VEINTE Y SEIS

---¿Él te dijo eso? ---pregunté, sosteniendo una botella de agua con ambas manos.

---Sí, le pedí que me dijera absolutamente todo y bueno... Ya sabes. ---respondió.

---¿Entonces saldrán hoy?

---Quiere ver a su hijo, le mostré algunas sonografías y lloró... Pero está feliz de tener un hijo. ---dijo.

---Y también porque estás aquí. ---señalé.

---Eso es muy cierto. ---dijo Joel entrando a la habitación.

---Llegaste, ¿Llevaste a los niños con Mamá? ---pregunté, parándome a abrazarlo por la espalda.

---Sí, saldrán con Sasha y Sarah... ¿Quieren ir al estudio?

---¡Sí! ---contestó Andreina estusiasmada, causandonos  un poco de gracia a ambos.

Quizás estábamos ambas usando unas adorables pijamas de conejitos rosados y blancos pero eso no nos impidió salir hacía el estudio con toda prisa.

---En todo el tiempo que tengo conociéndolos... Es la primera vez que veo a Joel conducir. ---dijo Andre, reí porque tenía razón.

---Soy todo un chófer experto en Chofereria.

---Eres un bobó. --- Andreina empezó a reír con mucha gracia por el tonto comentario de Joel.

Entendía la felicidad y emoción de Andreina para ir al estudio, aunque por otro lado me estaba preparando mentalmente para las bromas por las Pijamas.

---Zaphir... ---llamó Andreina. ---No te llegué a presentar amigas en RD pero vienen dos... ¿Está bien si me quedo con un de ellas?

---¿Una de ellas? ---pregunté curiosa.

---No se conocen entre sí. ---explicó.

---Que se queden con nosotros, a Zair y Jhael les encantará estar más acompañados. ---aseguré.

---Llegamos. ---informó Joel. ---Por cierto, Renato dijo que quería que lo ayudaras con algo... Pero como trabajas con eso no importa, Él está aquí.

Asentí.
Desabroché el cinturón de seguridad y baje más rápido que nunca del vehículo para ayudar a Andreina. Justo cuando abrí su puerta Joel llegó a mi lado y me dio un pequeño empujon.

---Disculpe señorita, el macho pecho peludo en proceso soy yo, yo ayudaré a la señorita Barriga de Pelota.

Miré extraño a mi prometido, de momento se creía un Pimiento Payado.

---Raro. ---le dije.

---Barriga de Pelota sensual y Adorable. ---le corrigió Andreina mientras salia del vehículo con su ayuda.

Reí un poco por las bromas entre mi más grande amor y mi más grande amiga.

---¿Los demás saben que volví? ---preguntó Andreina.

---No. ---aseguró Joel.

Tomé la mano de Joel. 

---Tengo un plan, Pimiento y yo entraremos primero y luego tú... Algo así como una sorpresa. ---ofrecí.

Andreina asintió con una gran sonrisa. Adelanté los pasos junto a Joel, estaba emocionada por saber la reacción de los chicos al ver a Andreina, pero también tenía trabajo que hacer. 

Cuando entramos todo parecía un pequeño caos, los chicos estaban corriendo de una lado a otro mientras que Renato miraba la pantalla de su celular.

---Los estabamos esperando. ---Anunció Renato. ---¿Están bien? ---asentí sin preocupación

---¿Y este desastre? ---pregunté en lo que Joel se unía al caos de los chicos.

---Están jugando, ya sabes como es. ---dijo. --No todo es...

La puerta detrás de mi se volvió a abrir, no podía descifrar la cara de Renato pero estaba segura de que su reacción era por Andreina. Noté como los chicos pararon todo el juego que tenían y voltearon a ver porque el repentino silencio. 

---Hola. --dijo Andreina, captando totalmente toda la atención.

El rostro de Richard se iluminó con una gran sonrisa, aunque Zabdiel, Erick y Christopher parecían no creerlo.

---¿Estás embarazada? ---preguntó Christopher sin creerlo, ganando que Erick lo golpeara ligeramente en la cabeza.

---No estás ciego. ---Le dijo Erick

---Hola... ---repitió Andreina otra vez.

Para mi sorpresa, Erick, Zabdiel y Christopher se apresuraron a abrazarla... Habían reaccionado mejor de lo que esperaba, aunque ni yo misma estaba segura de lo que estaba esperando

---Me alegra que hayas vuelto, Andreina. ---le dijo Renato desde lejos, con una sonrisa. ---¿Esta es la sorpresa, Richard?

Richard asintió, aún con la gran sonrisa en su rostro.

---Seré Papá... Otra vez... Mi hijo se llama "Rayhan Camacho" ---la sonrisa parecía tatuada en el rostro de Richard.

---¿Volvieron? ---me aparté un poco en cuanto Renato pregunto aquello, el limpio Rostro de Richard se había apagado un poco y yo sabía porque.

---No... Pero dame tiempo, quizás volvamos a estar juntos... No quiero pasar lo mismo que pasé con Yocelyn. 

Me acerqué a Joel con lo brazos abiertos para abrazarlo. Mi bebé recibió mi abrazo con todo el cariño de siempre y besó mi frente.

---Es lindo ver como las cosas poco a poco vuelven a la normalidad. --susurró en mi odio.

---Ya quiero que nos casemos. ---le dije.

---Ya quiero la luna de miel. ---me dijo, riendo.

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