Cap. 50

La puerta se vuelve a abrir poco después de que el doctor hubiera abandonado la habitación. La chica que acaba de entrar suspira al ver que la vía ha desaparecido del brazo de Crístal y que una gotita de sangre se adivina en su brazo derecho. Da un paso hacia ella cautelosa y se conciencia en conseguir sonsacarle lo que pueda. Ya no sabía si era por su bien o no, pero ella misma necesitaba saber de una vez por todas la verdad de todo el asunto. Después de su partida y de haber encontrado a la persona que buscaba, se había dedicado en cuerpo y alma a encontrar una solución al problema en el que se encontraba metida su amiga. Posiblemente no de las mejores formas, pero si tenía que juntarse con personas como el doctor Mateo, lo iba a hacer. Con el paso del tiempo y una vez alejada de todo el epicentro del problema se había dado cuenta de que había demasiadas personas investigando lo mismo y la verdad es que no sabía muy bien en quién confiar de verdad. Sólo tenía la certeza de que había gente que se movía por interés y tenía la sospecha de que la familia Beltrami era una de ellas.

- Deberías de estar descansando - dice con voz pausada.

La chica la mira al paisaje con tranquilidad, sin inmutarse completamente.

- No, estoy bien descansada. Lo primero de todo ¿Dónde estamos?

Nelly cierra los ojos por un momento intentando encontrar las palabras necesarias como para comenzar esa conversación que por nada del mundo quiere iniciar. Se atusa el pelo esperando que un poco de aire fresco roce su nuca por la que había comenzado a sudar nada más entrar a la blanca habitación que por unos días, o eso espera, será el nuevo cuarto de su amiga. Ya no es solo el duro el hecho de que no recuerde nada, si no que todos los secretos que habían sido guardados hasta ahora estan en riesgo y por nada del mundo puede permitir que salgan a la luz, sería el fin.

- Déjalo Nelly, creo que no quiero saberlo - sigue sin girarse hacia ella - solo dime que tengo que hacer, no quiero enterarme de mi propia vida por otras personas.

A decir verdad, Nelly solo podría hablar de gran parte pero de su estancia en esas isla sería imposible, es la primera vez que la ve desde la clasificación de Asia.

- Las cosas han cambiado Crístal, empezando por tu nombre - con una sonrisa triste se sienta en la cama - ya no...

- Creo que es suficiente - dice su amiga poniendo una mano en su cabeza - ¿podríamos dejar esta conversación para otro momento? Mi cabeza está empezando a dar vueltas.

Nelly asiente y con sumo cuidado ayuda a Crístal a subirse de nuevo a la cama. La chica se acurruca y, a pesar del calor, se envuelve en las sábanas blancas esperando a que su necesidad de salir corriendo desaparezca. Necesita que la de el aire, necesita tumbarse en la hierba y sentir algo real por una vez en su vida. Se está ahogando, y nada parece que la pueda ayudar a respirar.

- Estoy contigo, no va a pasar nada malo, lo prometo - dice Nelly dándole un beso en la cabeza y seguidamente sale por la puerta agitando la mano en señal de despedida. Con una mueca anda por el pasillo y se para en seco cuando se da cuenta de una cosa: no se ha acordado de investigar nada.

Crístal mueve los dedos de los pies intentando que dejen de hormiguarle y se vuelve a sentar en la cama. Apoya la espalda en la pared y coge el vaso de agua que le habían preparado con antelación por si tenía sed. Su mano tiembla por el estrés y tan rápido como puede suelta el vaso por miedo a tirarlo.

- Veo que sigues siendo la misma mentirosa de siempre, hermanita...

Un encapuchado sale del baño y la chica contiene la respiración. Ya nada podría cambiar las cosas, el destino está escrito y nadie podrá hacer nada por remediar el fatídico desenlace que sus acciones podrían llegar a desencadenar.

***

Axel coge su chaqueta con rapidez. Les acababan de llamar del hospital y nada más enterarse de lo sucedido habían corrido a cambiarse. La manga se engancha con el picaporte de la puerta y tira con fuerza sin importar el posible roto que se llegará a formar en la chaqueta. Un colgante sale despedido gracias al forcejeo. Lo mira desde arriba. Hacia mucho que no se ponía ese colgante, desde que habían llegado a la isla más bien, aunque no sabe si por falta de tiempo o por falta de ganas. Lo coge con cuidado como si fuera la cosa más frágil del mundo y lo inspecciona buscando algún desperfecto que haya podido ocasionarse. Con el ceño fruncido, tira de una pequeña ranura que hasta ahora no había visto. Coge el papel que con sumo cuidado estaba doblado en su interior y lo abre. Una larga fila de números invade su vista haciendo incluso que se maree de verlos. Da la vuelta a la nota.

Vida o muerte, por si acaso se te ocurre olvidarlo melona. Si ya no estoy, guardar para posible...

Axel parpadea dos veces. Esta escrito por Crístal, eso de seguro, pero... ¿Qué significa ese mensaje? ¿Cómo que quiere que se guarde cuando ya no esté? ¿Por qué el mensaje se para ahí? Pero lo que más le inquieta... ¿Cuantos secretos guardaba la chica? ¿Cuantas cosas les había ocultado? Unos pasos se aproximan y con rapidez vuelve a dejar el papelito donde estaba. Y se aproxima a las escaleras intentando actuar con la mayor tranquilidad posible.

— Se van a ir sin nosotros como no te des prisa. Mark ya está allí, vamos - dice Jude tirando de su brazo.

— Jude... ¿Crístal alguna vez te hablo sobre un número, o algo relacionado con ello?

El chico niega con la cabeza mientras baja las escaleras.

— No, nunca. Aunque recuerdo que siempre se le olvidaban números importantes y tenía que escribirlos en cualquier lado. Era muy olvidadiza para esas cosas.

Axel se queda pensando. ¿Qué importancia tendrían esos números como para que los escondiera tan estratégicamente? ¿Tanto como para matar por ellos? ¿En que estaba metida la chica en realidad? A lo mejor habían intentado jugar a una liga superior a la suya y por eso todo había acabado en catástrofe. Se frota los ojos y se deja caer en uno de los asientos de la caravana. Los cabos sueltos estaban empezando a unirse, y todavía había muchas cosas que se le escapaban de las manos. Saca su móvil y mira el contacto que hace unos días le había mandado ese mensaje tan misterioso. Corre la pantalla hasta una semana del accidente. Lee mensajes intentando encontrar alguna pista hasta que se para en uno en concreto. Un escalofrío recorre su cuerpo. Lo había tenido delante de las narices todo el tiempo, se lo había dicho ella misma y él no había querido verlo o simplemente no se había dado cuenta.

Incluso si yo ya no estoy protege ese colgante como si fuera lo más valioso del mundo. Es lo único que nos quedará.

***

Mark vuelve a dar una vuelta al rededor de la sala de espera. Paolo a optado por sentanser en el suelo con tal de que el frío del mármol consiga mantenerle cuerdo. Shawn por el contrario esta sentado en las sillas más alejadas intentando terminarse su coca cola que desde hacía una diez minutos se le estaba haciendo inbebible.

Un móvil suena y Paolo mira con pánico a la pantalla. Es la hora de los entrenamientos matutinos y que no esté ya en el campo es algo que Gigi ni los demás pueden pasar por alto. Trata saliva sonoramnete intentando averiguar qué va a ser lo mejor en esta situación. ¿Debería decir algo? ¿Sería mejor callarselo? Suspira sonoramente y deja el móvil sobre su regazo. Eso de hacer de capitán y amigo a la vez le está haciendo volverse loco. Desvía su mirada a Mark que mira el móvil esperando que llegue su equipo al hospital. ¿Estaría bien si les pedía a los suyos que vinieran? ¿Sería lo mejor para ella? ¿Para ellos? ¿Para todos?

— Llamales - dice la voz de Shawn a su lado - tienes el mismo derecho.

— Pero...

— Paolo, no te preocupes. No sabemos como está, así que todavía hay esperanza de que se acuerde de nosotros - pone su brazo sobre sus hombros - se que no quieres que sufran pero es algo inevitable.

El chico mira a su lado y muestra una mueca que imita una sonrisa para nada verdadera. Vuelve a coger el móvil y teclea de forma rápida el mensaje. Sus inseguridades vuelven cuando tiene que dar a la flecha para mandar el mensaje. Se siente presionado, por todo, esta completamente bloqueado. Shawn pulsa la pantalla y el mensaje se manda.

— Es difícil, llevas mucho encima de los hombros Paolo, pero hay que salir adelante, como sea.

El chico asiente y sin previo aviso apoya su cabeza en el hombro del peligris. Shawn se tensa pero poco después se relaja. Tranquiliza su respiración y acerca más a su amigo. Esto va a ser más difícil de lo que espera.

***

Un coche espera a que el encapuchado baje de una vez por todas. Tiene esa virtud de conseguir sacarle de sus casillas incluso pestañeando. Ve un cuerpo, cubierto por una capa negra, caer por una cañería. Con lentitud se acerca al coche. Si no supiera que está en la vida real y que no tiene un bañador rojo, juraría que se encuentran en una escena de los Socorristas de la Playa. Abstiene sus ganas de apretar el claxon y sacar la cabeza para gritarle cuatro cosas. Que vida más exasperante le había tocado. A un paso dolorosamente lento se sube al coche y saca su capucha dejando ver su tostada piel. Al contrario de la del conductor, que sigue sin creerse que la pachorra que llevaba el chico fuera real, el copiloto tiene la piel tan tostada que eran considerados como la noche y el día.

— ¿Cómo está? - dice poniendo el coche en marcha.

— Bien, como siempre.

Sube las cejas y sonríe un poco comprendiendo lo que quiere decir.

— Debemos volver, vamos - pone el coche en marcha y se incorpora a la carretera.

El antes encapuchado saca un móvil de prepago de la guantera que se encuentra completamente impoluta y marca un número desconocido. Dice unas cuantas palabras y cuelga. Baja la ventanilla de su lado y estrella el móvil en el asfalto, haciendose pedazos al momento.

— Oye, ¿donde has conseguido este coche?

— Callate, como nos estrellemos van a acabar conmigo de un plumazo.

— Eres un caso prohibido y me llevaras a la tumba mucho antes de lo que quiero.

— A veces me gustaría hacerlo sí - da un volantazo en broma y el chico se agarra a donde puede. El pálido ríe vuelve a coger el volante con firmeza - ¿has hablado con él?

Niega con la cabeza mirando el paisaje que dejan atrás.

— Ni una palabra, no debe de saberlo o si no las cosas se pueden poner muy feas para nosotros.

El rubio asiente sabiendo que no había sido buena idea mantenerle al chico ese secreto tan grande. Nada había pasado por casualidad, nada se había hecho por que sí. Todo tenía una fácil y a la vez compleja explicación. Lo peor de todo es que secretos tan grandes son difíciles de guardar y acaban haciendo daño tanto al que los porta como a los que se los ocultan, pero luchan pero el bien mayor, no por la satisfacción de unos cuantos. Aprieta el volante con fuerza, estan en un punto en el que no pueden confiar en nadie solo en ellos mismos y en su sed de venganza, que pronto estaría saciada.

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Por fin he terminado este maldito capitulo. Ha sido horrible hacerlo porque no sabía ni como seguir ni que hacer ni nada, estaba completamnete bloqueada, así que siento la espera.
Espero que os guste, se que no vais a comprender nada, pero no os pongáis nervioses.
Muchos besiiitos y hacer stream de Fake Love jajaja (no es broma, hacerlo xD)


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