Cap.73
Paolo se abrocha con fuerza las botas y se hace un doble nudo. Se pone de pie y da unos cuantos toques al suelo con la puntera. Cuando levanta la mirada puede ver a Crístal apoyada en la pared mientras asiente a algunas preguntas que Rafaelle le hace. Aunque parece que está atendiendo lo que le está diciendo, él puede notar como su mirada se desvía continuamente a sus pies. Están en pleno verano, pero parece que la chica tiene demasiado frío como para ir en pantalones largos con lo calurosa que es. Pero no es nada de eso lo que de verdad le molesta de su actitud de hoy, si no que no parece emocionada, si no derrotada. Mueve la nariz de un lado a otro como haría un conejito. Se huele que algo anda mal. Aunque realmente no hay que ser un adivino para saber que él es el primer culpable de todo. Puede que ayer se pasara un poco, pero dijo lo que sentía y no se arrepiente de nada.
Cree que el cabreo de la chica fue tal que ni si quiera se atrevió a ir a su habitación para poder dormir. Incluso el chico se preparó para coger sus mantas e irse a dormir al salón, como si fueran un matrimonio peleado, pero ella nunca apareció. La primera vez que la vio fue en las pequeñas gradas del campo de fútbol de la concentración, tecleando sin parar por el móvil, o eso daba a entender, porque poco después descubrió que este estaba apagado. En definitiva, la chica está tan rara que todavía no se ha atrevido a hablar con ella. Aunque ahora no puede pensar en ella, necesita concentrarse para el partido tan importante que tienen.
--- ¿Entonces crees que es mejor tirar desde el lateral derecho? - pregunta Rafaelle mostrándole el desastroso dibujo que ha hecho.
--- Sí, creo que es la mejor opción. Sobre todo porque soléis controlar más la banda izquierda, eso dará una pequeña sorpresa al equipo contrario. Ten en cuenta que probablemente hallan estudiado vuestros movimientos, tenéis que ser ingeniosos en este partido - la chica le sonríe sin mostrar los dientes.
Angelo se acerca a ella y la mira desde abajo. El chico es verdaderamente pequeño para cualquier persona.
--- ¿Estás segura de que no puedes estar con nosotros en el banquillo? - dice haciendo un puchero.
Si alguien le llega a decir a Crístal que ese chico tiene diez años se lo creería. Es como un pequeño peluche con vida, muy achuchable y muy mono. Crístal vuelve a sonreír, pero sin alterar su cara de seriedad casi.
--- Sabes cuales son las normas, solo personas inscritas como parte del equipo pueden estar en el campo. Pero tranquilos, estaré en las gradas con mi hermano y os apoyaré mucho - dice revolviéndole el pelo a Ángelo - Además, tenéis a Paolo, él es mil veces mejor que yo en todos los aspectos, así que confiar en él, estoy segura de que os llevará a la final - levanta la mirada y la cruza con el ojiazul.
Paolo la aparta corriendo con las mejillas sonrosadas y se vuelve a sentar. Le pone muy nerviosos que le alaguen, sobre todo si es Crístal quién lo hace.
--- No creo que eso sea verdad - susurra más para sí mismo que para los demás. Aun así Crístal lo escucha.
--- Jo, quería que estuvieras allí - replica Ángelo.
Crístal se despega de la pared se dirige a Paolo que sigue mirando a otro lado con tal de no verla. El chico puede ser muy infantil cuando quiere. Tiene unos contrastes tan altos que su dualidad a veces la deja desconcertada. Crístal se agacha y apoya una de sus rodillas en el suelo. Esta vez Paolo si que la mira. Traga saliva al ver como su ojos verdes brillan con fuerza y como su boca está entreabierta. Tendría que ser un delito tener esa cara.
--- Si no confías en ti mismo, no esperes que lo hagan los demás - pone una mueca con su boca.
La puerta se abre y la cabeza del nuevo entrenador de la selección aparece ñpor ella.
--- En cinco minutos salir al campo.
Crístal se aparta tan rápido de él que no le da tiempo a contestarla. Paolo siente como su fragancia se queda a su alrededor. Es suave y tiene un olor que en realidad no sabe como catalogar, pero le gusta. Crístal se sacude la rodilla que se le ha manchado al apoyarla y se arregla la camiseta con tal de no tener que volver a ver la mirada de Paolo sobre ella, aunque puede sentirla en todo momento. Se aclara la garganta y se dirige a la puerta.
--- Os deseo toda la suerte del mundo - abre la puerta pero se vuelve a girar - Y recordar que siempre voy a estar con vosotros, esté o no esté ahí - esta última frase la dice mirando por completo a Paolo, pero él no parece que se de cuenta, porque solo mira sus zapatos como si no le importara que pudiera decir.
Crístal suelta un pequeño suspiro y cierra la puerta con pesar. Se apoya en esta y entierra la cara en sus manos. Se muerde el carrillo para no llorar. Debe de ser fuerte, ahora más que nunca, pero le duele no poder despedirse bien de ellos. Le duele que posiblemente esa sea la última vez que se vean. Le duele saber que va a pasar sus últimos días sabiendo que Paolo la odia y que no va a poder hacer nada por arreglarlo.
***
Mark mira con asombro el marcador. No puede ser que Orpheo haya sido vencido 3-0. Imposible. Se habían prometido Paolo y él que se verían en la final y se enfrentarían para arreglar ese empate de la fase de clasificación.
--- ¿Cómo ha podido pasar? - dice Jude viendo como los jugadores del otro equipo ni si quiera están sudando - ¿Quiénes son esos The Little Gigants?
--- Alguien que está a un nivel superior que nunca hemos visto antes - interviene Axel.
Shawn mira con tristeza como los jugadores de Orpheo desparecen por el túnel de vestuarios. Se ha hecho muy amigo de Paolo gracias a Crístal así que le duele mucho el no poder jugar con él la final. ¿Cómo se sentirá su amiga? Supone que debe de estar muy triste y animando a todo el equipo como solo ella sabe. Ahora que lo piensa no la ha visto desde hace dos días.
Saca su móvil del bolsillo y marca su número, esperando que pueda contactar con ella. Quiere preguntarle si es un buen momento para poder ir a verles o si es mejor esperar, pero antes de que la chica lo coja, Mark ya ha salido disparado hacia los vestuarios. Jude y Axel le siguen. Cuando está apunto de hacer lo mismo, la otra línea da señal.
--- Ey Crístal, ¿cómo están los chicos? - se apoya en la barandilla que tiene vistas al exterior del campo. No quiere ver como el otro equipo festeja su triunfo.
--- Como es de esperar cuando pierdes el pase a la final de un Internacional, destruidos - su voz suena un poco ronca, como si hubiera estado llorando.
--- Sí, tienes razón, ha sido una pregunta tonta de mi parte - Shawn mira hacia abajo.
No había visto nunca ese aparcamiento del estadio. Estaría destinado al staff seguramente o algún pase vip, porque esa limusina que espera en la puerta es demasiado lujosa como para que perteneciara a un empleado cualqueira.
--- Me imagino que estás allí con ellos - una persona sale por la puerta y Shawn se fija bien pensando que puede ser una celebridad.
--- Sí claro, ¿dónde si no?
Shawn se acerca más a la barandilla. Si se inclina un poco más podría caerse. A pesar de ser una altura considerable, casi puede jurar que Crístal es la que acaba de salir del estadio por la puerta de atrás.
--- ¿Por qué me mientes? Te estoy viendo ahora mismo, ¿qué haces ahí? - Crístal se queda callada un momento.
--- No, no, te he dicho que guarde el bote en el segundo estante - se ríe, pero lo hace tan forzadamente a Shawn se le forma un nudo en el estómago. Algo va mal - Ah, por cierto, antes de que me cuelgues como siempre haces - puede sentir su nerviosismo traspasar la pantalla - Dile a Jude que se me ha caído el colgante de la Royal Academy en algún lugar de la concentración y que Axel tiene que saber dónde esta. Es muy importante por favor.
--- ¡Crístal! ¿Qué está pasando? - pero la chica cuelga el móvil.
Un hombre sale del coche y la dice algo. Cristal a continuación estampa el móvil contra el suelo y lo pisa. Parece que el tío está contento, porque le abre la puerta de atrás para que pueda entrar, como lo haría un chofer. Shawn niega con la cabeza como si así pudiera detenerla, pero el coche arranca con él como mero espectador. Sin pensarlo dos veces va en busca de Jude. Por un momento se olvida de que Orpheo acaba de perder la semifinal, se olvida de que dentro de poco disputarán la final, se olvida de todo. Solo piensa en llegar a Jude. Se choca con unas cuantas personas que han empezado a abandonar el estadio, pero él no se detiene. Salta una valla que se interpone entre él y el campo. Es el camino más rápido para llegar a los vestuarios. Cuando llega a la bifurcación se queda mirando a las dos puertas, la de la derecha sí, ese es el escudo del equipo de Orpheo.
***
Mark mira a su amigo con pena. De verdad tenía muchas ganas de jugar la final a su lado, pero todo eso se ha visto esfumado en un abrir y cerrar de ojos.
– ¿Qué ha pasado Paolo? - pregunta Mark acercándose un poco a él.
El chico no le mira en absoluto. Su mano acaricia su muñeca derecha como un tic nervioso. ¿Que qué ha pasado? Realmente ni él mismo lo sabe. Tenían todo controlado, las formaciones bien estudiadas, las supertécnicas mejoradas, incluso habían incluido una que otra más, pero nada de eso ha bastado para poder estar a la altura de los Pequeños Gigantes. No han podido si quiera ni acercarse a la portería, siempre les quitaban el balón antes de llegar al área.
--- Al principio parecía que iba a ser un partido normal entre grandes equipos. El primer tiempo nos lo pasamos intentando bloquear al contrario. Incluso pensamos que teníamos oportunidades de ganar, pero no nos confiamos, en absoluto. Cuando empezamos la segunda parte nos dimos cuenta de que se habían estado conteniendo - Paolo aprieta los puños y baja la cabeza - No hemos tenido la oportunidad de tirar ni una vez a puerta - hace una pausa intentando asimilar la realidad - Lo siento Mark, no podré cumplir mi promesa.
--- Eso es lo de menos Paolo - interviene esta vez Jude - Nos enfrentaremos de nuevo en otro momento.
El chico sonríe con pesar. No sabe que contestarles. Está muy avergonzado, sobre todo con su equipo. Se supone que es el capitán, él es el responsable de que las cosas vayan mal o bien. Tendría que haber hecho las cosas mejor, haber dado otras directrices, haber atacado de otra forma. A lo mejor tendría que haber reforzado más la defensa. Se tapa la cara con las manos y deja salir un enorme suspiro. Todo es su culpa.
--- Paolo, lo habéis hecho lo mejor que habéis podido - Nakata levanta la hombros y niega con la cabeza - que no estéis en la final solo significa que hay que seguir entrenando, nada más. Y no ha sido tu culpa como piensas.
--- Claro capitán, ya solo podemos mejorar - dice Gigi levantándo el puño.
--- Así cuando volvamos al mundial el año que viene podremos ganar a todos - Ángelo se ve demasido feliz para la situación.
--- Lo bueno de esto es que ahora podremos disfrutar de la isla - Gianluca le guiña un ojo - Estoy deseando pasarme por el parque acuático.
--- Y seguro que Edgar va a querer que nos enfrentemos a ellos - Marco lo dice casi con pesar. Edgar no sabe contenerse dentro del campo y su cuerpo lo sabe - Nuestro paso por el TFI no ha terminado.
Paolo les mira a todos uno por uno. Tienen razón, toda la razón, pero su corazón todavía se siente resentido por lo que ha pasado en el campo. Siente que ha perdido las fuerzas que ha estado reuniendo durante el campeonato. Después de este partido va a tener que descansar tanto física como mentalmente, porque se siente un fracasado en todos los aspectos. También en el amor. Paolo frunce el ceño al no ver a la chica que provoca sus dolores de cabeza y corazón por ningún lado. ¿Dónde se ha metido? ¿Tan decepcionada está con ellos que no ha venido ni a verles?
--- Por cierto, ¿y mi hermana? - pregunta Nakata a Mark, que también ha notado su ausencia.
--- Estaba contigo, ¿no? - dice Paolo sin comprender muy bien la pregunta - Nos dijo que iba a estar sentada contigo viendo el partido.
--- A mi me dijo que iba a estar con el Inazuma Japón - Nakata niega con la cabeza empezando a ponerse nervioso.
--- ¿Cómo? - Jude puede sentir como se le sube la bilis a la garganta - A nosotros nos dijo que había conseguido que le dejaran estar en el banquillo. Además, no hemos podido llegar a tiempo para la primera parte. Es imposible que estuviera con nosotros.
--- ¿Entonces...? - pregunta Axel sin querer saber ninguna posible respuesta.
Nakata saca su móvil del bolsillo segundos antes de que se abra la puerta de golpe. Shawn apoya las manos en sus rodillas para coger el aire que le falta. Siente los pulmones arder después de la carrera contrarreloj que se ha dado. Cuanto más tarde en llegar, más ventaja tendrá... ¿Quién? ¿Ahora que es lo que coño pasa?
— ¿Shawn?
El chico levanta un dedo callando a Mark. Vuelve a coger una última bocanada y sacude la cabeza intentando serenarse. Suspira y se dispone a hablar con toda la tranquilidad posible. O eso intenta.
— Yo está en... y entonces ella... el móvil... y una limusina... y Axel y y y...— dice entre bocanadas de aire.
Jude se acerca a él, le coge por los hombros y le da una cachetada con la mano abierta. Paolo abre la boca cual pez. ¿En serio acaba de pegarle?
— ¿Mejor? - dice Jude como si no le acabara de hundir una parte de la cara.
— Sí, gracias - Shawn parece sincero.
Paolo abre más la boca si cabe. El Inazuma Japón nunca le dejará de sorprender en todos los aspectos.
— Shawn, ¿que ha pasado? - Nakata está empezando a impacientarse. Algo le dice que es de su hermana de lo que trata todo este asunto.
--- Estaba a punto de venir a veros - mira a Paolo como si se estuviera disculpando - Pero no quería molestar, así que pensé que en llamar primero a Crístal. Estaba muy extraña. No sé por qué me dio por mirar hacia abajo, y me encontré con una limusina aparcada como en un aparcamiento privado. Realmente pensé que sería algún famoso, así que me quedé viendo. El famoso en cuestión era Crístal - se puede notar la ironía en su voz - Cuando le pregunté que estaba pasando me ha dicho no se qué de un bote, que realmente no comprendo que quiere decir todavía - baja la voz en la última frase - Y lo más importante, palabras textuales: "Dile a Jude que se me ha caído el colgante de la Royal Academy en algún lugar de la concentración y que Axel tiene que saber dónde esta. Es muy importante por favor" .
Todas las miradas reparan en el chico de las gafas. Él es uno de los principales involucrados, pero Paolo lo único que puede hacer el mirar a Axel, que tiene el ceño fruncido mirando al suelo.
La chica no ha querido verle en estos días y ¿ahora dice que él sabe dónde está ese colgante? Axel es el que menos comprende la situación. ¿Qué tiene el que ver con el colgante de la Royal Academy?
Jude saca de debajo de su camiseta el famoso colgante. Sabe por qué ha pedido que le dijera eso. Solo él podría comprender lo que esa frase significa.
- Si me pasa algo o si estoy en peligro tiraré el colgante hacia abajo para que sepas que tienes que ir a avisar a alguien.
El chico cierra los ojos sin creer que algo así esté volviendo a pasar. Siente un nudo crecer en su estómago. ¿Cuando se librarán de esa pesadilla? Jude se fija en el emblema de su antiguo equipo. Allí fue donde su historia comenzó. Sonríe con la pena instalada en el corazón.
Te volveremos a sacar de esta, te lo prometo.
Heyyyy. Aquí tamoooos. Volví prontito :) no sus podéis quejar. No estoy muy inspirada la verdad, pero quería publicar ya este capítulo.
Pregunta del dia:
Desde donde me leéis??
Espero qe os guste el capitulo!!
Besoooos.
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