Ya eran cerca de las 1 de la mañana y estábamos llegando al lugar de encuentro, era una disco conocida de la ciudad y bueno yo nunca había puesto un pie en ella... en ninguna realmente. Aún me sentía incómoda, era como si llevará un disfraz y una máscara, bueno llevaba una máscara una echa a base de sombras, labial rimel y no se qué otros productos que pusieron en mi cara, esa no era yo.

Una vez ya adentro la música era ensordecedora, las luces me mareaban y lo que era peor no te veía en ningún lado. La Javi fue por los tragos mientras la Issi y la Naty empezaban a dirigirse a la pista de baile, no quería bailar pero me dio miedo quedarme sola si que me dispuse a seguirlas, a pesar de estar un poco apretada por la gente a mi alrededor trate de seguir el ritmo de la música, al principio me sentía tonta y fuera de lugar, pero de apoco las luces y la música me fueron embriagando y comenze a sentir la música como si estuviera tocando un instrumento invisible con todo mi cuerpo.

De imprevisto algo interrumpió mi baile, una mano que desde mi espalda había tomado mi cintura, asustada me gire rápidamente a ver quién era y eras tú, quedé sin habla. De verdad estabas ahí conmigo y me buscaste a mi.

Tú:_ hola preciosa_
Yo:_ m-me..estás... hablando a mi??_ ¡que vergüenza! estaba tartamuda de la impresión. Tus hermosos ojos me miraban por fin ¡¡por Dios qué hermosa mirada!!
Tú:_ ¿ves a otra mujer tan hermosa como tu?_
Te acercaste tanto a mi que podía sentir tu cuerpo junto al mío, estabas muy cerca. Me agarraste de la nuca y me besaste ¡Nunca me habían besado así! Tu lengua poseyó a la mía en una deliciosa danza. Habías estado bebiendo y fumando lo sentí en tu aroma, de aquella forma me habría negado besar a cualquiera, pero tú... no eras cualquiera, eras único y quería que seas mío.

Me aferre con fuerza a ti, me tomaste con tanta fuerza que pude sentir la erección creciente en tu pantalón, no me preguntaste, no necesitabas hacerlo, lo deseaba y tú lo sabías. De la mano me sacaste de aquella disco, yo iba como en un sueño cuando me subiste a tu auto para luego ponerlo en marcha, no sabía a dónde me llevabas pero sabía a qué.

Al llegar a tu edificio nos dirigimos al estacionamiento donde dejamos tu auto para luego bajarnos, yo te seguía, subimos tres pisos en el ascensor, momento donde me manoseaste y besaste, no quería que pararas pero llegamos a tu piso y siempre por delante fuiste tirando de mi mano entramos al departamento, me tomaste en tus brazos y de un tirón sacaste los botones de mi blusa dejando al descubierto mi sostén, me llevaste a la habitación donde me tiraste con furia en la cama, desnudaste mi parte inferior dejando expuesta mi vagina, estaba tan excitada, te deseaba, te quería tener dentro de mi, desabrochaste tu pantalón quedando al aire tu pene erecto, era la primera vez que veía uno en persona y de pronto como un balde de agua fría me di cuenta que estaba haciendo.

Yo no te conocía, solo sabía que ibas a la playa, que fumabas, tomabas y que agarrabas a una chica a besos después de solo a verla visto dos veces, también que estabas completamente borracho y lo más probable era que en la mañana ni te acuerdes de mí. No quería hacerlo así.

Me trate de salir de la cama de alejarme de ti, pero me agarraste de las muñecas y me penetraste violentamente dolió y sentí  las lágrimas caer por mis mejillas, no quería perder así mi virginidad, no quería pero por más que forcejeaba tú eras más fuerte de lo que aparentaba tu complexión, no se cuanto duraste pero hubo un momento en que sentí que este no estaba en mi cuerpo y que esto no estaba pasando, pero era la realidad y te quedaste dormido encima mío con tu miembro en mi vagina.

Lloré en silencio hasta quedarme dormida.