Demonios
Luego de haber hablado sobre muchas cosas con Ddraig, Ise por fin llegó a la preparatoria.
Creo que llegué un poco tarde -dijo mientras ingresaba por la puerta principal-
Era casi mediodía, por lo que el castaño se apuró en llegar a la clase. Tocando la puerta, fue recibido por el profesor, quien le indicó que entrera de una vez.
Las clases continuaron con tranquilidad, pero aún así, Ise no podía olvidar todo lo que había ocurrido el fin de semana.
Y pensar que ya nada podría sorprenderme -pensó el castaño, quien fue incapaz de prestar atención a la clase-
Cuando las clases finalizaron, Ise decidió retirarse, por desgracia le fue imposible debido a una inesperada presencia.
Tú eres Hyōdō Issei-kun, ¿cierto? -preguntó una persona desconocida-
En el momento que observó a la persona que lo había llamado, se encontró con un chico rubio y ojos azules.
Sí -respondió confundido-
Esa persona era Kiba Yuuto, el príncipe número 1 de la preparatoria. Amado por las chicas y odiado por los hombres debido a su popularidad.
Ise había escuchado hablar muchas veces sobre él. Palabras bonitas por mujeres y palabras de odio por parte de los hombres. Se podría decir que esta era la primera vez que ambos interactuaban.
El castaño ya tenía una ligera idea de la razón de su presencia, pues sabía que ese chico pertenecía al club de la investigación oculta, cuyo líder era Rias Gremory.
¿Sucede algo? -preguntó el castaño-
Esta interacción era vista por todos lo que estaban en el aula.
Vine aquí por orden de Rias Gremory -respondió mientras sonreía- Ella requiere tu presencia. Déjame guiarte...
Está bien -respondió sin darle mucha vuelta al asunto-
¿Eh? ¿Hyōdō-kun y Kiba?
¿Ellos se irán juntos?
¡Kyaaa! Mi sueño por fin se hizo realidad
¡Sabía que terminarían juntos!
Debido al alboroto de las chicas, Ise, por primera vez en su vida, puso una expresión de desagrado. Y es que esas palabras le hicieron recordar esos mundos alternos, donde terminaba siendo pareja de un hombre... Era tan perturbadores que lo hizo enfermar... Incluso había mundos en donde su otro yo terminaba embarazado.
Será mejor irnos de una vez -dijo Ise con desagrado-
Con eso dicho, Kiba comenzó a guiar a Ise hasta el lugar en donde se encontraba el club.
¿Dónde queda el club? -preguntó Ise-
En el viejo edificio de la escuela -respondió Kiba con amabilidad-
Mientras continuaban caminando, no volvieron a intercambiar palabras.
¿Raynare-san? -preguntó confundido el castaño al ver a la pelinegra-
Cuando estaban a unos metros del lugar, Ise vio a Raynare parada en la puerta en la puerta del edificio, aparentemente esperando al castaño.
Tardaste demasiado -dijo la pelinegra al encontrarse con el chico- Cuando nos reunamos, no digas cosas innecesarias
Dejando que Kiba los guiara, Ise y Raynare llegaron hasta la puerta de una de las habitaciones. Antes de poder entrar, el rubio tocó la puerta, esperando que le indicaran que entrara.
Adelante
Escuchando una voz femenina del otro lado, los tres entraron a la habitación encontrándose con los miembros del club y el consejo estudiantil. Kiba caminó hasta posicionarse por detrás de la pelirroja, dejando a Ise y Raynare solos.
Dando un rápido vistazo, Ise cruzó miradas con Momo, quien solo agachó la cabeza con tristeza.
Bienvenidos Hyōdō Issei-kun, Raynare-san -saludó Rias-
Evitando cualquier presentación, Raynare decidió tomar la palabra.
Ve al punto, Rias Gremory -respondió Raynare- ¿Qué es lo que quieres saber?
Ante esa pregunta, Rias sonrió mientras que Sona la miraba fijamente sin ninguna expresión.
La razón por la que los ángeles caídos han estado atacando -dijo Sona-
Al igual que en su raza, los ángeles caídos tienen un cierto grupo de traidores que harían lo que sea con tal de reiniciar la guerra -habló Raynare- ¿Y cuál es la mejor forma de hacerlo? Ir al territorio de los demonios, en donde se encuentran las hermanas de los maous para asesinar a portadores de sacred gear que podrían convertirse en candidatos para reencarnar en demonios... Con esto lograrían llamar su atención y eliminarlas
Nosotros no somos tan débiles, ¿sabes? -contestó Sona-
Claro -dije Raynare, sin darle mucha importancia a ese comentario- Como sea, estoy seguro de que sus superiores ya saben sobre eso, por lo que no entiendo cual es necesidad de volver a repetirlo
Aún no habíamos sido informadas sobre eso -respondió Rias- Solo nos informaron que ustedes resolverían ese caso, y que una representante vendría para obtener el permiso
Justo como dijo el viejo -pensó la pelinegra-
Bueno, en ese caso no tengo necesidad de explicar eso -dijo Raynare mientras se acercaba a entregarles- Solo firmen para poder irme de este lugar
Lo siento, pero no puedo hacerlo -habló Rias, quien se negaba a recibir el papel-
¿Qué? -preguntó sorprendida Raynare- ¿Por qué no lo harás?
Si quieres que firmemos, entonces déjanos ayudarte con los traidores -respondió Sona-
Como respuesta, Raynare comenzó a reírse, haciendo que todos los demonios pusieran mala cara.
¿Acaso te estás burlando de kaichou? -preguntó otro chico de cabellera rubia-
Esa pregunta hizo que Raynare dejara de reír para poner una expresión seria.
Si no quieres terminar con una lanza de luz clavada en el estómago, será mejor que te mantengas callado -respondió seriamente Raynare- Estoy hablando con tu ama, no con el esclavo...
Estas palabras hicieron enfurecer al séquito de Sona, quienes rápidamente se pusieron en posición de batalla.
Deténganse -ordenó Sona- Y Saji, no vuelvas a hablar sin mi permiso
S-sí -respondió el chico mientras agachaba la cabeza-
Ise observaba todo esto sin decir una palabra.
Creo que esta es la primera vez que se me siento fuera de lugar -pensó el castaño-
¿En serio me están pidiendo que los deje pelear contra los traidores? -preguntó la pelinegra- Ahh... No imaginé que dirían eso
Entonces... -habló Rias-
Solo dejaré que uno de los dos séquitos me acompañe... Si van todos juntos, serán un estorbo -respondió Raynare- No me importa que grupo irá, solo firmen el maldito permiso
Esta vez, Raynare colocó el permiso en la mesa para que lo puedan firmar. Una vez que las dos herederas firmaron el permiso, Raynare tomó el papel y lo teletransportó.
Bueno, ya que hemos solucionado ese problema, entonces podemos pasar al siguiente punto -dijo Rias mientras miraba a la chica que estaba a su lado- Akeno, por favor
La chica llamada Akeno, se dirigió a un lado para servir té y lo repartió a Ise y Raynare.
Gracias -dijo Ise, haciendo que Akeno sonriera-
Pero su expresión cambió totalmente cuando le entregó el té a Raynare.
No tienes por qué mirarme de esa forma, Akeno -dijo Raynare mientras recibía la taza-
Está delicioso -pensó el castaño, quien era ajeno a lo que estaba ocurriendo a su costado-
Hyōdō Issei-kun, de seguro te estarás preguntando la razón por la que he llamado -dijo Rias-
Más o menos tengo una idea -respondió el castaño-
No hay necesidad que le den la charla sobre el mundo sobrenatural... Él ya sabe todo lo que debe saber -interrumpió Raynare-
Entonces ya debes saber sobre esto, ¿cierto? -preguntó la pelirroja mientras sostenía una ficha de peón-
Evil pieces -respondió Ise- Entregadas a demonios de clase alta para que puedan formar su séquito... Esas piezas permiten reencarnar en demonio a cualquier raza
Bien... ¿Podrías decirme qué tipo de sacred gear tienes? -preguntó esta vez Sona-
Esto puso un poco nervioso al castaño, quien no había pensado en una respuesta para eso, puesto que no podía decir que tenía la boosted gear... Hasta que recordó algo, por lo que recuperó la calma.
Es un twice critical -respondió Ise-
Ya veo... Entonces Hyōdō Issei-kun, ¿te gustaría formar parte de mi séquito? -preguntó Rias-
Cuando el castaño estaba a punto de responder, fue interrumpido por Sona.
Espera un momento, Rías... Habíamos acordado preguntarle a cuál de los dos séquitos quisiera estar -dijo Sona-
Viendo que ambas estaban a punto de discutir, Ise decidió intervenir.
Gracias por sus propuestas, pero me temo que no aceptaré pertenecer a ninguno de ustedes... No tengo interés en reencarnar como demonio -respondió-
Ambas dejaron de hablar y miraron directamente al castaño.
Así que esa es tu respuesta -dijo Sona- Supongo que tenías razón, Hanakai...
Momo simplemente miró por un momento a Ise, quien se sentía un poco incómodo, para después fijar su mirada en Sona.
¿Estás seguro?... Si te reencarnas, puedes tener todo lo que quieras: dinero, fama, mujeres -habló Rias tratando de convencerlo-
Al escuchar eso, la peliblanca solo dio una pequeña sonrisa... Tal parece que no conocían como era la personalidad de su amigo.
Lo sé, pero no me interesan esas cosas -respondió Ise-
Que idiota -susurró Saji-
Para callarlo, Momo le dio un fuerte puñetazo en el estómago.
Entonces esa es tu respuesta final... Avísame si cambias de opinión -dijo Rias, dándose por vencida-
Si les sirve de algo, puedo ayudarlos en cualquier momento -dijo Ise de manera amistosa-
Lo tendré en cuenta -respondió Rias mientras sonreía-
¿Acaso das esa respuesta porque estás aliado con los caídos? -intervino Sona-
Estás equivocada, Sona Sitri... Issei está temporalmente bajo nuestra protección -dijo Raynare-
Si le hubiera dicho que estaba directamente bajo la protección del viejo, se hubieran dado cuenta que Issei vale más de lo que aparenta -pensó la pelinegra- Que brillante soy...
En realidad, yo no pertenezco a ninguna facción... Prefiero mantenerme neutral -respondió-
Si es así, ¿no sería mejor que te borren la memoria para que puedas seguir viviendo en paz? ¿Por qué la necesidad de estar bajo la protección de los caídos? -preguntó Sona-
Tch... Maldita tabla entrometida -pensó Raynare, quien tenía una expresión neutra-
El que no quiera pertenecer a una facción, no quiere decir que quiera mantenerme alejado del mundo sobrenatural -respondió Ise tranquilamente- Tengo mis razones para estar bajo la protección de los caídos
Vasta de charla inútil -interrumpió Raynare- Si ya no tienen nada más que decir, nos retiramos
Dejando las tazas a un lado, Ise y Raynare decidieron retirarse...
Esperen
Pero fueron detenidos debido al llamado de Sona.
¿Qué es lo que quieres ahora? -preguntó Raynare con enojo-
Olvidaste esto -dijo Sona mientras le entregaba un sobre con unos papeles-
¿Qué es esto? -preguntó la pelinegra nuevamente-
Son papeles de inscripción de la escuela -respondió Sona- Nos dijeron que la hija del gobernador de los caídos iba a inscribirse como una muestra de que no tiene planeado atacar a los demonios
Ese maldito viejo -dijo Raynare mientras arrugaba los papeles- No puedo creer que haya puesto a su propia hija en esta escuela de mierda
Por favor, no arrugues los papeles, hija de Azazel -habló Sona, dejando sorprendidos su séquito-
Tch... -se quejó la pelinegra-
Que extraña pulsera -mencionó una de las chicas del sequito de Sona al ver la muñeca del castaño-
¿Te gusta? -interrumpió Raynare mientras sonría con soberbia- Se lo regalé en nuestra primera cita
Este comentario hizo que el séquito de Sona volteara a ver a Momo, quien se quedó en shock debido a lo que acababa de escuchar.
Deberías hablar con tu padre, Akeno-dijo Raynare mientras salía de la habitación- Como sea, vámonos Issei
Gracias por el té... Estuvo delicioso -se despidió Ise mientras inclinaba la cabeza-
[...]
Raynare e Ise habían salido del viejo edificio. La pelinegra estaba enojada mientras que el castaño estaba caminando tranquilamente. Ambos se dirigían a la residencia Hyōdō.
Así que... Estarás en mi escuela -dijo Ise para evitar que el silencio siga reinando-
¿Ah? Por supuesto que no... Solo tengo que hablar con mi madre para que haga recapacitar a mi tonto viejo -respondió Raynare-
¿En Grigori no hay escuelas? -preguntó Ise-
No... Solo hay algunos caídos que se encargan de enseñar a los niños -respondió Ise- Hay un maestro para cada área en la que te quieras especializar
Ya veo... Por cierto, ¿tu madre también es un ángel caído? -preguntó nuevamente-
Es mitad caído y mitad humana -respondió Raynare- ¿Recuerdas la historia del puente? Así fue como se conocieron... Mi madre era ajena al mundo sobrenatural hasta el día que conoció al viejo
Mientras hablaban acerca de sus vidas, ambos llegaron a su destino.
Por cierto, ¿no íbamos a Grigori? -preguntó el castaño-
Recibí un mensaje del viejo donde me indicaba que vinieramos hacia acá -respondió-
Cuando Ise abrió la puerta, se encontró con una persona desconocida parada cerca de las escaleras.
Eh, ¿quién es usted?
Era la primera vez que el castaño veía a esta persona. Una mujer de pelo negro y con un cuerpo seductor.
¡¿M-mamá?! -exclamó Raynare sorprendida-
Hola, cariño -respondió la mujer mientras sonreía-
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