-Señor Sonic! Señor Sonic!

-Cream?... que pasa pequeña?- un joven erizo azul se despierta de su sueño, mientras una pequeña conejita en pijama lo mira aterrorizada.

-Señor Sonic, tengo miedo! Puede dormir conmigo?

-Pequeña Cream, es de noche, ve a dormir, desde aquí no dejare que te pase nada.

-Pero señor Sonic, se oyen ruidos feos en mi habitación-

Sin mucha opción, Sonic se levanta del cómodo sillón donde dormía plácidamente tomando a la pequeña coneja de la mano, al llegar a la habitación Sonic enciende la luz de la habitación.

-Lo vez pequeña, no hay nada de que temer, duérmete que tienes que madrugar.

-Pero señor Sonic! En cuanto apague la luz, sonaran los ruidos de nuevo, por favor quédese conmigo.

-Cream no puedo!

-Por favor, quédese conmigo!

Sonic no puede resistirse al par de ojos suplicantes de la pequeña Cream, el erizo sonríe conmovido y carga a la pequeña coneja hasta su cama, cubriéndola con las cobijas, mientras que se recuesta a su lado hasta quedarse dormida.

-Sonic!... Sonic!... Despierta!!!

-Señora Vainilla???-

-Sonic, te has quedado de nuevo dormido en nuestra casa ¿Cuándo nos vas a dejar partir Sonic? ¡Nada de lo que paso fue tu culpa! 

-Señora Vainilla... usted.... Cream... siempre voy a protegerlas

-Sonic... te lo suplico... déjanos ir!

El erizo, toma a la coneja adulta y a su hija y comienza a abrazarlas, como si quiera protegerlas del mundo entero.

-siempre voy a protegerlas... siempre... siempre... siempre...

La escena se cambia al cuarto acolchado de un hospital psiquiátrico, donde un erizo azul vestido con un pijama blanco de hospital, abraza aferrado dos peluches de conejos mientras repite "siempre voy a protegerlas" varias veces. Ambos peluches están semi quemados y las manos del erizo están vendadas, cubriendo las quemaduras que se hizo el día que perdió la cordura.

-Es una lástima que el gran héroe de Mobius haya terminado así- comento un médico que miraba al erizo con lastima- es probable que nunca lo recuperemos.

Un equidna rojo admiraba el estado lastimero de su antiguo rival y compañero de aventuras, al verlo aferrarse a ambos peluches le conmueve el corazón, el equidna solo puede voltear la mirada mientras una pequeña lágrima cae de uno de sus ojos.

-La princesa Acorn...- comenzó el equidna- ...ha indicado que no escatime gastos, que reciba la mejor atención.

-Así será señor Guardián- termina el medico mientras él y el guardián de la esmeralda maestra estrechan las manos.

Al salir del hospital psiquiátrico, en la escalinata aguardan todos los compañeros de aventuras del erizo, quienes quedan expectantes a las palabras del equidna, esperando alguna noticia esperanzadora sobre el estado mental de su amigo.

-Son libres de visitarlo cuando gusten... -dice secamente el guardián- pero se los advierto... es preferible recordarlo como era.

Los presentes solo pueden verse confundidos, algunos optan por retirarse sin decir palabra, algunos se quedan esperando su turno para entrar, con el corazón acongojado por no saber que les depara ver. Aprendieron a seguir adelante tras la pérdida de Cream y Vainilla, pero Sonic nunca pudo separarse de ellas ¿Cómo ayudas a salvar un corazón y una mente que ya están rotos? ¿Cómo salvas al que salvaba a los demás? ¿Cómo le explicas a un alma perdida lo que no tiene explicación? Quizás haya respuestas, pero solo el tiempo lo dirá.

Fin