Capitulo 16: El Lazo del Destino
《6 Meses Luego de la Pérdida del Cachorro》
— ¡Por favor Volkov reacciona! — le gritaba Greco desesperado mientras lo tomaba en sus brazos y buscaba su pulso — joder, te dije que esto era mala idea — siguió expresando desesperadamente.
Como era de esperarse, las cosas se habían salido de control. El romper el lazo de destinados había sido más complicado de lo que habían pensado. Lo que los había llevado a la situación actual en la que una vez el proceso terminó, tanto el alfa como la omega cayeron al suelo inconscientes, y con pulso leve. Sin embargo, como el ruso le había prometido a la pelirroja, los médicos habían acudido primero a estabilizarla. Dejando a Greco con su mejor amigo en brazos y desesperado por no saber cómo reaccionar.
— ¡Dense prisa! — les gritó a los médicos, pero estos hacían caso omiso a sus órdenes, pues ya tenían en claro el orden en el que debían actuar.
Esto sólo hizo al alfa de barba exasperarse más. El miedo comenzó a invadirlo y miles de situaciones pasaron por su mente, las cuales lo hicieron debatirse contra él mismo.
"¿Debería obligar a los médicos a atender a su mejor amigo?"
Se cuestionó mientras que el pulso de este iba disminuyendo. Podía ver como la respiración de este disminuía, al mismo tiempo que los médicos terminaban de estabilizar a Darya; dejándola en la cama conectada a un suero y una máquina que la monitoreaba.
— ¡Su pulso es muy leve! — les informó mientras que los médicos comenzaban a hacerse cargo de él, dejando a Greco expectante ante todo lo que estaba pasando.
"Algo aquí no está bien..."
Pensó para sí mismo, para luego escuchar cómo la máquina a la que recién conectaban al ruso comenzaba a pitar.
— ¡Lo estamos perdiendo! — exclamó uno de ellos alertando a los otros dos, los cuales comenzaron a hacer cosas que el alfa apenas podía procesar.
— ¡Tenemos que reanimarlo! — exclamó el segundo, al mismo tiempo que se acercaba — ¡su corazón se detuvo!
— ¡Tienen que traerlo de vuelta! — les ordenó Greco con un nudo en la garganta, al mismo tiempo que sus ojos se cristalizaban.
Ver a su mejor amigo sin pulso, postrado en una cama luego de un proceso tan complicado, lo estaba haciendo reflexionar sobre muchas cosas.
"¿Debería hablarle alguien?", "¿Qué debo hacer si no logran reanimarlo?"
"¿Debería llamar a Horacio? después de todo, seguía siendo su esposo y si este iba a perder su vida..." — se cuestionó esto último mientras que caminaba desesperado de un lado a otro de la habitación — te dije que esto era una mala idea... — repitió en un tono bajo, para luego ver cómo el cuerpo de este se alzaba ante las descargas que le daban, en un intento por hacer que el corazón de este volviese a latir.
— ¡Aumenten el nivel de las descargas! — exclamó el tercer médico desesperado al no obtener buenos resultados.
"Si fuese yo... me gustaría saber..." — pensó en que si este estuviese en el lugar de Horacio y Gustabo fuese el que se encontraba entre la vida y la muerte, necesitaría saberlo sin importar las cosas que hayan pasado previo a todo.
Por lo que con la presión encima, y dejándose llevar por sus sentimientos, sacó su teléfono del bolsillo para marcar el número del omega. Si Viktor Volkov perdía su vida esa noche, Horacio como su esposo y padre de sus hijos debía saberlo en ese instante, tenía el derecho de estar al tanto aun cuando el ruso le había dejado muy en claro que esto lo haría el en su momento.
— ¡Una vez más! — seguía escuchando ahora en la lejanía las palabras de los médicos.
Lo que hizo que este buscase el número de Horacio entre sus contactos, y una vez con él frente a si, comenzó a dudar nuevamente en si esto era lo correcto o no. Su mirada pasaba del contacto hacia su mejor amigo, mientras que su corazón se aceleraba y sus manos comenzaban a temblar. La situación estaba comenzando a superarlo cuando escuchó esas palabras que lo devolvieron a la realidad.
— ¡Tenemos pulso! — escuchó y volvió a centrarse en la situación — ambos están estables, están bien. Necesitamos trasladarlos.
"Están bien" se repitió en su cabeza Greco ahora mientras miraba a Darya y Volkov aún inconscientes pero estables "Están bien.. están bien..."
《2 Horas Antes》
Volkov, Greco y Darya se encontraban en el departamento del de barba esperando a que los médicos llegasen. Sólo contaban con esta oportunidad durante los siguientes meses, ya que para realizar esta separación, tanto el alfa como la omega debían estar en celo, debido a que, en este punto ambos se encontraban más vulnerables y era la forma más "segura" para llevar acabo este proceso. Por lo que aunque no se sintieran atraídos entre ellos, sí era algo arriesgado que una omega estando en su celo, estuviese a solas con dos alfas, y más cuando uno de estos era su destinado y se encontraba en la misma situación que ella. Así que esta se encontraba en la habitación del de barbas, mientras que Volkov estaba en la sala de estar con su mejor amigo, algo ansioso por todo lo que estaba por suceder.
— Oye... — lo llamó Greco captando su atención — sé que esto ya lo hemos hablado, y sé que estás seguro y muy decidido con lo que va a pasar... pero todavía estás a tiempo de retractarte si una parte de ti te dice lo contrario.
— Más que yo... — comenzó a responderle — me preocupa que Darya se retracte cuando llegue el momento de la verdad...
— ¿Por qué entonces no vas con ella y lo aclaran? — propuso — todavía tienen tiempo de margen.
Volkov lo pensó, sabía que eso era lo que debía hacer. Pero al mismo tiempo no quería incomodar a la omega, pues esta ya estaba haciendo mucho por él sin esperar nada a cambio. Una persona cualquiera no habría accedido a correr el riesgo que estos estaban a punto de correr. Así que se puso de pie y fue hacia la puerta de la habitación donde se encontraba.
— ¿Darya? — la llamó tocando la puerta — ¿cómo te sientes?
— Estoy... — comenzó a responderle sin abrir la puerta — estoy aquí... y... me siento bien, el primer día no es tan complicado para mi... sin embargo... — hizo una pausa mientras se recostaba en el suelo dándole la espalda a la puerta — no puedo evitar estar nerviosa y preocupada...
— Lo sé — le respondió Volkov — yo estoy igual... esto es importante para mi y te agradezco que hayas accedido a hacer esto — comenzó a desahogarse mientras tomaba asiento en el suelo frente a la puerta — estaré eternamente agradecido contigo por esto... — tomó una pausa para soltar un suspiro — aun así... recuerda que no estás obligada a hacer esto, si no te sientes segura...
— No — lo interrumpió la rusa — sí estoy segura, quiero hacerlo.
— De todas formas — prosiguió V — te aseguro que no te sucederá nada, ya los médicos tienen sus instrucciones y tú serás su prioridad...
— Dime algo Viktor — lo llamó esta interrumpiéndolo nuevamente — tú... ¿estás seguro de esto?, porque la realidad es que no te encuentras muy bien, y eso sólo complica las cosas y...
— Sé que no estoy bien... — le respondió — sé que la marca de Horacio... está muy... dañada, sé que este deterioro me ha estado afectando en sobremanera, sobre todo anímicamente y he perdido la fuerza para hacer las cosas, y que se complicará todo todavía más cuando esto que haremos esté hecho... — volvió a detenerse cuando se percató de que su rostro estaba lleno de lágrimas — pero... sé que, si no hago esto... no podré volver a estar con mi familia... o por lo menos no de la forma en la que lo anhelo...
Volkov había intentado comunicarse con Horacio en la mañana, una parte de él quería decirle lo que iba a hacer, pero la otra le decía que lo mejor era hablarlo cuando ya estuviese todo hecho. Así que se conformó con haber recibido unas fotos de sus pequeños, lo que le dieron las fuerzas que necesitaba para seguir con todo.
— Sólo... espero que todo esto no sea en vano... — volvió a decir en alto — necesito volver a mi hogar, necesito volver con mi esposo, con mi hijos... y sé que esto podría no salir bien... pero necesito que lo haga porque de lo contrario... — secó su rostro nuevamente — de lo contrario no sabría qué más hacer...
《En el Hospital Luego de la Separación del Lazo》
Volkov abrió levemente sus ojos encontrándose con la luz blanca de la habitación de hospital donde se encontraba. Confundido trató de ponerse de pie, y fue cuando se percató de que estaba conectado a una máquina que le impedía levantarse del todo. Llevó su mano izquierda a su rostro y se topó con un conducto en su nariz que lo había estado ayudando a respirar. Lo que hizo que esto, más el suero que tenía conectado, lo desesperase y en medio de su alteración, escuchó la voz de su mejor amigo el cual le dejó saber que no estaba solo.
— ¡Hey, hey! — lo llamó el de barba tratando de calmarlo mientras tomaba asiento junto a este — tranquilo... estás bien amigo — le habló mientras que lo recostaba nuevamente y este lo observaba confundido.
— ¿Qué... me pasó..? — le preguntó en un tono más bajo del que pensaba que saldría su voz.
— Quedaste inconsciente... — le respondió soltando un suspiro — tu corazón... se detuvo amigo... pensé que te perdía... joder me asustaste.
— Yo... — comenzó a decir el ruso tratando de procesar las palabras dicha por este — no... no recuerdo nada.
— Perdiste la conciencia antes que Darya... — le comenzó a explicar — estuviste más de un minuto sin pulso...
— Joder... — suspiró cerrando sus ojos, pensando en lo que hubiese pasado si este hubiese muerto allí esa noche... — ¿y Darya?, ¿cómo está ella?
— Ella está bien — respondió el de barba, mientras que tomaba asiento nuevamente en la silla en la que había estado junto a él — está en la habitación de al lado, su hermana Tasya está con ella.
— Espera, ¿qué hora es? , ¿cuánto tiempo estuve inconsciente? — preguntó confundido.
— Estuviste toda la noche y toda la mañana... — informó.
Esto hizo que Volkov comenzara a cuestionarse todo lo sucedido. Asumía que con todo lo sucedido, había resultado de manera exitosa esa separación. Por lo que su mente ahora estaba enfocada en su siguiente paso; recuperarse un poco y tan pronto pudiese ponerse en pie, ir a donde su esposo para poder solucionar las cosas y volver a ser la familia que eran antes...
Sin embargo, esto no sucedería hasta un mes más tarde... momento en el cual este regresaría a su casa para compartirle a su esposo esta noticia, y que este entendiera de una vez por todas que estaba dispuesto a hacer lo que fuese necesario para demostrarle, que tanto él como su familia eran su prioridad. Tristemente, esa conversación no terminaría como este pensaba, y su omega sólo terminaría echándolo de la casa...marcando el verdadero antes y después de su relación.
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Les dije que las cosas no eran lo que precian 🥺
Y cómo nota importante, he notado qué hay varias personitas confundidas un poco con la línea del tiempo. Así que les dejo esto por aquí para ayudarles a ubicarse 🥰
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