La cruel realidad
Luego de ese extraño encuentro con la monja poseedora de sacred gear, los tres llegaron a la escuela. No sucedió nada resaltante en la preparatoria, a excepción de Ise, quien estuvo pensando todo el rato en la expresión de la monja.
Cuando las clases finalizaron, Ise agarró sus cosas y se decidió hablar con la pelinegra.
Raynare-san, ¿puedes acompañarme a la biblioteca? -preguntó- Quiero tomar un libro para aprender italiano
Lo siento, pero tengo cosas que hacer -contestó la pelinegra- Tengo negocios que atender con Rias Gremory
¿Puedo acompañarte? -preguntó nuevamente el castaño-
No... Regresa a casa -respondió al salir del salón- No te desvíes...
Una vez que Ise se quedó solo, salió del salón para ir a buscar a Momo.
Lo siento mucho, pero hoy tengo reunión con el consejo estudiantil
En el momento que le dijo a la peliblanca para ir a casa juntos, ella tuvo que negarse debido a las tareas que tenía en el consejo estudiantil... Aunque la mayoría eran tareas de demonios.
Te diría que me esperes, pero saldré tarde... Además, recuerda que debes ir a estudiar magia -dijo Momo mientras se despedía del castaño- Te llamaré más tarde
Cuando se quedó solo nuevamente, por lo que fue a pedir el libro... Aunque fue inútil ya que la biblioteca de la escuela no tenía nada de eso...
Sin nada más que hacer, Ise no tuvo más opción que irse solo a casa... No es que no tuviera más amigos, solo que algunos de ellos estaban en club, mientras que otros se iban en direcciones opuestas.
Sin nada más que hacer, salió de la escuela y comenzó su caminata habitual hacia su casa para continuar con sus estudios sobre magia.
[...]
En la noche, Ise se encontraba en su habitación leyendo unos de los libros que le dio Penemue.
Bien... Ahora probemos con un hechizo básico -susurró mientras estiraba su mano al frente-
Una de las características que tenía en común con su antigua personalidad, era la obsesión con temas que le llamaban la atención... Gracias a esto, se obsesionó con la magia, a tal grado que dejó de lado sus estudios de la escuela.
Ya tienes las ecuaciones en la cabeza... Las runas ya fueron memorizadas... Solo debo usar poder mágico e invocar el círculo mágico -susurró mientras se concentraba- Shield
Diciendo el nombre del hechizo en voz alta, Ise fue capaz de invocar un círculo mágico de color verde esmeralda.
¡Al fin! -exclamó-
Y ya que perdió la concentración, el circulo mágico desapareció.
Je... tres días y pude aprender magia -dijo el castaño sin darse cuenta de que la única razón por la que lo logró se debía a su enferma obsesión con las cosas que le llamaban la atención-
Siguiendo con su aprendizaje, el estómago del castaño comenzó a gruñir, por lo que decidió ir a la tienda por algo de comer, ya que en su casa no había nada.
[...]
Raynare-san todavía no ha vuelto -susurró el castaño-
Luego de haber ido a la tienda por algo de comer, Ise se encontraba de camino a su casa.
Quizás debí comprar algo para ella... Bueno, es su culpa que en casa no haya nada -volvió a susurrar-
Siguiendo su camino, a lo lejos pudo escuchar mucha bulla que provenía de un almacén, y ya que era demasiado curioso, decidió ir a investigar.
Acercándose sigilosamente, entró al almacén... Encontrándose con una desagradable sorpresa...
Oh... Puedo oler algo delicioso... Tal parece que ya no necesito salir para buscar la cena -dijo una voz femenina-
Justo delante de él, se encontraba la dueña de la voz... Una mujer semidesnuda, cuya parte inferior era la de un monstruo.
Creo que me metí en algo que no debía -pensó el castaño-
El instinto asesino que emanaba la criatura era anormal, pero no era suficiente para espantar al castaño.
Si solo fuera un humano normal, ya me habría vuelto loco... Pero después de ver todo lo que he visto, incluso haberme visto asesinar personas, esto no parece tan malo -pensó-
Así que tú emanabas ese olor -dijo la criatura, quien se había dado cuenta de la presencia de Ise- ¿Oh? ¿No me tienes miedo? ¿O acaso estás tan asustado que no puedes moverte?
Ise se encontraba parado, sin hacer nada... Simplemente se encontraba analizando la situación.
Ddraig, ¿crees que pueda ganarle a esa cosa?
[¿Estás pensando derrotarla?... Desde ahora te digo que la única forma de hacerlo es asesinándola]
Esto dejó desconcertado al castaño.
¿No hay otra manera?
[Lo siento compañero. Esto no es igual a tu antiguo mundo en el que podías arrestar a los villanos... La realidad es diferente... Matas o mueres... Es así de simple]
Esto hizo que Ise se ponga a dudar que era lo que tenía que hacer... Este momento fue aprovechado por el monstruo, el cual decidió atacar.
Tch -se quejó el castaño-
Ise pudo reaccionar justo tiempo, logrando evitar el ataque.
[Boost]
Activando su sacred gear, Ise decidió frenarla para evitar que pueda dañar a un tercero.
Oye Ddraig, ¿hay algo más que pueda hacer con la boosted gear?... Cualquier consejo me sería útil
[Boost]
[Ya que pudiste completar tu primer hechizo antes de lo esperado, te daré un consejo... Concentra tu poder mágico en tu brazo izquierdo y luego lánzalo con ayuda de la boosted gear]
¿Lanzarlo?
[Lanzarlo]
Haciendo caso al consejo, reunió una gran cantidad de poder mágico en su brazo izquierdo, el cual formó una bola mágica en su palma que fue aumentado de tamaño y lo liberó con ayuda de la boosted gear.
Cuando lo liberó, una enorme ráfaga de energía carmesí golpeó la parte inferior del monstruo, destruyéndola por completo... Además, la ráfaga continuó hasta salir por el techo.
[Olvidé mencionarte que solo pusieras un poco de poder mágico]
En el momento que el castaño vio el resultado de su ataque, vomitó.
Solo quedaba la parte superior del monstruo.
M-maldita sea -dijo el agonizante monstruo, el cual era incapaz de hacer algo-
Desactivando su sacred gear, Ise miró nuevamente lo que hizo... Lo que ocasionó que volviera a vomitar.
¿Q-qué es lo que hecho? -se preguntó mientras caía al suelo- A-acabo de matar a alguien...
[No está muerto]
A pesar del comentario de Ddraig, Ise se sentía fatal por lo que había hecho. volviéndose a parar nuevamente, se acercó a la criatura.
N-no debí haber salido a comprar -susurró el castaño-
Pero antes de que pueda continuar hablando, recibió una patada que lo mandó a rodar.
Maldita sea, Issei... Te dije que nunca salieras de noche -dijo una voz que el castaño conocía muy bien-
Viendo en dirección de donde provenía la voz, el castaño se encontró con Raynare.
Mira todo el jodido desastre que has hecho -habló mientras se acercaba a la criatura-
Invocando una lanza de luz, le dio el golpe final, haciéndola desaparecer por completo... Esto ocasionó que el castaño volviera a vomitar.
Parece que te nos adelantaste, Hyōdō Issei-kun -dijo otra voz femenina-
Mirando a otra dirección, se encontró con Rias Gremory y su séquito.
L-lo siento mucho -dijo el castaño, quien poco a poco se fue recuperando del shock-
Aún así, en su mente seguí la idea que había matado a alguien.
¿Qué fue lo que sucedió? -preguntó Rias-
Salí por algo de comer, pero de regreso a casa escuché mucho ruido que provenía de este lugar, por lo que vine a revisar... Me encontré con esa criatura, me defendí, mi ataque se salió de control y terminé asesinándola -respondió Ise, volviendo a su estado de shock-
No asesinaste a nadie, maldito idiota... Esa cosa aún seguía con vida -refutó Raynare-
P-pero yo... -trató de hablar el castaño-
De la nada, Raynare le dio una bofetada, sorprendiendo a los demonios.
Cambia esa maldita expresión... Esto es la ley de la vida en el mundo sobrenatural... Mundo del que ahora formas parte -dijo Raynare- El fuerte manda al débil, y si él no quiere, será asesinado
No crees que estás siendo demasiado dura -reclamó Rias-
Yo no te digo como tratar a tus sirvientes, ¿cierto? -preguntó Raynare-
Pero él no es el tuyo -refutó la pelirroja-
Pero es mi responsabilidad -respondió seriamente-
Viendo la expresión del castaño, la pelinegra suspiró.
Vamos, discúlpate por haber interrumpido en su tarea -dijo Raynare-
Lo siento -habló el castaño mientras comenzaba a alejarse-
Mañana actuaremos según lo planeado -fue lo último que dijo la pelinegra antes de irse-
Caminando hacia el castaño, lo agarró de la mano y se lo llevó.
[...]
Ise se encontraba sentado en su cama, pensando por todo lo que había sucedido.
Estuve a punto de cruzar esa línea -susurró el castaño-
Queriéndose comunicar con el castaño, la boosted gear se manifestó.
[Ahh... Sabía que esto llegaría tarde o temprano, pero es mejor hablarlo antes de que el mundo sepa sobre ti]
Yo juré nunca matar a nadie -dijo Ise mientras miraba su guantelete- En mi mente siempre estuvo la idea de que el día que llegaría a asesinar alguien, dejaría de ser un héroe
[Esa clase de pensamiento fue la que te mató... Si no te hubieras negado a asesinar a ese villano, hubieras sobrevivido y habrías vivido una vida feliz... Además, ya no eres un héroe]
Lo sé... No había vuelto a pensar en la batalla decisiva... Al final si lo maté -habló Ise- Hasta ahora no me había percatado de eso
[Gracias a eso, fuiste capaz de salvar a muchas personas... ¿Acaso no recuerdas lo que dijo esa diosa Litinia?... A veces, asesinar es la mejor respuesta]
Debe ser cierto para que la misma diosa de la realidad lo diga... -contestó Ise-
[No debes olvidarte de que ahora como Sekiryuutei, tendrás que matar a seres para poder salvarte y salvar a todos lo que te importan]
Supongo que tienes razón... Solo no me pidas que de la noche a la mañana me acostumbra a asesinar a alguien... -dijo mientras apretaba su mano- Tal vez lo deje como último recurso
[Recuerda que no mataste a esa criatura... Así que por ahora puedes estar tranquilo]
[Esta conversación es importante para que no dudes en situaciones de vida o muerte]
Lo tengo... Gracias Ddraig -respondió el castaño mientras veía como su guantelete desaparecía-
Estando a punto de tomar un libro de magia, la puerta de habitación fue abierta por Raynare, quien entró y se sentó en la cama al costado de Ise.
Siento haber reaccionado de esa manera -dijo la pelinegra- Sé que es tu primera vez en esta clase de situaciones, por lo que es normal que te hayas quedado en shock... Yo misma pasé por esa situación... La diferencia es que yo si llegué a asesinar y no herirla gravemente como tú lo hiciste
Yo también me quiero disculpar -respondió el castaño- Por no haberte hecho caso, terminamos en esta situación
Veo que te encuentras mejor -habló Raynare- También es mi culpa por no haber hablado sobre ese tema
Supongo que ambos somos culpables -dijo Ise entre bromas-
No... Tú eres el más culpable -respondió mientras reía-
Ise se sorprendió por esta reacción... Era la primera vez que veía reír a la pelinegra.
Gracias a tu estado, Rías Gremory no hizo más pregunta sobre el potente ataque que liberaste -mencionó Raynare-
Con eso último, el castaño se puso a pensar... Hoy estuvo a punto de cruzar una línea que juró nunca cruzar... A partir de ahora tendría que dejar de guiarse en las reglas de su mundo heroico y adaptarse al mundo sobrenatural... Pero será mejor ir paso a paso.
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