Capitulo 19: Retomar las cosas
《Dos días después》
Volkov iba de camino a la sede animado hablando con Darya por teléfono con el manos libre puesto. Y es que luego de todo lo que había pasado los últimos días y cómo su relación con Horacio había dado una vuelta de 180 grados, las esperanzas de retomar la relación que tenían antes, había cobrado más vida que nunca.
— ¿Y qué hicieron luego de ir a cenar? — le preguntó intrigada la omega, que de igual forma iba conduciendo a su trabajo — y no me digas que nada porque luego de lo que me cuentas de su aroma y cómo los estaba observando, tuvo que haber pasado algo.
— Pueees... — comenzó a responderle tratando de ocultar su sonrisa, pero le era imposible contenerla — luego de cenar conduje hasta casa de Charlotte, ya que Lucas y Lily estaban allá, al igual que el vehículo de Horacio...
— ¿Y...? — preguntó la pelirroja alargando la letra.
— Me bajé del auto para despedirme de Penélope y saludar a los mellizos, prometiéndoles que al día siguiente cuando Horacio los dejase conmigo, podríamos hacer algo divertido para recompensarles — prosiguió el ruso — me despedí de Charlotte que también había salido a saludar, ayudé a Horacio a asegurar a los niños en su auto, y cuando llegó el momento de despedirnos... me dio la mano.
— ¿Cómo que te dio la mano? — dijo esta indignada — pensé que se habían abrazado o te había dado un beso en la mejilla, o algo así — exclamó sin poder creerlo — entonces estás feliz... ¿porque te dio la mano al despedirse?
— Ya te había dicho que no había sido la gran cosa — se defendió este mientras mostraba su identificación al guardia de seguridad, y accedía al estacionamiento de la sede — pero aunque no lo creas, esto es un gran paso, Horacio ha evitado cualquier tipo de contacto conmigo desde... pues ya sabes, desde que nos.... separamos.
— Mínimo un abrazo... — seguía diciendo su ex-destinada.
— Darya... — le llamó, pues sabía que esta iba a seguir con lo mismo al tiempo que soltaba una risa.
— Ya, ya, entiendo — dijo esta resignada entretanto llegaba ella también a su trabajo — sólo espero que las cosas sigan mejorando como quieres, Viktor.
— Confío en que así será — le respondió al mismo tiempo que apagaba su auto — después de todo llevo casi 10 años con él, creo poder ser capaz de conocerlo por lo menos lo suficiente en este aspecto — continuó mientras se baja del auto — confío en que dentro de poco será buen momento para pedirle hablar, y que las cosas vuelvan a ser como deben serlo — comenzó a caminar hacia la sede donde veía a varios compañeros en la cafetería — si le propongo esto ahora sería dar veinte pasos atrás y comenzar desde cero.
— En eso estamos de acuerdo — le respondió esta mientras marcaba el botón del elevador — en fin, luego me sigues contando que ya llegué.
— De acuerdo, yo igual — le respondió — До свидания (adiós) Darya.
— До свидания (adiós) Viktor — se despidieron para finalizar la llamada.
Una vez terminada la conversación, el subdirector ingresó a la sede para dirigirse a la cafetería donde se encontraban Blake, Alanna, Nina y Gustabo tomando café. Por lo que no dudó en acercarse a estos y pedir uno, y así hacerles compañía antes de comenzar sus horas laborales.
— Buenas subdirector — saludó primero Nina.
—¿Qué tal estas V? — le preguntó Blake seguido de esta.
— Estoy bastante bien — le respondió al mismo tiempo que tomaba su café y le daba un sorbo —¿hay alguna novedad por aquí?
— Por nuestra parte no — dijo Alanna con segundas intenciones, tratando de que el alfa dijese algo aun cuando sabían que esto no iba a suceder.
— Bueno, la verdad es que... — había comenzado a decir hasta que fue interrumpido por la llegada de alguien más.
— Uve — la voz del director del FBI se hizo presente en la cafetería, captando la atención de todos los presentes — Нуждаться Срочная беседа à propos de l'affaire подпольных (necesitamos hablar urgente sobre el caso de los clandestinos) — finalizó con una expresión preocupada en el rostro que alertó al subdirector, haciendo que este se pusiera de pie y saliese de la habitación junto con el omega, dejando a todos confundidos.
— ¿Qué acaba de pasar? — preguntó Nina confundida.
— Hace mucho no los escuchaba hablar de esa forma — dijo Alanna todavía sin responder la duda de su compañera.
— Chicos, que soy nueva — siguió diciendo la rubia — necesito contexto — soltó una risa al final.
— Mi hermano y Volkov — comenzó a contar Gustabo, pues a pesar de haber estado en silencio hasta el momento, había prestando atención a lo que sucedía — ellos solían hacer eso mucho, es una forma extraña que tienen de comunicarse sin que los que estamos a su alrededor comprendamos — terminó de explicar mientras que dejaba de lado lo poco que le quedaba del café.
— Apenas entiendo al subdirector cuando hablar en ruso — dijo Nina riendo y contagiando a los demás.
— En fin — habló Alanna — hace mucho que no veíamos a V tan animado de todas formas, espero que las cosas estén mejorando entre ellos.
— Yo no puedo hacer comentarios al respecto — dijo el agente especial al mando mientras se ponía de pie — y les recomiendo que ustedes tampoco, porque si mi hermano los escucha, fácilmente los degrada o los suspende.
— 10-4 — dijeron los tres a la par mientras reían, para luego salir de la cafetería e ir a realizar sus labores diarias.
Cada uno se dirigió a su área asignada, con la excepción de Gustabo. Este se quedó pensando en las palabras de Alanna, junto con lo que su hermano le había contado sobre su salida con el ruso, y su sobrina la noche anterior. Tal vez estos por fin estaban comenzando a comunicarse, sin embargo temía porque su hermano saliese herido nuevamente. Al mismo tiempo, que pensaba sobre la posibilidad de que Horacio y Volkov volviesen a retomar su matrimonio... otra posibilidad pasó por su mente, por lo que sacó su móvil para enviar un mensaje.
Barbas
Hola...¿te parece si almorzamos juntos?
8:49am
《Unas horas más Tarde》
La hora de almuerzo había llegado. El alfa de cabellos rubios se bajaba de su auto para ingresar al sitio que había acordado con el superintendente. No estaba muy seguro de lo que quería hablarle, y sentía que el hecho de haberle escrito para almorzar y conversar había sido algo precipitado, pero ya era muy tarde para arrepentirse; por lo que se armó de valor y se adentró al lugar, mirando a su alrededor se percató de que el de barbas ya lo estaba esperando en una mesa.
— ¡Hola! — lo saludó Greco poniéndose de pie para saludarlo, y luego tomar asiento a la par —¿cómo estás?, ¿todo está bien?
— Si, si — le respondió tranquilizándolo — estoy bien, y todo está en orden.
— Vale — le respondió más calmado — y... ¿qué hay de nuevo?
— Realmente por eso quería que nos viéramos — comenzó a decir, pero se detuvo al ver como el mesero se acercaba y les entregaba sus comidas dejándolo confundido.
— Supuse que pedirías lo de siempre y lo ordené por ti para que no tuvieras que esperar — le explicó el de barba mientras que tomaba sus cubiertos.
Esta acción, viniendo de cualquier otra persona habría hecho enojar al alfa, sin embargo viniendo de parte de Greco... las cosas eran muy diferentes, recordándole uno de los motivos por los que hace meses atrás... habían considerado tener una relación.
— Gracias... — le dijo por lo bajo para luego comenzar a comer, mientras que se ponían al día dejando de lado por el momento el tema por el que este le había escrito.
Almorzaron entre risas y conversaciones amenas, al mismo tiempo que trataban de recordar la última vez que habían salido a solas, dándose cuenta de que había pasado mucho tiempo de esto.
— Vamos — comenzó a decirle Greco sacándolo de sus pensamientos — dime el motivo por el que me escribiste, porque me ha gustado que saliésemos y todo pero desde que llegaste percibo que tienes algo atorado y no encuentras la forma de decírmelo — finalizó haciendo reír a este inconscientemente.
— Joder contigo... — le dijo riendo, siendo contagiado por el contrario —¿tan extraño te resulta que haya querido que nos viéramos?
— A ver... — comenzó Greco — es lunes, ambos estábamos trabajando y hace unos meses me dejaste las cosas muy claras...
— Y justo por eso estamos aquí — lo interrumpió — quiero que hablemos sobre... nosotros...
— ¿Qué concretamente? — preguntó intrigado el de barbas, mientras se acercaba a este prestándole toda su atención.
— ¿En serio me harás decirlo? — le preguntó en un tono de burla.
— ¿Te avergüenzas de...?
— ¡No! — lo interrumpió de inmediato — no me avergüenzo de nada, ni de ti, ni de mí, ni de... nosotros — finalizó mirándolo.
— Entonces... — lo animó a seguir, sabiendo que este sólo necesitaba un empujón.
— Pues verás... — se propuso iniciar nuevamente — no sé si te has dado cuenta, pero mi hermano y el ruso parece que están llevándose mejor que antes...
— Mucho mejor diría yo — le respondió dándole la razón — también lo he notado, de hecho Volkov me estuvo contando que el pasado viernes salió con tu hermano y Penélope, según lo que me contó la pasaron de maravilla.
— Sí — confirmó — Horacio me contó lo mismo... y pues, no quiero decir que estos van a resolver de una vez por todas su cosas y van a retomar su matrimonio, porque no voy a permitir que mi hermano vuelva a pasar por todo lo que ha pasado... — hizo una pausa para que este comprendiese que lo que decía, lo hacía muy en serio — pero... si las cosas entre ellos van por buen camino... quería saber qué pensabas sobre... nosotros.
— Sabes lo que pienso y la verdad es que me sorprendes... — le respondió aún procesando las palabras de este — siendo honesto pensé que luego del tiempo que ha pasado... no iba a haber oportunidad de retomarlo... — confesó una situación que Gustabo sabía que era posible — aun así, si de verdad quieres que retomemos lo que comenzábamos a tener... — se detuvo para soltar un suspiro — joder, no quiero que me malinterpretes, ni mucho menos que te enojes conmigo pero... tampoco quiero que lo nuestro dependa de Horacio y Volkov... — soltó sin mirar a Gustabo — quiero que si de verdad quieres que las cosas entre nosotros funcionen... trabajemos en eso independientemente de si tu hermano y mi mejor amigo están bien o mal... — trató de darse a entender — porque de lo contrario... creo que todo quedará en lo que pudo haber sido... y no fue.
Para Gustabo, estas palabras fueron como una puñalada al corazón. Y es que si bien este se había permitido reconocer, aceptar y compartir sus sentimientos con el otro alfa... no había sido tarea fácil. Si bien les había costado confesarse el uno al otro sus sentimientos, y comenzar a plantearse el tener una relación... estos apostaban todo lo que tenían a que las cosas entre ellos iban a funcionar. O por lo menos eso era lo que pensaban cuando hace ya tiempo atrás, se habían planteado esta posibilidad que comenzó siendo casi segura... y terminó en su situación actual.
《Flashback hace 2 años》
Habían salido en grupo a celebrar el cumpleaños de Greco, eran las 11:54 de la noche y estos se encontraban riendo en un bar luego de estar en este por unas cuantas horas.
— No puedo creer que no quieras que te cantemos cumpleaños — dijo Horacio indignado con el de barbas — ¡es la mejor parte!
— Tal vez el próximo año — dijo para luego darle otro trago a su bebida haciendo reír a los demás.
— Me rindo — exclamó causando risas en los demás, para luego mirar su reloj — joder ya es tarde...
— ¿Cómo que tarde? — replicó Gustabo golpeando levemente el hombre de su hermano — si apenas comienza la noche.
— Comenzará para ustedes — apoyó Volkov a su esposo — les recuerdo que nosotros tenemos unos pequeños en casa que nos esperan — finalizó besando la frente del omega — pero eso no quiere decir que ustedes deban retirarse.
— Pero... — iba a seguir protestando el rubio cuando el de barba lo interrumpió.
— Volkov tiene razón Gustabo — le dijo a este para luego ponerse de pie y despedirse de su mejor amigo — gracias por sacar de su tiempo y compartir.
— Siempre — le respondió el ruso, despidiéndose luego de su cuñado mientras que Horacio y Greco se despedían también.
— Vayan con cuidado — le pidió el rubio a su cuñado.
— Tranquilo — lo calmó — tu hermano llegará sano y salvo como siempre.
— No lo dudo — respondió para luego voltear a ver a su hermano, el cual si bien no había tomado tanto, el ruso había tomado menos por ser el conductor designado de esa relación a petición de él mismo. Por lo que Gustabo sabía que su hermano estaría bien, sólo era la costumbre.
— Avísame cuando llegues a tu casa — le pidió ahora Horacio a su hermano mayor — y ten cuidado con lo que hagas... — le susurró esto último haciendo que el rubio lo golpeara y este le guiñase un ojo para luego volver con su alfa.
Los esposos se marcharon tomados de la mano dejando a los dos alfas solos, entre música, alcohol y mucha gente bailando. La siguiente hora la pasaron conversando y tomándose otro par de cervezas hasta que ante la mala música y el terrible ambiente que se había formado por ser altas horas de la noche; decidieron pedirse otras dos cervezas cada uno y partieron hacia el estacionamiento donde tomaron asiento en el interior del vehículo del cumpleañero, para poner música en la radio y continuar bebiendo sus cervezas.
— ¿Y bien? — le preguntó Gustabo luego de unos minutos mientras bajaba un poco el volumen —¿qué tal la pasaste en tu día?
— La verdad es que la pase mucho mejor de lo que pensaba — le fue honesto mientras que le dedicaba una sonrisa — gracias por quedarte... — finalizó colocando su mano sobre la de este.
— Hombre... — respondió volteando a verlo al mismo tiempo que se recostaba del asiento de copiloto sin retirar su mano — ¿dónde más iba a estar? — preguntó sarcástico.
Ambos quedaron otros segundos en silencio, apreciando el tiempo juntos y envolviéndose con esa paz que sólo obtenían en la intimidad y rodeados de lo más dulce que sus aromas podían llegar a ser. Esa armonía que habían encontrado hace un tiempo entre ellos, y que por más que se habían resistido al principio.... habían comenzado a aceptarla y amarla.
— Oye y... — volvió a tomar la palabra el de barbas — ¿has... pensado en lo que hablamos la última vez?
— Sí — le respondió volviendo a acercarse a este — creo que no es mala idea intentar ver a donde nos lleva esto...
— Sin importar lo que... — comenzó a preguntar el de barba pero el rubio lo interrumpió.
— Sin importar nada — lo cortó apretando sus manos — nunca me ha importado lo que los demás piensen de mí, mucho menos me importará lo que piensen de mi por estar con otro alfa...
— Bueno — volvió a tomar la palabra Greco, mientras que le dedicaba una sonrisa pícara — eso me quedó claro luego de que no hicieras nada para impedir que te besara el otro día frente a tu casa.
— Calla, calla — le dijo riendo mientras que lo empujaba levemente, haciéndolo reír — sabía que lo mencionarías hoy.
— Dame las gracias por haberme contenido y no haberlo hecho frente a tu hermano y Volkov cuando estaban presentes — le confesó haciendo que este lo mirase fijamente — me estoy arrepintiendo muchísimo justo ahora por no haberlo hecho.
— Quizás... — comenzó a decirle luego de abrir su última cerveza — para la próxima sea yo el que se adelante.
— Veremos entonces — le respondió mientras abría de igual su cerveza y se quedaba observando al rubio, al mismo tiempo que este tomaba y volvía a subir la música.
"¿Qué me has hecho Gustabo García..."
《Fin del Flashback》
Gustabo no podía parar de pensar en cómo se había sentido en ese momento y todos los momentos que lo acompañaron luego de ese. El haberse abierto con Greco había sido una sorpresa hasta para él, obviamente al inicio tenía muchas dudas al respecto y es que, ¿cómo la relación entre dos alfas iba a poder funcionar? esto es algo que no se ve a menudo... pero reconocía que los meses que estuvo hablando con el de barbas y viendo como fluían las cosas entre ellos... no recordaba haberse sentido así de bien con nadie más de esa forma. Por lo que esto era algo que no quería perder de nuevo, tal vez Greco tenía razón... tal vez era el momento de que apoyase a su hermano en todo, sin la necesidad de anteponer su propia felicidad.
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Ya iba tocando un poco de Grecabo por aquí 👉🏼👈🏼
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