Cap. 66
Arrastra con sumo cuidado la bolsa. Pesa más de lo que se había imaginado. Una rama se rompe a su paso y el chico se sobresalta. Si se lo hubiera pedido otra persona no habría hecho eso ni loco, es más, hubiera salido huyendo; pero había sido Crístal, así que no podía negarse. No sabiendo lo importante que es para ella. Se para en medio del bosque y toma una bocanada de aire profunda. Le debe una buena. Sigue arrastrando la bolsa negra y grande hasta llegar a la concentración japonesa. Como le pillen es hombre muerto. Literalmente hablando. Mira a la ventana correcta y, con unas piedras de alrededor, llama la atención del inquilino golpeando con estas el cristal. Las cortinas se apartan y unos ojos verdes chocan contra los suyos rojos. El encapuchado traga saliva y se queda prendado de la belleza de su amiga. Es como una diosa. Sale de sus pensamientos con una negación de cabeza y, seguidamente, asiente, no quiere que piense que todo ha salido mal.
Un escalofrío recorre su columna vertebral al ver la sonrisa fría y distante que le dirige. Como si fuera un torturador imaginándose la violenta muerte de su victima. Puede leer un gracias de sus rellenos labios y él da un paso atrás para irse de allí cuanto antes. Su amiga está perdiendo el norte, y no quiere quedarse para verlo.
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Mueve sus manos con nerviosismo sobre su regazo. Acaban de llegar al estadio donde se jugará la semifinal, y no sabe si está nerviosa por el partido en sí o porque van a jugar contra el equipo de ese hombre. Aprieta los dientes al pensar en el equipo brasileño. Sabe que ellos no tienen la culpa de nada, es más, son victimas de ese hombre, pero cada vez que se nombra al equipo, la cara de Zoolan Rice viene a su mente, atormentándola. Mark aprieta su mano que la tiene entrelazada con la suya. Siente la tensión de Crístal como si fuera la suya propia. Puede imaginar donde está la cabeza de la chica ahora mismo, y él se siente inútil al no poder apaciguar su dolor. Así que solo se dedica a tenderle la mano cuando puede y estar ahí como si fuera un pilar en el que apoyarse. La chica le muestra una sonrisa de boca cerrada que no le llega a los ojos. Sus manos se separan y bajan del autobús. Miran hacia arriba asombrados por la enormidad del estadio.
--- Quiero que ganéis este partido, Mark - dice Crístal sin apartar la vista de la edificación.
--- Si, lo ganaremos y así podrás...
--- No, Mark - niega con la cabeza y le sonríe tristemente - quiero que lo ganéis por vosotros. Basta de pensar en mi y piensa en tu equipo.
Crístal le sonríe, esta vez de verdad.
--- Zoolan Rice ya se va a tirar una buena temporada en la cárcel. Incluso podría dejar de ser quien no soy - un pequeño brillo de esperanza cruza sus ojos de forma rápida - ¿Crees que me seguirían aceptando? Les he estado mintiendo todo este tiempo, seguro que me acabarían odiando - baja la cabeza y su pelo rubio cubre su rostro - Seguro que no me lo perdonarían jamás.
Mark traga saliva y pasa su brazo por encima de los hombros.
--- No te van a odiar. Te quieren Crístal, siempre lo han hecho - la acaricia el pelo - confía en mí. Nunca dejariamos. Yo nunca te dejaría.
— ¿Por qué siempre sabes que decir? - pasa el dorso de su mano por su nariz.
Se encoge de hombros.
— Soy tu mejor amigo, es mi deber.
La chica suelta una carcajada y deja que Mark la guíe hasta los vestuarios. Lo hacen en silencio en silencio, porque siempre han sido esa clase de amigos con los que sobran las palabras. Siempre se han entendido con una palabra, con un simple gesto, siempre han sabido que piensan cada uno. Es muy afortunada de tenerle a su lado.
— Mark, lo de ganar iba en serio - se para enfrente de la puerta con el manillar en la mano - quiero que demostréis que os merecéis estar aquí. Además - le mira y sonríe haciendo que sus ojos se achiquen - debes cumplir lo que me dijiste el día que volvimos a vernos.
Mark sonríe. Puede ser muy olvidadizo para el resto de las cosas, pero las promesas son sagradas para él, no las olvida nunca. Menos las que tiene con ella.
--- Es verdad tengo que... - la puerta del vestuario se abre de golpe provocando que golpee a su amiga en la cara - cumplirla.
Abre los ojos al ver como comienza a sangrar por la nariz haciendo que su cara, ya roja, adquiera el color del fuego por la ira. La escucha soltar el aire de golpe. Se estremece y retrocede levantando las manos para asegurar su inocencia. Está cabreada, muy cabreada. Una cabeza se asoma por la puerta abierta con miedo. Scotty pone cara de horror y corre dentro a encerrarse en los baños.
--- Oh si, corre maldito diablillo, corre porque lo vas a necesitar.
Mark niega con la cabeza sonriendo. Su sonrisa se borra de a poco cuando se da cuenta de la situación en la que se encuentran. Se van a enfrentar al monstruo que ha manejado los hilos desde la oscuridad. El que asesinó a los padres de su amiga y el que intentó asesinarla después a ella. Ese hombre la destrozó la vida. Por eso no puede permitirse perder este partido, no puede dejar que sus crímenes salgan impunes. Y él no sabe hacerlo de otra forma que no sea a través del fútbol.
***
Pisar el césped del campo de fútbol la produce escalofríos. Se sienta tensa en el banquillo y mira de un lado a otro del estadio esperando... Algo. Tiene en presentimiento de que las cosas con Zoolan Rice no han terminado y eso la pone de los nervios. Después de la "grata sorpresa" de ayer, casi puede asegurar de que, o tiene contactos fuera de la cárcel, o es que no han conseguido meterle en ella. Y no sabe que opción la asusta más. Se lleva la mano al colgante de debajo de su camiseta. El número, ese numero es la clave y su último recurso si la cosa no ha salido bien. Esta vez se lo ha aprendido de memoria, con puntos y señales. Si quieren destruir toda evidencia de sus actos, primero tendrán que matarla a ella. Incluso si fuera así, si esta vez consiguieran acabar con su vida, tiene su as bajo la manga. Él no la fallará, de eso está segura.
--- ¿Estás preparada? - dice Jude poniendo una mano en su hombro.
La chica niega con la cabeza.
--- ¿Cómo se puede estar preparada para algo así? - susurra con la mirada perdida en el césped.
--- ¿Puedo preguntarte algo sin que salgas corriendo despavorida?
--- ¿Cuándo he hecho yo eso? - dice la chica con una sonrisa.
Jude se la vuelve y se acerca un poco más a ella. No se miran, pero no les hace falta para entenderse. Saben leer sus cuerpos a la perfección, y por la tension de estos, se peude ver como de delicado es el tema en realidad.
--- Ayer... Lo que le pasó a Paolo...
--- Era una advertencia. Querían que mantuviera la boca cerrada - traga saliva. Fue su culpa. Fue su culpa. Fue su culpa.
Aprieta los puños clavándose las uñas.
---No vas a contar nada, ¿verdad?
Su mirada se vuelve hacia la del chico. Consternada, perdida, confusa... su mirada dice tantas cosas y a la vez no dice nada que asusta. Asusta el nivel que ha llegado el asunto, asusta el no saber que hacer para ayudar a una amiga.
--- Ojalá algún día pueda contároslo, significará que todo ha acabado - se muerde el labio con fuerza y le hace una seña con la cabeza - ahora ve al campo, os la veréis conmigo si perdéis este partido.
La chica se sienta en el banquillo con las piernas tensas y las manos apretadas sobre su regazo. Silvia se acerca más a su amiga y la rodea con sus brazos la cintura. No piensa dejar que sufra sola.
— ¿Estás bien? - pregunta la peli verde sin mirarla. No quiere incomodarla.
Con los años, había aprendido que su amiga no quería que la compadecieran, ni que sintieran pena por ella. Así que prefiere evitar miararla y que vea que ella también lo está pasando mal al verla así.
— Lo estaré, te lo prometo - la sonríe y la abraza de vuelta - todo esto se acabará hoy, ya lo verás.
Si, esto acabará hoy, o vivas o muertas.
— Chicas – las dos chicas miran a Cami que tiene el móvil pegado a la oreja - ¿sabéis dónde está Crístal? - siegue siendo la única que la llama así - esta mañana no estaba en la concentración y hoy no ha aparecido en la reunión de antes del partido. Estoy preocupada. Ayer se la vió muy alterada.
--- Crístal está bajo tierra, donde tendría que haber estado desde hacia un año.
Silvia pega un bote a su lado y lira a su amiga con los ojos muy abiertos. No habrá cometido alguna locura, ¿no? Pero antes de que pueda preguntar, el sonido ensordecedor de unas hélices hace que todos desvíen su mirada al cielo.
Crístal aprieta los puños y se mantiene sentada en su sitio. Se había imaginado que algo asi iba a pasar. Después de tantos años persiguiendole sin conseguir resultados, estaba claro que no iban a encerrarle en dos días. Si no todos sus preparativos habrían sido en vano.
Se levanta del banquillo y da un paso adelante cuando ve su figura emerger de ese enorme helicoptero. Elegante, altivo. Piensa que tiene todo controlado, todo calculado. Da igual lo que pase, él siempre va a tener las de ganar. El siempre va a tener más poder. Sus miradas chocan. Se retan. La sonrisa cínica de la chica se abre paso en su hermoso rostro. No, esta vez no va a salir de esta, esta vez va a acabar con él y le va a enviar al infierno, donde debería de estar desde hace mucho tiempo. Deja salir el aire de sus pulmones y levanta la barbilla aceptando el guante que ayer le tendió en el campo. Alguno de los dos acabará mal parado, solo falta saber quien será el afortunado.
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Vengo a pedir perdón. Llevo más de un mes sin actualizar, pero es que no he tenido tiempo. El grado me tiene muy ocupada, y cuando por fin parece que tengo algo de tiempo estoy muy cansada para escribir. El capítulo no es gran cosa, es más, es todo puro relleno. No se me ocurría nada y estoy pasando por un momento de bloqueo increíble. Lo siento mucho de nuevo y espero que os sirva como recompensa por la larga espera. Besooos
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