TREINTA

CAPÍTULO EXTREMADAMENTE HOT, PRECAUCION.

Habian ocurrido unos cuantos cambios de ropa en el transcurso de la fiesta habían sido necesarios, el calor al bailar me llevaron a un cómodo short junto una ligera blusa blanca, y nada en los zapatos.

Richard, Yashua y Erick parecían no cansarse de bailar, mientras que mi Joel, y Zabdiel habían tirado la toalla. La pista de baile estaba casi repleta con familiares de todos los chicos, mi corta familia, amigos de todos y el Team.

---¿Un baile Más? ---me dijo Yashua, teniendome la mano, la verdad ya estaba cansada.

---Sólo una más. ---le dije, tomando su mando y entrando otra vez a la multitud a bailar al ritmo de una movida salsa.

---Me gusta bailar contigo, no tienes pies izquierdos y te mueves rápido. ---admiró, mostrándome su adorable sonrisa.

---Gracias, eres incansable. ---le dije, sonriendo.

Lo que nos causó gracia. Para cuando acabó la canción ya yo no daba para más. Fui directo a sentarme a las piernas de mi esposo, encontrando descanso entre sus brazos.

---¿Cómo la estás pasando, Bailarina? ---preguntó, besando mi sudado cuello.

---No. ---alejé sus labios de mi cuello. ---Estoy sudada, no seas cochino.

---Oh, muñeca. ---rió. ---Te he besado en muchas otras partes ambos empapados de sudor... Que te bese el cuello sudado o no, para mí es un placer.

Besé sus labios, y luego me quedé abrazada a su cuello.

---No sé que haría sin ti. ---susurré.

---Ya es hora. ---dijo Sarah, acercándose a nosotros.

---Gracias. ---le dijo Joel. ---Vamos, muñeca.

---¿A dónde? ---pregunté, confundida.

---Sólo, vamos.

Asentí.

***

La duda empezó a picarme, no sabía a donde iba, llevaba los ojos vendados y los oídos tapados, Joel me había avisado que estaría así por algunas horas y apenas podía sentir lo que pasaba algo, igual alrededor desde que todo empezó al enfriarse y el decidió abrigarme. Estaba luchando inmensamente contra todos mis impulsos por quitarme todo lo que me tenía aislada del mundo exterior.

Las manos de Joel tocaron la mía, parándome, sentí un leve empujón y luego sentí como estaba sobre la espalda de mi esposo. Un cálido clima golpeó mi piel de un segundo año otro. Quizás ya estábamos fuera de la zona de cautiverio, como había decidido nombrarla después de tanto tiempo luchando en contra de mis instintos.

La marcha de mi esposo había parado y luego mi cuerpo fue dejado caer con cuidado, lo primero que escuché cuando retiro los audífonos del tamaño de mis orejas fue el instrumental de piano de alguna canción desconocida para mi biblioteca musical.

---¿Lista? ---preguntó, me quité la venda de los ojos sin responderle.

Me deleite con la hermosa vista de una playa, cuando me di la vuelta visualicé al Joel con una gran sonrisa al lado de un cartel gigante con fotos de nosotros desde el día uno hasta hace unos días ordenadas estratégicamente para decir "Te Amo Muñeca".

Corrí a sus brazos y lo besé.

---¿No quieres saber en donde estás?

---Te amo, pimiento. ---le dije, volviendo al besarlo.

---Yo te amo aún más, esposa. ---besó mi frente. ---Estamos en Jamaica, el hotel está apartado unos metros y ya había mandado el equipaje por adelantado.

Me quedé abrazada a él sin decir ni una sola palabra, no habíamos planeado exactamente esto pero estaba bien para mí, era mucho más de lo que quería.

***
Retiré mi vestido, no tenía nada debajo, las velas eran toda la iluminación para nuestra primera noche de luna de miel.

Joel esperaba por mí en la cama, pero al ver,e desnudar no se contuvo y se paró de la cama para alcanzarme más rápido. Sus labios recorrieron mi cuello y me arrojó al la cama, antes de cualquier cosa lo hice acostarse y subí sobre él, dando ligeros besitos en su pecho, bajando por su abdomen hasta llegar a su miembro.

Lo tomé entre mis manos y masajee un poco antes de entrarlo en mi boca y jugar un poco con él. Lo saqué para lamer desde la base hasta la punta y nuevamente chuparle.

Los sensualidad suspiros de Joel solo lograban inspirarme más hasta que decidí parar y subirme sobre él, esta vez, introduciendo su miembro en mí, sintiendo todo el placer recorrer mi cuerpo.

---Ahora es mi turno, muñeca.

Con un rápido movimiento, sin salir de mí, me colocó debajo de él, terminando de acomodar mis piernas al rededor de su cuerpo.

Sus movimientos fueron de lento al rápido sin agresión, con amor, el va y ven de sus caderas contra mí llenaban cada espacio vacío de placer. Su cuerpo sobre el mío lo era todo.

Paré su movimiento y un con leve empujón lo alejé de mí.

---Muéstrame lo que puedes hacer, Bebé. ---le dije, colocandome de espaldas ante él y parando las nalgas para tener un mujer alcance

---Demonios, Muñeca.

Azotó mi trasero y se hundió en mi apretando mis nalgas, llenandome aún más.

Sentí el placer subir más y más en mí hasta que me dejé ir, segundos después Joel estaba al mi lado... Habíamos logrado el climax juntos y ahora íbamos por más.

Y así continuó nuestra noche, haciendo el amor por horas, drisfrutandonos cada segundo cómo casados.

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