Cap.21

Paso el puente y miro hacia delante intentando mostrar seguridad. Cosa que creo que me dejé en Japón, bajo tierra. Sí, digamos que estoy temblando y que si ahora tuviera un vaso de agua en las manos lo hubiera desparramado todo.

— Bienvenida señorita - dice una voz a mi lado.

Me exalto y pego un salto. Giro l cabeza cual exorcista y miro a uno del equipo de Inglaterra.

— No quería asustarla, lo siento - dice caballerosamente.

Le miro con la ceja alzada. Neil, tu eres de todo menos caballeroso.

— Puedes dejar de tratarme como si tuvieras modales - le digo en el oído.

El chico se relaja y me sonríe.

— Gracias estaba apunto de darme un cortocircuito.

Neil es hijo de una de las familias más importantes de Inglaterra y a pesar de que le han intentado inculcar desde qu era pequeño los modales necesarios para codearse con la "realeza", el chico les ha salido rana.

— Nada hombre, ahora dime donde está el alcohol.

Él chico se ríe y me manda a una de las mesas más alejadas de la multitud.

— Debajo de esa de allí. No bebas mucho - dice guiñándome el ojo.

Observo como se aleja y se pierde entre la gente. Neil te amo más que nada en estos momentos. Aunque los caballeros de la reina parezcan muy sanos, en verdad cuando hay una fiesta siempre termina en borrachera. Doy fe. Corro hasta la mesa y cojo uno de los vasos de debajo sin que nadie me vea. Salgo de debajo como si no hubiera pasado nada pero me topo con las piernas de alguien.

— Creo que no es muy de señoritas hacer eso - dice una voz que conozco muy bien.

Trago saliva y encaro a Edgar quien va con Camelia. Ya esta ligando el tío.

— Creo que no es muy caballeroso por su parte el hecho de recriminar a una mujer sobre lo que esta bien o lo que está mal, ¿me equivoco?

Edgar sonríe por mi contestación y alarga su mano ofreciendomela. Poso la mia en la suya y le da un beso a mis nudillos.

— Soy Edgar...

— Partinus, creo recordar. Mi nombre es Iría Bloom, un placer.

— Es de Italia - dice la bocas de Camelia.

— Me llevo muy bien con la selección Italiana - me mira más detenidamente - y ahora que lo pienso, me suenas de algo.

Me muerdo el carrillo con tanto fuerza que creo que me he hecho hasta sangre.

— No, no nos hemos conocido en persona antes. A lo mejor me has visto viendo algún partido - intento mantener los nervios a raya pero la verdad es que no sé si lo estoy consiguiendo.

--- Supongo que será así - le ofrece el brazo a Camelia y me hecha una última mirada y sonríe afable - bonito vestido de Channel por cierto.

Pongo los ojos en blanco. Siempre presumiendo de cuanto sabe de las cosas.

--- Si quieres algún día te le presto, seguro que te queda esplendido.

Se va soltando una carcajada y por fin puedo relajarme. Algo me dice que sospecha algo pero mientras no diga nada fuera de lo normal respecto a mi no pasa nada.

--- Esto... hoy estas muy guapa - dice una voz a mi espalda.

Me muerdo el labio y me giro para encontrarme con el pecho de Axel. Levanto la cabeza y le sonrío tímidamente. Una música lenta empieza. Sí todo muy cliché, pero algo de corriente tendría que haber en mi loca vida, ¿no?

--- ¿Quieres bailar? - dice ofreciéndome la mano.

--- ¿No me matará tu novia? - dice perdida en él.

--- No está aquí para matar a nadie, se ha ido con Jude a dar una vuelta - dice encogiéndose de hombros - y esto... yo... quería estar contigo un rato a solas.

Los colores me suben a las mejillas. Me siento como los primeros días que estuvimos juntos. Éramos dos tomates andantes a cada hora, minuto y segundo.

--- Bien, bailemos entonces.

Sus brazos rodean mi cintura y mantiene una distancia considerable. Con un poco de problemas le rodeo el cuellos con los míos y bajo la mirada al suelo.

--- Hace una noche bonita - dice distraído.

--- Sí, claro que sí.

Nos quedamos callados, pero no me siento incómoda en absoluto, me siento bien. Con el siempre me siento así.

--- ¿Crees que podremos ganar?

Me quedo callada al notar que con la pregunta se ha acercado más a mi y que nuestro pechos casi se tocan.

--- Habéis hecho cosas imposibles, ya me espero cualquier cosa - digo sincera - pero no va a ser fácil, son equipos muy fuertes.

--- Parece que hablas desde la experiencia - se vuelve a acercar. 

--- No estoy en el equipo de fútbol porque se me diera bien jugar al ajedrez.

Suelta una carcajada y su pecho vibra. El mío lo hace con el suyo.

--- Tienes un don para la ironía - dice sonriendo.

Tu tiene un don para bajarme las bragas.

--- Sí, digamos que es de nacimiento.

--- Pues viva ese día...

--- El 6 de febrero, Axel.

Se queda callado al darse cuenta de que es la misma fecha que la difunta de Crístal. En verdad es que yo soy Crístal... Que complicada es mi vida por dios.

--- Entonces ese día...

--- Sí, ese día también es mi cumpleaños. Fue por eso por lo que nos conocimos, por una misma fecha.

¡Vivan las improvisaciones!

--- Crístal era...

Un exaltación se oye en la fiesta y Axel se separa de mi. Espera... ¿Crístal era el qué? ¿Qué se supone que era yo? ¡Que alguien me lo diga!  Aprieto los puños por ver quien nos ha interrumpido. Capitán, Silvia... Os mataré lentamente.

--- Vaya forma tan poco caballerosa de llegar a una fiesta - escucho decir a Edgar.

Me giro para mirarle y levanto una ceja.

--- Habló quien la última vez dejó tirada a una chica en medio de la carretera - digo para mi.

--- ¿Porque no me presentas a tu capitán Camelia?

--- Perdón por habernos retrasado - dice Silvia colorada.

--- No pasa nada, una bella flor siempre tarda en florecer - dice muy caballeroso él - por favor Sebastián tráele un esmoquin y unos zapatos a la señorita.

Miro con el ceño fruncido a Edgar. ¿Por qué me da que esta fiesta no va a acabar bien? Mark llega completamente vestido y Edgar suelta una carcajada.

--- Le queda muy propio.

Ahí vamos.

--- Creo que le acaba de faltar el respeto a nuestro capitán - dice Willy.

--- En verdad ha sido un alago - dice excusándose con una sonrisa maléfica.

--- Cuidado por donde pisas Partinus - le digo levantando las dos cejas.

--- Lo mismo te digo, pequeña flor.

Sabe quien soy, lo sabe desde el principio. Maldito.

--- Lo que tu digas - me doy la vuelta apartándole la cara.

--- Esto no se arregla peleando, esto se arregla en el campo - dice Mark.

--- Bien, hagámoslo ahora - dice Edgar.

Vuelvo a mirarle esta vez con una sonrisa. Esta vez él también me sonríe. Bien, veamos como acaba todo esto.

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Otro capítulo en muy poco tiempo ehhhh. Amarme. Buenas noches y muco besoooos.


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