Nueva Vida
En una sala de parto, dentro de un pequeño hospital ubicada en la ciudad de Kuoh, se encontraba la pareja Hyōdō junto al doctor y las enfermeras.
Puje un poco más, señora -dijo el doctor- Ya casi sale por completo
La mujer conocida como Hyōdō Miki estaba en plena labor de parto, pujando con todas sus fuerzas para que su hijo pudiera nacer.
Vamos querida, ya casi lo logras -dijo el esposo mientras agarraba la mano de su mujer-
Este hombre era Hyōdō Gorou, quien estuvo acompañando a su esposa todo el tiempo.
La mujer siguió pujando con todas sus fuerzas, hasta que por fin pudo salir la pequeña criatura.
No puede ser -susurró una de las enfermeras-
El doctor estaba sosteniendo al pequeño, pero había un enorme problema...
El bebé no llora... No reacciona -dijo el doctor apenado-
Esta noticia hizo que los esposo Hyōdō sintieran una horrible tristeza.
No... por favor... no puede ser verdad -habló la mujer entre lágrimas-
Ya era la tercera vez que trataban de tener un hijo... Y el resultado fue el que muchos especialistas esperaban.
El doctor ya había visto el historial de la señora Hyōdō, además era consciente de lo peligro que era para ella si intentaba salir embarazada... Pero todas explicaciones fueron en vano... Ellos quisieron intentarlo una última vez.
Habiendo intentado varias maneras de reanimarlo, el doctor comprendió que ya no había más que pudiera hacer.
Lo siento mucho -dijo el doctor, dirigiéndose a la pareja- No pudimos hacer nada más... Su hijo...
¡Doctor! -exclamó una de las enfermeras repentinamente-
El médico miró enojado a la enfermera por interrumpir un momento delicado, pero su expresión cambió totalmente al ver a la criatura.
¿C-cómo es esto posible? Hasta hace unos segundos estaba muerto -dijo totalmente sorprendido-
A diferencia de otros recién nacidos, este bebé no estaba llorando... Él miraba a su alrededor como si estuviera analizando. Pero el doctor entendió que no era momento para hacerse preguntas sobre la actitud inusual de la criatura.
¡Señores Hyōdō, es un milagro! -exclamó el doctor-
Al escuchar es noticia, ambos padres sintieron una felicidad enorme... Lloraban y se abrazaban por este milagro... El hijo que tanto anhelaban había vuelto a respirar.
Primero necesito hacerle unos análisis para determinar que no haya nada de malo en el pequeño -explicó el doctor- Trataré de tardarme mucho
La angustiada madre solo pudo asentir... Ella ya deseaba poder carga a su pequeño hijo entre sus brazos.
[...]
Por más extraño que parezca, el recién nacido estaba haciendo su máximo esfuerzo para ver a los alrededores mientras era trasladado para realizarle sus chequeos correspondientes.
¿Qué es lo que está sucediendo? -pensó el bebé- ¿A-acabo de nacer?
Dentro del cuerpo de este pequeño, se encontraba el alma de un humano de otro mundo... El antiguo héroe conocido como Deku... Midoriya Izuku.
Espera, espera, espera... Lo último que recuerdo fue el consejo de Litinia-sama... Eso quiere decir que todo lo sucedido fue real... Acabo de renacer en uno de los mundos errantes -pensó- Pero nunca imaginé que sería consciente unos segundos después de haber nacido... Mis sentidos ni siquiera se han desarrollado
A pesar del esfuerzo que hacía para mantenerse despierto, poco a poco comenzó a cerrar sus ojos, cayendo en un profundo sueño.
[...]
Un tiempo después, cuando la señora Hyōdō se había instalado en una de las habitaciones del hospital junto a su esposo, la puerta fue abierta por el doctor, quien entró seguido por la enfermera mientras llevaba al recién nacido entre sus brazos.
Felicidades señor y señora Hyōdō, su pequeño se encuentra totalmente saludable -dijo el doctor mientras que la enfermera le entregaba el bebé a la madre- Me alegro mucho por ustedes
Apenas recibió al pequeño, la madre no pudo hacer otra cosa más que abrazarlo mientras derramaba sus lágrimas.
Al fin... Después de tanto, por fin te tengo entre mis brazos, mi pequeño ángel
Viendo a su esposa e hijo, Gorou sentía como la felicidad invadía su cuerpo, por lo que abrazó a ambos mientras derramaba algunas lágrimas.
¿Qué fue lo que sucedió, doctor? -preguntó Gorou-
A decir verdad, lo que acaba de ocurrir no es más que un milagro -respondió el doctor- Cuando su hijo nació, no hizo ningún movimiento, no tenía pulso... No había reacción... Pero unos minutos después volvió a respirar... Aunque el hecho que no haya llorado también es extraño
Comprendo -dijo Gorou con alegría-
Lo importante es que su pequeño hijo está en una excelente condición... Solo necesita traerlo cuando le toque sus chequeos para verificar que no haya nada raro en él -habló el doctor-
Todo esto es gracias a usted, doctor... Le estaremos eternamente agradecidos -dijo la madre-
Nada de eso señora, yo solo cumplí con mi trabajo -contestó el doctor con tranquilada- Por cierto, ¿ya decidieron su nombre?
Ante esa pregunta, ambos padres sonrieron y respondieron al mismo tiempo...
Issei... Hyōdō Issei
[...]
Los años transcurrieron con normalidad. El ahora conocido como Issei, se convirtió en un niño muy curioso, siempre haciendo preguntas.
Durante los chequeos que se le hicieron en el transcurso de su crecimiento, los doctores confirmaron que no había nada de malo con él... Issei era un niño con una excelente salud.
El cambio más notorio que consideró, fue su nueva apariencia... Su cabello, que siempre paraba ordenado, ahora era castaño al igual que sus ojos, las pecas desaparecieron y tenía el tamaño acorde a su edad... Era un cambio que lo impactó mucho.
Gracias a los recuerdos de su anterior vida, este pequeño tenía un intelecto muy desarrollado para alguien de su edad... Empezó a caminar y a hablar a una edad muy temprana, siempre sobresaliendo del resto.
Cuando tuvo la suficiente fuerza, investigó todo sobre este nuevo mundo... La primera cosa que lo sorprendió fue la inexistencia de los quirks... Un mundo en donde las únicas personas con poderes especiales existían solamente en historietas y películas.
En su viejo mundo, Izuku siempre se preguntó como era la vida de las personas antes de la era de los quirks... Ahora tenía la oportunidad de vivirlo... Un mundo en donde no necesitas poderes sobrehumanos para vivir y ser querido.
Otro de las diferencias que encontró fue en las ubicaciones de los países. Comparando el mapa que podía recordar con el mapa del mundo errante, notó la presencia de nuevos países, desaparición de países, renombramientos y ubicaciones cambiadas... Con respecto a su país natal, no hubo ninguna diferencia geográfica.
La otra diferencia más notable fue la presencia de las religiones. En su anterior mundo, las religiones se convirtieron en un tema tabú debido a las atrocidades que cometieron durante la primera generación de los usuarios de quirks. Ser creyente de cualquier religión era mal visto, incluso peor que ser quirkless.
Las religiones existentes del mundo errante eran totalmente diferentes a la de su viejo mundo. Pero había algo que jamás encontró, no importaba cuanto buscara, en ninguna de las religiones antiguas o actuales aparecía el nombre de Litinia... Mitos, leyendas, historias fantasiosas... El nombre de la diosa Litinia no aparecía por ningún lado.
Dejando de lado la inútil búsqueda, comprendió que en este mundo, la religión católica contaba con mayor presencia y seguidores, era la religión que tenía mayor impacto en el mundo...
[...]
El ahora Issei, de seis años, se encontraba en casa de sus abuelos, disfrutando las vacaciones con ellos y sus padres.
Vamos Ise... No sabrás si te gusta si es que no lo ves -dijo un anciano-
No lo haré abuelo, eso no es correcto -respondió Ise-
Solo por esta vez... Estoy seguro de que cambiará la forma en que ves este mundo habló el abuelo seriamente-
Cediendo a las palabras de su abuelo, el pequeño Ise hizo algo que nunca se atrevería a hacer, ni siquiera en su viejo mundo.
Dando un largo suspiro, Ise se alejó de su abuelo y se acercó a una chica con enormes pechos, la cual se encontraba a varios metros de distancia.
Me odiaré por siempre -pensó mientras se armaba de valor-
Eh... ¿onee-san? -dijo el pequeño con una mirada tierna-
Al notar la presencia del castaño, la chica se agachó para estar a su altura, dejando ver su enorme pecho.
P-p-pechos -pensó nervioso el castaño mientras inconscientemente observaba los pechos de las chicas-
¿Sucede algo, pequeño? -preguntó amablemente la chica-
Y-yo me p-perdí -respondió el castaño- No encuentro a mi abuelo...
Así que estás perdido... No te preocupes, onee-san te ayudará a encontrar a tu abuelo -dijo la chica alegremente-
Por un instante, solo por un instante, Ise pudo jurar que vio unos pequeños corazones en los ojos de la chica, quien comenzó a sentirse más emocionada de lo que estaba antes... Y por alguna extraña razón un poco de baba caía de la esquina de su boca, la cual lo limpió al instante.
Creo que esto terminará mal... Muy mal para todos -pensó Ise-
Y así, la chica tomó de la mano a Ise y se alejó por el camino opuesto del que se encontraba el abuelo...
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