TREINTA Y UNO
"Hey Dj! Póngale la música que le gusta, una para que se mueva y se luzca y baile conmigo, sólo conmigo"
La cintura de Joel se movía contra la mía mientras la canción sonaba en la Televisión analógica todo voluman, habíamos encontrado algunos canales de música latina y ni habíamos despreciado el momento para bailar por diversión.
---Hay algo en ti que me arrebata-bata. ---cantó, su último solo mientras hacía los pasos de la coreografía que hasta yo me había aprendido junto al ellos... Hasta que la canción finalizó.
---Vaya, cuenta energía tienes. ---Lo admiré, abrazándome a su cuerpo, dejando varios besos en su ahora sudada mejilla.
---Para ti siempre tengo energía, sin importar lo que hagamos. ---abrazó mi cuerpo con firmeza y se tiró de espaldas al la cama, conmigo sobre él.
---Mmm, ciertamente yo siempre muero primero. ---reí, volviendo abesar su mejilla aunque al último beso movió el rostro y besó mis labios.
---Vamos a ducharnos juntos, y vayamos a la playa o algo ver el pueblo. ---sugirió.
---O a comer, tengo hambre. ---Me puse de pie y me dirigí al baño, desnudandome en el transcurso.
Decidí entrar en la tina mientras la puse al llenar.
---Hazme un espacio detrás de ti, muñeca.
Empuje mi cuerpo suavemente hacia delante, lo suficiente para que su cuerpo entrará detrás de mi y sus brazos rodearan mi alrededor.
---¿Qué piensas acerca de tener otro hijo? ---preguntó.
---Quizás deberíamos intentarlo... Días antes de la boda dejé los anticonceptivos. ---le dije, aunque el ya lo sabía. ---No hemos usado protección, esperemos lo mejor.
---Creí que enloquecerias al hablar de más hijos. ---admitió.
---La luna de miel me tiene... En el aire, aprovechemos todo al máximo y salga lo que salga de aquí será esperado. ---recosté mi espalda al su pecho, en cuanto la tina estuvo llena y pude cerrar el Grifo.
Joel mantuvo silencio sopesando mis palabras, pero sus manos empezaron a masajear mis senos con cuidado y sin intención sexual. Un acaricia delicada y luego paró, descansando sus manos allí.
---Nunca me había sentido tan completo en mi vida. ---suspiró. ---Cumpliendo mis sueños junto al una hermosa familia que sólo quiero agrandar hasta que no se pueda más.
---Gracias por elegirme. ---susurré.
---No te elegí, Bebé. ---besó mi pelo. ---La vida te eligió para mí.
***
Tomaba videos y fotos de mi esposo sin el siquiera notarlo, era fanática de su amor y su belleza.
---¿Me estás tomando fotos? ---bueno, quizás si lo había notado.
Reí mientras asentía y le mostraba sólo la última, tampoco debía saber que le había tomado suficiente para crear un álbum.
---Es que eres hermoso. ---le dije, tomandole otra foto.
---Te hago lo mismo... Pero tú si no lo notas. ---sacó la lengua como un nene de algunos seis años, mostrando su triunfo.
---Eres un cabronsito.
---Y es... ---la mesera interrumpió nuestra plática con la entrega de nuestra comida.
---Gracias. ---le dijimos unísono.
---A su orden, ¿Desean algo más? ---preguntó cortésmente.
---¿Deseas algo más, muñeca? ---Me preguntó mi esposo, pero negué... No quería nada por el momento. ---Entonces nada por el momento, muchas gracias chica.
---Estoy un placer, estaré por acá, me hacen señas y vengo al instante, también volveré cada cierto tiempo en caso de que quieran algo más o deseen retirarse.
Asentí y le agradecí nuevamente, las atenciones estaban siendo realmente muy buenas.
Le di el primer bocado a mi plato y estaba delicioso. El sazón jamaiquino estaba esquisito.
---Oh, esto es bueno. ---ojeó mi esposo.
---Bastante.
El celular de Joel empezó al sonar, una llamada por FaceTime de Richard. De momento los nervios se me pusieron de punta.
---¡Hola! ---dijo Joel en cuanto la llamada fue conectada, volé a su lado al instante.
---¡Ya es hora! ---gritaron Richard y Andreina en la camara.
Mi corazón se paró por un momento.
---¿¡En serio!? ---exclamó Joel.
Ambos asistieron felices, aunque Andreina mostraba una que otra queja. Presté más atención al su alrededor y logre ver que estaban ya en la sala de parto, tonta yo que no me fije en el vestuario de ambos y la posición recostada de Andreina.
---Cogeremos el primer vuelo al casa. ---dije, aunque Joel y yo ya habíamos hablado sobre eso.
---Oh no, no. ---contestó Richard alarmado. ---Disfruten su tiempo a solas, sólo queríamos avisarles.
---Monkey, Joel y yo lo habíamos decidido hacer tiempo... Desde que Rayhan quisiera salir al mundo exterior volveríamos al casa, y ya es tiempo.
Se escucharon algunas voces antes de que Richard se despidiera y la emoción en nosotros creciera aún más.
SEIS MESES DESPUÉS
---¡Papá, Papá! ---Jhael corrió a los brazos de Joel en cuanto lo vio entrar por la puerta.
Lo siguiente fue Zair corriendo emocionada a los brazos de sus padres y luego yo, no pude contenerme y corrí al abrazarlo.
Habian pasado tres meses desde la última vez que había estado cerca de él, todo se basada en CNCO se gira y yo trabajando desde casa, cuidando a los niños, visitando a las abuelas, ayudando a Andreina, y uno que otro día hablando por Cámara con mi esposo.
---Los extrañé tanto. ---dijo, en medio del caluroso abrazo familiar.
---Pensé que venías mañana, oh Dios. ---besé sus labios unas cuantas veces como pude.
---Richard y yo volvimos antes, queríamos sorprender al nuestras familias ---dijo, con nuestros hijos en ambos brazos.
---Papi, ¿Me trajiste mis disfraz de sirena rosada? ---preguntó Zair, tomando el rostro de su padre entre sus manos.
---Sí, muñequita. ---contestó.
---¿Y mi muñeco demoledor de cubitos, Papá? ---preguntó Jhael.
---Sí, campeón.
Ayude a mi esposo a bajar al ambos niños, no había notado que dejó todo el equipaje tirado en el suelo.
---En la maleta más pequeña están sus cosas. ---les dijo, abriéndola para ellos. ---Es todo de ustedes.
---¡Gracias Papá! ---respondieron unísonos, en adorables balbuceos, hurgando en todos los juguetez, disfraces e incluso dulces.
---No hagan desorden. ---fue mi único requisito.
Los brazos de Joel me sostuvieron firmemente y luego elevaron mi cuerpo.
---No sabes cuanto te extrañé. ---dijo, antes de besar mis labios.
---Yo más a ti, Bebé.
---Casi lo olvido. ---dijo. ---Vamos a Alistarnos, saldremos a cenar con los Camacho.
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