Capítulo 11: Familia
《Luego del Recital》
Una vez el recital terminó, y tanto los padres como sus hijas se habían cambiado los atuendos, ahora se estaban juntando con sus familias, en las afueras del teatro para escuchar lo que les había parecido el show.
— Ahí viene mi pequeña bailarina... — dijo Charlotte, ya que fue la primera en darse cuenta de que Volkov se estaba acercando con Lily en brazos.
— ¿¡Nos vieron!? — preguntó aun eufórica — ¿¡les gustó!? — preguntó ahora una vez su padre la dejó en el suelo.
— Lo hiciste increíble princesa — le respondió Horacio mientras los demás observaban — tu hermano tiene algo para ti... — dijo y Gustabo se acercó con el pequeño Lucas en brazos, quien tenía un ramo de flores para su hermana.
— Las flores más bellas para la bailarina más increíble — dijo Gus mientras que Lucas bajaba de sus brazos para darle las flores a su hermana y abrazarla.
— Y tú Viktor — lo llamó Charlotte ganándose su atención — lo dije antes pero lo repito, jamás pensé que viviría para verte bailar en un escenario — finalizó con una sonrisa.
— La verdad es que si me hubiesen dicho esto hace unos años, no lo habría creído — respondió de igual forma buscando con la mirada a Horacio, pero este lo evitaba como de costumbre.
— Creo que Penélope tenía algo para ti — dijo Alanna haciéndose a un lado para que esta pudiese acercarse — ¿no es así pequeña?
La primogénita de la ex-pareja se acercó a su padre con ambos brazos hacia atrás, pues parecía estar ocultando (o mejor dicho, tratando) algo tras de sí. Por lo que con una sonrisa, una vez estuvo frente a su padre, pasó sus manos al frente y le extendió otro ramo de flores, que con la ayuda de su padrino y madrina, había comprado para él.
— Для тебя папа (Para ti papá) — le dijo mientras le entregaba las flores, y el ruso sorprendido, pues no se esperaba el detalle, se agachó para poder abrazar a su hija.
— спасибо принцесса (Gracias princesa) — dijo para luego levantarse con esta en brazos, y se percató de que el omega lo estaba observando.
— ¿Y ahora qué haremos? — preguntó Charlotte rompiendo la leve tensión que se avecinaba.
— ¿A qué te refieres mamá? — preguntó Horacio confundido mientras tomaba a Lily en sus brazos, y Lucas volvía a los brazos de su tío padrino.
— ¿No planearon nada para luego del recital? — les cuestionó mirando a ambos padres — un paseo, alguna cena...
— Yo tengo hambre — dijo Lucas en un tono bajo y todos voltearon a ver al pequeño.
— Hay un restaurante por aquí cerca — dijo Greco ahora, quien había permanecido junto a Gustabo y Lucas — es muy bueno y seguro tienen espacio para todos.
— Es una magnífica idea — dijo Alanna — pero nosotros tres debemos regresar a la sede.
— ¿Por qué? — preguntó algo desanimada Charlotte — no me digan que no les dieron el día libre...
— No podíamos dejar la sede sin nadie de confianza en ella, mamá— respondió Horacio — mucho hice ya dejándome mal influenciar por Gus.
— ¡Oye! — se quejó este haciendo reír a los demás.
— No se preocupe Charlotte — dijo Blake ahora — en otra ocasión estoy seguro que les podremos acompañar.
— Sí — lo apoyó Parker — además, nosotros tenemos trabajo acumulado también y debemos ponernos al día.
— De todas formas — interrumpió Greco — yo creo que no podré acompañarlos, debo hacer unas cosas en comisaría y...
— Pero... — lo interrumpió Gustabo inconscientemente — aún te queda una hora y media... más o menos, podrías acompañarnos hasta el postre — propuso, y el de barbas no pudo negársele.
— Me parece bien — dijo entonces Greco para luego voltear a ver a los demás —¿cómo nos dividiremos para llegar allá?
《Una Vez en el Restaurante》
La familia había llegado y los habían guiado hasta su mesa. En primera instancia fue complicado que consiguiesen un espacio amplio para los 5 adultos y los 3 niños sin reservación, pero una vez esto resuelto, ya se encontraban platicando mientras esperaban sus comidas.
— ¿Entonces estuvieron ensayado durante toda una semana? — preguntó Charlotte y su pequeña nieta de ojos bicolores asintió — pues les quedó increíble como para haber sido en tan poco tiempo.
— Yo hay algo que me muero por saber — comenzó Greco ganándose la atención de todos — ¿cuál fue tu reacción cuando mi bella sobrinita te propuso esta descabellada idea?
— Excelente pregunta — lo apoyó Gustabo, quien tenía ahora a la mencionada en medio de este y el de barbas.
— Bueno — comenzó soltando una risa recordando ese momento — realmente me sorprendió, y saben que no soy de bailar, por lo que le dije que Horacio era mejor para esto que yo — dijo y el mencionado lo miró sin ocultar su sorpresa por ello — traté de convencerla pero puso su... детское лицо (cara de bebé) y no pude decirle que no dos veces.
— ¿Su qué? — preguntó Charlotte pues no había entendido lo último dicho en ruso.
— Su cara de bebé — le respondió Horacio — Lily suele usar esa carta muy seguido con Volkov y termina consiguiendo lo que quiere — miró a su pequeña la cual al saber que estaban hablando de ella, trataba de esconder su rostro con la chaqueta de su padrino — afortunadamente soy inmune a esos ojitos tan preciosos que heredaste de mí.
— No a mi — habló Lucas, quien estaba junto a su otro padre, el cual no pudo evitar soltar una risa.
Esto era algo que ya sabía, pues desde antes de que se separasen, tenían en claro el cómo sus cachorros influían en ellos. Por supuesto que sus tres cachorros era una debilidad para ambos, en términos de que siempre querían consentirlos, y rara vez podían negarles algo. Sin embargo, los mellizos tenían algo que la pareja denominó, desde que los ojitos de cada uno se definieron, como "la mirada de bebé". Mirada a la cual Volkov, como ya se ha apreciado, era más susceptible por parte de Lily, ya que esta comparte los bicolores de Horacio, mientras que Lucas comparte el tono gris de Volkov en sus ojos, haciendo que el omega rara vez le negase alguna cosa. Por lo que estos habían llegado a un acuerdo, pero con el tiempo y luego su separación, se había afectado un poco.
— Aun así — tomó la palabra de nuevo el omega — lo importante es que...
— Buenas noche familia — los interrumpió el mesero — por aquí les traigo sus órdenes.
Los platos fueron servidos a sus respectivos dueños, y entre pláticas amenas y algunas risas, tuvieron su cena familiar. Una cena como hace mucho no habían sido capaces de tener.
— Bueno — dijo Greco una vez habían terminado de comer y pagado la cuenta, mientras que caminaban hacia el estacionamiento — ahora sí que estoy listo para ir a trabajar.
— Gracias por ir al recital y compartir un rato — le agradeció Volkov a su mejor amigo.
— Hombre, lo que sea por mis sobrinos, y verte hacer el ridículo — le respondió haciendo reír a los demás — en fin, ¿debo acercar a alguien?
— Yo creo que sólo a Gus — habló de pronto Horacio ganándose una mirada asesina por parte de su hermano.
— De hecho... — quería oponerse el alfa pero no se lo permitieron.
— De acuerdo entonces — aceptó el de barba — pues nos veremos pronto pequeños — les dijo a sus sobrinos, los cuales se despidieron de este y su tío Gus, quien no había apartado la mala mirada de Horacio.
— ¿Y ahora qué muchachos? — les preguntó Charlotte a la ex-pareja una vez se quedaron solos con los niños, frente a los vehículos de ambos.
— Yo... — comenzó Horacio mientras que mantenía a Lily en brazos — me quedaré con los niños y te los llevaré mañana temprano — le dijo al alfa el cual asintió.
— Entonces Charlotte — llamó a la omega — la dejaré en su casa antes de ir a mi departamento, así Horacio y los niños pueden ir directo a descansar.
— Gracias... — le dijo Horacio mientras que abría su auto y la madre de este permanecía observándolos con una leve sonrisa.
— Hasta mañana pequeños — se despidió de estos una vez los abrochó correctamente en el auto de Horacio, mientras que este se despedía de su madre.
— Te queremos papá — le dijeron al unísono con una sonrisa.
— Los quiero mucho más — les respondió — nos veremos mañana.
— ¿Podemos hablar? — se le acercó Horacio sorprendiéndolo.
— Ehhh... sí, por supuesto — aceptó y lo siguió, algo apartados del auto, mientras que Charlotte ingresaba al auto para velar a los niños — ¿pasó algo malo?
— No, no... todo está relativamente bien — le respondió despreocupándolo — sólo quería... ya sabes, agradecerte por llevar a mamá a casa y haber aceptado bailar con Lily hoy.
— No tienes que agradecerme por eso... — le respondió — Lily también es mi hija, y al igual que si hubiese sido Penélope o Lucas habría hecho lo mismo por ellos — volteó a mirarlos y estos parecían estar riendo por algo que había dicho su abuela — y por tu madre tampoco, sabes lo mucho que significa Charlotte para mí y lo agradecido que estoy con ella, no debes agradecerme nada... Horacio.
El omega sintió esa complicidad que hace mucho no había entre ellos. Si bien no habían discutido ni estado en desacuerdo durante la última semana, esto se debía en su mayoría a que el alfa había estado enfocado en los ensayos con Lily, y algunos asuntos en la sede que el omega le habían pedido que se encargase.
— Entonces — volvió a decir Horacio — ¿mañana te parece si los dejo en tu departamento a las 9:30?
— Claro — aceptó el alfa — sin problemas.
Volkov por su parte comprendía que este quisiera pasar una noche con sus tres cachorros, después de todo durante esa semana, Lily junto a Lucas habían estado quedándose con mayor frecuencia en el departamento con este, mientras que Penélope se quedó con el omega, ya que la menor debía ensayar con Volkov y su hermano mellizo no quería estar tanto tiempo sin ella. Así que a pesar de ser viernes y que técnicamente al alfa le correspondía quedarse con los pequeños, a este no le molestaba lo pedido.
— Bien pues — continuó Horacio mientras caminaban nuevamente hacia los vehículos — te... dejaré saber cuando lleguemos y... avísame por favor cuando dejes a mamá en su casa.
— Está bien — aceptó mientras caminaba hacia el lado de conductor de su auto y Horacio hacía lo mismo.
— ¡Y Volkov! — lo llamó antes de ingresar mientras que veía a Charlotte salir para ingresar con el de copiloto.
— ¿Si? — le preguntó extrañado.
— No lo hiciste tan mal en el escenario — reconoció sacándole una sonrisa al alfa, para luego ingresar, encender su auto y salir del estacionamiento. Charlotte de igual forma sonreía mientras lo observaba.
— Hace mucho no te veía sonriera así Viktor — le dijo Charlotte sacándolo de su transe.
— Pues... — comenzó a responder mientras encendía el auto para salir — hace mucho que su hijo no me hacía un cumplido...
La omega sonrió y ambos permanecieron en silencio, pero no uno incómodo, mientras el alfa la dejaba en su hogar. Esta iba pensando en los acontecimientos de la vida de su hijo y Volkov. Era una mujer mayor aunque no tonta, se daba cuenta de las pequeñas cosas, y esos detalles que muchos habían pasado por alto. Ella había aprendido a observar y mantenerse al margen, para que al final las cosas resultasen como debían ser.
《En el Departamento de Volkov》
Volkov había llegado a su departamento luego de dejar a Charlotte en su casa, como había pactado con el omega. Aún conservaba una sonrisa en su rostro luego del buen día que había tenido. Extrañaba esas salidas en familia que solían tener en las que eran sólo ellos con sus hijos siendo felices.
El alfa seguía sumergido en sus pensamientos, hasta que el sonido de su teléfono lo interrumpió. Lo sacó de su bolsillo trasero derecho, y se percató que tenía tres mensajes de dos chats diferentes.
Abrió primero el chat de Horacio, para ver que le había enviado una foto de Lily junto al ramo de flores que este le había dado.
Horacio 🦋
"Llegamos y lo primero que me pidió fue un jarrón para ponerlas. Luego las colocó junto a su cama y quiso que te enviara una foto"
8:34 p.m.
Volkov soltó una sonrisa y recreó esa escena en su mente antes de responder. La más pequeña de sus hijas, aún emocionada por lo bien que lo hizo en el recital, caminando deprisa escaleras arriba, mientras le hablaba a Horacio en alto para que la ayudase.
"Gracias por la foto. Las flores se ven preciosas"
8:36 p.m.
"Dale un beso a Lily, Lucas y Penélope de mi parte"
8:36 p.m.
"Descansa. Buenas noches"
8:37 p.m.
Una vez envío el mensaje, salió del chat para entrar al otro donde tenía un mensaje desde hace ya varias horas.
Darya Savinnova
"¿Qué tal les fue en el recital?, ¿te tropezaste y quedaste en ridículo frente a Horacio o supiste disimular tu doble nerviosismo?"
5:49pm
El ruso no supo si sentirse ofendido o avergonzado, porque si bien gracias al cielo no se había tropezado, sí que había estado doblemente nervioso. Por lo que marcó el número de esta y esperó a que le contestase, mientras que tomaba asiento en su sofá.
— Vaya por Dios — se escuchó la voz de la rusa del otro lado de la línea — ¿puedes hacer llamadas?, significa que sólo te partiste una pierna en lugar de una mano.
— Ya me jodería — le respondió mientras se comenzaba a retirar sus zapatos.
— ладно, давай, расскажи мне все (Ok, vamos, cuéntamelo todo) — le pidió esta luego de reír — que estoy esperando a que Greco esté disponible para pedirle que me envíe el vídeo.
— No se lo permitiré — le respondió este dejando sus zapatos de lado — además, estuvo ocupado con Lucas, lo tuvo en brazos durante todo el show.
— Seguro que alguien lo grabó — dijo convencida — ya encontraré una forma de conseguirlo.
— Veremos — dijo obviando el hecho de que recordaba haber visto a Blake con una cámara, que asumía le había prestado Gastón para esa ocasión.
— Volviendo al tema — siguió hablando la pelirroja, mientras tomaba asiento en la cocina de su casa para comenzar a tomarse su té — no me has respondido, ¿qué tal les fue?
— Nos fue increíble — respondió siendo honesto — todo quedó como lo ensayamos, Lily estuvo estupenda, estoy seguro que será una gran bailarina cuando crezca.
— Estoy segura de eso — lo apoyó — tiene muchos talentos, y me parece bien que tanto tú como Horacio la estén apoyando, y brindándole los recursos para que los desarrolle de la mejor forma... tanto con ella como con Lucas, y Penélope por supuesto.
— Sí... con Lucas y Penélope aún estamos tratando de descubrir algo que les guste — comenzó a responder — creemos que Lucas podría ser más de tocar algún instrumento... pero Penélope...
— Ya encontrará algo que ame y disfrute hacer — le comentó confiada — y cuando lo haga seguro que lo hará increíble.
Ambos se quedaron en silencio luego de eso. Volkov sabía que Darya tenía razón, tanto él como Horacio habían decidido no presionarlos y que lo descubrieran por sí mismos.
— En fin... — habló de nuevo la rusa sacándolo de ese pensamiento — si no tienes nada más que contarme....
— Bueno... — comenzó a decir, haciendo que la rusa sonriera — mientras Lily y yo bailábamos... puede ser que haya mirado a Horacio por unos... segundos.
— ¡Lo sabía! — exclamó emocionada — ¿lo dejaste hipnotizado con tus pasos prohibidos?
— De hecho... creo que fue al revés — comenzó mientras se recostaba en el sofá y recordaba ese momento — él estaba en la segunda fila con los demás, y... juraría que pude sentir su aroma.
— ¿Y qué tiene eso de extraño? — le preguntó confundida.
— Es que... sus feromonas... sé qué tal vez pueda estar delirando, porque los niños estaban ahí y Lily también estaba muy emocionada... — comenzó a ponerle trabas a sus propios pensamientos — pero juraría que era... ese aroma tan dulce y embriagante... créeme podrían pasar años y aun así lo reconocería.
Darya lo escuchó atenta, de verdad le alegraba escuchar a Volkov así. Después de todo, este merecía volver a ser igual de feliz como lo era antes. Ella había tratado de convencerlo de que no se resignara con el omega y volviesen a tener una relación. Sin embargo, este le había dejado claro en dos ocasiones que esto no iba a ser posible. La última vez fue hace unos seis meses aproximadamente... pero la primera vez... esa nunca la olvidará.
《Flashback de Darya》
La omega se había levantado exaltada de su cama. Volteó a ver a su hija, la cual dormía tranquila junto a ella, y luego tomó su teléfono para ver la hora. Eran las 10:45pm y no se sentía nada bien. Por lo que se puso de pie y caminó hacia la cocina de su casa para servirse un vaso de agua y luego tomar asiento con cuidado en la mesa del comedor; o por lo menos esa era su intención, pero al comenzar a sentirse más exaltada dejó caer el vaso al suelo, lo que provocó un estruendo.
— проклятие (Maldición) — dijo por lo bajo para sí misma, mientras tomaba asiento e ignoraba por completo lo sucedido — ¿por qué me siento así?
Se cuestionaba a sí misma aún sin entender, cuando sintió como una mano era colocada en su hombro izquierdo lo que hizo que se asustase.
— ¿Darya тебя все нормально? (¿Estás bien?) — escuchó tras de sí.
— Tasya... ты напугал меня (Me asustaste) — le dijo a esta, mientras que la otra pelirroja tomaba asiento en la silla de al lado.
— Извините (Lo siento) — se disculpó — только послушайте шум, а я думал, что сволочь пришла побеспокоить (Sólo escuché el estruendo y pensé que el maldito de Josh había venido a molestar) — se explicó pero se detuvo al percatarse de como se encontraba esta — сестра, ¿все в порядке? (Hermana, ¿todo bien?)
Darya suspiró. Ese día, una vez salió de la cafetería donde había ido con Volkov a recoger a su hija y llegar a su casa, su hermana mayor la había sorprendido llegando de imprevisto a Los Santos, para hacerle compañía y apoyarla con la situación que había estado pasando, con su ahora ex-pareja y padre de su hija.
— No lo sé... Я не знаю, что со мной не так (No sé qué me pasa) — comenzó a contestarle mientras sentía una opresión en el pecho.
Darya no comprendía qué le sucedía, el pecho le dolía demasiado, había comenzado a sudar frío y el dolor de cabeza cada vez era más contundente.
No entendía como había pasado de estar tranquilamente dormida a esto... a menos que no fuese ella la que estaba mal...
— дерьмо (Mierda) — dijo en alto al darse cuenta de lo que sucedía — no soy yo la que se encuentra mal en verdad — dijo ahora dejando confundida a su hermana, mientras que se ponía de pie y tomaba las llaves de su auto junto con su abrigo.
— ¿Qué decir? — Tasya le preguntó confundida mientras la seguía y se detenían en el marco de la puerta.
— Escúchame — le dijo Darya — ¿Помнишь, я рассказывал тебе о своей судьбе? (¿Recuerdas que te hablé de mi destinado)
— Sí — respondió la mayor aún sin comprender.
— Creo que es él quien se encuentra mal — le explicó su teoría — quédate aquí con Melissa, у меня плохое предчувствие... (tengo un mal presentimiento) — dijo dispuesta a marcharse, pero su hermana la detuvo.
— Darya Я не понимаю (no entiendo) — le dijo tomándola de la mano — ¿qué podría estar pasando para que tú salgas así?
— Это то, что я хочу знать (Eso es lo que quiero saber) — dijo y la omega mayor la soltó del brazo — él tiene una familia y su esposo y él trabajan en el FBI, pudo haber pasado algo grave, y mi omega interior me está suplicando que vaya a comprobar que esté bien.
Tasya comprendió, estaba al tanto de la situación de su hermana y su alfa destinado. Sabía que se habían hecho amigos, pero aun así, el lazo de destinado que compartían los hacía preocuparse y estar más al pendiente del otro. Después de todo, esa era la idea de tener una pareja destinada, y aunque estos hubiesen preferido permanecer como amigos, tenían que lidiar con situaciones como esta.
— все в порядке (Está bien) — aceptó Tasya — ve con cuidado...
Darya salió de su casa e ingresó a su auto. Tratando de calmarse, encendió el auto y marcó en el GPS la zona por la que el alfa le había dicho que vivía. Una vez en camino, comenzó a llamarlo, pero en las primeras dos ocasiones no obtuvo respuesta.
— Por Dios Viktor contesta... — pidió esta mientras marcaba por tercera vez, afortunadamente ahora sí obteniendo una respuesta — gracias a Dios... — comenzó a decir soltando un suspiro — escucha... sé que es muy tarde pero... — se detuvo al escuchar un sollozo del otro lado — ¿qué pasó?, ¿te encuentras bien?
— Yo... — trató de decir pero este aún sentía un nudo en su garganta — estoy en el hospital...
— Joder — dijo este mientras cambia la dirección del GPS — ¿qué sucedió?, ¿los niños están bien?, ¿le pasó algo a tu esposo?
— Ellos... están... bien — comenzó a responder — pero Horacio... él...
— Tranquilo — lo interrumpió al ver cómo se le estaba complicando el pronunciar palabra — estoy de camino, me cuentas allá.
— De acuerdo... — respondió y finalizó la llamada.
La omega se apresuró, y gracias a que había salido ya de su casa, se encontraba más cerca del hospital. Por lo que en cuestión de 5 minutos, ya se encontraba estacionando su auto y bajándose de este para dirigirse hacia el interior. Sin embargo, esto no fue necesario, porque pudo divisar al alfa sentado en un banco fuera de la puerta de entrada.
— Menos mal... — dijo está al verlo mientras se acercaba a él y se agachaba para quedar frente a este — Viktor, ¿qué ha pasado?, ¿se encuentran bien?
— Horacio... él... Dios... — trató de comenzar a explicarle nuevamente — él y yo... estábamos hablando como te había dicho que haríamos... pero... pero las cosas se salieron de control y...
— Oye, tranquilo ¿sí? — trató de calmarlo — no te estoy entendiendo... toma un poco de aire y luego...
— Íbamos a tener otro cachorro... — la interrumpió dejándola sorprendida — íbamos a... a tener otro... pero lo ha perdido... lo perdió y estoy seguro que todo esto ha sido por mi culpa... — terminó de decir entre enojado consigo mismo y triste.
— Vaya... — le respondió Darya tomando asiento junto a este — eso sí que... no, me lo esperaba.
La omega soltó un suspiro y volteó a ver a su destinado. Volkov se encontraba aun tratando de procesar todo, mientras que por su cabeza pasaban las diferentes acciones que pudo haber hecho diferente, y así poder evitar lo sucedido. Darya se percató que este estaba empeorando, pues su aroma a almendras y vodka se hizo más presente, por lo que sin segundas intenciones, y sin saber qué otra cosa podía hacer, dejó salir sus feromonas con su aroma a lavanda para tratar de calmarlo.
El alfa al percibirlas, comenzaron a otorgarle esta calma y tranquilidad que tanto necesitaba. Sin embargo, para Volkov esto no era suficiente, lo único que quería y sabía que podía brindarle la paz que necesitaba para comenzar a digerir la noticia, era su esposo, necesitaba a su omega, al omega que él escogió para compartir su vida, con el que compartía una marca desde hace varios años atrás, necesitaba a su Horacio. Pero sabía que lo más probable es que este no quisiera saber de él... después de todo, él tampoco lo quisiera.
Ambos permanecieron en silencio por unos largos minutos, hasta que el doctor salió buscando al alfa.
— Señor Volkov — lo llamó el mismo doctor de antes y este se puso de pie de inmediato, mientras secaba su rostro con la camiseta que llevaba puesta — lamento interrumpir, pero su esposo ya ha despertado y me gustaría hablar con los dos...
— 10-4 — respondió mientras se acercaba a este para seguirlo — Darya — volteó al llamarla para dirigirse a ella — muchas gracias por acudir... te contaré luego cómo va todo... lamento haberte hecho venir hasta acá a estas horas de la noche...
— No hay problema Viktor — le dijo con una sonrisa — estaré atenta, cualquier cosa que necesites me dejas saber.
El alfa asintió para luego ingresar junto al doctor al hospital. Dejando a la omega pensativa con todo lo que a su destinado le estaba pasando, y lo que seguro se avecinaba para este y su familia más adelante luego de esta noche. Sin embargo, nada de lo que esta pensó en ese momento se comparaba a lo que iba a pasar en realidad...
《En la Actualidad》
Habían pasado ya unas semanas desde el recital. Eran las 11:37 del medio día y Horacio se encontraba en su oficina revisando en el ordenador algunas ideas para decorar. El cumpleaños número siete de su primogénita se acercaba, y aún no sabía qué prepararle. Después de todo, esta aún no tenía muy en claro qué temática prefería. Por lo que el omega seguía tan inmerso en sus opciones que no se percató cuando su mejor amiga entró a su oficina.
— ¿Hola?, ¿H? — lo llamaba la omega — ¿me escuchas? — dijo esto último colocando su mano en el hombro del director, capturando por fin su atención.
— Lo siento Alanna — se disculpó mientras dejaba de lado el ordenador y le prestaba atención a esta, la cual había tomado asiento frente a él, en una de las sillas del otro lado del escritorio — es sólo que, el cumpleaños de Penélope me está dando dolor de cabeza.
— ¿Eso quiere decir que aún no tienes nada preparado?, eso sí que me sorprende — dijo riendo mientras dejaba unos informes a un lado del escritorio.
— He tenido tanto trabajo estos días que no he podido organizarme bien — confesó el director — tengo mis opciones pero no estoy seguro...
— ¿Y por qué no lo hablas con V y que te ayude a decidir? — propuso de manera no tan sutil — sé que el año pasado los niños no tuvieron una buena fiesta, como les hubiese gustado por toda la situación... — siguió hablando mientras que Horacio la escuchaba atentamente — pero creo que el de los mellizos hace unos meses fue bonito, y ahora que; por lo menos desde mi punto de vista, no han tenido desacuerdos últimamente... — lo miró preguntándole en caso de que esta se hubiese perdido de algo, y él sólo negó con la cabeza, dándole a entender que estaba en lo correcto — pues ya está, ve con tus opciones y lleguen a un acuerdo.
— Lo voy a pensar... — simplemente respondió — tal vez luego del almuerzo me anime, aun así puedo decidir yo solo, no lo necesito, lo que necesito es tiempo para pensar, sólo eso...
El director continuó pensando en sus opciones, mientras que Alanna con una sonrisa, se puso de pie y salió de la oficina dejando a su jefe y mejor amigo solo. Esperando haberle podido servir de algo, y dejando lo que venía a comentarle sobre el trabajo para otro momento.
Horacio continuó observando las diferentes opciones. A su hija le encantaban las películas de princesas, pero no podía decidir cuál de todas era su preferida, porque al igual que él, a esta se le hacía difícil decidir entre una cosa u otra... sin embargo, el omega sí que había estado seguro de una cosa en su vida... o más bien de alguien... Y con esto en mente se percató de que la sugerencia de Alanna hace unos minutos, no había sido tan descabellada. Así que aún animado por los preparativos, adjuntó todo en un email y se lo envío al ruso, quien sabía que se encontraba en su oficina no muy lejos de la suya, para luego ponerse en pie e ir hacia donde el alfa.
Volkov por su parte, se encontraba concentrado en unos informes que debía pasarle a Horacio al final del turno, cuando el omega ingresó de manera apresurada dejándolo sorprendido.
— ¿Horacio? — lo llamó confundido mientras que este se acercaba a su lado, y volteaba el ordenador del subdirector para ingresar él mismo al email del alfa — ¿puedo... ayudarte en algo..?
— Dame un segundo — le respondió mientras que el alfa simplemente lo observaba, aún sin comprender, pero cuando Volkov iba a volver a preguntarle, se detuvo.
El alfa no pudo mencionar otra palabra, puesto que el dulce aroma que el omega estaba transmitiendo era uno que extrañaba. El aroma a miel y rosas de este lo inducía en una paz y tranquilidad, a la cual se le había hecho difícil desprenderse. Había pasado de sentirse así el 99% del tiempo, a tener que conformarse con el 1% de pequeños momentos como este, en el cual percibía el dulce aroma del que fue alguna vez su omega. Lo que lo hizo recordar el día del recital, donde percibió este mismo aroma, confirmando que había sido a él, y no a su hija a quien percibió en el aquel momento.
— ¿La princesa Mérida o Anna y Elsa de Frozen? — escuchó la pregunta del omega sacándolo de sus pensamientos.
— ¿Cómo? — le preguntó confundido mientras que este volteaba el ordenador para que viese lo que le había enviado, y caminaba hacia el otro lado del escritorio, cortando la cercanía que él mismo había generado por escasos segundos.
— A ver... — comenzó a explicarse — aún estoy pensando en la temática para el cumpleaños de Penélope, le pregunté hace unos días, pero estas fueron sus dos opciones y me dijo que yo decidiese, pero tú y yo sabemos que yo soy pésimo para elegir cosas como estas, por lo que venía a preguntarte cuál es tu opinión, aunque al final seré yo quien lo decida...
— Vale... — aceptó ocultando una sonrisa, pues en realidad conocía lo que el inconsciente de Horacio lo estaba llevando a hacer, aunque este no se diese cuenta — ¿y estas son las ideas que buscaste? — preguntó y el omega asintió — bien... ¿y no puedes decidir porque no sabes cuál prefiere ella, o porque no sabes cuál decoración te gusta más? — preguntó mientras observaba las imágenes, y dando en el clavo de la verdadera duda del omega.
— A ver... — comenzó a responderle mientras daba vueltas en la oficina — por supuesto que es por lo que ella prefiera... — dijo no sonando tan convincente como hubiese deseado — es que dice que su película favorita es la de Mérida, pero se la pasa cantando con Lily las canciones de Frozen... aunque en cuestión de decoración... hay más variedad de una que de la otra...
— Entonces por qué no se hacen ambas, sólo que no en su cumpleaños como tal — dijo volteando a verlo y viendo emoción en su rostro — podría decorarse de Frozen, ya que hay más variedad y sería más sencillo. Y se podría decorar su habitación de Mérida... no recuerdo bien, pero creo que tanto la de ella, como la de los mellizos ya necesita un cambio... — propuso mientras que este lo observaba — podría ir un día y ayudarte con...
— No — lo interrumpió el omega — digo... sí a lo de que la temática del cumpleaños sea esa, no a lo de las habitaciones, o sea si lo haré, pero yo puedo hacerlo por mi cuenta — dijo tensándose de nuevo al sentir que había bajado la guardia.
— De acuerdo... — aceptó sin refutarle — cuando decidas todo lo que vas a querer usar para la decoración, me envías una lista para comprar las cosas... ¿ya pensaste dónde lo harás?
— Lo haré en la casa — respondió mientras se acercaba a la puerta — y vale, te enviaré la lista en la noche, y cualquier otra cosa que se me ocurra te dejo saber.
— Me parece bien — aceptó el ruso dando por finalizada la conversación, para luego ver como el omega se marchaba.
Dejando al alfa en su oficina aun pensando en lo que habían hablado, y en como el aroma de este seguía muy presente en el lugar.
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
El capítulo más largo que he escrito en mi vida, espero les haya gustado y la espera haya valido la pena 👉🏼👈🏼
El siguiente será mucho más extenso y desde ahora les advierto que se vayan preparando 🙂
Gracias por leer y disculpen la espera 💖
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top