Comienzos
Debido a una petición de su pervertido abuelo, Ise había ido a hablar con una chica de grandes pechos. Al principio iba bien, pero el extraño comportamiento de la chica le empezó a dar escalofríos.
Yendo a una dirección totalmente opuesta a la que se encontraba su abuelo, Ise no sabía cómo decirle que todo esto era una mentira.
Onee-san... -llamó un poco nervioso-
¿Qué sucede? -preguntó la chica tranquilamente-
¿Hacia dónde estamos yendo? -preguntó él-
Estamos yendo a un lugar muy especial... -contestó mientras le sonreía-
Nonononono... Esta tipa claramente no es alguien en quien pueda confiar... -pensó el peliverde- ¿Dónde demonios estás, abuelo?
Un rato después ambos llegaron a una tienda, en donde la chica le compró una bebida y algo para que comiera. Luego de eso, regresaron al parque y se sentaron en una de las bancas.
Gracias, onee-san -dijo Ise mientras terminaba de comer-
No te preocupes. Espero que ya te encuentres más tranquilo -respondió mientras lo miraba fijamente-
Debido a esa mirada, Ise sentía un extraño sentimiento... Un extraño sentimiento ya había sentido antes.
Esto... Esto es similar a las veces que me encontraba con Toga -pensó el castaño, recordando a su antiguo mundo-
Armando de valor, Izuku decidió preguntar por su extraño comportamiento.
Onee-san, ¿ocurre algo? -preguntó Ise- Me has estado viendo fijamente todo este tiempo
Al escuchar esas palabras, la chica volvió a la normalidad y se sonrojó.
L-lo siento, no era mi intención que te sintieras de esa manera... Es que me recuerdas a mi hermano pequeño -contestó la chica-
Ya veo... -respondió-
Esto hizo sentirlo fatal. Había juzgado mal a una persona que simplemente quiso ayudarlo.
¿Le pasó algo malo? -preguntó el castaño-
La chica, con una expresión de tristeza, comenzó a mirar al horizonte, recordando varios momentos alegres de su pasado. Al ver esto, Izuku pensó que había hecho una pregunta que no debía.
Nada de eso... Él está en casa, solo que no quiere jugar conmigo porque dice que soy muy amorosa -respondió mientras sonreía-
Ise, sin ninguna expresión, solo miró a la chica por unos instantes antes de ponerse de pie y comenzar a alejarse.
E-espera, ¿a dónde vas? -preguntó la chica sorprendida- Te voy a ayudar a encontrar a tu abuelo
No hay necesidad... Ya lo encontré -respondió mientras veía a su abuelo escondido detrás de un árbol-
¿E-ese pervertido es tu abuelo? -preguntó nuevamente-
Durante todo el tiempo que pasó con Ise, notó que el anciano los había estado siguiendo, pero nunca imaginó que sea el abuelo... Ella pensó que era uno de esos viejos cochinos.
Lamentablemente lo es... Gracias por todo -respondió Ise sin mirar atrás-
¿Nos volveremos a ver? -preguntó la chica mientras veía la pequeña espalda de Ise-
Ise se detuvo por un momento y volteó a ver a la chica...
Espero que no... Broccona -respondió mientras sonreía inocentemente-
Y así, el pequeño Ise se alejó de la chica, rogando para que nunca más se vuelvan a encontrar... Aunque fue en vano ya que durante todo el tiempo que se quedó en casa de sus abuelos, se la encontró innumerables veces... Después de todo, su casa estaba al lado que la de sus abuelos.
[...]
Algunos años pasaron desde ese evento... El intento de su abuelo en convertirlo en un pervertido e introducirlo en el mundo de los grandes pechos, terminó en un rotundo fracaso.
Obviamente cualquier intento de su abuelo fue inútil, ya que Ise pensaba que convertirse en un pervertido similar a Mineta, sería caer muy bajo.
Durante todo ese tiempo, Ise vivió la vida que siempre quiso tener en su antiguo mundo... Una vida llena de paz.
¿Si hubo cambios significativos a comparación de su otra vida? Sí... El cambio más importante que tuvo fue la presencia de amigos
En su anterior vida, desde pequeño fue menospreciado a causa de su falta de quirk, llegando a desarrollar un complejo de inferioridad. Pero, en esta nueva vida en donde no existen los quirks, él pudo crecer como cualquier niño normal, rodeado por personas que lo querían.
El pequeño Ise se caracterizaba por ser una persona servicial, ayudando a las personas cuando lo necesitaban, factor decisivo para ganarse la confianza de muchos... Todo esto era por la influencia de su anterior vida, donde vivía como un héroe.
Pero de todas esas personas que conocía, había una persona especial a quien consideraba su mejor amiga. Esa persona era su vecina Shidō Irina, una niña de su misma edad quien tenía sus mismos gustos.
El único inconveniente era que ella intentó varias veces introducirlo en su religión. Ante esto, él se negó innumerables veces ya que no creía que en este mundo existieran dioses, después de todo era un mundo errante que no tenía contacto con los dioses del multiverso. Además, se podría decir que su único "dios" era Litinia, quien le dio una nueva oportunidad para ser feliz.
Dejando el tema de las religiones de lado, Ise no entendía por qué ella actuaba y se vestía como hombre... Pero eso no influyó en su amistad. Él no era una persona que juzgaba a los demás... Bueno, trataba de no serlo.
Si le preguntaran con quien, de entre todos sus amigos de esta y su anterior vida, quisiera pasar el resto de su vida, él sin dudarlo elegiría a Irina.
En estos momentos, él se encontraba en casa de la familia Shidō, para ser más exactos, en la habitación de Irina.
Hace unos días, Irina mencionó que tendría que mudarse a Inglaterra debido al trabajo de su padre, por lo que decidieron hacer una última pijamada como despedida.
Irina se encontraba acostada en su cama, mientras que el castaño estaba en su futón. Ambos habían estado hablando por un largo rato, recordando todas sus anécdotas juntos.
Aprovechando el momento, el castaño decidió hacer una pregunta sobre una duda que tenía desde que la conoció.
Oye Irina, ¿por qué te vistes y actúas como un niño?
Esta pregunta la dejó desconcertada. Se suponía que él no sabía sobre su verdadero género.
¿D-de que estás hablando, Ise-kun? -preguntó nerviosamente-
Sabes a lo que me refiero... Espera, ¿pensabas que yo creía que tú eras un chico? -dijo Ise al notar su nerviosismo-
S-sí -respondió rendida- ¿C-cómo te diste cuenta?
Bueno, Irina es nombre de mujer -contestó Ise como si lo que hubiera dicho era lo más obvio del mundo- Además, tu padre siempre te dice "mi amada ángel"
S-supongo que con eso cualquiera se daría cuenta -dijo Irina- En realidad lo hice porque pensé que no te juntarías conmigo si sabías que era una niña
¿Ah? ¿Por qué no me juntaría contigo? -preguntó el castaño- No importa si eres hombre o mujer. Eso no cambiará el hecho de que eres mi mejor amiga y una de las personas más importante en mi vida
Esas palabras hicieron que la cara de Irina se vuelva completamente roja, por lo que se ocultó debajo de la sábana para evitar que Ise la viera.
Ellos continuaron hablando por un rato más, hasta que Ise quedó profundamente dormido. Al notar esto, Irina se levantó y se acercó al rostro de castaño.
Ten por seguro que regresaré, Ise-kun -susurró la niña-
Ise nunca lo supo, pero esa noche recibió su primer beso... El primero de muchos.
[...]
Luego de la mudanza de Irina, Ise siguió con su vida. Los años transcurrieron con normalidad, días llenos de felicidad y otros de tristeza.
Ise, quien ahora tenía 14 años, se encontraba en su último año de secundaria. La vida en la secundaria fue completamente opuesta a la de su vida anterior, muchos días compartiendo con personas que consideraba sus amigos...
Durante el primer año de secundaria, viendo que la escuela tenía clubes, Ise decidió ingresar a uno para pasar el tiempo, sin imaginar que se convertiría en uno de los mejores integrantes.
El club al que había decidido entrar era el de atletismo. No es que fuera su favorito, simplemente se metió a ese club para mantenerse en forma debido al consejo de Litinia... Aunque durante todo este tiempo, siempre sintió que ese consejo significaba mucho más de lo que pensaba.
[…]
Aún sigo sin creer que todo esto es real -dijo Ise mientras caminaba-
Las clases habían finalizado, y viendo que hoy no tenía entrenamiento, decidió caminar por los alrededores desconocidos de la ciudad.
Ahhh... Tengo que admitirlo, si esto fuera un sueño, quisiera nunca despertar
Perdido en sus pensamientos, dio un mal paso y cayó al piso... Bueno, el dolor fue suficiente para saber que esto era la realidad.
Levantándose del suelo, fijó su vista hacia ese hermoso atardecer que estaba a lado suyo.
Y pensar que es similar al atardecer de mi mundo -dijo el castaño- Me pregunto cómo estarán todos por allá
Comenzando a vagar sin rumbo, llegó hasta un lugar que, a pesar de los años que había estado viviendo en esta ciudad, nunca lo había visto...
¿E-es enserio? ¿Incluso en este mundo? -se preguntó Ise de manera divertida- Bueno... Supongo que tendré que seguir sin consejo...
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Con el siguiente capítulo, estaría dando inicio a la historia principal. Habrá varios cambios ya que sería aburrido seguir a pie de la letra el canon.
Una de las cosas que quería aclarar es sobre el nacimiento de este Ise.
Dentro del vientre de su madre, estaban el alma de Ise e Izuku. La diferencia es que el alma de Izuku estaba inactivo, siendo el alma principal el de Ise.
Cuando estaba a punto de nacer tuvo complicaciones, por lo que al final nació muerto. Unos minutos después, el alma de Izuku fue "activado", reclamando el cuerpo como suyo.
¿Qué pasó con el alma del verdadero Ise? En algún momento de la historia lo sabrán.
Por el momento, eso sería todo. Trataré de subir otro capítulo mañana.
No pos, vota y comenta... Si tienes alguna duda, la responderé sin problemas (excepto la trivia de Canadá)
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