Capítulo 8: Tenemos Reglas

Una Vez en Casa

— Dejen sus mochilas en el sofá para verificar si tienen tareas —les pidió el omega una vez ingresaron a su casa — Penélope, ve a bañarte para comenzar a alistarlos.

La mayor no dijo palabra alguna, solamente siguió las instrucciones y subió las escaleras para luego encerrarse en el baño. Los mellizos por otro lado se habían quedado observando a su padre el cual les dedicó una sonrisa.

— ¿Nos vamos con papá? — preguntó el pequeño acercándose a su padre.

— Así es cielo — le respondió mientras se agachaba a la altura de este — van a pasar un buen fin de semana como las otras veces, se divertirán, jugarán y la pasarán bien entre ustedes — lo animó.

— ¿Y tú? — le cuestionó el pequeño rubio mientras que lo abrazaba.

— Yo tengo que trabajar mi amor — le respondió correspondiéndole el abrazo — tengo muchas cosas que hacer estos días, pero prometo que cuando regresen el lunes en la noche les tendré preparadas unas galletas de las que les gustan.

— ¿Tu me le promets? — le preguntó con ilusión el pequeño en francés.

— Je te promets ma vie — le respondió con una sonrisa.

Más Tarde ese Día

Viktor Volkov se aproximó a la que alguna vez fue su casa también, ingresó por el portón a las 7:15 p.m. para recoger a sus hijos como tenían acordado. Sabía que había llegado unos minutos tarde pero luego de que la reunión se extendiera un poco, este considero que siendo él quien estuvo a cargo de esta luego de la partida de Horacio; se tomó unos minutos para terminar de organizar el informe con el resumen de la reunión, para que el omega pudiese leerlo al día siguiente. Una vez frente a la puerta soltó un suspiro pesado para tocarla.

— ¡Papá! — escuchó del otro lado seguido de un paso apresurado.

— ¡No corras al bajar las escaleras Penélope! — escuchó ahora la voz del omega mientras le abría la puerta con Lucas en brazos — Llegas tarde...

— Lo sé — respondió, pero se detuvo al recibir a su hija mayor en brazos, seguida de su hermana — la reunión se alargó unas horas y luego terminé los informes para que los puedas leer mañana — explicó mientras observaba a sus niñas — ¿как мои принцессы?

— ¡Bieeeen! — respondieron ambas a la vez con una sonrisa.

— Penélope tiene una tarea de ciencias y los mellizos tienen que seguir practicando su escritura — le dijo Horacio sin mirarlo mientras le pasaba las mochilas de los mellizos — tienen ropa extra y un uniforme de más para el lunes — siguió diciendo ahora colocándole a la castaña su mochila en la espalda, aún con Lucas en brazos — pueden dejarla en tu apartamento, aquí tienen de más.

— De acuerdo — respondió el alfa tratando de hacer contacto visual con este, pero era imposible.

— Niños — habló de nuevo el omega mientras dejaba a Lucas en el suelo — vayan yendo al auto, quiero hablar con su padre.

Volkov dejó a Lily en el suelo para que esta luego de despedirse de Horacio, tomara la mano de su hermana mayor y junto a su mellizo, caminaron hacia el auto donde tomaron asiento y esperaron con la puerta abierta a que su padre se les uniera.

— ¿Qué ocurre? — preguntó el alfa sabiendo que se venía una conversación seria por parte del omega.

— Penélope hoy ha dicho varias cosas en frente de la directora cuando los fui a buscar — comenzó a decirle mientras que se cubría un poco con el abrigo largo que tenía puesto — la directora dijo que pensaba haber hablado contigo sobre su salida de hoy más temprano.

— No entiendo — le preguntó confundido — ¿qué tiene que ver Penélope con eso?

— La directora se refirió a ti como mi esposo — prosiguió el omega — Penélope dijo que no éramos esposos, que tú no vivías en casa hace tiempo y ya no estábamos juntos... algunas de estas cosas en ruso.

Volkov soltó un suspiro pesado, no le sorprendía para nada el que su hija hubiese dicho esas cosas que, aunque no le gustaba aceptarlo, eran en parte la realidad. Ambos, tanto él como Horacio, conocían a sus tres hijos. Lily siempre ha sido una niña generosa, gentil, tranquila y muy cariñosa, siempre quiere estar en los brazos de sus padres. Lucas es atento, energético y siempre está muy pendiente de su melliza. Penélope por otro lado, es una mezcla de los dos, aunque desde lo qué pasó esta se ha vuelto un poco más rebelde. Lily por su parte se refugia en sus dibujos y Lucas ahora era un poco más callado. Ambos sabían que su separación iba a afectar a sus niños en diferentes formas y estos "arranques de rebeldía" que tenía su primogénita eran de esperarse.

— Hablaré con ella — le respondió el alfa sabiendo que esto era a lo que iba el omega.

— Vale — respondió Horacio — bueno pues ya es muy tarde, deberían marcharse ya.

El alfa sólo asintió y caminó hacia el auto sin decir nada más mientras que el omega permaneció en la puerta despidiéndose de sus niños, hasta que el auto salió de su campo de visión.

En el Departamento de Volkov

Tan pronto ingresaron al departamento del alfa, Penélope fue directo a su habitación, mientras que los mellizos tomaron asiento en el sofá. Volkov soltó un suspiro pesado, sabía que estas cosas pasarían, pero aún no se sentía preparado para lidiar con estos momentos.

— Bien... — comenzó a decirle a los mellizos quienes lo observaban — ¿quieren algo de comer?

— Papi nos dio cena — respondió Lucas mientras buscaba el control del televisor.

— Yo quiero frutas — dijo Lily mientras movía sus piecitos — y quiero pintar.

— Vale — respondió mientras se subía las mangas de su camisa — ¿te gustarían unas fresas?, ¿manzanas? — le preguntó mientras buscaba en el interior del refrigerador e iba sacando las frutas que tenía para lavarlas — y tus cosas para pintar están en tu habitación, princesa.

Lily se puso de pie y caminó por el pasillo que daba a las habitaciones para detenerse frente a la habitación que compartía con su hermano — Lucas ¿me ayudas? — le preguntó a su mellizo, el cual se puso de pie y fue hacia ella de inmediato para ayudarla a llevar sus cosas.

Mientras el alfa terminaba de cortar las frutas y las colocaba en dos recipientes, observó como los mellizos volvían, y luego de colocar todo en la mesa frente al sofá, Lucas tomó uno de los cojines para colocarlo en el suelo y que su hermana tomara asiento en este y pudiese dibujar cómoda.

— ¿Quieres que te ponga tu programa favorito? — le preguntó Volkov a Lucas, el cual asintió mientras tomaba asiento en el sofá detrás de su hermana.

Por lo que luego de colocar uno de los recipientes con frutas al lado de la pequeña en la mesa, y ponerle las caricaturas a su hijo, se aproximó hacia la habitación de su primogénita.

— Принцесса ¿могу ли я пройти? (Princesa, ¿puedo pasar?) — le preguntó luego de tocar la puerta suavemente e ingresar una vez recibió una leve aprobación por parte de esta.

Una vez ingresó, se percató que esta se encontraba acostada en su cama dándole la espalda y mirando a la pared. Volkov se acercó con calma, y luego de dejar el recipiente con frutas que había traído para esta a un lado, tomó asiento en la parte inferior de la cama.

— Te traje frutas... — le dijo en un tono calmado para no perturbar el ambiente de esta.

— No tengo mucha hambre — respondió con simpleza la castaña aun dándole la espalda.

— Entiendo... — aceptó el ruso — ¿te gustaría hablar sobre algo?

— Sé que papi te contó lo qué pasó en la escuela...

— Así es — lo aceptó — ¿y te gustaría hablarme sobre eso?

— ¿Por qué ya no amas a papá? — le preguntó la niña una vez se volteó y lo miró.

— Eso no es así princesa... — le dijo este mientras la acercaba así para abrazarla.

— ¿Entonces por qué no vives en casa...? — le preguntó en medio del abrazo.

— Моя жизнь... (Mi pequeña...) — le comenzó a decir este con el corazón destrozado por las preguntas y la tristeza de su hija — el que ya no viva con ustedes... no significa que no ame a tu padre, lo sigo amando, y mucho... es sólo que los adultos a veces tenemos que tomar decisiones difíciles.

— ¿Es por mi culpa? — le preguntó con los ojos castaños cristalinos.

— No vuelvas a decir eso Penélope... — la interrumpió mientras la tomaba en su regazo para poder mirarla — nada de lo que ha pasado entre tu padre y yo ha sido culpa tuya o de tus hermanos, ¿entendiste? absolutamente nada.

— ¿Ты обещаешь?— le cuestionó alzando su dedo meñique.

— я обещаю тебе принцесса — le respondió con una sonrisa uniendo de igual forma su dedo meñique con el de esta, para luego ponerse en pie y tomarla de la mano — ¿te gustaría que viéramos una película antes de dormir con tu hermana y hermano?

— Sí, pero... — respondió dudosa mientras caminaban hacia afuera de la habitación — papi dijo que debíamos dormir temprano...

— Tienes razón — reconoció el alfa — pero ahora solo estamos nosotros cuatro, ¿no? — le contestó haciendo que esta sonriese, para luego correr hacia donde se encontraban sus hermanos y contarles que verían una película.

Volkov sonrió, si bien estaba agotado y había sido un día largo entre la reunión y todo lo demás que tuvo que hacer una vez esta terminó; valía la pena quedarse despierto unas horas más hasta que la película finalizara o simplemente hasta que sus cachorros se quedasen dormidos.

Al Día Siguiente

A Horacio se le hacían muy difíciles los días que no estaba con sus hijos. Estaba tan acostumbrado a pasar todo su tiempo o por lo menos la gran mayor parte de este, rodeado de ellos; por lo que esos tres días de la semana que no los tenía cerca eran insoportables. Aun cuando le exigía a Volkov que le enviase fotos, sentía que no era suficiente, por lo que los fines de semana se encargaba de centrase en todo ese papeleo que se le acumulaba entre semana por salir antes a recoger a sus cachorros a la escuela. Incluso había logrado escabullirse a patrullar dos o tres veces. Le ayudaba a pensar en otras cosas y más cuando era acompañado por su hermano, Alanna, Blake, Parker o cualquiera de sus amigos que se encontrar de turno esos días. Sin embargo, reconocía que estos días ya eran menos alcanzables que antes, así que resignado se bajó de su auto para ingresar en la sede y comenzar su día laboral.

— Buenos días hermanito — lo saludó Gustabo al verlo entrar en la cafetería donde este se encontraba con Parker y Alanna

— Hola chicos — saludó algo desganado, cosa que no pasó desapercibida por ninguno de ellos. Mucho menos por el alfa mayor.

— Ay no, conozco ese rostro... — dijo Gustabo acercándose a este — y también conozco la solución, ¿qué te parece si hoy patrullas conmigo?

— Gustabo... — le llamó Alanna dejándole saber que no estaba muy de acuerdo con eso.

— Tranquila Monier será solo un rato — insistió el agente especial al mando.

— No creo que sea buena idea — apoyó Parker a su omega.

— Tienen razón, Gus... — dijo Horacio soltándose del agarre de este — debo terminar unos informes y encargarme de otras cosas.

— Vamos, será solo un rato — repitió intentando convencerlo — será solo hasta que Blake llegue y me haga compañía...

Mientras Tanto

— ¿Куда мы идем папа? (¿A donde vamos papá?) — preguntó la de cabello castaño mientras trataba de mirar por la ventana, cosa que se le dificultaba un poco por estar sentada en medio de sus hermanos mellizos.

— Hoy vamos a dar un paseo por el parque cómo les había prometido — respondió el alfa con una sonrisa mientras observaba el rostro emocionado de estos por el retrovisor.

— ¿Sólo nosotros? — preguntó Lily con una brillante sonrisa.

— Podría ser — dijo para dejarles la intriga mientras volvía a concentrarse en el camino — tal vez haya alguien más esperándonos allá... — finalizó dejando a los tres pequeños con la intriga.

Minutos más tarde el alfa caminaba entrando al parque con Lily en brazos y Lucas tomado de la mano mientras que Penélope camina frente a este, no muy apartada.

— ¡Padrino! — gritó emocionada Penélope al verlo no muy lejos mientras corría hacia él.

— ¿Cómo está mi querida ahijada? — le preguntó mientras la saludaba con un abrazo.

— Bien — le respondió con una sonrisa — ¿te quedarás con nosotros hoy?

— Por supuesto que sí — le respondió el de barba para luego saludar a Lucas y tomarlo en brazos.

— ¿Aún no llegan? — preguntó el alfa a su mejor amigo.

— Están — respondió este — sólo fueron al tocador, ya deben estar por...

— ¡Melissa!

— ¡Penélope!

Gritaron ambas niñas al verse al mismo tiempo que iban corriendo a saludarse, mientras que la madre de esta se acercaba a los alfas.

— De nuevo los últimos en llegar — dijo la omega pelirroja mientras saludaba a Volkov para luego mirar a la pequeña rubia — hola pequeña princesa — la saludó para que esta muy alegre se pasara de los brazos de su padre a los de esta y poder darle un abrazo.

Con todo lo que había pasado en los últimos meses, la omega se había comenzado a convertir en una persona frecuente en la vida de los hijos del alfa. Si bien Lucas y Lily se llevaban bien con esta, por ahora Penélope mantenía buena relación solo con la hija de esta, ambas se habían hecho buenas amigas y disfrutaban de pasar tiempo juntas.

— ¿Y bien? — preguntó Greco cuando Melissa y Penélope se acercaron a estos — ¿qué es lo primero que haremos hoy?

En Medio de un Atraco

Unas horas más tarde, Horacio se encontraba en negociaciones con dos individuos que estaban atracando una farmacia, mientras que Gustabo cubría su espalda y Parker junto con Alanna hacían perímetro cerca de ellos. Afortunadamente, el director del FBI consiguió que estos se rindiesen y Gustabo se encontraba ahora esposando a uno de los sujetos mientras que Parker se encargaba del segundo.

— Otro éxito más — le dijo Gustabo a su hermano mientras terminaba de esposar al sujeto.

El omega sonrió para luego caminar hacia el patrulla. De verdad disfrutaba mucho hacer trabajo de campo y lo extrañaba cada día, no lo podía negar. Pero sabía que esos días ya se habían "acabado" por el momento, así que tratando de olvidarse de esto, saco su teléfono para mirar los nuevos mensajes que tenía de Volkov, el cual le mostraba varias imágenes de sus cachorros en su paseo por el parque que habían estado haciendo ese día. El omega no pudo evitar sonreír al ver a sus pequeños sonriendo y pasándola así de alegres con su padre. Todo iba bien hasta que se percató de un pequeño detalle que hizo de inmediato que este marcase el número de dicho alfa.

— ¿Todo en orden hermano? — le preguntó Gustabo una vez ingresó de piloto en el patrulla luego de dejar a los detenidos con Parker y Alanna.

— Lo voy a matar... — fue lo único que dijo mientras esperaba a que este le contestara — ¡tenemos reglas Volkov!

— ¿Horacio?, ¿qué ocurre? — preguntó este confundido del otro lado de la línea mientras se apartaba de los niños para no ser escuchado.

— Sabes que no me gusta que mis hijos estén cerca de ella — dijo enojado refiriéndose a la Omega pelirroja.

— ¿Esto es enserio? — le cuestionó enojado por la actitud de este — te he dicho antes que no hay nada de lo que tengas que preocuparte, los mellizos la pasan bien...

— ¿Y Penélope qué? — lo interrumpió cuestionándole — piensa en lo que es mejor para ellos...

— ¿Para ellos o para ti? — lo interrumpió de igual forma cansado de esa conversación — tal vez tú eres el que debe comenzar a pensar en lo que es mejor para ellos.

— ¿Y por qué crees que no estamos juntos? — contraatacó cegado por el coraje

— Horacio...

— No, no, no — siguió diciendo sin dejarle hablar — tanto Penélope como Lucas y Lily son todo para mí, incluso... — se detuvo al recordar ese cuarto hijo que pudieron haber tenido pero que lo perdieron antes de saberlo, y es que a pesar del tiempo transcurrido seguía siendo un tema del cual no le gustaba hablar — ¿sabes qué? a la mierda, quiero a mis hijos en mi casa mañana antes del mediodía — sentenció para luego culminar la llamada sin darle oportunidad a responder.

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Bueno 🙂 ha tenido un poco de todo este capítulo, espero que les haya gustado 🥰

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