Capítulo 5: Sentimientos Confusos
Nuevamente, habían pasado varios días desde que Volkov acudió al llamado de su destinada, dejando a su esposo con las palabras en la lengua. Al día siguiente de eso, Horacio había estado ignorando los intentos de su alfa por retomar aquella conversación, ya se había resignado a que iba a ser imposible, por ahora, el llevar acabo esta conversación. Sobre todo, cuando su esposo había estado usando parte de su tiempo para frecuentar salidas con su destinada. Esto con la intención de apoyarla en este proceso por el que estaba pasando, mientras que el omega le restaba importancia comenzando a resignarse ante la situación.
《En una cafetería》
— Lamento mucho que las cosas no mejoren... — le dijo Darya al alfa mientras tomaba un café — sé que las cosas ya eran complicadas según lo que me has contado, pero estoy segura de que si no fuese por mí ya se habrían arreglado...
— Es que es complicado, es el cúmulo de muchas cosas —le respondió Volkov — y comprendo, o por lo menos quiero comprender el sentir de Horacio...
— Realmente, y perdona que te lo diga de esta forma — lo interrumpió la pelirroja — no creo que tenga ni puta idea de lo que pasa por su mente — V la miró confundido — es que ¿y si hubiese sido al revés? que él hubiese encontrado a su persona destinada, ¿cómo reaccionarias tu?
— No lo había pensado de esa forma — respondió con sinceridad.
— Es que si de por si para nosotros ha sido complicado — le siguió contando ella — nunca pensé que ese "lazo con tu destinado" iba a ser así como lo es con nosotros... digo, hay muchas cosas que son ciertas; como la tranquilidad de estar con esa persona, el sentido de protección, el interés porque el otro esté bien, el que sea más difícil decirnos que no —soltó una pequeña risa recordando como no pudo negarse a ese café — y ni hablemos de tu aroma...
— Lo sé me pasa lo mismo — le respondió recostándose mejor de la silla — sigo sin poder explicar esa "conexión" inmediata que tuvimos cuando nos conocimos, esa sensación de conocernos de toda la vida y la paz que se formó en el ambiente... tu aroma igual para mi me transmite justamente eso, paz.
El alfa se detuvo para tomar un sorbo de su café, al mismo tiempo pensaba en todo esto que estaban comentándose, el lazo del destino podía ser de mucha ayuda si aceptabas entablar una relación amorosa con esa persona. Pero al mismo tiempo, si decides mantener solo una de amistad, se podría llevar igual de manera más natural. El problema reside en el factor de que él estaba casado y ella tenía una relación de varios años. Y si bien su alfa no se lo había tomado de la mejor manera, quería pensar que comprendía un poco el sentir de su esposo, aunque saberlo a ciencia cierta era imposible.
— Sin embargo — volvió a tomar la palabra el ruso — lo que me transmite Horacio no tiene forma de describirse... algo que siempre nos ha parecido curioso es el hecho de que si bien no somos destinados, hemos sido capaces de entendernos, y el sentimiento que nos acompaña cada vez que estamos juntos es... perfecto — Volkov no se había dado cuenta, pero había comenzado a sonreír inconscientemente — su sola presencia me transmite una paz y tranquilidad inmensa, jamás podría arrepentirme de haberme casado con él. Sé que se supone que por tú ser mi destinada debes ser mi otra mitad... pero es que Horacio y yo nos complementamos tan bien que cada día estoy más seguro de que él es la persona con quien debía estar...
Volkov se detuvo nuevamente, esta vez analizando sus palabras, ¿qué tanto había pasado estas últimas semanas para que eso que tanto amaba de ambos cambiase?, ¿en qué momento cambió tanto su relación?, ¿en qué momento lo permitieron?
— ¿Todo bien? — le preguntó la omega al ver que este seguía callado luego de varios segundos.
— No realmente... creo que debo hablar con Horacio... — le respondió — las cosas no pueden seguir así... deben mejorar tanto por el bien de nuestra relación, como por el bien de nuestros hijos... — tomó aire para luego soltar un gran suspiro — el otro día se enojó conmigo porque seguía insistiéndole en hablar y no nos habíamos dado cuenta de que Lucas estaba en la puerta... cuando nos percatamos en medio de la discusión... él tenía todo su rostro lleno de lágrimas y su rostro reflejaba temor... no quiero que eso vuelva pasar ni con él ni con ninguna de las niñas...
— Estoy de acuerdo — le apoyó esta — por eso creo que es mejor que vayas ya para tu casa y llegues antes de que él regrese con los niños de casa de... ¿su hermano no? — este asintió como respuesta — pues ve y luego me cuentas, que ya va siendo hora de que vaya por Melissa a la escuela.
— ¿Quieres que te lleve por ella antes de marcharme a mi casa? — le preguntó pues sabía que con todo el problema que había surgido con el alfa de ella, no tenía un método de transportación propio.
— Sólo si prometes que de hoy no pasará que hables con tu esposo y resuelvan las cosas — le dijo mientras se ponía de pie siendo seguida por este — y yo invito los cafés, que tú ya has pagado las últimas tres veces y no me parece bien — finalizó riendo.
Ambos agradecían por haberse conocido, y les alegraba el que ambos desde el minuto uno, estuvieron de acuerdo en que su destino era ser amigos, buenos amigos. Sin darse cuenta iban a ser esa amistad que el otro iba a necesitar para los tiempos difíciles que se avecinaban...
《En casa de Gustabo》
Horacio se encontraba en casa de su hermano junto con sus hijos, luego de salir de la sede e ir a recoger a su primogénita a la escuela. Este se había ofrecido a cuidar a los mellizos una vez su turno acabó, para que su hermano pudiera adelantar unos informes que debía entregar. Por lo que ahora se encontraban platicando mientras que Penélope coloreaba con Lily en un rincón de la sala de estar un poco apartadas de estos, y Lucas dormía plácidamente en los brazos de su padre.
— ¿Entonces no quieres hablar más del tema con él? — le cuestionó el alfa a su hermano luego de que este comenzara a expresarse.
— Ya lo intenté una vez Gus... — respondió rendido mientras se recostaba en el sofá para estar más cómodo — él prefirió irse con su destinada — dijo esto último con un sarcasmo que su hermano sabía que utilizaba para ocultar su verdadero sentir.
— Pero vamos a ver Horacio — lo interrumpió dejando notar su enojo con la situación — es tu puto alfa... tu esposo...
— ¡Gustabo! — lo reprendió por su lenguaje frente a las niñas.
— Lo siento — se disculpó y bajó su tono de voz — pero es que me suda toda la polla, ¿él quiere pasar más tiempo con su destina? pues que se vaya con ella y te deje seguir con tu vida...
— Sabes que no es así de fácil — respondió el omega en un tono desanimado.
— Es que ese es el punto, es más fácil de lo que piensas y tú sólo sigues dándole vueltas al asunto...
— Es mi esposo Gustabo — lo interrumpió — mi alfa, el padre de mis cachorros... nos une el lazo de la marca que me hizo hace 7 años... así que perdóname si no sé qué hacer y estoy frustrado con toda esta situación — finalizó con los ojos cristalinos.
Gustabo odiaba ver a su hermano así, estaba muy enojado con el ruso por la forma en la que se estaba comportando con esta situación. Si bien ya había hablado en un pasado con este sobre que debía prepararse para cuando llegase ese día y apareciese su alfa destinado o el omega de Volkov como sucedió... siempre pensó que Volkov manejaría las cosas de diferente manera, sobre todo luego de que estos tuviesen a Penélope.
— Es que me enoja que tú lleves semanas sintiéndote mal — siguió diciendo el alfa —tanto emocional como físicamente Horacio, esto está afectándote demasiado y tu cuerpo te está dando señales y tu esposo ni si quiera es capaz de notarlo porque prefiere salir a tomar un café con ella que contigo — expresó su molestia ya que su hermano parecía no darse cuenta de las cosas — ¡Que el otro día te caíste en la parte baja de las escaleras de tu casa porque tuviste un mareo y él ni se ha enterado!
Finalizó para mirar nuevamente a su hermano y se percató que este estaba con la cabeza baja y peinaba el cabello de su hijo el cual seguía profundamente dormido. Sabía que había podido ser un poco duro, pero no sabía de qué otra forma hacerle entender a su hermano que debía tomar cartas en el asunto, y antes de que la situación lo terminase consumiendo.
— Ven aquí — le habló al omega acercándolo para abrazarlo con cuidado de no lastimar ni mucho menos levantar a su sobrino — todo va a estar bien, ¿vale? pero necesito que le hables claro porque no puedes seguir así...
— Ya sé ... — dijo mientras suspiraba aun siendo abrazado por este — es solo que... con tantos sentimientos diferentes tengo una confusión... enorme — soltó esto último en un hilo de voz —... aun así, sé que tienes razón, debo hablar con Viktor hoy, debo decirle todo lo que pienso y como todo esto me ha estado afectando...
— ¿Papi? — escuchó el omega como su pequeña hija lo llamaba interrumpiéndolo.
— ¿Que pasa Lily? — le preguntó con dulzura y naturalidad a su niña mientras se separaba de su hermano y con su mano libre disimulaba secarse el rostro — ¿todo bien bebé?
— Para ti — dijo con una sonrisa de oreja a oreja la pequeña rubia para luego quedarse observando a su padre — hermana ayudó.
Horacio tomó el dibujo que le entregaba la mas pequeña de sus hijas sin poder contenerse y liberar esas lágrimas que llevaba acumulando durante esos difíciles días.
— ¿No gustó? — preguntó la pequeña ahora con una carita triste al ver a su padre con lágrimas en el rostro.
— Me ha encantado princesa — le respondió mientras le pasaba a Lucas a su hermano, el cual con una sonrisa lo recibía mientras observaba la escena — ven aquí — le pidió para tomarla en brazos y darle un fuerte abrazo — gracias mi niña...
Luego de eso, el omega decidió que ya era Hora de irse a su hogar, bañar y cambiar a sus hijos para luego tener esa charla con su esposo; realmente estaba cansado, seguía sintiendo ese malestar que llevaba arrastrando días, semanas... pero si de algo estaba seguro era de que esta noche su alfa, Viktor Volkov lo iba a escuchar.
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El próximo capítulo marcará un antes y un después en la historia ¿están preparados? 👀
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