Jeongyeon se separó de Taehyung a finales de otoño cuando floreció el Árbol Dorado

Yeonjun, que nació a fines del verano del año siguiente, tuvo un primer año seguro. Su abuelo, el Rey Seungho, le dijo al público últimamente que Yeonjun nació en el invierno.

En realidad, Yeonjun tenía seis meses, pero oficialmente solo había pasado un mes desde que nació.

—Ya eres fuerte. ¡Sí, tómalo!—

—Padre…!—
Yeonjun podía caerse mientras caminaba, pero la gran habitación estaba cubierta con una alfombra suave.

—Vamos vamos!—

Pero fue el Rey seungho quien realmente cayó allí. Estaba empuñando un cuchillo de juguete y estaba fingiendo amenazar a Yeonjun

—¡Niño, esto es una emboscada!—

—Hmmp …—

Yeonjun infló sus mejillas como una pelota, mientras seungho pretendía darle un cuchillo.

—Te engañé, ¿no?—

inconscientemente. Yeonjun era lo suficientemente valiente como para caminar con sus pequeños pies, y la barba de seungho era el objetivo de sus travesuras.

—Baba, baba—

—¡Sí, llámame ‘Padre!—

Yeonjun se echó a reír. Seungho entregó un cuchillo de juguete como si no lo hubiera soltado, secó el sudor de la frente de Yeonjun y sonrió con orgullo.

—Mira, juego mejor con él, así que él tiene que llamarme primero—

—Bueno, estás siendo tonto—

Sunmi pateó su lengua a Seungho. Yeonjun ya había sido admitido como hijo del Rey. Entonces, naturalmente, llamaría a Seungho «Padre» cuando creciera, pero el problema era jeongyeon, que podía ser un poco sensible.

—Ababa ….—

—¡Si padre!—

Seungho, que no tenía tacto, lo alentó con entusiasmo, pero Yeonjun se rió emocionado, agarró al caballo por el cuello y se puso de pie. Caminaba tambaleándose hacia jeongyeon

—Mamama … Mama—

—¿Si? Yeonjun, ¿tienes hambre?—

Jeongyeon se sintió abrumada por sus gordas mejillas cuando sostuvo a un regordete Yeonjun en sus brazos. El olor del bebé la hizo sonreír. Yeonjun tocó a jeongyeon, quien se frotó la mejilla. Siempre actuaba lindo cuando estaba de buen humor.

—Bueno, padre, creo que hoy volví a ganar—

— ¡No, solo necesito jugar más con él! estaba a punto de decirme ‘padre’—

—Hmm….—jeongyeon abrazó a Yeonjun a propósito como si estuviera bromeando con seungho

—yeonjun, ¿qué? Ah … ¿quieres echarte una siesta con tu madre?—

Escuchó que seungho refunfuñó. Siempre estaba ansioso, pero no podía vencer a su madre biológica.

—¿Escuchó eso, Su Majestad? Ahora vuelve a tu trabajo, es hora de poner a dormir al niño—

—Sí, no puedo Espero que haga buen tiempo—

—Todo está bien. Yeonjun es tan valiente—

En un segundo, yeonjun, que estaba lleno, se acostó en la cuna y apretó los puños. La madre y la hija miraron la escena con amor. Las dos estaban tan cerca de yeonjun que no le dieron a la niñera la oportunidad de criarlo.

—Hay muchos festivales este año—

—Todo gracias a tu padre—

Para ser exactos, fue seungho quien se sintió tan bien por yeonjun. Recientemente, los fuegos artificiales a menudo bordaban el cielo y la gente disfrutaba del ambiente festivo en la calle.

—Aunque la fiesta es especial. Es un día en el que el Santo Padre viene y bendice a yeonjun y lo bautiza delante de la gente—

Fue un gran honor ser bautizado por el Santo Padre.

—Nadie puede señalar con el dedo a un niño bautizado por el mismo Santo Padre como hijo ilegítimo—

—Sí, me alegra escuchar eso—

Considerando el futuro de yeonjun, era un procedimiento necesario para asegurar su legitimidad a partir de ahora. El rey seungho incluso hizo una gran donación para invitar al Santo Padre.

—Ahora me ocuparé de yeonjun, así que deberías alistarte. Adelante—

El reino de Yoo no alienó a la princesa como divorciada para que jeongyeon apareciera orgullosa ante la gente en el Gran Día.

—Pero quiero estar con él un poco más.—

—¿No tendrás una fiesta del té hoy?—

—Ah...—

Jeongyeon miró a yeonjun con pesar. Ahora sabía lo que era decir que te extraño, incluso si lo miraba.

—Se te hace tarde…—

Jeongyeon no tenía idea de que sunmi ahora la alejaba, al igual que seungho, hace un rato.

Ya tomaron aguita?