Mis amigas apenas se podían creer que estaba queriendo ir a una fiesta con ellas, pues siempre me invitaban antes pero después de una negociación tras otra dejaron de hacerlo, por eso mi decisión de asistir las tomó por completo de sorpresa.

Ya en mi casa, siendo recién las 9 de la noches ya estaba muy nerviosa, recuerdo haber perdido la cuenta de la cantidad de ropa y accesorios que me probe. Yo nunca he sido de arreglarme, por lo general me pongo lo primero que encuentro y ya, pero esa noche quería verme especial, deseaba lograr que él no pudiera dejar de observarme.

Esa tarea, tras cada cambio de ropa se veía más lejano, me probará lo que me probará. no lograba ocultar lo cortas de mis piernas, mis casi inexistentes caderas y ese maldito rollo que no podía ocultar.

El reloj dió las 11 de la noche y mis amigas ya iban a pasar por mí y yo a un no sabía cómo arreglarme, todo me sentaba fatal, estaba tan arrepentida de haber dicho que iba a ir. Me senté a los pies de mi cama y escondí mi cabeza en mis rodillas solo pude llorar , que estúpida me sentí, ¿cómo podía pensar que alguien se fijaria en mi? desde el pelo hasta los pies todo en mi estaba mal.

Estaba encerrada en mis pensamientos, hasta que el timbre me despertó de mi trance, ya eran las 11:30 y llegaban buscarme, ¿Qué iba hacer? ¿Qué excusa podía inventar? Estaba claro para mí que no iría, se que no era capaz. Me fui al baño a lavar la cara y lo mejor que pude disimulé que había estado llorando, bajé la escalera lentamente como si pudieran escuchar de el otro lado mis sentimientos, como si fueran a detectar lo que mi alma deseaba gritar. Llegué a la puerta la miré un segundo y pensé en fingir que no estaba en casa, volvió a sonar el timbre, me acerque y abrí la puerta y ahí están aquellas tres chicas tan hermosas que tan solo con verlas me debilitó, era como si me estuvieran recordando que no estaba a la altura de ellas.

Issi:_ ¡Sigues sin arreglarte! ¿Pero qué te pasa?_
Yo:_ lo siento pero no puedo ir, mis papás no me dieron permiso_ traté de sonar lo más convincente que pude, pero...
Issi:_ ¿A quien crees que engañas, niña?_ haciendo un movimiento con su mano izquierda _Somos amigas desde que tengo memoria, no estarías así por qué no te dieron permiso para salir _haciendo mirando la forma que estaba ¿semi-vestida?_ además ni siquiera tus papás están.

Era verdad, Ella era básicamente mi única verdadera amiga, la Javi y la Naty solo me tenían cerca por la Issi, básicamente nos conocemos de toda la vida, nuestros padres eran amigos, y aunque nosotras éramos dos polos opuestos en todos los sentidos, éramos amigas, incluso más que amigas, ella era mi hermana de otra madre.

Me conocía tanto solo ella podía ver el llanto tras mi sonrisa, pero igual no deseaba contarle que me pasaba, solo le dije que no sabía cómo vestir y la verdad no sé si logré que confiara en mis palabras, pero no hizo más preguntas, solo fue a mi habitación y saco unas prendas y me ordeno que me las ponga, obedecí sin poner objeción, no se como pero no me quedaban tan mal, era un conjunto simple, un pantalón negro entallado con una rosa bordada y una blusa blanca un tanto transparente de escote que me hacía ver muy grandes mis senos, igual me hizo ponerme unos zapatos altos, me maquillo demasiado para mi gusto, pero bueno, el resultado un estilo muy incómodo pero que no se veía tan mal.