré con mi padre sobre el asunto de Asia. Él conoce a los superiores de la iglesia, por lo que hablará para ver qué sucederá con ella -explicó Raynare- Espero que puedan aceptar que ella se quede por un tiempo
Ambos padres se miraron y susurraron antes de darle una respuesta a la pelinegra.
Raynare-chan, no hay ningún problema con que Asia-chan se quede. Por lo que contó Ise, ella ha sufrido mucho y lo mejor que podemos hacer es darle un hogar y el cariño que necesita -dijo la madre, dando a entender que permitirían que Asia se quedara-
Ella se puede quedar todo el tiempo que sea necesario -dijo el padre del castaño- Solo esperemos que pueda adaptarse a nosotros
Después de haber aceptado sin ningún problema, continuaron hablando un rato hasta que la peliblanca decidió irse.
Muchas gracias por la cena... Y perdón por los problemas que causé -dijo mientras inclinaba la cabeza avergonzada-
Olvida eso... Pero ya a oscurecido... -habló la madre del castaño mientras volteaba a ver a su hijo- Ise, acompáñala hasta su casa
Asintiendo, Ise salió con ella mientras que Raynare iba a la habitación del castaño para ver como seguí Asia.
Imaginar que estuvieron a punto de asesinarte -dijo la pelinegra al ver la expresión de Asia durmiendo-
Raynare decidió hablar con su padre acerca de lo sucedido por lo que invocó un pequeño círculo mágico en su oído.
Viejo, las perras de Kokabiel están muertos al igual que muchos exorcista renegados, aunque uno huyó... Tenían planeado quitarle su sacred gear a un monja expulsada de la iglesia... Por el momento se quedará con Ise hasta que decidamos que hacer con ella... Sí, ya te envié toda su información... Bueno, te dejo el resto...
Una vez finalizada su conversación con su padre, se dirigió a uno de los estantes de Ise y rebuscó entre sus cosas.
Te tengo...
De entre las cosas, sacó una pequeña cámara y vió lo que había grabado cuando ella no estuvo.
Vaya... Y pensar que la chica demonio sería tan atrevida -pensó la caído-
Guardando el video para futuros chantajes, se sentó a un lado, poniéndose a pensar en los posibles sucesos que ocurrirán.
[...]
Luego de haber dejado a la peliblanca en su casa, Ise regresó y subió a su habitación. Pero cuando entró, se encontró con la pelinegra dormida en su silla.
Raynare-san, despierta... -habló el castaño mientras la movía-
¿Eh? ¿Eh?... -dijo mientras se limpiaba la baba- Por fin llegaste...
Deberías ir a dormir a tu habitación -aconsejó el castaño- Yo dormiré en un futón
Olvídalo, será mejor que ambos nos quedemos con ella por si se despierta -contestó Raynare- Trae dos
P-pero solo tenemos uno -dijo Ise-
Ahhh... Entonces dormiremos los dos en uno -contestó-
Ise se puso nervioso por un momento, pero al final terminó aceptando... Nuevamente por los comentarios de su difunto abuelo pervertido.
"Nunca, jamás, por ningún motivo debes negarte si una chica quiere dormir contigo... Y si llegas a negarte, te maldeciré y te perseguiré por el resto de tu vida..."
Después de traer el futón, lo acomodó en el suelo.
Cierto, te traje esto -dijo Raynare mientras le entregaba una bolsa- Considéralo como botín de guerra
Tomando la bolsa, sacó una empuñadura de espada... Una de las muchas que Raynare había traído.
¿Y esto? -preguntó mientras analizaba la empuñadura-
Inserta un poco de tu poder mágico -respondió-
Haciendo caso a lo que dijo, insertó poder mágico, logrando que desde la empuñadura emerja una hoja de espada hecha de luz.
Estos son armas que usan los exorcistas. Comúnmente se usa contra demonios debido a que son débiles a lo sagrado -explicó la pelinegra- Y como soy una buena amiga, te regalo todos eso
Gracias -dijo el castaño-
Ise se alegró por los regalos que obtuvo, prometiéndose que le daría un regalo a la pelinegra en algún momento... Pero, lo que él no supo y nunca sabrá, es que todas esas empuñaduras pertenecían a los exorcistas que asesinaron.
[...]
Al día siguiente, Ise fue el primero en despertar por lo que se levantó para ver cómo se encontraba Asia.
Raynare-san se mueve demasiado cuando duerme -pensó el castaño-
Las piernas de la pelinegra habían acabado sobre su estómago, mientras que las manos terminaron en su cabeza.
Cuando se acercó a la rubia, se fijó que aún seguí durmiendo.
Vaya que tiene mucho sueño -susurró el castaño-
Al rato, Raynare se despertó.
¿Aún sigue durmiendo? -preguntó la pelinegra-
Cansada de esperar, movió a Asia para despertarla de un vez.
... ¿Eh? ¿D-dónde estoy? -preguntó la rubia mientras se frotaba sus ojos-
Al fin despiertas, Asia -dijo Raynare-
¿I-Ise-san? ¿R-Raynare-san? -preguntó confundida-
Le lancé el mismo hechizo que te lancé ayer... -susurró la pelinegra-
Estás en mi casa... Ayer, Raynare-san te salvó de esos caídos -contestó Ise-
Afortunadamente llegué a tiempo antes de que te hicieran daño -dijo Raynare-
Escuchando todo eso, Asia no pudo evitar derramar lágrimas y abrazar a ambos.
I-Ise-san... Pensé lo peor después de haberte visto herido -dijo Asia entre lágrimas-
S-sí... Nunca me hirieron... Solo fue magia de ilusión de Raynare-san -explicó-
R-Raynare-san, muchas gracias por haberme salvado de ese horrible lugar... Muchas gracias a los dos -habló la rubia-
Raynare correspondió al abrazo mientras le acariciaba la cabeza. Después que la chica se calmó, ambos comenzaron a explicarle lo que ocurriría a partir de ahora... Pero antes...
Asia, hay algo de lo que debes saber... -dijo Raynare seriamente-
Cuando estaba a punto de revelar su verdadera identidad, la puerta de la habitación fue abierta.
¿Momo? -preguntó confundido el castaño-
Raynare me dijo que viniera -contestó la peliblanca- Me alegra que ya hayas despertado, Asia
Momo-san... -susurró la rubia-
Bien, ya que ella está aquí, te diremos nuestras verdaderas identidades, Asia -dijo la pelinegra mientras liberaba sus alas- Mi nombre es Raynare, un ángel caído, hija del gobernador de los Caídos
Al ver esas alas negras, Asia tembló.
No temas... No te haré daño -dijo Raynare tratando de tranquilizarla- Te pido disculpas por lo que paso con esos caídos renegados...
Agachando la cabeza, la pelinegra se disculpó con Asia, tratando de hacerle entender que ella no le haría nada malo.
Asia, no debes tenerle miedo... Raynare-san es una buena persona... Ella también me salvó cuando fui atacada por los mismos caídos que te secuestraron -explicó Ise-
Espero que podamos ser amigas -dijo Raynare sonriendo mientras estiraba su mano-
La monja estuvo dudando por unos segundos, pero al final decidió confiar en ella.
Yo también, Raynare-san -dijo la rubia sonriendo con sinceridad-
Ahora era el turno de Momo.
Soy Hanakai Momo, un demonio reencarnado -habló Momo mientras liberaba sus alas-
¿D-demonio? -dijo con miedo-
Después de haberle dado una larga charla explicándole sobre su reencarnación, Asia entendió que ella no le haría daño...
Al final, la rubia terminó confiando sin importar nada... Por primera vez en su vida ella se sintió tranquila...
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