Capítulo 48
La alarma de mi móvil sonó, notificando que se nos habían acabado los minutos y que es tiempo de revisar que dice la maldita prueba, ambos resultados me asustan en partes iguales, por lo que no sé que esperar o que no esperar.
— ¿Puedes revisar tú? — le dije a Travis— A mí me da miedo.
Admití.
— Está bien, yo lo hago — levantándose de la tapa del inodoro. Yo tomé su lugar, viéndolo acercarse como si la prueba de embarazo fuera una trampa mortal— ¿Dos es positivo?
— Sí, dos es positivo.
Secó el sudor de la palma de sus manos en sus jeans, tomando la prueba con los ojos cerrados.
— Fíjate dónde pones las manos, ahí hice pipi.
Intentando restarle seriedad al momento, ambos estábamos muy tensos.
— Como si eso me diera asco a estas alturas, Lucia.
— Ya abre los ojos y dime qué joder dice.
Tomó una larga respiración.
— Haber... uno... dos... dos y medio... dos y tres cuartos...
— Travis...
— Tengo miedo yo también ¿De acuerdo?
Observándome preso del pánico.
— Entonces miro yo.
Levantándome con mis temblorosas piernas, para mirar.
— ¿Miramos al mismo tiempo?
Propuso.
— Ok.
Cerrando mis ojos.
— Uno... dos... tres...
Abrí mis ojos de golpe, observando la prueba de embarazo en las manos de Travis, dos perfectas líneas teñidas de rosa en el recuadro.
Dos líneas...
— Dos...
Dijo él con voz temblorosa.
— Sí, son dos...
Dije, sin dejar de observarlo.
— ¡Son dos! ¡Vamos a ser padres!
Gritó Travis con emoción, pasó sus manos bajo mi trasero y comenzó a girar conmigo, riendo y observándome como si fuera lo más importante de su vida.
— ¡Vamos a ser padres!
Contagiándome de su felicidad, apoyando mis manos en sus hombros, riendo con él.
— Mierda, seremos padres — me bajó, besando mis labios de forma corta— Megan tendrá un hermanito o hermanita, joder... estoy tan feliz.
Sonreí amplia, acariciando su rostro.
— Al final, el todos los días son todos los días, tendrá rostro, manitos, y crecerá dentro de mí para alborotarnos la vida en unos meses más ¿No es emocionante?
— Mucho — besándome una vez más— Llamaré al hospital, haré una cita, la primera ecografía es la más importante de todas. Mierda, estoy tan feliz.
Saliendo del baño prácticamente dando saltos, y se llevó la prueba de embarazo con él.
Al parecer, tendré que dejar el boxeo por un tiempo, no puedo arriesgar a este pequeño pececito nadando en mi tripa.
Tomé mi móvil, suspiré sintiéndome satisfecha y salí del baño, siguiendo la voz de mi hombre, estaba en el jardín trasero con el móvil pegado a la oreja, contándole a la persona del otro lado cuando me vino la regla por ultima vez, el resultado de la prueba, qué tan regular soy, si uso métodos anticonceptivos y un montón de preguntas sobre mí y que él conoce las respuestas como la palma de su mano.
¿Puede haber un hombre mejor que este?
— Listo, tenemos hora para el lunes de la próxima semana, a las tres de la tarde ¿Qué te parece? ¿Está bien o quieres que lo cambie?
— Es perfecto — sonreí— Gracias Travis.
— ¿Gracias por qué? Yo debería darte las gracias, por dejarme ser parte de tu vida y de todo esto.
Acariciando mi vientre plano como si hubiera algo ahí, digo, lo hay, pero aún no se nota nada, mi mamá ya tiene panza, papá no la deja mover ni siquiera un dedo en casa, son adorables.
Siempre quise tener lo que ellos tienen, una relación sólida, divertida, basada en la confianza, el respeto y el amor, y con Travis, tengo todo eso y mucho más.
— ¿Qué dices si invitamos a nuestras familias a cenar? Para darles la noticia.
— ¿No crees que tu padre quiera partirme en pedacitos?
Dijo algo temeroso.
La verdad... lo veo capaz, pero mamá estará aquí, así que no me preocupo.
— No, tranquilo, ya superó eso cuando me pediste matrimonio.
— Entonces, deja que yo llame, tú no hagas nada, compraré la comida, no es necesario que cocines, me encantaría hacerlo yo pero aún quemo el agua de los fideos y no sé cómo, si sólo es agua, pero se evapora y se quema la olla, pero aprenderé, para cocinarle a nuestros hijos y a la mujer más maravillosa de todas.
Carcajee.
— No estoy enferma, Travis, puedo cocinar, no te preocupes, ni siquiera tengo panza aún.
— No vas a boxear ¿Cierto? Es injusto... sé cuanto lo amas, pero ¿Y... si se lastima el bebé?
— No puedo boxear hasta que este pececito nazca — tocando mi panza— Así que vas a tener que mantenerme, Vance.
Sonrío amplio.
— Felizmente te daré todo mi dinero, es más, quédate con mi tarjeta, no me importa.
Carcajee.
— Tengo dinero, no te preocupes, mi cuenta bancaria está vomitando en estos momentos.
— Pero quiero comprarte cosas, quiero comprarles cosas a nuestros hijos, quiero hacerme cargo por una vez en mi vida.
— Bueno... puedo ceder en ciertas cosas.
Sonrió.
— Entonces deja que compre la comida, no cocines anda hoy ¿Puedo comprar todo, por favor?
— Está bien, cómpralo todo — rodando los ojos, con una sonrisa en los labios— Dios... El embarazo va a ser complicado si no me dejarás hacer nada.
— Déjame consentirte ¿Sí?
Rodeando mi cintura con sus brazos, observándome suplicante.
— Sólo... no te excedas, no estoy enferma.
Rodeando su cuello con mis brazos.
— Lo intentaré — besando mis labios— Revisaré qué números tenemos en el refrigerador, compraré algo delicioso.
— Yo invitaré a nuestras familias.
Dije.
— Trato.
Dos segundos después, ya estaba volando en dirección a la casa, decidí quedarme en el patio trasero, recostada en una reposera tomando el móvil, llamando a mamá.
— Hola, cielo ¿A qué se debe tu llamada? ¿Pasó algo?
Enseguida pensando lo peor.
— No mamá, tranquila, todo bien — reí— Quería invitarlos a cenar hoy en casa, con Travis hemos tenido buena racha, así que queremos celebrarlo.
— ¡Yo le digo a tu padre! ¿A qué hora estamos allá? Adoro las celebraciones, este bebé en mi tripa dice lo mismo, se mueve como no tienes idea.
— Que adorable, ya quiero besarte esa panza mamá, te ves muy linda con tu embarazo.
— Tu papá dice lo mismo, está por aquí ordenando y limpiando sin déjame mover ni un solo dedo, es más, me hizo un jugo natural y me tiene en la sombra, en el patio trasero, tomando el aire.
Miré mi propio escenario.
Yo estaba igual.
— Estos hombres... — suspiré— Travis también me facilita mucho la vida, es un amor.
— ¿Cómo van los preparativos de la boda?
— Te contaré todo más tarde, ahora debo llamar a tío Oren para que venga con el tío Marcus a celebrar con nosotros ¿Tienes antojo de algo?
— Pizza vegetariana — gimió del gusto al otro lado— Oooh... mierda, qué no daría por una pizza ahora...
— Pizza será, pediré una de la pizzería que te gusta.
— Gracias cielo, te amo.
— Yo también te amo mamá, nos vemos más tarde.
— ¡Nos vemos!
Corté y en esta ocasión llamé al tío Oren, fue rápido, estaba de turno en el hospital, por lo que sólo le conté de los planes y dijo que sin falta asistiría, sale a las seis, por lo que contaremos con la presencia de ambos en casa más tarde.
— Oh mierda, estoy embarazada.
Tocando mi tripa otra vez, esto es un poco irreal y casi mágico de pensar, estoy creando un ser humano dentro de mí... que loco.
***
Ocho de la noche en punto, todo el mundo estaba aquí, Megan corrió a los brazos de mi padre, recibiendo todos sus mimos, espero que no se sienta desplazada cuando nazca la bebé, es difícil tener bebés cuando los niños son tan pequeños, están acostumbrados a que toda la atención sea para ellos.
— Huele delicioso ¿Qué cocinaste, cielo?
Preguntó el tío Oren luego de saludar.
— La verdad, yo no cociné nada, Travis dice que hago demasiadas cosas en el día y que quería que disfrutara la velada también, así que compró todo. Carne y pollo asado, patatas fritas, patatas cocidas en cuadritos con ensaladas, arroz y verduras, pizza para la embarazada, y mousse de chocolate de postre.
— Suena delicioso, todo suena delicioso — papá prácticamente babeaba— ¿Podemos ir a comer ya?
Olfateando al aire como los perros.
— Claro, vamos a comer, hambriento — le dije— Compramos bastante, así que come todo lo que quieras.
— De todas maneras, pensaba comer hasta reventar, mocosa.
Dijo antes de pasar por mi lado y desordenar mi cabello.
— No me desordenes el cabello, ya no soy una niña.
Siguiéndolo hacia la mesa.
— Para mí, siempre serás mi niñita mimada.
— ¿Y yo abelo?
Le preguntó Megan, haciendo sus pucheros.
— Tú eres mi pedacito de cielo.
Besando su coronilla.
— ¿Y la bebé de la abela?
Señalando la panza de mamá.
— Ella será mi otra princesita, y tú podrás enseñarle muchas cosas a ella, serán mejores amigas.
— ¿Jugad juntas?
— Todo lo que quieran, podrán hacer pijamadas, tendrán una casa en el árbol, tu papá y yo haremos una aquí y una en mi casa, para que ambas puedan jugar cuando sean más grandes.
Mi bebé aplaudió, emocionándose con la idea de tener una nueva amiga.
— Pues bien, a comer o todo esto se va a enfriar — dijo mamá, tomando un trozo de pizza— Oh mierda... esto huele tan bien.
— ¡Mieda!
Gritó Megan.
— Ay no cielo — le dijo mamá— No repitas las malas palabras de la abuela ¿Qué clase de madre seré? Mi hija va a estar maldiciendo a todo el preescolar.
Tocándose la tripa.
— Yo no lo hacía y sí maldecías mucho, mamá.
Dije riendo.
— Era diferente, maldecía en ruso y el ruso era difícil.
— Buen punto.
Respondí.
— Oh... esto está delicioso, estoy babeando.
Dijo el tío Oren, metiendo un trozo de carne en su boca.
— Esto irá bien con vino ¿Te sirvo, cariño?
Le dijo tío Marcus.
— Por favor, amor.
Extendiendo la copa hacia él.
— ¿Vino?
Apuntando a papá con la botella, él la extendió.
— ¿Vino, hijo?
Travis acercó la copa.
— ¿Vino, hija?
Me señaló.
— Oh, no, gracias.
Sonreí.
— ¿Por qué no quieres? Tú bebes siempre, en todo momento, lo que sea que te den.
Dijo papá, riendo, enfocado en su plato.
— Oh... bueno...
Tomé la mano de Travis, sonriéndole.
— Tenemos algo que contarles.
A papá se le cayeron los cubiertos en el plato, levantando la cabeza.
— No...
Susurró.
— Déjalos hablar.
Lo regañó mamá.
— Bueno... — comencé a decir— Travis y yo, cuando decidimos que lo intentaríamos, lo decíamos en serio. Posterior a eso se me propuso y... Bueno... han pasado muchas cosas desde entonces y... quiero contarles a todos que estoy embarazada, Travis y yo seremos padres otra vez.
Papá comenzó a toser, mamá pasó de él por completo y vino a abrazarnos para darnos sus felicitaciones, Tío Oren y Tío Marcus se le unieron, abrazándonos con fuerza, besuqueándonos el rostro.
— ¡Otro bebé en la familia! Mierda, que rapidos son ustedes dos, velocistas.
Se burló tío Oren.
— ¡Mieda!
Dijo de nuevo Megan, acariciando el cabello de papá, que aún estaba en estado de shock.
— Megan, dale un beso al abuelo — le dije— ¿Escuchaste la buena noticia? Vas a ser hermana mayor, mi pancita va a crecer como la de la abuela y tendrás un hermanito o hermanita.
La que dejó de sonreír ahora era ella.
— ¡No quelo! — gritó— ¡Yo bebé de la casa!
Sentándose sobre las piernas de mi padre, ambos con mala cara.
Ay Megan... saliste igualita a tu abuelo.
— Megan, tú seguirás siendo la bebé de la casa — le expliqué— papá y yo tenemos mucho mucho amor para los dos, el bebé y tú.
— No quelo.
Dijo de nuevo.
— Megan... — Travis lo intentaba ahora— el bebé se pondrá muy triste si sabe que su fuerte, hermosa y valiente hermana mayor no lo quiere, mira, escúchalo — acercando su oído a mi panza— está llorando, dice que está triste.
Megan se inclinó un poco hacia adelante.
— ¿Tiste?
— Claro que sí, él o ella quiere crecer rápido para jugar con su hermana mayor, en la casa que el abuelo y yo construiremos para ustedes. El bebé quiere conocerte.
Bajó del regazo de papá, caminando hacia nosotros.
— Bebé — susurrándole a mi panza— pedón — acariciando mi tripa— crece rápido pada que juguemos con la bebé de la abela.
Acaricié su cabello, conmovida con la escena.
— ¿Tú no me vas a decir nada, viejo?
Miré a papá.
Era el único que se mantenía en su silla.
— Dejemos algo en claro — carraspeando. Estaba muy serio y eso me daba miedo— tú vas a hacerte cargo ¿Cierto?
Le preguntó a Travis.
— Por supuesto, señor.
Respondió mi casi esposo.
— ¿No le gritaste ni nada por el estilo?
Atacó papá otra vez.
— ¿Por qué lo haría? Estaba feliz con la noticia.
Algo desconcertado.
— Entonces... estás feliz.
— Por supuesto.
Papá respiró aliviado.
— Literalmente tú eres mil veces mejor que yo — levantándose— Me alegra saber que mi hija encontró a un buen hombre — abrazándonos a ambos— Felicidades chicos, espero que su familia y su matrimonio sea muy feliz, ya esperaron demasiado tiempo para que las cosas buenas vengan hacia ustedes, tienen todo mi apoyo, así que puedes calmar ese temblor de tu ceja, Travis, no voy a partirte en dos.
— Luca lo está diciendo en doble sentido — dijo tío Oren— Todos sabemos que le tienes ganas a mi hijo ¿No tienes suficiente conmigo? Me siento ofendido, luca.
Todo el mundo comenzó a reír.
— Por milésima vez, no me gusta Travis — rodó los ojos— Ya calmen sus mentes perversas.
— Hablando de perversas, Luca, esta noche toca, me hormiguea todo el cuerpo.
Dijo mamá.
Y papá suspiró.
— Travis, cuando llegue la etapa hormonal, será mejor que corras lejos, porque no te dejará dormir.
Bueno... al menos la noticia fue bien recibida.
Ahora... bienvenido al mundo de las hormonas y los bebés.
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BUENAS BUENAS AMOR DE MIS AMOREEES
TRAJE UN NUEVO CAPITULOOOO
ESTA VEZ SÍ TENGO INTERNET, POR FIN REGRESÉ A LA CIVILIZACIÓN
LA VERDAD, NO ME GUSTA MUCHO EL AIRE LIBRE Y EL DESCONECTARME, ME ENCANTA LA TECNOLOGIA
EN EL CAPITULO DE HOY POR FIN LEIMOS LO QUE TANTO QUERIAMOS SABEEER
HAY BEBÉ SEÑORES Y SEÑORAAAS
AHORA COMIENZAN LAS APUEEESTAAAAS ¿QUÉ SERÁ? ¿NIÑO O NIÑA?
APUESTEN, SEÑORITAS, APUEEESTEEEEN
TRAVIS ENTRÓ EN SU FACETA DE PAPÁ OSO JAJAJAJA NO QUIERE QUE LUCIA MUEVA UN DEDO
TAN ADORABLEEEE
Y MEGAN SE NOS PUSO CELOSA, COSITA LINDAAAA HAY AMOR PARA TODOS
Y EL VIEJO SABROSO, YO PENSÉ QUE SE NOS MORÍA, PERO AL FINAL, LO ACEPTÓ Y LOS FELICITÓ
NOTICIA BEBÉ SUPERADAAAA
NOS LEEMOS EN EL PROXIMO CAPITULO NENAAAS
BESITOS EN LA COLAAA
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