Capitulo 20: Lo Mejor Para Ellos
Los días seguían pasando y afortunadamente las cosas habían seguido yendo bien... o por lo menos hasta el día de hoy.
Volkov se encontraba patrullando en binomio con Alanna cuando su teléfono comenzó a sonar, interrumpiendo la conversación que estos llevaban, y preocupándolo al instante al ver que se trataba de Horacio.
— ¿H? — lo llamó mientras que aparcaba el patrulla a un lado — ¿todo está bien?
— Tenemos que ir por Lily a sus clases de baile — le dijo apresurado pues este parecía estar bajando de prisa las escaleras de la sede — ¡ahora!
— De acuerdo, de acuerdo — dijo mientras ponía el auto en marcha y marcaba la sede en el GPS — ¿qué ocurre?, ¿Lily está bien? — preguntó preocupado y por consiguiente, captando la atención de la madrina de sus tres cachorros.
— Estará bien — le respondió el omega mientras que salía por las puertas de la sede —¿en cuánto llegas por mí? ya estoy fuera.
— Estoy ahí en 2 minutos — dijo dando por finalizada la conversación.
— ¿Qué le ocurre a mi sobrina? — preguntó preocupada Alanna.
— Horacio no me explicó muy bien pero debemos ir por ella ahora mismo — le explicó para luego seguir el camino hacia la sede.
Condujo el patrulla en silencio y de manera rápida hasta llegar en dos minutos como le había indicado al omega que haría. No hizo nada más que detener el patrulla frente a la entrada de la sede, que de inmediato Alanna y Horacio hicieron el intercambio y ambos padres salieron con las sirenas encendidas de camino al centro, donde la más pequeña de sus cachorros tomaba sus clases de baile.
— ¿Me puedes explicar ahora? — le dijo una vez estuvieron juntos haciendo que este soltase un suspiro.
— La maestra me llamó diciendo que luego de la primera parte de la clase, Lily se había encerrado en el baño y llevan tratando de hacerla salir de ahí desde hace un buen rato y no han logrado nada — le informó el omega preocupado sin comprender nada — pero conozco a nuestra hija y si está actuando así no es por nada.
— Lo sé... sólo espero que todo tenga una muy buena explicación — dijo mientras trataba de pensar en el posible motivo para que su hija hiciese esto.
No demoraron mucho en llegar, incluso llegaron más pronto de lo que la maestra pensaba. Por lo que una vez ahí, esta los guió hacia el baño donde su pequeña seguía estando oculta y les dio la privacidad que estos le pidieron, mientras que esta regresaba a su clase con sus demás estudiantes. Para estos no habría sido complicado localizarla, y es que si bien esta seguía siendo una niña, el aroma mezclado de sus padres que tanto ella como su hermano y hermana poseían, se podía percibir desde que estos ingresaron.
— Принцесса (princesa) — la llamó tranquilamente el alfa mientras se acercaba al cubículo en el que esta se encontraba — estamos aquí...
— ¿Quieres contarnos lo que pasó..? — le preguntó Horacio mientras que se acercaba al lado de Volkov — puedes... siempre puedes decirnos lo que sea...
— Es que... — comenzó la pequeña desde el otro lado en un tono bajo, el cual preocupó más a sus padres porque fueron capaces de notar que esta había estado llorando — no me siento bien...
Dijo haciendo que tanto el alfa como el omega intercambiasen miradas, ambos sabían que había algo más, por lo que tomaron asiento en el suelo frente a la puerta uno al lado del otro.
— ¿A qué te refieres con que no te sientes bien mi vida? — le preguntó ahora el omega, tratando de que esta se abriese por completo con ellos y les contara lo que verdaderamente estaba pasando.
— No sé... cómo decirlo... — dijo la pequeña — sólo me duele...
— ¿Alguien te hizo algo? — le preguntó el ruso — ¿alguna de tus compañeras te golpeó o... algo parecido?
— No... — respondió causándoles un alivio a ambos hombres — sólo... sólo me dijeron cosas feas...
— Qué... ¿qué tipo de cosas bebé? — le preguntó mientras que comenzaba a preocuparse más.
— Cosas feas... sobre... sobre mis ojitos... — finalizó mientras que comenzaba a llorar nuevamente.
— Pero si tus ojos son hermosos mi niña — comenzó a responderle Horacio confundido y con un nudo en la garganta pero esta lo interrumpió.
— ¡No, no lo son! — exclamó esta sorprendiendo a ambos — ¡son distintos, no combinan y se ven raros!
Horacio al escuchar esto soltó inconscientemente una lágrima, cosa que no pasó desapercibida por el alfa el cual intentó acercarse a este para limpiarla, pero el omega no se lo permitió apartándose y secándola por si mismo de manera rápida.
— ¿Quién te dijo eso hija? — le preguntó el omega enojado pues estaba comenzando a alterarse — ¿fue la maestra?, ¿una de tus compañeras?
— Horacio... — comenzó a decirle V pero este no se lo permitió.
— No Volkov — dijo el omega — se están metiendo con nuestra hija — hace unas semanas fue Penélope, ahora es Lily ¿qué sigue?, ¿que el próximo mes se metan con Lucas? no lo voy a permitir — finalizó mientras se ponía de pie siendo seguido por el alfa.
— Yo tampoco Horacio, sin embargo debemos resolver esto de la mejor manera... — le comenzó a decir el alfa — por ella...
— Soy su padre y sé mejor que tú lo que está sintiendo ahora mismo — volvió a decir decidido el omega — y sé lo que es mejor para ella...
Volkov al escuchar estas palabras no pudo evitar quedarse sin palabras, y es que la última vez que el omega había utilizado estas palabras hacia él... las cosas no habían salido bien; sino todo lo contrario...
《Flashback Un Año Después De La Pérdida Del Cachorro》
Viktor Volkov se encontraba en su nuevo departamento, llevaba viviendo ahí desde unos meses atrás ya que si bien Horacio lo había echado literalmente de la casa que estos compartían, no podía seguir viviendo con su mejor amigo e invadiéndole su espacio por más tiempo. Además de que este quería tener su lugar propio para que sus cachorros pudieran pasar tiempo con él, sin tener que salir a un lugar concurrido o hacer desorden en la casa de su amigo.
El alfa estaba recogiendo sus cosas esenciales para partir al trabajo, cuando al abrir la puerta se topó con un sobre en su buzón. Esto le pareció curioso, sobre todo por el tamaño de este, así que se tomó unos segundos para abrirlo y leer su contenido.
— ¿Qué mierda..? — dijo para sí mismo sin poder creer lo que estos decían.
Por lo que sin pensarlo dos veces saco su móvil para marcar el número del omega, el cual demoró un poco en contestar, pero terminó haciéndolo.
— ¡¿En serio me estás pidiendo el puto divorcio?! — le cuestionó tan pronto este le respondió — ¿qué coño te pasa Horacio?
— No entiendo por qué te sorprendes... — respondió en un tono neutro del otro lado — no vivimos juntos desde hace un año, tienes tu nuevo departamento y podemos seguir acordando como hasta ahora los días que puedes quedarte con los niños.
— Horacio, no puedes estar hablándome en serio — trató de que este razonara mientras que tomaba asiento y leía por encima los papeles — ¿y qué son estas condiciones? no puedes decidir las personas que tengo a mi alrededor...
— Del tuyo no, pero del de mis hijos sí — sentenció firmemente el omega.
— Horacio esto no... — trató de responderle mientras que lo procesaba todo — las cosas no pueden terminar así ¿qué hay de nosotros?, ¿casi una década juntos para que las cosas terminen así...?
— Eso lo hubieras pensado antes Volkov — respondió seguro de sus palabras — creo que en este punto ha quedado más que claro que no hay un nosotros.
— ¿Y qué hay de los niños? — siguió cuestionándole el alfa en búsqueda de algo que lo hiciera cambiar de opinión, aun cuando sabía que esto era imposible.
— Sé lo que es mejor para mis hijos Volkov — respondió con el mismo tono que llevaba teniendo durante toda la conversación — y lo mejor para ellos es esto — finalizó el tema— y debo colgar, a diferencia tuya, yo sí pienso llegar temprano al trabajo.
Dicho esto, finalizó la llamada dejando al alfa con la palabra en la boca. Si bien no sabía qué más decirle, el ruso tenía claro que algo más le hubiese gustado expresar antes de dar por finalizada la llamada. Así que todavía enojado por toda la situación, decidió salir de su departamento con los papeles en mano, y dirigirse hacia donde su mejor amigo.
— Tampoco pensaba llegar temprano... — dijo para sí mismo recordando las últimas palabras del omega.
Condujo hacia la comisaria a toda prisa sin importarle que lo detuvieran. Era el subdirector del FBI ya se inventaría alguna excusa o simplemente sacaría su placa. No tenía tiempo para perder en este momento.
Afortunadamente, no fue el caso y pudo llegar sin problemas a la comisaría donde ingresó y se dirigió hacia el despacho de su mejor amigo. Para su suerte, este se encontraba ahí leyendo unos documentos mientras tomaba de su café. El de barba no pudo evitar sorprenderse por ver a este ahí a esas horas de la mañana, sobre todo por el intenso aroma amargo a almendras y vodka que se sintió inmediatamente al entrar. Sin embargo, la respuesta llegó al mismo tiempo que el sobre con los papeles arrojados a su escritorio, dejándolo confundido.
— ¿Qué sucede? — preguntó sin entender nada mientras tomaba el sobre — ¿qué es esto?
— Míralo por ti mismo — respondió al mismo tiempo que el contrario dejaba de lado su café, para poder sacar los papeles del interior del sobre y comenzar a leerlos quedándose sorprendido.
— ¿Me estás jodiendo no? — dijo sin despegar la vista de los papeles — ¿esto es real?
— Desearía que no lo fuese — respondió tomando asiento frente al escritorio de este, sacando un cigarrillo de su bolsillo y encendiéndolo — te juro que no lo puedo comprender... pensé que dentro de poco hablaríamos para poder aclarar las cosas... — se explicó el ruso — nunca pensé que estuviese planeando acabar con nuestro matrimonio.
— ¿Hablaste con él? — le preguntó mientras seguía leyendo los papeles.
— Sí — respondió soltando un suspiro — y dice que no debería de sorprenderme, que es lo mejor para los niños y que en este punto no hay un "nosotros" — le resumió la conversación que habían tenido hace unos minutos atrás.
— Pero eso no tiene sentido... — comenzó a decir pero el móvil del ruso lo interrumpió.
El alfa sin mucho ánimo de hablar con alguien más en este momento, sacó el móvil para rechazar la llamada, pero al ver que era Alanna supuso que sería importante, por lo que respondió de inmediato. La omega le explicó que su presencia era requerida de carácter urgente debido a un percance que había ocurrido en la sede y Horacio se encontraba reunido. Así que aún sin muchos ánimos de acudir, tuvo que aceptar y retirarse de la oficina de su mejor amigo, acordando que luego seguirían hablando del tema pues todavía había mucho por hablar.
Greco por su parte comenzó a atar cabos luego de haber recibido esta información. Recordando esa charla que tuvo con Gustabo hace unos meses atrás, mientras que Horacio y Volkov tenían esa charla en la que el omega terminaría echando a su mejor amigo de la casa. Recordaba cómo mientras que él se mantenía positivo ante esa charla, el rubio parecía estar a la defensiva y sin ver un mejor panorama en el matrimonio de sus amigos. En ese entonces asumió que era porque sabía que el omega iba a sacar a Volkov de la casa... ahora comprendía que era porque este tenía un conocimiento más amplio del panorama que la situación iba a pintar de cara al futuro... de cara al presente.
Por consiguiente, sin dudarlo un segundo más, tomó su móvil y entró al chat del rubio para iniciar una conversación.
"¿Lo sabías?"
9:27am
Gus
"Ehhh hola?? de qué hablas?"
9:28am
"No te hagas el tonto, sabes de lo que hablo."
9:28am
Gus
"La verdad es que no te estoy entendiendo"
9:29am
"Sabías que Horacio le pediría el divorcio a Volkov..."
9:29am
"¡Respóndeme Gustabo!"
9:33am
Gus
"Sí"
9:34am
"Lo sabía... sólo que no en qué momento lo haría."
9:35am
"¿Y no pensabas decírmelo? "
9:35am
Gus
"No es algo que me correspondiese"
9:36am
"Y lo sabes..."
9:36am
"No pueden separarse... ¿qué hay de los niños?"
9:38am
"Volkov ha hecho muchas cosas, muchas más de lo que crees como para que vayan a terminar su matrimonio así de la nada."
9:39am
Gus
"Entonces supongo que no soy el único que está guardándose cosas en lugar de comentarlas con el otro."
9:40am
Greco sabía que este tenía razón, él había hecho todo lo posible por no haberle comentado al rubio el hecho de Volkov había roto su lazo de destinado con Darya desde hace unos meses atrás, sin embargo no podía evitar sentirse algo enojado porque el alfa no hubiese confiado en él para hablar sobre eso, sabiendo como estaban las cosas. Esto era algo que de llegarse a concretar... cambiaría por completo la vida de su mejor amigo, y esta vez sería de manera permanente.
Volkov por su parte, se había quedado unos minutos en su auto estacionado en la comisaria, mientras seguía tratando de asimilar todo lo que había pasado en las pocas horas que llevaba el día. No podía permitir que su matrimonio terminase así... luego de todo lo que habían vivido juntos y de la familia que habían creado... las cosas no podían acabar como si nada hubiese sucedido... eso era algo que definitivamente no iba a permitir. Ni en broma iba a firmar esos papeles.
《Fin del Flashback》
Horacio parecía haber reaccionado ante sus palabras, pues se había prometido a sí mismo no volver a hacer valer menos la paternidad del ruso. Por lo que soltó un suspiro y volvió a tomar asiento en el suelo.
Volkov por su parte comprendía lo que el omega le había querido decir, y en parte era verdad. Su aún esposo le había contado cómo había sufrido bullying de pequeño por muchas cosas; y una de ella era precisamente ese rasgo que la más pequeña de sus cachorros compartía con él. Así que aún de pie, se acercó nuevamente al cubículo donde aún podía escuchar los sollozos de su pequeña para luego tratar de utilizar las palabras correctas.
— Princesa... — comenzó este — nada de lo que te dijeron es cierto... tus ojitos no tienen nada de malo bebé... sí, son diferentes, pero eso no quiere decir que estén mal, mucho menos que no combinen o se vean raros... — hizo una pausa al notar como esta parecía haber detenido sus sollozos, al mismo tiempo que volteaba hacia abajo para ver al omega, pero este parecía estar perdido en un punto fijo mientras que jugaba con sus manos — son especiales y únicos... como los de tu papá — dijo volteando a ver a Horacio para luego apartar rápido la mirada — eres preciosa y no puedes permitir que te digan lo contrario hija. Los colores de tus ojitos... son preciosos... y son una parte de lo que te hace ser más perfecta para mi... — soltó un suspiro — para nosotros...
El alfa iba a continuar hablando pero se detuvo en el momento en que escuchó el cerrojo de la puerta ser quitado, para luego sentir a su pequeña abrazándolo con fuerzas. Tanto él como el omega deseaban poder proteger a sus cachorros de todo, y todos lo que estaban a su alrededor con malas intenciones; sin embargo, sabían que esto era imposible... pero harían todo lo que estaba a su alcance para protegerlos.
— ¿Te gustaría ir a casa? — le preguntó el ruso a su pequeña mientras la tomaba en brazos — podemos pasar por un helado antes de llegar — propuso y esta sólo asintió.
— Yo... — comenzó a decir el omega, pero no sabía qué era lo que concretamente quería expresar.
— ¿Porque no van y me esperan en el patrulla? — propuso el ruso al notar esto — hablaré con la maestra y me encargaré de lo sucedido.
— Vale... — aceptó el de cresta mientras que extendía sus brazos a su hija — ven pequeña — le dijo con una sonrisa — te esperamos... — le dijo a Volkov mientras que con su hija en brazos partía hacia la salida del baño, y luego al estacionamiento.
Mientras que el alfa se encargaba de todo, Horacio tomaba asiento en la parte de atrás del patrulla junto con su hija, la cual había permanecido en silencio y había comenzado a jugar con la cadena de su padre sin que este se percatase.
— ¿Est-ce mieux maintenant, ma vie? (¿Estás mejor ya, mi vida?) — le preguntó el omega ya más calmado y con una sonrisa. Le seguía pareciendo curioso como esta o Lucas hacían esto cada vez que tenían la oportunidad.
— Sí... — le respondió esta — papá tiene razón — levantó la mirada para ver a su padre a los ojos.
La pequeña miraba fijamente a su padre mientras que soltaba la cadena y con sus manitas tomaba el rostro de este. Esta observaba los ojos del Omega, y cómo se encontraba a sí misma en los bicolores de este.
Tanto Horacio como Volkov sabían las probabilidades de que alguno de sus cachorros heredase la heterocromía del omega, sin embargo no fue hasta unos meses después que nacieron los mellizos que estos se percataron de que la pequeña rubia tenía los mismos tonos de su padre, pero invertidos.
— ¿Me voy a quedar contigo o con papá? — preguntó la niña sacando al omega de sus pensamientos.
— ¿Con quién quieres quedarte tú? — le preguntó con una sonrisa.
Si bien sabía que a partir del día siguiente esta y sus hermanos debían quedarse con su padre por ser fin de semana. No iba a protestar si esta quería quedarse desde un día antes. Ya se encargaría de cubrir al alfa en el trabajo.
— Papá dijo que pasaríamos por un helado — comenzó a responder — pero luego de eso quiero ir contigo... y Lucas y mi hermana.
— Vale — aceptó riendo — iremos por un helado con tu padre y luego buscaremos a tu hermano y hermana en casa de tu tío Gus para ir a casa, ¿te parece bien?
— Sí — aceptó esta feliz mientras que lo abrazaba y se quedaba recostado en el pecho de este.
Mientras le acariciaba el cabello a su hija en la espera de que el ruso volviese; no podía evitar dejar de pensar en las palabras que el alfa le había dedicado a su hija. Si bien este había estado mirando en otra dirección, había estado atento y escuchando muy bien cada palabra que este había dicho. Incluso se había puesto algo nervioso pues no pudo evitar recordar cuando el mismo ruso le había hecho comentarios similares sobre sus ojos, claramente bajo otro contexto, por eso llegó un punto en el que se había sonrojado un poco y debió poner de su parte para que el alfa no lo notase. Sin embargo, ahora que estaba a la espera de este y a solas con su hija; se permitió a sí mismo soltar una boba sonrisa. Puede que no haya sido la gran cosa, pero ese era el Viktor Volkov del que se había enamorado y con el que se había casado hace casi 8 años atrás...
Después de unos minutos Volkov hizo aparición regresando con paso firme y con el rostro pensativo, definitivamente seguía dándole vueltas al asunto.
— Listo — habló el ruso mientras que ingresaba como conductor y dejaba la mochila con las pertenencias de Lily en el asiento de al lado — hablé con la maestra y le dije que nos enviara su disponibilidad para ver en qué momento podemos reunirnos con ella — comenzó a infórmale al omega — le expliqué brevemente y le dije que Lily no vendría a clases hasta que el problema esté solucionado.
— Me parece bien — aceptó el omega, aunque si hubiese sido por él cambiaba a su hija de lugar — Lily quiere ir por el helado que le prometiste, pero quiere quedarse con su hermano y hermana esta noche — le comentó lo hablado con su hija previamente — puedo dejarlos contigo en la mañana antes de llegar a la sede, como en otras ocasiones.
— No te preocupes — respondió mientras ponía el patrulla en marcha — puedo pasar por ellos sin problemas, de todas formas quería llevarlos a un lugar que me recomendaron para desayunar.
— Bien...
Durante el camino a la heladería, la pequeña poco a poco se fue volviendo a animar hasta que su sonrisa volvió por completo, justo cuando llegaron al lugar. A pesar de que el omega se negó en un principio a ingresar con estos, terminó cediendo ante la petición insistente de su hija. Por lo que los tres ingresaron al lugar captando la atención tanto de los trabajadores como de la clientela, pues así les sucedía a donde sea que fuesen portando su uniforme, estos impactaban con su presencia, y ahora lo hacían aún más por tener a la pequeña en los brazos de Horacio.
— Buenas tardes — los saludó la empleada con una sonrisa — ¿qué podemos ofrecerles?
— Buenas tardes señorita — inició el alfa — queremos tres helados, uno de chocolate, otro de vainilla y el tercero de...
— ¡De fresas! — respondió animada Lily haciendo reír a los tres adultos.
— De fresa será, pequeña princesa — le dijo a Lily con una sonrisa para luego anotar la orden — ¿se los llevarán o tomarán asiento aquí?
— ¡Aquí! — respondió antes que sus padres.
— Cariño — le habló Volkov a su hija — papá y yo estamos trabajando, ¿recuerdas? pero puedes comértelo en el camino.
— No — interrumpió Horacio hablando por primera vez desde que ingresaron — le diré a Gus que se encargue de lo que falte, y le pediré a Blake que pase por Penélope y Lucas a casa de mamá para que los deje en la casa cuando vayas a dejarnos — se explicó mientras que con su mano libre sacaba su móvil, para luego dirigirle una mirada a su hija con una sonrisa — podemos comerlo aquí.
Esto sorprendió al alfa pero no hizo ningún comentario al respecto. Así que sólo asintió y pagó por los tres helados, y finalmente, tomar asiento junto al omega y la pequeña.
— Estoy feliz — dijo Lily mientras comía su helado alegremente haciendo que tanto Volkov, como Horacio no pudiesen evitar sonreír de igual forma — gracias por estar los dos conmigo — finalizó para luego continuar comiendo y en cuestión de segundos cambiar a mil temas diferentes.
Sin embargo, esas palabras no pasaron desapercibidas por los directores del FBI. Si bien las cosas habían seguido estando bien entre ellos, aún no se acostumbraban a estos momentos sin poder evitar intercambiar miradas o simplemente actuar como si no hubiese sucedido nada. Claramente esto último era algo imposible de hacer, mucho menos cuando sus cachorros estaban conscientes de esto y parecían estar más animados y tranquilos a cómo lo estaban antes. Habían pasado sólo unas semanas y ya habían comenzado a ver el cambio positivo en estos; haciendo que no pudiesen evitar pensar en que debían haber hecho las cosas de esta forma desde un inicio.
Una vez finalizaron sus respectivos helados, se pusieron de pie y salieron del establecimiento mientras que Lily tomaba una mano de cada padre; esto se sintió tan natural que ninguno hizo comentario al respecto y caminaron hacia el patrulla. El alfa anotó en el GPS la casa en la que alguna vez también vivió para conducir hasta ahí y dejar al omega junto con su hija. El camino no fue largo ya que se encontraban relativamente cerca, por lo que una vez llegaron y Lily se despidió de su padre con un gran abrazo; está ingreso en la casa que el omega había abierto mientras tanto para luego dejar a estos dos a solas frente a la puerta de la casa.
— Sé que esto ya lo dije antes pero... — comenzó a decir el ruso para romper el silencio — hace mucho no la veía así de feliz.
— Lo sé — respondió con una leve sonrisa mientras cerraba un poco la puerta — espero seguir viendo esa sonrisa más seguido, igual la de Lucas y Penélope, si ellos son felices... yo lo soy el doble.
— Lo mismo digo — respondió el ruso para que luego se volviese a forma un silencio que este mismo intento acabar — entonces... ¿mañana paso por ellos a las 8:30?, ¿te parece bien?
— Sí — respondió de inmediato — me parece bien, igual me tomaré la mañana para ir a los complejos que habíamos mirado hace unos días para que Penélope inicie la siguiente semana a practicar fútbol en algún equipo — le informó como habían acordado.
— ¿Lucas aún no se decide por alguna de las alternativas que buscamos ? — le preguntó y el omega negó con la cabeza — bien... no hay que apresurarlo, prefiero que se decida por algo que verdaderamente le interese, a que esté infeliz haciendo algo porque nosotros lo obliguemos a ello.
— Estoy de acuerdo — le dijo Horacio, cuando al momento se escucha como algo caía al suelo dentro de la casa.
— ¡Lily Volkova! — le llamaron la atención ambos al mismo tiempo.
— ¡Perdón! — gritó está desde el interior.
— Será mejor que entre antes de que se lastime, y llegue Blake con Penélope y Lucas — le dijo a manera de despedida entre una leve risa.
— Bien pues... — comenzó a decir el ruso — te escribiré en la mañana cuando esté de camino.
— Vale — respondió el omega mientras retrocedía hacia el interior de la casa — hasta mañana entonces...
— Sí — le dijo en un tono bajo mientras que imitaba la acción de este, pero hacia su auto — hasta mañana...
Dicho esto, ambos hicieron un asentimiento de cabeza a manera de despedida, para luego volver a respirar una vez la puerta fue cerrada. Pensaba que con el tiempo las cosas se volverían menos extrañas al momento de despedirse y más naturales, sin embargo esto era algo que aún podía cambiar en los próximos días...
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
Espero les haya gustado el capítulo de hoy. El siguiente es de mis favoritos y estoy segura de que probablemente podría estar entre los favoritos de varias personitas 👀
Gracias por leer y todo el apoyo ❤️🩹
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top